miércoles, 9 de febrero de 2011

Indefendible visita a Irán



La reciente visita a Irán de cinco legisladores -tres del Frente Amplio, un blanco y un colorado- es tan misteriosa como contradictoria con la posición democrática y defensora de los derechos humanos de nuestro gobierno y del resto del sistema político. Son tan frágiles como cuestionables los argumentos esgrimidos por los diputados viajeros para tratar de justificar su presencia en la nación persa y sus entrevistas con los principales gobernantes, incluyendo el presidente Mahmoud Ahmadinejad. Carece de solidez su argumento de que fueron a abrir nuevos mercados para las exportaciones uruguayas y atraer inversiones a nuestro país.

Irán ya es importador de productos uruguayos, como parte de la diversificación de mercados iniciada hace años por nuestro país, al margen de la situación política en un país cliente. Pero expandir ventas al exterior y atraer inversores es una tarea que compete a técnicos en las diferentes áreas involucradas, categoría en la que no están incluidos los diputados que se fueron de gira a Medio Oriente. Y sorprende, por decirlo suavemente, que hayan señalado a su regreso que las reuniones que sostuvieron con las máximas autoridades iraníes no eran el marco apropiado para hablar de los derechos humanos que viola sin miramientos el régimen de Ahmadinejad en todos los campos imaginables.

Además del diputado nacionalista Pablo Abdala y el colorado Daniel Bianchi, la delegación parlamentaria incluyó a los frenteamplistas Ivonne Passada, presidenta de la Cámara de Diputados, a la ex ministra del Interior, Daisy Tourné, y a Ruben Martínez Huelmo. Su fuerza política es abanderada en Uruguay del castigo a las violaciones a los derechos humanos durante la dictadura. Pero ignoraron el tema en sus reuniones con un gobierno que encarcela periodistas y dirigentes opositores, disuelve partidos contrarios al régimen, prohíbe la libertad de expresión y discrimina contra la población femenina al punto de penar con la muerte el adulterio pero solo si es cometido por la mujer.

El gobierno islámico radical, que ha amenazado con borrar a Israel del planeta y desarrolla un programa nuclear capaz de producir bombas atómicas, procura desde hace años afirmar su presencia en América Latina. Lo ha logrado con una alianza política con el presidente venezolano Hugo Chávez, a la que se han plegado los mandatarios "bolivarianos" de Bolivia, Ecuador y Nicaragua. El ex presidente Lula recibió amistosamente a Ahmadinejad en Brasil, pero su sucesora Dilma Rousseff ha frenado sensatamente ese acercamiento.

En vez de seguir ese ejemplo, los diputados que viajaron a Teherán mostraron un censurable silencio complaciente con las violaciones iraníes a los derechos humanos, bajo el tenue manto improcedente de estrechar relaciones y la improbabilidad de abrir mercados de exportación, tema importante pero sobre el cual no aportaron datos específicos a su regreso. El mal ya está hecho. Pero la opinión pública tiene derecho a que se le explique esta indefendible visita de los legisladores a Teherán.

martes, 8 de febrero de 2011

el video de hoy - OfraHaza.com- OFRA - a musical by Bezalel Aloni 2010

judaismo - Revolución en el mundo árabe: Israel sólo puede esperar el peor escenario

Servicios de prensa
Al constatado aislamiento que ya padecía el Estado hebreo en la región, se le viene a unir ahora la convulsión y el cambio radical en los antaño inamovibles y pétreos regímenes árabes. La revuelta tunecina, que comenzó como algo casi imperceptible para la opinión pública occidental, acabó provocando la salida de la escena política de Ben Alí y la caída de su despótico y corrupto régimen. Lo que no intuíamos es que acabaría generando una dinámica de cambio que envolvería a toda la región y que Egipto, uno de los principales aliados de Occidente en la zona, se vería sacudido en la misma y sometido a una protesta, al día de hoy, de incalculables consecuencias.

Para Israel, la posible caída de Mubarak genera incertidumbres y temores, y no es para menos. Egipto es, junto con Jordania, el único estado árabe que mantiene relaciones políticas, diplomáticas y económicas con los israelíes, aparte de que en innumerables ocasiones ha servido de puente entre las autoridades palestinas e Israel. El contexto regional para Israel es pésimo, quizá uno de los peores que ha vivido este país desde su fundación, allá por el año 1948.

Debemos tener en cuenta que en el Líbano el grupo terrorista e integrista Hizbulá se ha hecho en estos días con el poder a través de una trama maquiavélica que recuerda más a un golpe de estado que a un cambio de timón supeditado a una lógica política democrática. Mientras que en Siria, la esfinge de Damasco, el dictador Bashar al Assad, sigue maquinando contra el Estado hebreo, en abierta coordinación con un Teherán que cada día que pasa es más atómico, y alejándose de la posibilidad de un acuerdo pacífico que le permita recuperar los Altos del Golán. Los palestinos, más divididos que nunca y con un Hamás en ascenso ante el férreo control que establece desde la Franja de Gaza y ante el constatado descrédito de la Autoridad Nacional Palestina de Mahmud Abbas. ¿Podría Israel contemplar un peor escenario?

Y ahora Egipto se viene a sumar al complicado tablero de ajedrez regional, sumando más zozobra y desazón en la clase política israelí que asiste perpleja a la caída de uno de los pocos "amigos" tradicionales, el hasta ahora superviviente político Hosni Mubarak. Pero tampoco soplan mejores aires en Jordania, donde el rey Abdalá II tendrá que realizar cambios si de veras quiere calmar a sus desesperados y depauperados súbditos, cansados de esperar años en la cola de la historia ante un cambio político que se resiste a llegar.

Si cayeran Jordania y Egipto en manos de gobiernos de carácter radical e integrista, tal como pronostican los más pesimistas, la soledad del gobierno de Israel sería total; una catástrofe de impredecibles consecuencias. Israel se quedaría completamente aislado en la región, algo que no ocurría desde el año 1979, en que se firmaron los acuerdos de paz con Egipto que permitieron a este país recuperar el Sinaí.

¿Egipto como Irán en 1979?
El problema es que la crisis egipcia se parece como una gota de agua a las convulsiones revolucionarias que llevaron a la creación del régimen despótico y despiadado de la República Islámica de Irán que, contra viento y marea 32 años después, sobrevive a merced de los paredones de fusilamientos, los ahorcamientos públicos y una represión brutal que no tiene parangón en el siglo XXI. ¿Acabará degenerando la revuelta egipcia en una trama parecida a la iraní y en el fermento para la creación de otra entidad islamista antioccidental y de carácter radical?

Por ahora, a tenor de lo que se puede percibir a través de las imágenes y noticias que nos llegan, parece que la naturaleza de la revuelta no tiene relación con el integrismo más radical. No obstante, que nadie olvide que en sus orígenes la revolución iraní era un movimiento democrático que aglutinaba desde la derecha moderada del régimen difunto hasta los comunistas, pero que fue el ayatolah Jomeini quien, con asombrosa habilidad, derrotó uno a por uno a sus antiguos aliados en la lucha contra el Shah, a muchos de los cuales mandó a la muerte, para después instalar un régimen teocrático, dictatorial, inquisitorial y de naturaleza criminal. Miles de iraníes han pagado con la vida sus discrepancias políticas en este país que merece el dudoso honor de estar entre los primeros del mundo en violaciones de los Derechos Humanos. ¿Seguirá Egipto ese rumbo?

Si el curso de estas revueltas se tuerce, algo que no debemos descartar dado lo impredecible de los procesos a los que estamos asistiendo, Israel se encontrará uno de los escenarios regionales más adversos de su historia sin haber realizado siquiera una acción diplomática destinada a provocar tal resultado. Sin haberse movido, su situación habrá cambiado radicalmente en apenas unas semanas, quizá para siempre.

Israel permanece muy atenta a todo lo que está ocurriendo en el mundo árabe en estos momentos, aunque es muy pronto todavía para especular acerca del alcance de las reformas y los cambios. Incluso aunque el próximo régimen sea democrático, hay que mantener una cierta dosis de escepticismo, toda vez que en Egipto la principal fuerza política son los Hermanos Musulmanes, cuyo principal objetivo es la instalación de la sharia y el fin de la influencia occidental en su país. También es la fuerza que cuenta con los mejores cuadros, la más organizada y goza de un gran prestigio en una sociedad deficitaria en líderes y elites.

Hamás, el grupo integrista más radical en su lucha contra Israel y que lanzó más de 10.000 misiles contra la "entidad sionista" en los últimos años, siempre ha tenido como su referente político a los Hermanos Musulmanes. Una victoria de los Hermanos Musulmanes en una supuestas elecciones libres egipcias es una contingencia no descartable y contribuiría al fortalecimiento del eje antiisraelí en la región; el aislamiento, entonces, sería total, dado lo endeble de la monarquía jordana y que el monarca, Abdalá II, siempre se ha mostrado dispuesto a sacrifirar sus relaciones con Israel en aras de consolidar sus tradicionales lazos de amistad con otros países árabes. Veremos qué pasa, las próximas semanas serán decisivas para Israel.

lunes, 7 de febrero de 2011

¿Qué es la Hermandad Musulmana?

BBC Mundo

La Hermandad Musulmana, o al-Ikhwan al Muslimun, es la organización islamista más antigua y más grande de Egipto.

Se trata del principal grupo de oposición en ese país y este domingo inició conversaciones con el nuevo gobierno, tras casi dos semanas de protestas callejeras contra el presidente Hosni Mubarak.

Fundada por Hassan al-Banna en la década de 1920, el grupo ha influido en los movimientos islamistas en todo el mundo con su modelo de activismo político combinado con obras de caridad islámica.

El movimiento inicialmente perseguía propagar la moral islámica y las buenas obras, pero pronto se involucró en la política, en particular en la lucha para liberar a Egipto del control colonial británico y alejar al país de toda influencia occidental.

En la actualidad, aunque oficialmente prohibido y sujeto a frecuente represión, la Hermandad Musulmana lidera la oposición pública contra el gobernante Partido Nacional Democrático de Mubarak, quien ha permanecido en el poder desde 1981.

Si bien la Hermandad Musulmana dice apoyar los principios democráticos, uno de sus objetivos es crear un estado gobernado por la ley islámica, o Sharia.

Su lema más famoso -usado en todo el mundo- es: "El Islam es la solución".

Revolución

Luego de que en 1928 Banna fundara la Hermandad Musulmana, se instalaron sucursales en todo el país -cada una de ellas con poderes para administrar una mezquita, una escuela y un club deportivo- por lo que sus miembros crecieron rápidamente.

Para finales de la década de 1940, se cree que el grupo contaba con unos dos millones de seguidores en Egipto y sus ideas se extendieron en todo el mundo árabe.

Al mismo tiempo, Banna creó un ala paramilitar, "El Aparato Especial", que se unió a la lucha contra el dominio británico y participó en una campaña de asesinatos y atentados.

Hassan al-Banna fue asesinado en 1948.

El gobierno egipcio disolvió al grupo a fines de 1948, tras atacar objetivos británicos y judíos. Poco después, el grupo fue acusado de asesinar al primer ministro Mahmmoud al-Nuqrashi.

Banna denunció el asesinato pero posteriormente murió a tiros a manos de un desconocido, que se cree era un miembro de las Fuerzas de Seguridad.

En 1952, la dominación colonial llegó a su fin tras un golpe de Estado encabezado por un grupo de jóvenes oficiales llamados los Oficiales Libres.

La Hermandad Musulmana tuvo una función de apoyo, pues Anwar al-Sadat, quien se convirtió en presidente en 1970, fue el enlace entre ellos y los Oficiales Libres. La colaboración que en un principio tuvo con el nuevo gobierno duró muy poco al enfriarse la relación.

Después de un fallido intento de asesinar al presidente Gamal Abdul Nasser en 1954, se culpó y se prohibió a la Hermandad Musulamana y miles de sus miembros fueron encarcelados y torturados. Sin embargo, el grupo continuó creciendo en la clandestinidad.

Este enfrentamiento con las autoridades provocó un cambio significativo en la ideología de la Hermandad Musulmana, evidenciado en los escritos de uno de sus miembros más destacados, Sayyid Qutb.

El trabajo de Qutb abogó por el uso de la Jihad (lucha) contra las jahili (ignorantes) sociedades, tanto occidentales como las llamadas islámicas, que según él, necesitaban una transformación radical.

Sus escritos -en particular sus trabajos de 1964- inspiraron a los fundadores de muchos grupos radicales islamistas, incluyendo la Yihad Islámica y Al Qaeda.

En 1965, el gobierno volvió a reprimir a la Hermandad y un año más tarde ordenó la ejecución de Sayyid Qutb, considerado un mártir de la región.

Campaña

Durante la década de los 80 la Hermandad Musulmana intentó regresar a la política.

Diversos líderes formaron alianzas con el partido Wafd en 1984, y con los partidos Laborista y Liberal en 1987, convirtiéndose en la mayor fuerza de oposición en Egipto.

En 2000, la Hermandad Musulmana obtuvo 17 escaños en la Asamblea del Pueblo.

Cinco años después, el grupo alcanzó su mejor resultado electoral hasta la fecha, con candidatos independientes que -aliados a la Hermandad Musulmana- obtuvieron 20% de los escaños.

El resultado sorprendió al presidente Mubarak.

Posteriormente, el gobierno lanzó una campaña contra la Hermandad Musulmana, que provocó la detención de centenares de miembros y puso en marcha varias "reformas" legales para hacer frente al resurgimiento del grupo.

La Hermandad Musulmana es un grupo prohibido y es sujeto de represión.

La Constitución fue reformada para estipular que "la actividad política o de partidos políticos no se basará en ningún antecedente o principio religioso".

Además, a los candidatos independientes se les prohibió postularse para presidente, y fue introducida una legislación antiterrorista que otorga a las fuerzas de seguridad amplios poderes para detener a sospechosos y restringir las reuniones públicas.

Los líderes del Partido Nacional Democrático del presidente Mubarak también trabajaron con el fin de reducir la probabilidad de que oposición obtuviera más ganancias en las elecciones parlamentarias de noviembre de 2010.

Pero de alguna forma sus esfuerzos fracasaron. El hecho de que los candidatos aliados a la Hermandad Musulmana no pudieran obtener un solo escaño en la primera ronda de las elecciones estuvo acompañado de denuncias de fraude generalizado.

La Hermandad Musulmana boicoteó, junto con otros partidos de oposición, la segunda ronda de las elecciones y el Partido Nacional Democrático fue dejado en una situación embarazosa al obtener más de 80% de los escaños en la Asamblea del Pueblo.

La constante represión a la oposición fue uno de los factores que desencadenó las actuales protestas masivas contra el gobierno en donde participan miles de egipcios, y durante las cuales se incendió la sede del Partido Nacional Democrático en El Cairo.

La Hermandad Musulmana fue acusada de fomentar los disturbios, pero su guía adjunto, Mahmoud Izzat, insistió en que fue un levantamiento popular.

"Somos parte de la población. La gente está demandando lo básico -principalmente, las necesidades básicas- y tienen el derecho de hacerlo. La gente también demanda su libertad y la disolución del falso Parlamento ", le dijo Izzat a la cadena de televisión Al-Jazeera.

"Los jóvenes quieren que la manifestación sea pacífica, pero el régimen recurre a la violencia excesiva contra los jóvenes", concluyó.

Egipto corta el suministro de gas a Israel tras la explosión en un gasoducto

Una explosión se produjo en uno de los gasoductos principales de la ciudad de Al Arish, en el norte de la península egipcia del Sinaí, indicaron fuentes oficiales.

La televisión estatal egipcia señalaba que se trata posiblemente de un sabotaje, en un incidente en el que no han existido víctimas.

Según la televisión egipcia, unos "saboteadores" hicieron estallar la planta principal internacional de gas que conecta Al Arish con Jordania.

En este sentido, la televisión egipcia indicó que hay otro conducto de gas en la zona de El Sheij Zauid que conecta con Israel a través del mar Mediterráneo.

Unidades de bomberos acudieron a la zona para intentar sofocar las llamas y el gasoducto ha sido cerrado para impedir el flujo de gas.

La columna de humo producida por la explosión se podía ver desde franja de Gaza, a unos 70 kilómetros del lugar del suceso.

Una fuente de seguridad egipcia dijo el que el ataque en el norte de Sinaí no dañó el gasoducto que suministra gas a Israel, sino el que trasporta este fluido a Jordania. La fuente afirmó que el atentado fue realizado por "factores externos". Además, aclaró que el gas que fluye hacia Israel fue cortado por precaución por el sistema de control automático cuando se produjo el ataque.

Egipto, es un modesto exportador regional de gas natural y provee el 40 por ciento del gas que consume Israel.

Al Qaeda y otros grupos jihadistas han estado convocando desde sus sitios de internet a los terroristas islámicos a volar el gasoducto entre Egipto e Israel.

Por su parte, el primer ministro Biniamín Netanyahu aseguró que Israel no sufrirá cortes de electricidad a raíz de la explosión en el norte del Sinaí.

viernes, 4 de febrero de 2011

Ana Frank está grabada en nuestra memoria

Autor: Rajel Hendler
Hace unos días, exactamente el 27 de enero, se recordó en Israel y en el mundo entero el Día Internacional del Holocausto, proclamado a 63 años de la caída de Auschwitz.
Nosotros sentimos la necesidad de rememorar algunos episodios vividos, leídos, recordados. Pesaj de 1943: sobre las ruínas y las cenizas que en Europa testimoniaban la barbarie del siglo XX, un horrorizado viento disparaba fúnebre humareda y el estertor de los últimos moribundos del Guetto de Varsovia.
Culminaba así el heroico episodio cumplido por un puñado de hombres, débiles, indefensos, casi desarmados, pero firmemente resueltos a “No morir en vano”, “No dejarse matar sin resistir”.
La Historia no olvida y el hombre tampoco debe olvidar. La página negra de la última hecatombe, en la cual los crímenes alcanzaron límites desconocidos e inimaginables, debe constituir la conciencia del mundo libre, de la humanidad toda. ¡Debe ser el permanente alerta! Contra las fuerzas negras y los mercaderes del odio que pretenden seguir pregonando, bajo falsos mantos, doctrinas fatales, destructivas, irreconciliables con el humanismo irreversible a que debe encaminarse, irrevocablemente, la vida de pueblos y naciones
“Corría el año 1943, estaremos en marzo o abril en Europa. ¿Quién puede recordar la fecha cuando la muerte ronda?”, escribe un testigo de la época.
Porque esos eran los días en que el judaísmo se extinguía en el Viejo Mundo. El nombre de Israel, de judaísmo, había sido borrado y extirpado en millares de ciudades y pueblos. Innumerables calles habían sido pavimentadas con lápidas, y los cementerios servían para el apacentamiento de ganado.
Era como si una tempestad primitiva se hubiera abatido sobre el continente, arrasando con vivos y muertos. Sólo ocasionalmente se veía algún soplo de vida vacilante. La espada diabólica seguía desenvainada, infligiendo a Israel “la solución final”.
Quién puede imaginar la profunda desazón que invadía al judaísmo si un rabino llegaba a exclamar: “¿Quién sabe si toda nuestra fe no fue un error?”
Como Job, reclamaba justicia divina y por un instante el enemigo había dado en el blanco, había logrado una fisura en el acerado espíritu judío acumulado durante siglos y siglos.
Pero en la resistencia de los guetos que luchaban estaba la respuesta. Y se preguntaban: “¿Cuál es esa fuerza y cuál su secreto para luchar y resistir?”
Desesperados retaban: “¿Quién y qué es Israel? ¿Naciones o barro y estiércol esparcidos en los campos?””
¿Dónde estaban la protección y la fuerza de la Torá? ¿Dónde apoyar esa fe auténtica en un mundo de justicia? ¿Dónde está la justicia?
Pero al igual que Eliú, hijo de Barraquel, contestara a Job, los jóvenes y heroicos guerrilleros respondieron con la acción a tamaños interrogantes.
Había dicho Eliú, el joven amigo de Job: “….El espíritu de Dios me hizo. Y el soplo del omnipotente me dio vida. Detente y considera las maravillas de Dios.
¿Sabes tú cómo Dios las pone en concierto?
¿Y hace resplandecer la luz de su nube?
¿Has conocido tú las diferencias de las nubes?
¿Las maravillas del Perfecto en sabiduría? (Job 33/4 37/14).
En esas jornadas de agonía de la negra noche de Europa, surgió en los pocos que quedaban aún, un gran anhelo de vivir. Era sin duda, en esencia, la misma exaltación y temor reverente, la misma sensación suprema y de honor que todo hombre y mujer de Israel experimenta frente al Eterno Misterio.
Esa pujanza del misterio del ser y la omnipotencia, impulso de centurias de historia, de tradición, de holocaustos, ese misterio llevó al levantamiento, a la lucha que no es otra cosa que testimonio imperecedero de fe inquebrantable, de testimonio de ser judíos.
Es el mismo misterio, el deseo inconsciente que movió a una niña de trece años a narrar en forma de “Cartas a su muñeca” el tremendo cautiverio en la Amsterdam ocupada por los nazis, con la lógica reacción que determina vivir en esas circunstancias. Pero más allá del miedo, más allá de la tragedia, el amor y la fe de una precoz adolescente, Ana Frank, quedaron grabados en una imborrable historia viva. Nosotros, en 2011, al consagrar y recordar el Día Internacional del Holocausto como respuesta a todos aquellos antisemitas, anti israelíes que tratan de negarlo, de borrarlo, rezamos por la memoria de los millones de víctimas de la masacre, en nuestra lucha diaria, en la construcción de nuestra patria, Israel, y en la educación en general, porque nunca se repita. Debemos entendernos; tenemos un Estado, tenemos comunidades hermanas esparcidas por el mundo entero, debemos continuar la lucha diaria, nunca transigir.
Al cumplirse 66 años de aquel día y nuestra Mediná cumplirá dentro de pocos meses 63 años, debemos repetir el relato, no negar y no perdonar, en los viajes por el mundo, en las escuelas, en las lecciones de historia. No olvidar y no perdonar, velando que por cualquier circunstancia universal de lucha entre pueblos y países, este espectáculo no se repita más.
Lamentablemente sabemos que hay chispas, fuegos que acechan, que amenazan propagarse.
Mientras los responsables del monstruo nazi se hundieron definitivamente en el ludibrio universal, los preclaros defensores del Gueto de Varsovia, que sucumbieron en la segunda noche de Pesaj de 1943, y la pequeña Ana Frank, malograda en 1945 por la misma mano asesina, serán recordados y venerados en tanto arda en el alma humana una chispa de sensibilidad y de vibración que confirme que seguiremos creyendo y luchando, como lo expresó muy bien Job: “...Espíritu hay en el hombre y el soplo del Omnipotente hace que entienda”

El pulpo Paul vulnera la ley religiosa judía

El infalible pulpo Paul y sus acertadas predicciones de los partidos del Mundial de Sudáfrica vulneran la "Halajá" o ley religiosa judía, según ha sentenciado un rabino en Israel.
David Stav, rabino en la alcaldía de Shoham, una ciudad situada al este de Tel Aviv, señaló en una entrevista que la utilización de un pulpo para vaticinar el desenlace de los encuentros es "una expresión de la bancarrota (moral) que plaga el mundo occidental", informó hoy el diario israelí "Maariv".
"Estas formas de predicción son contrarias a la ley judía", sentenció el religioso.
Según él, "la sociedad judía ha sido capaz de cultivar la mente en los campos de la ciencia y la medicina y alcanzado grandes logros", algo loable y totalmente contrario a lo que representa la utilización del cefalópodo para predecir la victoria de la Roja.
El rabino no parece impresionado por los aciertos de Paul y considera que los fieles judíos no deberían aplaudir las dotes de adivinador del animal, venerado por la afición española, que ha pedido su traslado al Zoo Aquarium de Madrid.
"Parece que la mente no es suficiente para satisfacer las necesidades de los hombres", dice Stav, que advierte que "buscar algo más allá de la mente puede llevar a absurdos" como tener fe en un octópodo para averiguar el resultado de un evento deportivo.
Stav es co-fundador de la Organización Rabínica Tzohar y de una yeshivá (escuela talmúdica) de Petaj Tikva e imparte clases en la escuela de Metivta, un seminario de mujeres de la Universidad de Bar Ilan.

Egipto: una nueva razón para la hipocresía anti israelí

Egipto: una nueva razón para la hipocresía anti israelí
De nuestros servicios de prensa
En el preciso momento en que El País de España editorializaba en su diario, el 1 de febrero de 2011, estaba sumergiéndose en una piscina llena de hipocresía. Lo cierto es que la enorme crisis que está viviendo Egipto ha dado mucho que hablar a los principales analistas de este mundo; aunque, paradójicamente, en vez de investigar a fondo la complejísima red de entidades que hacen a la situación actual de aquel país -o sea, de situarse realmente en el epicentro del problema- la cámara, en muchos lugares, se ha desenfocado un poquito para el oeste y otro poquito para el norte: en otras palabras, se ha centrado otra vez en Israel.

¿Por qué razón? Pues, a los editores de este diario español –así como a muchos otros reporteros- se les dio por defender, recién treinta años después de que Mubarak haya echo tanto como quiso, los derechos del pueblo egipcio; y si a esto le sumamos algunas declaraciones por parte de Jerusalén, las conclusiones mediáticas finalizan como siempre… sin demasiadas sorpresas.

Seamos honestos: no ha habido énfasis alguno en la crítica a los sucesivos gobiernos españoles por comercializar tres décadas enteras con el tiránico gobierno cairota, así como han sido prácticamente inexistentes las quejas abiertas hacia aquellos países que siguen fortaleciendo sus relaciones bilaterales con regímenes antiliberales como el de Hu Jintao en Beijing, como el de Assad en Damasco o como el de Chávez en Caracas. Para Lula, por ejemplo, han habido tan solo aplausos desde cada rincón del globo una vez que cerró su mandato; sin embargo, nadie, excepto pocos como Rousseff, le han criticado, aunque indirectamente, sus repetitivos apretones de mano con Ahmadinejad -símbolo de la opresión-.

Lo que les molestó a estos periodistas fue que, tanto Netanyahu como Peres, hayan, primero callado, y luego instado por la estabilidad regional que ha asegurado Sadat desde 1979, y que después hubo de continuar Mubarak. Para ellos, estas palabras fueron “inmorales” y debieron ser distintas.

Sin embargo, toda esta oleada híper-ética tiene tanto errores de visión política como un claro intento por alterar la realidad, y por desviar los ojos del planeta hacia otro lado.

Ante todo, vale decir que la democracia es un valor fundamental que debe fomentarse siempre y en todos lados. No obstante, y si bien los Hermanos Musulmanes no son la fuerza más importante detrás de la revolución que está acosando a El Cairo, sí son la más organizada de la oposición al gobierno dictatorial de Mubarak. Por ende, si existiera un proceso democratizador real entre los egipcios, es muy probable que este grupo de corte fundamentalista se haga del gobierno y pase a liderar todos los aspectos de la vida de aquel país; lo que significa, en síntesis, que el mismo islamismo radical que se instaló años atrás en Irán y que hoy emana terror hacia el mundo y castiga a sus ciudadanos podría, con mucha seguridad, tomar forma en otro país del Medio Oriente. La libertad de expresión o de reunión a las que se afanan estos “defensores de la libertad de conciencia”, si es que todo se da como parece, pues, será probablemente parecida a la que existe hoy en día en la Gaza de Hamas; para nada alentadora, por no decir prácticamente inexistente.

Desde otro punto de vista, cuando estos periodistas tachan a Israel de “inmoral” se están olvidando de leer la tapa de los clásicos libros de Relaciones Internacionales que, desde Morgenthau a Kissinger, pronuncian: “cada Estado piensa de acuerdo a su interés nacional, y no existe moral que valga dentro de sus políticas”. Es que, al asumir una responsabilidad tal como el liderazgo de todo un Estado, se hace imperativa la necesidad de perseguir determinados intereses nacionales. En el caso de Israel -país al que desde antes de su nacimiento ya le habían jurado su destrucción y su no-reconocimiento- la seguridad nacional es, más que un gustito, una innegable necesidad. Hasta el día en que la paz reine Medio Oriente –que esperemos llegue, y pronto- Israel debe procurar la estabilidad regional por sobre todas las cosas. ¿Tiene algo de ilógico que los responsables de transmitir seguridad a sus ciudadanos, aboguen por el status quo mantenido con Egipto desde 1979? ¿Es “inmoral”, acaso, que los líderes israelíes respalden la idea de mantener la paz con el único país vecino con que la lograron –además de Jordania-, y con el único del cual no deben protegerse de cohetes y de coches bombas en cada momento del día?

No entra aquí la discusión de cómo debería medir Israel sus intereses, ya que, si bien es posible que un nuevo gobierno pos-Mubarak no altere en demasía sus relaciones bilaterales con su vecino -debido a que, seguramente, desee continuar con las buenas relaciones que tiene tanto con Washington como con Europa, y continuar así recibiendo la gigantesca ayuda económica por parte del primero-, de todas formas, el fortalecimiento del islamismo radical en El Cairo es mucho más que posible, y si Israel desea que sus ciudadanos puedan desarrollar sus vidas en paz y tranquilidad, debe defender a muerte esos intereses.

Si acaso eso es inmoral; si acaso la opinión israelí en plena crisis revolucionaria egipcia es aún más importante que la propia revolución; si acaso todos los “moralistas” del mundo que apoyan al pueblo egipcio son tan solidarios como dicen ser, pues, ¿por qué no lo dijeron antes? ¿Por qué esperaron treinta años? ¿Por qué no escriben nuevas editoriales condenando a Occidente por no romper relaciones diplomáticas con todos los regímenes antidemocráticos? ¿Por qué Brasil, líder de su región, no rompe relaciones con Venezuela y Uruguay no se disculpa con Sakineh por fomentar la consolidación del régimen iraní con nuevos tratados comerciales? Pero por sobre todas las cosas, ¿hasta dónde avanzarán los “occidentalistas” que condenan a Israel hasta en la sopa con el intento de deslegitimar al único Estado en Medio Oriente cuya transparencia, democracia y libertad de expresión superan a las de todas las naciones latinoamericanas, y cuyos métodos judiciales son ejemplo mundial, ya que la justicia se impone incluso ante héroes nacionales como Galant?

La prensa internacional no sólo que debe tomar mayor conciencia de lo que dice –a la vez que consolidar sus argumentos-, sino que debe, por encima de todas las cosas, dejar de lado las mentiras y los engaños que más venden en este planeta wikidopado, para darle paso a verdades que se correspondan más y mejor con la realidad. El camino de la justicia social y de la democracia, tanto en Egipto como en China, empezará, quizás, cuando se les encuentre errores a todos y no solo a algunos, como suele pasarle a muchos “justicieros” obsesionados con Israel. En fin, cuando intentemos arreglar el mundo desde el núcleo del problema, en lugar de hacerlo desde la periferia, quizás hayamos encontrado el camino.

miércoles, 2 de febrero de 2011

"Israel mantiene silencio sobre las revueltas de Egipto"

De nuestros servicios de prensa
Tras cinco días consecutivos de violentas revueltas en Egipto para exigir la dimisión del presidente Hosni Mubarak, las autoridades israelíes mantienen silencio sobre los acontecimientos en el país vecino y sobre el peligro que constituyen para su principal socio en la región.
El Gobierno israelí se ha limitado a decir que el Ministerio de Exteriores observa atentamente la situación en Egipto y que su titular, Avigdor Lieberman, mantiene contacto continuo con el embajador en El Cairo, Yitzhak Levanon. La legación diplomática permanece cerrada desde que estallaron las protestas y tampoco abrirá sus puertas mañana.
El primer ministro Benjamín Netanyahu no ha anunciado aún su postura ante las revueltas que amenazan la continuidad en la Presidencia de Mubarak y, según la prensa israelí, ha dado instrucciones estrictas a sus ministros de que no hagan comentarios al respecto. Una vez finalizada esta tarde la jornada sagrada judía del "shabat" (en la que no hay actividad oficial pública), Exteriores se ha limitado a emitir un breve comunicado en el que anunciaba la llegada al país de los familiares de sus diplomáticos en Egipto, así como de medio centenar de israelíes que se encontraban en El Cairo y deseaban regresar a Israel.
El Gobierno de Mubarak es el principal socio de Israel en la región y ayuda al Estado judío a mantener el bloqueo sobre Gaza, aislando al movimiento islamista Hamás manteniendo cerrada su frontera con la franja en la localidad de Rafah. La violencia en Egipto se extendió hoy hasta la península del Sinaí, donde se produjeron doce muertos cuando hombres armados de tribus beduinas atacaron a las fuerzas de seguridad egipcias y trataron de tomar el control de la zona, según la agencia de noticias palestina "Maan".
El Gobierno egipcio encabezado por Ahmed Nazif presentó esta mañana su dimisión, pero esto no calmó a los manifestantes, que continúan en las calles exigiendo la salida de Mubarak, que ostenta el poder desde 1981. Según cifras de los servicios de seguridad egipcios, han muerto en las protestas 20 personas y cerca de 1.500 han resultado heridas, aunque los medios de comunicación elevan a más de setenta el número de víctimas mortales

domingo, 30 de enero de 2011

Mujeres del servicio secreto israelí pueden tener sexo con el enemigo

Un estudio asegura que el judaísmo lo permite si es para obtener información vital.
Según el estudio 'Sexo ilícito para la seguridad nacional', publicado por el diario 'Yediot Aharonot' y escrito por el rabino Ari Shvat, las mujeres pueden mantener relaciones sexuales con el enemigo con el fin de sonsacarle información vital para la seguridad de Israel. Al hacerlo estarían actuando conforme a los preceptos del judaísmo. En el estudio, dedicado exclusivamente al comportamiento de las mujeres de la agencia del Mosad, el Rabino recomendó al servicio de inteligencia israelí que "para esas misiones utilice mujeres licenciosas". En entrevista para 'La W', el Rabino dijo que la interpretación se hace de las leyes antiguas del judaísmo en el que explica que "el fin de cualquier judío es salvar a la nación judía. Para cualquiera que trabaje para la nación, está en su deber salvar a Israel", según el Rabino por ser el pueblo prometido. Shvat fundamentó su opinión en varios casos mencionados por la Biblia y aclaró que el hecho "pasa una vez en la vida y es totalmente extremo. Un ejemplo es el caso descrito en el libro de Jueces del Antiguo Testamento, en el que una espía seduce al enemigo para tenderle una trampa y matarlo. Se puede legislar sobre el extremo para poder incluir todas las posibilidades de lo que puede suceder", dijo. En el caso de que las agentes seductoras fueran casadas y estén cometiendo una infidelidad, el rabino Ari Shvat, considera que es preferible que se divorcien durante la misión y vuelvan a casarse. "Claro que el adulterio es inaceptable pero si es con el fin de salvar la Nación, todo vale. (...) Esto es lo más normal del mundo, de hecho todo los países deberían pensar en lo mismo para proteger su país. Cualquier medio es valido y está en las bases del judaísmo",

Egipto: Los aliados árabes de Israel



Egipto: Los aliados árabes de Israel


Egipto
Como las demás monarquías árabes de las que nos hemos ocupado, la egipcia debía su existencia a la decisión colonial (británica en este caso) de crear, bajo su estricta supervisión, el Reino de Egipto en 1922. Para 1948 el rey Faruk gobernaba en el país africano, aun totalmente dependiente de las directrices emanadas por Gran Bretaña. El comportamiento del “Ladrón del Cairo” (como se conocía al monarca), al momento de producirse la creación del estado sionista, no podía ser sino lamentable.
“No puedo olvidarlo. Yo estaba en Gaza. Un oficial egipcio vino hacia mi grupo y ordenó que entregáramos nuestras armas. Al principio no podía creer lo que oía. Preguntamos por qué y el oficial respondió que era una orden de la Liga Árabe. Protestamos en vano. El oficial me dio un recibo por mi fusil. Dijo que me lo devolverían cuando terminara la guerra”1. Así recordaba Yassir Arafat la primera medida tomada por el gobierno egipcio durante la guerra de 1948 contra el estado sionista. Estas medidas se refuerzan con el alto el fuego de treinta días aceptado por la Liga Árabe el 10 de junio de 1948 y cuya única consecuencia sería la consolidación de las posiciones sionistas en el terreno. El propio secretario general de la Liga reconocía que “(…) el pueblo árabe jamás nos perdonará lo que hemos hecho”2. Como afirma Remí Favret “(…) a la luz de esta humillación los palestinos descubren que sus peores enemigos, después de los sionistas, son los árabes”3.
La corrupción, el lujo obsceno en el que vivía el monarca y la derrota árabe en la guerra de 1948, dio la legitimidad necesaria al golpe que el Movimiento de Oficiales Libres llevó a cabo en 1952, con Gamal Abdel Nasser como uno de sus máximos referentes. Para 1953 la monarquía había sido abolida. Dan Raviv y Yossi Melman sugieren que miembros del movimiento se habrían contactado con altos funcionarios de la CIA antes del golpe y que incluso, una vez en el poder, habrían recibido adiestramiento de esta agencia norteamericana4, sin embargo estas afirmaciones parecen poco probables si tenemos en cuenta la amplia preocupación que esta acción revolucionaria desencadenó en los gobiernos afines a los Estados Unidos en la región y a las medidas que tomó el gobierno norteamericano para evitar que se extendiera el modelo egipcio. Estos autores sostienen que Estados Unidos no se opuso al golpe a Faruk y que pretendía mantener buenas relaciones con el gobierno revolucionario; este habría sido el motivo por el cual la potencia norteamericana no acompaño la fallida operación israelo-franco-británica sobre el Canal de Suez en 1956 tras la nacionalización anunciada por Nasser ese mismo año. La victoria egipcia sobre las antiguas potencias coloniales y su aliado sionista catapultó la figura de Nasser, convirtiéndole en el referente de las aspiraciones árabes frente a las ambiciones occidentales y a la voracidad imperialista de Israel. Raviv y Melman sostienen que es en este momento, y no antes, que Estados Unidos comprende el peligro que la figura de este líder árabe representa para sus proyectos sobre la región y toma la decisión de actuar contra él.
Los años siguientes se caracterizaron por los intentos europeo-norteamericano- israelí de establecer una serie de alianzas en el mundo árabe para contener la ola revolucionaria que podía desencadenar el modelo egipcio. Como viéramos en las entregas anteriores, las monarquías saudí, marroquí y jordana rápidamente se involucraron en la constitución de esta “barrera anti nasserista” en Oriente Medio. Las virtudes de Nasser son innegables en muchos aspectos. El reconocido periodista egipcio Mohamed Heikal destaca que durante su gobierno se llevaron a cabo: “(…) la reforma agraria, la nacionalización del canal de Suez y el resto de las empresas importantes – incluida la banca y los seguros -, la industrialización, la redistribución de las riquezas y la intervención de obreros y campesinos en todos los organismos democráticos, la construcción de la gran represa, la emancipación de las mujeres, la educación gratuita en todos los niveles y, por supuesto, su toma de liderazgo político del mundo árabe como conjunto”5. Sin embargo, esta obsesión por liderar toda representación árabe lo llevará a cometer grandes equivocaciones, sobre todo con respecto a la resistencia palestina. En este sentido, la Liga Árabe decide, en 1964, la creación de la Organización para la Liberación de Palestina, bajo la dirección implícita del gobierno egipcio y funcional así a los intereses de Nasser. Tampoco renuncia el presidente de Egipto a la administración de Gaza, no restituye este territorio a los líderes palestinos ni intenta establecer allí un gobierno palestino que lleve sus reclamos, como Estado, a los distintos escenarios internacionales. De todas maneras estas equivocaciones, no menores, no implicaron la connivencia ni la alianza con el estado sionista, sino que se trataron de errores políticos de Nasser.
La guerra que Israel desata en 1967 procuró, además de extender sus fronteras ocupando la totalidad del suelo palestino, destruir de raíz cualquier intento de unidad árabe, y para ello debía primero humillar a Nasser. La victoria israelí no sólo arrebató a Egipto toda la península del Sinaí sino que además echó por tierra definitivamente los planes de Nasser de constituirse en el representante de un mundo árabe unido. Tres años después, en 1970, Gamal Abdel Nasser muere sin haber podido resolver sus dos grandes escollos políticos: la auténtica democratización del sistema egipcio y un Israel cuyas fronteras llegaban ahora hasta el canal de Suez.
Si la muerte de Nasser fue un golpe durísimo para los sectores del mundo árabe que pretendían quitarles el poder a las monarquía y los regímenes pro norteamericanos en la región, la llegada a la presidencia de Egipto de Anwar Al Sadat fue una verdadera catástrofe. Mohamed Heikal fue testigo de los contactos que, ya en 1971, mantuvo la CIA y Al Sadat, vía Arabia Saudita, para coordinar acciones de inteligencia6. El reposicionamiento estratégico egipcio quedó claro con la expulsión de los asesores militares soviéticos y la incorporación de Egipto a lo que se conoció como el Safari Club. Con este nombre se hacía referencia a la alianza entre los servicios secretos norteamericanos, franceses, saudíes, iraníes, marroquíes y egipcios para llevar a cabo actividades conjuntas en África y Oriente Medio7.
Por todos estos gestos políticos pro norteamericanos, Al Sadat esperaba importantes muestras de reciprocidad por parte de de Estados Unidos, creía ser merecedor de una de una recompensa que no se limitara, como hasta entonces, a garantizar su seguridad personal; pero ese respaldo contundente que le permitiera legitimarse frente al pueblo no llegó y Al Sadat decidió jugar su carta más peligrosa. Tomando totalmente de sorpresa a sus aliados occidentales, Egipto encabeza la guerra contra Israel en 1973, conocida como “de Yom Kippur” por los israelíes y “de Ramadán” por los árabes. El conflicto dejó al descubierto las enormes debilidades defensivas israelíes, cuya infraestructura militar las autoridades sionistas habían sobredimensionado propagandísticamente después de 1967, y permitió a Al Sadat presionar a los norteamericanos para que aceleraran la devolución israelí de la península del Sinaí mediante un acuerdo diplomático entre las partes. La intención de Sadat nunca fue más allá de reposicionar a Egipto en una mesa de negociaciones con Israel con la mediación estadounidense, aunque los llamamientos por la unidad árabe y la causa palestina hallan encendido los discursos belicistas del presidente egipcio. De hecho, con esta guerra Siria no pudo recuperar las Alturas del Golán, arrebatadas por los israelíes en 1967, y los palestinos no dieron paso alguno hacia la liberación de su territorio, pero Al Sadat le hizo saber a Estados Unidos que él, en tanto aliado estratégico, le ofrecía una oportunidad de negociación que no podían desaprovechar.
Apenas un par de años después de finalizada la Guerra de Ramadán, y con la colaboración de Marruecos, se iniciaron los contactos entre Egipto e Israel que darían como resultado los Acuerdos de Camp David de 1978 y la firma del Tratado de Paz en 1979. El éxito israelí fue completo, devolviendo la península del Sinaí consiguió: la garantía de que la misma estaría desmilitarizada; la anulación de la frontera sur como espacio potencial de conflicto; el debilitamiento del bloque árabe al negociar por separado la paz (algo a lo que se habían opuesto desde 1948 todos los países árabes); la marginación de la voz palestina en los acuerdos, la limitación de la demanda sobre los territorios ocupados en 1967 a una vaga promesa de autonomía y la garantía por parte de Egipto de suministrarle dos millones de toneladas anuales de petróleo8. El resultado de los coqueteos de Al Sadat con sus aliados israelíes y norteamericanos fue la descomposición del frente árabe incluso en el plano de lo discursivo. A las innumerables críticas que cayeron sobre Al Sadat por esta claudicación desde todos los rincones del mundo árabe e islámico, el presidente egipcio sumó las crecientes manifestaciones populares opositoras dentro de su propio país. La paupérrima situación económica en la que estaba sumergido Egipto contrastaba con las celebraciones faraónicas que llevaba a cabo Al Sadat y el despilfarro con el que agasajaba a personajes de la política y la farándula de Occidente. Finalmente Al Sadat caerá muerto por las balas de un militante islámico en 1981.
Como bien sostiene Edward Said “(…) cada sucesor de un predecesor importante ha sido una versión reducida de lo que había antes. A Abdel Nasser le siguió Anwar Al Sadat, y a éste Hosni Mubarak, una figura militar tras otra, con menos dotes y carisma a medida que la línea avanzaba”9. Mubarak, que sobrevivió al ataque en el que muriera Al Sadat, no dudó en continuar y profundizar las alianzas establecidas por el gobierno anterior. Así, lo primero que garantizó el nuevo presidente fue la continuidad de un proyecto iniciado en 1979, que incluía al gobierno sudanés encabezado por Gaafar Numeiri, destinado a trasladar a Israel a la importante comunidad judía de Etiopía y garantizar con ella la rápida colonización del territorio palestino. En 1985 este operativo salió a la luz, Numeiri fue depuesto y juzgado in absentia por recibir sobornos del Mossad y la CIA y por colaborar con Israel; pero el ex presidente sudanés encontró asilo y protección en el Egipto de Mubarak, actor imprescindible para las operaciones israelíes y norteamericanas en el continente10. Esto mismo sostuvo el presidente libio Muammar Gadafi en una entrevista que mantuvo con David Yallop en 1987. “Gadafi habló – sostiene Yallop – de la ‘Operación Ramadán’, una conspiración de los Estados Unidos y Egipto, en 1985, en que intervenían bombarderos americanos B52 y fuerzas terrestres egipcias. Objetivo: matar a Gadafi”11.
La Guerra del Golfo de 1991 le permitió a Mubarak afianzar aun más su posición de socio indiscutido de Israel y los Estados Unidos. Egipto no sólo condenó inmediatamente la invasión a Kuwait sino que decidió presuroso enviar un gran contingente militar a la región. “A cambio de su firme actitud contra Irak, El Cairo logró la condonación de la deuda externa contraída con las monarquías del Golfo, calculada en más de 7.000 millones de dólares, y el perdón de la deuda militar que tenía pendiente con EE.UU., que ascendía a 6.800 millones de dólares”12.Pero Mubarak fue, incluso, más allá una vez iniciado el ataque contra Irak y afirmó que la posición egipcia no variaría “(…) aun si Israel contestaba el ataque de los Scud que caían sobre su territorio”13. Es menester recordar, como bien lo hace Gema Martín Muñoz, que Egipto es “(…) el segundo receptor, después de Israel, de asistencia norteamericana (entre ambos países se llevan el 92 % del total de la ayuda exterior estadounidense), Egipto recibe anualmente 2,1 billones de dólares en ayuda a la seguridad, 1,3 billones en ayuda militar (lo que cubre más del 50 % del presupuesto egipcio de defensa) y 815 millones en ayuda económica”14.
La construcción por parte de Egipto del muro subterráneo que convierte a Gaza en un campo de exterminio a merced de las fuerzas armadas sionistas constituye la última acción conjunta entre Israel y Egipto que se conoce. Sobre la misma nos hemos manifestado ya en otro artículo15, señalando la connivencia de las autoridades religiosas de la universidad egipcia de Al Azhar con los intereses sionistas al legitimar, en nombre del Islam, las acciones de Mubarak16.
Tras incapacidad de Faruk llegaron los errores políticos de Nasser, y a éstos le siguieron las decisiones concientes de Al Sadat, primero, y Mubarak, después, en apoyar abiertamente a los israelíes y a los norteamericanos en sus proyectos para la región. La descomposición del frente árabe, el fortalecimiento del estado sionista y los cada vez más duros ataques contra la resistencia palestina contaron con la colaboración activa de los gobiernos egipcios desde 1970. La resistencia palestina, en tanto, pagó caro la acción de los sucesivos gobiernos egipcios.

Israelíes y palestinos combaten la intolerancia en el cuadrilátero.

- La campana inicial resuena en todo el refugio antibombas convertido en un club de boxeo en la parte occidental de Jerusalén. Un pugilista palestino salta rápidamente desde su esquina, se mueve por el cuadrilátero e intercambia golpes con su oponente israelí.
En medio de una ciudad étnicamente dividida, este recinto es más bien una anomalía.

Escondidos bajo tierra, israelíes y palestinos comparten el mismo amor por un deporte que cuesta asociar con la paz, la tolerancia y la coexistencia.

Judíos y árabes, religiosos y seculares, inmigrantes rusos y trabajadores extranjeros, muchachos y muchachas, todos se entrenan en el Club de Boxeo de Jerusalén, dando puñetazos en el cuadrilátero y aprendiendo a abstenerse de darlos en la vida.

Dos de ellos pelean allí con frecuencia. A la derecha, el peso semipesado Ismail Jaafari, un camionero de 36 años de Jabel Muqabber, un barrio palestino en la ocupada Jerusalén oriental. A la izquierda, el peso liviano Akiva Finkelstein, un judío de 17 años, estudiante de un seminario religioso y residente en el asentamiento israelí de Beit El, en la ocupada Cisjordania.

Finkelstein es la nueva estrella del club; hace poco venció al campeón europeo.

"Adentro del cuadrilátero somos todos boxeadores, y no importa de dónde somos", dice Finkelstein.

"Aquí somos todos iguales, sin importar qué religión profesemos o a qué pueblo pertenezcamos", agrega Jaafari.

Al frente del club están los hermanos Eli y Gershon Luxemburg.

"Todo ser humano tiene un lado malo. Es por eso que hay hostilidad y violencia", explica Eli, el mayor.

"Uno lee noticias sobre la situación en el periódico y se exalta. Luego viene aquí y practica. Dentro de este cuadrilátero diminuto, saca afuera toda su ira", resume. "Pero jugar limpio es una obligación. Nadie viene aquí a ajustar cuentas", interviene su hermano menor, Gershon.

"Nosotros observamos a estos muchachos muy de cerca. Si uno de ellos pelea con odio, es expulsado. Solamente alentamos el espíritu de lucha. Los boxeadores deben ser soldados y caballeros. Tienen que respetarse entre sí", agrega.

Los Luxemburg obtuvieron sus credenciales de boxeo a comienzos de los años 60 en la ex Unión Soviética, ambos en la categoría de pesos pesados. Eli fue dos veces campeón soviético, y Gershon campeón de Uzbekistán.

"De niños tuvimos que aprender a boxear para defendernos de los ataques antisemitas. Fue pura superviviencia", recuerda Eli.

En 1972, recién llegados a Israel, Gershon fue varias veces campeón indiscutido del país, convirtiéndose en un ferviente nacionalista.

"Antes de empezar a entrenar a otros, yo pensaba que los árabes eran un obstáculo para nosotros en este país, y que no podríamos vivir juntos. Pero el boxeo nos ha unido", asegura.

Jaafari entrena en el club desde hace 14 años, y se ha desempeñado como árbitro de boxeo en torneos israelíes. Para él, "el deporte trasciende fronteras".

"Nos ponemos los guantes y dejamos la situación política fuera del cuadrilátero", afirma.

Es más fácil decirlo que hacerlo: durante los peores años del conflicto, Jaafari se mantuvo alejado para evitar encuentros incómodos con otros miembros del club.

"¿A quién le importa la situación política? Estamos aquí. Somos más que amigos; ellos son como mi familia", resume Jaafari.

En Jerusalén, israelíes y palestinos viven vidas separadas, paralelas. Vivienda y educación por separado, aspiraciones políticas separadas, todo contribuye a una creciente alienación mutua.

En el club, además de su pasión por el boxeo, lo que parece unir a estos israelíes y palestinos es su contexto social. La mayoría proceden de barrios pobres.

Alentado por los Luxemburg para crear una alternativa a la vida callejera para los más jóvenes, Jaafari abrió un club de boxeo en su propia comunidad. Los boxeadores entrenados por él han conquistado lugares importantes en los campeonatos palestinos.

Otro palestino, Git Zakhalka, lidera una sesión de calentamiento, trotando por el cuadrilátero, seguido por jóvenes israelíes aspirantes a boxeadores.

Finkelstein reconoce que, más allá de los límites seguros del club, no pasa tiempo con palestinos.

El boxeo lo ha cambiado. "Antes pensaba que los árabes eran estúpidos, terroristas", admite avergonzado. "Pero luego conocí palestinos aquí, y todos ellos son agradables. Somos amigos. Éste es un gran lugar para adquirir cierta perspectiva. Si oigo que un amigo habla mal de los árabes le digo: ‘Tú no conoces a los árabes; yo sí’", expresa.

Al sonar la campana, termina otra sesión de entrenamiento. Finkelstein y Jaafari se dan la mano amistosamente.

En tiempos bíblicos, David y Goliat pelearon hasta la muerte, dice Finkelstein. En cambio, "aquí hacemos series y ganamos puntos", añade. Marcar puntos en series de combate es precisamente lo que israelíes y palestinos vienen haciendo desde hace casi 63 años. ¿Los salvará la campana?

"Hay guerra, pero también hay vida. Podemos manejar esto",

Judíos: discusión y descubrimiento de la fe

Servicios de prensa
En una fría mañana de sábado en mayo de 2007, Nicola Behrman, una dramaturga originaria de Los ángeles, se puso de pie en una sala de conferencias minimalista en un hotel para esquiadores en Park City, Utah.
Estaba rodeada por 60 extraños, reunidos hombro con hombro en círculo, todos ellos miembros de un grupo llamado Reboot, el cual desde 2002 ha realizado una conferencia anual para judíos jóvenes y ricos para discutir su identidad étnica y religiosa entre tratamientos de spa y caminatas entre los pinos ponderosa de las Montañas Wasatch.
Se había pedido a cada uno de los asistentes que formulara una pregunta relacionada con ser judío.
Behrman, que creció como ortodoxa en Londres pero no había estado en una sinagoga durante años, relató una historia sobre la agenda de su amada abuela, el cual el 31 de mayo de 1965 contenía las palabras “Susan, dentista”, un recordatorio para llevar a su hija a una revisión.
¿Por qué los judíos no escribían lecciones de vida para los que se quedaban después de que ellos morían?, se preguntó Behrman.
Tomó una tarjeta blanca de una mesa cercana, garrabateó “Susan, dentista” con tinta verde y la pegó en un tablero de corcho en la parte posterior de la habitación.
El acto tuvo una sensación de catarsis. “No creo que yo lamentara mi condición de judía”, dijo Behrman recientemente de su periodo antes de Reboot. “Pero cuando miro mi vida, no había expresado mi judaísmo de ninguna manera”.
Para los judíos desconectados de su herencia, la cumbre de tres días –en parte como el Huerto Bohemio, en parte masonería– es una discusión extraoficial de búsqueda cultural y espiritual. (La reunión, que cumplirá su décimo aniversario esta primavera, también es gratuita, al menos para quienes asisten por primera vez.)
Los asistentes exploran los temas de su elección, como qué estaba pensando Mel Gibson cuando hizo Passion of the Christ, si dar un itinerario de viaje a tu madre es una práctica judía inherente y su la generación del iPhone puede desconectarse.
“Quieren que esté de moda y sea genial identificarse como judío”, dijo Douglas Rushkoff, un escritor y profesor de la Universidad de Nueva York, quien ayudó a facilitar la primera conferencia de Reboot.
Reboot, una organización sin fines de lucro basada en Amherst, Massachusetts, que es dirigida por Lou Cove, ha resultado una especie de refugio para los judíos estadounidenses bien conectados que sienten curiosidad sobre las ideas y rituales de sus ancestros y que quieren adaptarlos a sus vidas.
“Durante muchos años, ser judío estuvo definido por el Holocausto de un lado e Israel del otro”, dijo Rachel Levin, una fundadora, que es directora asociada de la Righteous Persons Foundation de Steven Spielberg, la cual es un importante donador de Reboot. “Ahora la conversación gira en torno a algo más que eso”.
Reviviendo cultura judía
Han asistido unas 350, y los nuevos postulantes son nominados, de manera anónima, por asistentes anteriores.
Incluyen a jóvenes promesas de Hollywood (Jenji Kohan, el creador de “Weeds” de Showtime), el círculo editorial neoyorquino (Ben Greeman, escritor de ficción y editor en The New Yorker), el Valle del Silicio ( Anne Wojcicki, fundadora de 23andMe y esposa de Sergey Brin, uno de los fundadores de Google) y los medios digitales (Rachel Sklar, una blogger). (Algunos empleados de The New York Times han asistido; esta reportera no.)
“Nuestro objetivo no es atraer a las 40 personas más exitosas”, dijo Roger Bennett, un fundador que vive en Nueva York y es vicepresidente superior en Andrea & Charles Bronfman Philantropies, un contribuyente inicial de Reboot que ahora tiene 18 donadores y un presupuesto anual de 1.8 millones de dólares.

La organización fue inspirada en parte, dijo Bennett, por las doctrinas de Jonathan Sarna, un profesor de la Universidad Brandeis que afirma que las ideas más creativas para revivir a la cultura judía provienen de gente de fuera.
Bennett dijo que él recluta principalmente a treintañeros culturalmente despiertos que están desconectados de su vida judía pero están dispuestos a examinarla, y espera que Reboot eventualmente ayude a “decenas de miles de personas” a reconectarse con el judaísmo.
Sin embargo, un aura de exclusividad secreta envuelve a los procedimientos. “Se dice en broma que Reboot es un conciliábulo secreto”, dijo Neal Pollack, autor en Los Angeles, quien asistió primero en 2005. Añadió riendo: “Están buscando crear una conspiración judía donde la cultura judía se apodere del mundo”.
En diciembre de 2004, Jill Soloway, escritora televisiva nominada al Emmy por “Six Feet Under”, en HBO, fue citada por Levin a tomar café en Toast, una bulliciosa cafetería y pastelería en la Calle Tercera en Los Angeles. Casi todos los invitados a la conferencia se reúnen con Bennett o Levin, aunque quizá nunca descubran quién los nominó.

El pueblo judio NO OLVIDA No nos dejemos avasallar por el olvido

Por Nelson Pilosof

El 27 de enero de 1945 se produjo un hecho que quedará siempre en la Historia, aunque mal les pese a quienes quieren aviesamente negarlo. Las tropas rusas abrieron los malditos portones de Auschwitz, y se encontraron con una terrible realidad. Los remanentes tristes de quienes no habían sido todavía aniquilados por la bestia nazi, y restos y cenizas de la masacre más brutal y despiadada que ya habían criminalmente consumado. Horrendo testimonio de una maquinaria montada para el exterminio.

Todo comenzó bajo la nefasta inspiración de un ciego odio antisemita que envenenó progresivamente a un sector grande del pueblo alemán, que se identificó con el nazismo. Odio salvaje que comenzó con los judíos, y que se extendió a otros seres tan humanos como los judíos. El odio no conoce límites, y cuando explota, avasalla todo cuanto está a su paso. Los autores de tanta barbaridad y crueldad hicieron todo lo posible para que un manto de olvido cubriese tanto oprobio. No lo han logrado. Si hubiesen estado realmente orgullosos de su maldita obra, no se hubiesen empeñado en tratar de borrar las huellas de tanta perversidad y que se la olvidase definitivamente.

El pasado es inmodificable. Pero cuidemos la forma en que construimos el futuro. Las víctimas inocentes se perdieron para siempre. Pero su memoria, jamás. Merecen ser recordadas con piadoso y respetuoso homenaje. Su recuerdo debe inspirar el perpetuo compromiso: NO OLVIDAR Y NO VOLVER A PERMITIR.

Hay quienes prefieren dejar que el tiempo vaya disipando aquella trágica realidad histórica. Hay otros, inspirados ahora por el mismo odio que condujo a aquel Holocausto, que pretenden negarlo o “reducir” su real dimensión. Como si disminuyendo cobardemente los números, el oprobio no fuese el mismo.

Ambas actitudes son inadmisibles y muy peligrosas. El proceso que condujo al Holocausto puede repetirse. Podrán cambiar los protagonistas, pero el libreto será siempre el mismo. Individuos que se sienten jueces de los demás, y que por esa misma actitud soberbia, adoptan posturas de odio y prejuicios contra otras personas y grupos. En definitiva, un antisemita es soberbio, se cree superior a los judíos, y está cargado de prejuicios y odios. La suya no es una actitud fraternal, respetuosa de los derechos humanos y abierta a una sana convivencia. Un antisemita es siempre peligroso. Se deja dominar por sentimientos de odio, que tarde o temprano buscarán una salida violenta. No se conforma con el aislamiento. Busca socios. Y muchas veces los encuentra…

El pueblo judío NO OLVIDA NI OLVIDARA. La dura experiencia no volverá a repetirse. El mejor recuerdo de las víctimas del Holocausto es estar preparados para impedir su reiteración. Los modernos émulos del nazismo, diseminan a diestra y siniestra un virulento odio antijudío. Pero no es un peligro sólo para los judíos. Es para todos. El primer objetivo son los judíos…luego inevitablemente vendrán otros. Antes de 1939, muchos no lo advirtieron a tiempo. En 1945, se convencieron. En ese lapso la humanidad pagó el precio más alto de todos los tiempos por la insensatez humana.

Se avecina Palestina

Los esfuerzos de los líderes de la Autoridad Palestina para lograr el reconocimiento internacional de un Estado independiente han obtenido ya la respuesta favorable de varios países latinoamericanos y recientemente de Rusia. Los miembros de la Unión Europea debaten el tema y aseguran que lo harán "en el momento oportuno". Esta situación invita a plantearse algunas preguntas: ¿Cuál es el valor real de dicho reconocimiento? ¿Supone algún cambio en la práctica? ¿Servirá para favorecer la resolución del conflicto?
En el mundo hay estados que nadie reconoce pero llevan décadas existiendo de facto. La autodenominada República Turca del Norte de Chipre es reconocida sólo por Turquía pero está vivita y coleando desde la invasión turca de 1974. Hay otros estados proclamados que gozan de cierto reconocimiento internacional pero sólo existen sobre el papel, como la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), a la que reconocen oficialmente 81 países. Pese a ello, la situación de los saharauis sigue siendo deplorable.
El Consejo Nacional Palestino, órgano legislativo de la OLP, proclamó el Estado palestino en 1988. Más de 100 países lo reconocieron, pero entre ellos no estaban ni EE.UU ni ninguno de Europa occidental. La Asamblea General de la ONU "tomó nota", invitó al presidente de la OLP, Yasser Arafat, y el "observador permanente de la OLP" pasó a ser "observador permanente de Palestina".
El reconocimiento formal de un Estado inexistente, no consolidado, o con el territorio en el que aspira a construirse bajo ocupación de otro, supone la máxima expresión de apoyo político y diplomático, pero no necesariamente se traduce en un cambio de situación. Es ese apoyo político y diplomático lo que cuenta,con o sin reconocimiento formal. En ese sentido, no cabe duda que los palestinos han adelantado un gran trecho.
Aunque ahora pueda parecer extraño, los que tenemos cierta edad y conservamos la memoria sabemos que en el concierto internacional la idea de un Estado palestino no fue un término corriente hasta hace apenas tres décadas. Después de que los árabes rechazaran en 1947 la decisión de la ONU sobre la partición de Palestina en un Estado judío y otro árabe, y tras la guerra de 1948, buena parte del mundo empezó a contemplar el asunto palestino simplemente como un problema de refugiados, que se hizo más urgente tras la ocupación de Cisjordania y Gaza por parte de Israel en la Guerra de los Seis Días. Los árabes no se molestaron en crear un Estado palestino entre 1948 y 1967, cuando Jordania controlaba Cisjordania y Egipto controlaba Gaza. Nadie hablaba de derechos nacionales palestinos.
También cabe recordar que en la Conferencia de Madrid (octubre de 1991), cuando por primera vez Israel y los árabes se sentaron en la misma mesa, los palestinos no tuvieron delegación propia. Sus representantes estaban integrados en la de Jordania y sólo fueron aceptados los dirigentes de los territorios ocupados.
El verdadero salto se produjo con los Acuerdos de Oslo (1993), que establecieron el reconocimiento mutuo entre Israel y la OLP y la instauración de la ANP. Dichos acuerdos abrieron además la puerta a una negociación del final del conflicto que todo el mundo sabe que pasará por la fórmula de dos Estados. El resto es historia, y una historia bien desgraciada.
Lo relatado da cuenta del camino recorrido para no perder la perspectiva. La necesidad de crear un Estado palestino viable, con fronteras reconocidas, y que garantice seguridad a Israel, suscita desde hace unos cuantos años un consenso internacional prácticamente unánime. Lo importante, con o sin reconocimiento formal, es cómo la dirigencia palestina traduce positivamente este apoyo político y diplomático para hacerlo realidad, y cómo el liderazgo israelí consigue entender que los recientes hechos en Túnez tendrán importantes repercuciones en el mundo árabe en general y en el palestino en especial.

Ni el toque de queda ni las promesas de Mubarak alejan a los egipcios de la calle

Servicios de prensa
Ni el toque de queda ni la promesa del presidente Hosni Mubarak de cambiar el Gobierno han sacado a los egipcios de las calles ni acallado su clamor para que haya un cambio total del régimen que está vigente desde hace treinta años.
Mubarak, en el poder desde 1981 y objetivo de las protestas que comenzaron el martes y se intensificaron este viernes, sorprendió a los egipcios poco después de la última medianoche con un discurso en el que abordó muchos temas, menos el de la renuncia que se le pide.
"He ordenado la disolución del Gobierno y mañana designaré otro que asuma nuevas funciones", afirmó el gobernante en su discurso, que comenzó a las 00.15 horas de hoy (22.15 GMT de ayer), casi doce horas después de que comenzaran masivas protestas contra su régimen.
Informe médicos dieron cuenta de que las manifestaciones de este viernes han sido las más sangrientas desde que comenzaran las protestas de los últimos días, con una treintena de muertos, tanto en El Cairo como en la ciudad de Suez.
Esta noche, en El Cairo se veían menos policiales que los que habitualmente están apostados en esta capital, con las calles a merced de los manifestantes y la vigilancia de los militares, colocados en lugares estratégicos.
La retirada parcial de la policía comenzó poco después de que Mubarak ordenara el toque de queda en el Gran Cairo, Alejandría y Suez, los principales focos de las protestas, y ordenara al Ejército que ayudara a la policía para garantizar la seguridad del país.
"Hay una línea muy estrecha entre la libertad y el caos", afirmó el presidente egipcio en su mensaje, que pronunció en tono firme, a veces, y con gestos de comprensión cuando se refirió a los sufrimientos que han lanzado a los egipcios a las calles.
"Soy consciente de las aspiraciones en favor de más democracia, el combate del desempleo, la lucha contra la pobreza y el combate de la corrupción", afirmó Mubarak.
"Pero los objetivos que se buscan -añadió- no pueden ser logrados por la violencia, sino por el diálogo nacional y esfuerzos que unan a las partes".
En momento alguno Mubarak mencionó el principal clamor que se está oyendo en las calle, que pide el final de su régimen, y, en cambio, disparó los ataques hacia el gobierno, que decidió cambiar para que el que nombre hoy "asuma nuevas funciones".
Fueron las primeras palabras de Mubarak desde que el martes pasado los egipcios participaran en una masiva manifestación para exigir reformas políticas, al calor del relevo en el poder de Túnez, que ha animado los deseos de cambio en este país.
Lejos de lograr su propósito, el de calmar a la población para que volviera a casa, las palabras de Mubarak calentaron más los ánimos de los manifestantes que aún estaban en las calles, y también se ganaron las críticas de los grupos de la oposición.
"El discurso de Mubarak no cumple con las aspiraciones del pueblo", señaló un comunicado de la Asamblea Nacional para el Cambio, liderada por el premio nobel de la paz Mohamed el Baradei, que llegó a El Cairo para sumarse a estas protestas.
Según esta organización, creada hace un año para impulsar reformas electorales y políticas en el país, los egipcios deben persistir en las protestas que protagonizan desde el martes pasado, "hasta que se vaya Mubarak".
La Asamblea Nacional para el Cambio también pidió la formación de un gobierno provisional "de salvamento nacional", la disolución del Parlamento, la anulación de la Ley de Emergencia vigente desde 1981 y la liberación de los detenidos políticos.
Otro partido de la oposición, el Ghad, liderado por el excandidato presidencial Ayman Nur, rechazó también el discurso y dijo que no se corresponde con las peticiones populares.
"Lamentamos que él no haya entendido estas peticiones por un cambio", agregó el grupo político.
Por su parte, Abdelmenam Abdelfatah, dirigente de los Hermanos Musulmanes, el principal grupo de la oposición, respondiendo al discurso de Mubarak, insistió en que el gobernante deje el poder y pidió la ayuda del Ejército para mantener la seguridad.
Mubarak ordenó el viernes al Ejército que asista a la Policía tras las protestas registradas en El Cairo y otras ciudades del país, y, cuando llegaron a las calles, los soldados fueron recibidos con muestras de júbilo por los ciudadanos.
Todo ello mientras la sede central del gobernante Partido Nacional Democrático (PND) era devorada por las llamas por un incendio que estalló durante las protestas, como señal de la clara descomposición del régimen que se vive desde las últimas horas.
Se desconoce cuáles serán los siguientes pasos si los anuncios de Mubarak no logran parar las revueltas.
"Sé que la gente no está contenta con el discurso", dijo a la cadena qatarí Al Jazeera el parlamentario del PND Mustafa el Fiki.
El legislador del grupo gobernante se hizo eco de versiones que indican que el primer ministro saliente, Ahmed Nazif, será reemplazado por el ministro de Comercio Mohamed Rashid Rashid, una elección que, según el Fiki, no parece la más acertada.
"Es un empresario, lejos de las necesidades de justicia social", agregó el legislador, marcando distancias con el régimen.

Barak y el poder

Ehud Barak anunció su abandono del Partido Laborista para crear una nueva formación política. Su ruptura pone fin a meses de divisiones dentro del movimiento que dirigió los destinos de Israel durante las primeras tres décadas de su existencia. Barak apartó a la socialdemocracia de sus raíces ideológicas. Sus críticos le achacan que no tuviera reparos en pactar con el Likud y Liberman, al frente del actual gobierno.
Su nuevo grupo se llamará Independencia y, según su propia definición, será una configuración centrista, sionista y democrática que tratará de rescatar el espíritu del antiguo partido izquierdista Mapai y de su fundador y líder, David Ben Gurión, que, a su enterder, se ha perdido.
Rescatar o no, conviene recordar que fue el mismo Barak quien condujo al laborismo al peor resultado electoral de su historia. Tanto es así, que muchos analistas y veteranos del movimiento auguraban su práctica desaparición a corto plazo.
Con Barak, Avodá ha visto reducida su fuerza a niveles cercanos a la irrelevancia y ha sacrificado su programa, especialmente en lo referente al proceso de paz con los palestinos, en aras del único objetivo realmente esencial para su líder: mantenerse en el poder.
Internamente, Avodá se convirtió en un navío ingobernable: sentado en el gobierno junto a Liberman y a la ultraortodoxia fundamentalista que marcan su total desinterés en negociar con los palestinos, y apoyando varias iniciativas legislativas discriminatorias que están asestando peligrosos golpes a la democracia israelí.
El Partido Laborista ha recibido un duro impacto, quizás definitivo, Pero también es verdad, como aseguran representantes de las nuevas generaciones situadas ideológicamente más a la izquierda que el actual liderazgo, que se abren nuevas oportunidades muy necesarias para el panorama democrático de Israel. Ahora tiene la chance de resarcirse en la oposición, retornar a sus raíces sociales y nacionales, y conformar un nuevo liderazgo capaz de enfrentarse a Netanyahu y a la ultraderecha.
En la práctica, Ehud Barak quedó supeditado a los dictados de Netanyahu; las opciones son pocas: integrar su grupo al Likud o asumir su desaparición política.
Varios analistas comparan su movida a la de Moshé Dayán, que abandonó Avodá cuando Begin ganó las elecciones y lo nombró ministro de Exteriores. Los politólogos recuerdan que Dayán en dicho cargo fue uno de los pilares principales que llevó a Israel a la firma del tratado de paz con Egipto. Sin embargo, las diferencias entre ambos hechos son claras: el escenario político en 1976 era totalmente difente al de hoy. Además, Dayán, a diferencia de Barak, por lo menos políticamente podía ver con un ojo.
En su accionar, Barak demostró que tener poder es sólo un justificativo para conseguir más poder.
Cuando hombres pequeños proyectan grandes sombras es señal que se pone el sol.

Dia internacional de conmemoración del holocausto

miércoles, 19 de enero de 2011

¿Quiénes son los verdaderos terroristas?: Israel y EE.UU. crearon un gusano para el ataque cibernético a la planta nuclear iran

Por William J. Broad, John Markoff y David E. Sanger


Aunque los funcionarios estadounidenses e israelíes se niegan a hablar en público sobre lo que sucede en Dimona, las operaciones sobre el terreno, así como las actividades conectadas que se realizan en EE.UU. están entre las pistas más recientes y fuertes que sugieren que el virus fue diseñado por un proyecto estadounidense-israelí para sabotear el programa iraní.

El complejo Dimona, en el desierto del Néguev, es famoso por ser el corazón fuertemente protegido del programa de armas nucleares de Israel, que nunca se ha reconocido, donde ordenadas filas de fábricas producen combustible atómico para el arsenal.

Durante los últimos dos años, según expertos de inteligencia y militares familiarizados con sus operaciones, Dimona se ha hecho cargo de un nuevo papel, igualmente secreto, como sitio de pruebas críticas de un esfuerzo conjunto estadounidense-israelí para debilitar los esfuerzos de Irán de producir su propia bomba.

Tras las alambradas de púas de Dimona, dicen los expertos, Israel ha hecho funcionar centrifugadoras virtualmente idénticas a las de Irán en Natanz, donde los científicos iraníes se esfuerzan por enriquecer uranio. Dicen que Dimona probó la efectividad del gusano informático Stuxnet, un programa destructivo que parece haber destruido cerca de un quinto de las centrifugadoras nucleares de Irán y ha ayudado a retardar, si no a destruir, la capacidad de Teherán de producir sus primeras armas nucleares.

“Para probar el gusano, hay que conocer las máquinas”, dijo un experto de inteligencia nuclear estadounidense. “El motivo por el cual el gusano ha sido efectivo es que los israelíes lo probaron”.

Aunque los funcionarios estadounidenses e israelíes se niegan a hablar en público sobre lo que sucede en Dimona, las operaciones en el lugar, así como las actividades conectadas que se llevan a cabo en EE.UU., están entre las pistas más recientes y fuertes que sugieren que el virus fue diseñado por un proyecto estadounidense-israelí para sabotear el programa iraní.

En los últimos días Meir Dagan, el jefe de la agencia de inteligencia de Israel, el Mossad, que está en proceso de jubilación, y la secretaria de Estado Hillary Rodham Clinton, anunciaron por separado que creen que los esfuerzos de Irán se han retrasado algunos años. La señora Clinton citó las sanciones dirigidas por EE.UU., que han afectado la capacidad de Irán de comprar componentes y de hacer negocios en todo el mundo.

El ceñudo señor Dagan, cuya organización ha sido acusada por Irán de ser responsable de la muerte de varios científicos iraníes, dijo al parlamento israelí en los últimos días que Irán ha encontrado dificultades tecnológicas que podrían retrasar una bomba hasta 2015. Eso representa una pronunciada inversión del antiguo argumento de Israel de que Irán estaría a punto de tener éxito.

La causa más importante para el retraso del reloj nuclear parece ser Stuxnet, el arma cibernética más sofisticada que se ha utilizado en la historia.

En entrevistas durante los últimos tres meses en EE.UU. y Europa, los expertos que han analizado el gusano informático lo describen como mucho más complejo –e ingenioso– que todo lo que habían imaginado cuando comenzó a circular por el mundo, sin explicación, a mediados de 2009.

Siguen existiendo muchos misterios, el principal de ellos es quién construyó exactamente un gusano informático que parece tener varios autores en diversos continentes. Pero la pista digital está sembrada de pedacitos desconcertantes de evidencias.

A principios de 2008, la compañía alemana Siemens cooperó con uno de los principales laboratorios nacionales de EE.UU., en Idaho, en la identificación de vulnerabilidades de controladores informáticos que la compañía vende para operar maquinaria industrial en todo el mundo y que las agencias de inteligencia estadounidenses han identificado como equipamiento clave en las instalaciones de enriquecimiento de Irán.

Siemens dice que el programa formó parte de trabajos rutinarios para asegurar sus productos contra ataques cibernéticos. No obstante dio al Laboratorio Nacional de Idaho, que forma parte del Departamento de Energía y es responsable de las armas nucleares de EE.UU., la oportunidad de identificar agujeros bien ocultos en los sistemas de Siemens que fueron aprovechados el año siguiente por Stuxnet.

El gusano en sí parece que incluye dos componentes importantes. Uno se diseñó para hacer que las centrifugadoras nucleares de Irán giraran fuera de control. Otro parece sacado de las películas: El programa informático también registró secretamente qué operaciones normales se realizaban en la planta nuclear, luego volvió a introducir esos resultados en los operadores de la planta, como una cinta pregrabada de seguridad en un asalto bancario, para que pareciera que todo funcionaba normalmente mientras en realidad las centrifugadoras se estaban destrozando.

Los ataques no fueron enteramente exitosos: Algunas partes de las operaciones de Irán se detuvieron mientras otras sobrevivían, según los informes de inspectores nucleares internacionales. Tampoco es obvio que los ataques hayan terminado: Algunos expertos que han examinado el código creen que contiene las semillas para más versiones y ataques.

“Son como las instrucciones de un juego”, dijo Ralph Langner, experto independiente en seguridad informática en Hamburgo, Alemania, uno de los primeros en decodificar Stuxnet. “Cualquiera que lo estudie cuidadosamente puede construir algo semejante”. El señor Langner es uno de los expertos que expresaron el temor de que el ataque legitimara una nueva forma de guerra industrial frente a la que también EE.UU. es muy vulnerable.

Oficialmente, ni los funcionarios estadounidenses ni los israelíes articularán siquiera el nombre del malicioso programa informático, y mucho menos reconocerán cualquier participación en su diseño.

Pero los funcionarios israelíes muestran una amplia sonrisa cuando les preguntan por sus efectos. El estratega jefe de Obama de la lucha contra las armas de destrucción masiva, Gary Samore, soslayó una pregunta sobre Stuxnet en una reciente conferencia sobre Irán, pero agregó con una sonrisa: “Me alegra oír que tienen problemas con sus centrifugadoras, y EE.UU. y sus aliados hacen todo lo posible por complicarlos aún más”.

En los últimos días, algunos funcionarios estadounidenses, que hablaron con la condición de que se preservara su anonimato, han dicho en entrevistas que creen que se han subestimado los reveses de Irán. Eso puede explicar el motivo por el cual la señora Clinton presentó su evaluación pública durante su viaje a Oriente Medio la semana pasada.

Según los informes de una serie de científicos informáticos, expertos en enriquecimiento de uranio y ex funcionarios, la carrera secreta para crear Stuxnet fue un proyecto conjunto entre estadounidenses e israelíes, con alguna ayuda, a sabiendas o no, de alemanes y británicos.

Loa orígenes políticos del proyecto se encuentran en los últimos meses del gobierno de Bush. En enero de 2009 The New York Times informó de que Bush autorizó un programa clandestino para debilitar los sistemas eléctricos e informáticos alrededor de Natanz, el principal centro de enriquecimiento de Irán. El presidente Obama, al que se informó sobre el programa incluso antes de que asumiera el cargo, lo aceleró, según funcionarios familiarizados con la estrategia iraní del gobierno. Los israelíes hicieron lo mismo, dijeron otros funcionarios. Israel ha estado buscando desde hace tiempo una manera de invalidar la capacidad de Irán sin provocar el oprobio, o la guerra, que podría sobrevenir después de un ataque militar abierto del tipo del que realizó contra las instalaciones nucleares de Iraq en 1981 y de Siria en 2007.

Hace dos años, cuando Israel todavía pensaba que la única solución era militar y contactó con Bush por las bombas revienta-búnkeres y otros equipos que consideraba necesarios para un ataque aéreo, sus funcionarios dijeron a la Casa Blanca que un ataque semejante retrasaría los programas iraníes en unos tres años. Su solicitud fue rechazada.

Ahora la declaración de Dagan sugiere que Israel cree que por lo menos ha ganado tiempo sin realizar un ataque. Lo mismo vale para el gobierno de Obama.

Durante años la actitud de Washington ante el programa de Teherán ha consistido de un intento de “retrasar el reloj”, dijo un alto responsable del gobierno, aunque se negó a hablar de Stuxnet. “Y ahora, tenemos un poco más”.

Encontrando debilidades

Resulta que la paranoia ayudó.
Años antes de que el gusano afectara a Irán, Washington había llegado a estar profundamente preocupado por la vulnerabilidad de los millones de ordenadores que controlan todo en EE.UU. desde las transacciones bancarias a la red eléctrica.

Los ordenadores conocidos como ‘controladores’ dirigen todo tipo de maquinaria industrial. A principios de 2008, el Departamento de Seguridad Interior se había asociado al Laboratorio Nacional de Idaho para estudiar un controlador Siemens ampliamente utilizado conocido como P.C.S.-7, lo que quiere decir Sistema de Control de Proceso 7. Su software complejo, llamado Paso 7, puede dirigir sinfonías completas de instrumentos industriales, sensores y máquinas.

La vulnerabilidad del controlador a los ataques cibernéticos era un secreto a voces. En julio de 2008 el laboratorio de Idaho y Siemens hicieron una presentación conjunta en PowerPoint sobre las vulnerabilidades del controlador ante una conferencia en Navy Pier en Chicago, una importante atracción turística.

“El objeto de un atacante es ganar el control”, decía el documento de julio al describir los numerosos tipos de maniobras que podrían explotar agujeros en el sistema. El documento tenía 62 páginas, incluyendo fotos de los controladores mientras se examinaban y se probaban en Idaho.

En una declaración del viernes, el Laboratorio Nacional de Idaho confirmó que había formado una cooperación con Siemens, pero dijo que era una de tantas con los fabricantes para identificar vulnerabilidades cibernéticas. Argumentó que el informe no detallaba defectos específicos que pudieran ser aprovechados por los atacantes. Pero también dijo que no podía hablar sobre las misiones confidenciales del laboratorio, dejando sin respuesta la pregunta de si transmitió lo que había aprendido sobre los sistemas de Siemens a otras partes del aparato de inteligencia de la nación.

La presentación en la conferencia de Chicago, que recientemente desapareció de un sitio en la red de Siemens, nunca mencionó sitios específicos en los que las máquinas se utilizaban.

Pero Washington lo sabía. Los controladores eran esenciales para las operaciones en Natanz, una creciente instalación de enriquecimiento en el desierto. “Si se consideran los eslabones débiles del sistema”, dijo un antiguo funcionario estadounidense, “éstos saltan a la vista”.

Los controladores, como los reguladores eléctricos que dirigen, se convirtieron en un centro de los esfuerzos de las sanciones. El tesoro de cables del Departamento de Estado hecho público por WikiLeaks describe urgentes esfuerzos en abril de 2009 por detener un embarque de controladores Siemens, contenidos en 111 cajas en el puerto de Dubai, en los Emiratos Árabes Unidos. Iban dirigidos a Irán, dijo un cable, y debían controlar “cascadas de enriquecimiento de uranio”, el término utilizado para grupos de centrifugadoras giratorias.

Algunos cables subsiguientes muestran que los Emiratos Árabes Unidos bloquearon la transferencia de los ordenadores Siemens a través del Estrecho de Ormuz a Bandar Abbas, un importante puerto iraní. Sólo meses después, en junio, Stuxnet comenzó a aparecer en todo el globo. La Corporación Symantec, fabricante de software y servicios de seguridad informática, basado en Silicon Valley, lo atrapó en un sistema global de recolección de programas maliciosos. El gusano entró en acción sobre todo dentro de Irán, informó Symantec, pero también apareció posteriormente en India, Indonesia y otros países.

Pero a diferencia de otros programas maliciosos, parecía estar causando poco daño. No ralentizaba las redes informáticas o provocaba un caos general.

Eso profundizó el misterio.


Una “ojiva doble”

Nadie estuvo más intrigado que el señor Langner, un ex psicólogo que dirige una pequeña compañía de seguridad informática en un suburbio de Hamburgo. Ansioso de diseñar software de protección para sus clientes, hizo que sus cinco empleados se concentraran en desmenuzar el código y hacerlo funcionar en la serie de controladores Siemens ordenados en estantes, con sus luces parpadeantes.

Rápidamente descubrió que el gusano sólo entraba en acción al detectar la presencia de una configuración específica de controladores, que dirigían un conjunto de procesos que sólo parecen existir en una planta de centrifugación. “Los atacantes pusieron mucho cuidado en asegurar que sólo fueran afectados sus objetivos determinados”, dijo. “Era la obra de un tirador de precisión”.

Por ejemplo, una pequeña sección del código parece diseñada para enviar comandos a 984 máquinas vinculadas.

Curiosamente, cuando los inspectores internacionales visitaron Natanz a finales de 2009, establecieron que los iraníes habían retirado del servicio exactamente un total de 984 máquinas que habían estado funcionando el verano anterior.

Pero Langner siguió quitando las capas y descubrió más: lo que denominó “ojivas dobles”. Una parte del programa se ha diseñado para que permanezca inactivo durante prolongados períodos, luego acelerará las máquinas de manera que los rotores giratorios de las centrifugadoras trastabillen y se autodestruyan. Otra parte, llamada un “hombre en el medio” en el mundo informático, envía esas falsas señales a los sensores para hacer que el sistema crea que todo funciona correctamente. Eso impide que un sistema de seguridad se active, lo que detendría la planta antes de que pueda autodestruirse.

“El análisis de código deja claro que Stuxnet no tiene que ver con el envío de un mensaje o con la prueba de un concepto”, escribió posteriormente Langner. “Tiene que ver con la destrucción de objetivos con la máxima determinación al estilo militar”.

No era obra de hackers, concluyó rápidamente. Tenía que ser el trabajo de alguien que conociera la manera de evitar las peculiaridades específicas de los controladores Siemens y poseyera un conocimiento íntimo de cómo habían diseñado exactamente los iraníes sus operaciones de enriquecimiento.

De hecho, los estadounidenses e israelíes tenían un conocimiento bastante bueno.


Prueba del gusano

Tal vez la parte más secreta de la historia de Stuxnet se centra en cómo la teoría de la destrucción cibernética se probó en máquinas de enriquecimiento para asegurarse de que el software malicioso cumplía su tarea.

La información comienza en Holanda. En los años setenta los holandeses diseñaron una máquina alta y delgada para enriquecer uranio. Como es bien sabido A. Q. Khan, un metalúrgico paquistaní que trabajaba para los holandeses, robó el diseño y huyó en 1976 a Pakistán.

La máquina resultante, conocida como P-1, centrifugadora de primera generación de Pakistán, ayudó a que ese país obtuviera la bomba. Y cuando el doctor Khan fundó posteriormente un mercado negro atómico, vendió ilegalmente P-1 a Irán, Libia y Corea del Norte.

La P-1 tiene más de 1,80 de altura. En su interior, un rotor de aluminio hace girar gas de uranio a gran velocidad, concentrando lentamente la parte del uranio que puede alimentar reactores y bombas.

Cómo y cuándo obtuvo Israel ese tipo de centrifugadora de primera generación sigue estando poco claro. Si fue de Europa, de la red Khan o por otros medios. Pero los expertos nucleares están de acuerdo en que Dimona llegó a contener una fila tras otra de centrifugadoras rotatorias.

“Desde hace tiempo han formado parte importante del complejo”, dijo Avner Cohen, autor de The Worst-Kept Secret [El secreto peor guardado] (2010), un libro sobre el programa israelí de la bomba, y asociado senior en el Instituto Monterrey de Estudios Internacionales. Agregó que la inteligencia israelí había pedido a alto personal retirado de Dimona que ayudara en el tema iraní, y que algunos provenían aparentemente del programa de enriquecimiento.

“No tengo datos específicos, dijo el doctor Cohen, de Israel y del gusano Stuxnet. Pero veo una fuerte firma israelí y pienso que el conocimiento de las centrifugadoras fue crítico”.

Otra pista tiene que ver con EE.UU. Obtuvo un lote de P-1 después de que Libia renunció a su programa nuclear a finales de 2003 y las máquinas se enviaron al Laboratorio Nacional de Oak Ridge en Tennessee, otra parte del Departamento de Energía.

A principios de 2004 una serie de expertos federales y privados reunidos por la Agencia Central de Inteligencia llamaron a que EE.UU. construyera una planta secreta en la cual los científicos pudieran establecer las P-1 y estudiar sus vulnerabilidades. “Realmente se presionó por la noción de un dispositivo de experimentación”, recordó un participante en la reunión de la CIA.

La planta resultante, dijeron los expertos nucleares la semana pasada, también puede haber jugado un papel en las pruebas de Stuxnet.

Pero EE.UU. y sus aliados enfrentaron el mismo problema que los iraníes: la P-1 es una máquina recalcitrante, mal diseñada. Cuando el laboratorio en Tennessee envió algunas de sus P-1 a Inglaterra, con la esperanza de trabajar con los británicos en un programa de ensayos generales de la P-1, éstas se atrancaron, según expertos nucleares.

“Fracasaron miserablemente” recordó uno de ellos, diciendo que las máquinas resultaron demasiado primitivas y dificultosas para girar adecuadamente.

El doctor Cohen declaró que sus fuentes le dijeron que Israel había tenido éxito –con gran dificultad– en dominar con maestría la tecnología de las centrifugadoras. Y el experto estadounidense en inteligencia nuclear, que habó con la condición de que se preserve su anonimato, dijo que los israelíes utilizaron máquinas al estilo de la P-1 para probar la efectividad de Stuxnet.

El experto agregó que Israel trabajó en colaboración con EE.UU. al concentrarse en Irán, pero que Washington insistía en obtener una “negación plausible”.

En noviembre el presidente iraní Mahmud Ahmadineyad rompió el silencio de su país sobre el impacto del gusano en su programa de enriquecimiento, y dijo que un ataque cibernético había causado “problemas menores en algunas de nuestras centrifugadoras”. Por suerte, agregó, “nuestros expertos lo descubrieron”.

El cuadro más detallado del daño proviene del Instituto de Ciencia y Seguridad Internacional, un grupo privado de Washington. El mes pasado publicó un largo informe Stuxnet que dijo que las máquinas P-1 de Irán en Natanz sufrieron una serie de fallos entre mediados y finales de 2009 que culminaron en que los técnicos pusieron fuera de servicio 984 máquinas. El informe calificó los fallos de “problema importante” e identificó a Stuxnet como el culpable más probable.

Stuxnet no es el único golpe contra Irán. Las sanciones han afectado su esfuerzo por construir centrifugadoras más avanzadas (y menos dificultosas). Y, uno en el mes de enero y otro en noviembre, dos científicos considerados importantes para el programa nuclear fueron asesinados en Teherán.

Los iraníes mantienen oculto a Mohsen Fakrizadeh, un profesor universitario considerado uno de los principales responsables del programa iraní, porque saben que está arriba de la lista de objetivos.

En público, los funcionarios israelíes no hablan de vínculos explícitos entre Stuxnet y los problemas de Irán. Pero en las últimas semanas, han presentado evaluaciones revisadas y sorprendentemente optimistas sobre el estado nuclear de Teherán.

“Una serie de problemas y dificultades tecnológicas” ha afectado al programa de Irán, dijo Moshe Yaalon, ministro israelí de asuntos estratégicos, en la radio pública israelí a finales del mes pasado.

Los problemas, agregó, “han postergado los planes”.

martes, 18 de enero de 2011

Los palestinos de Jerusalén Este prefieren ser... israelíes

por C. Jordá

Pese a su importancia en la escena política internacional muy poco se sabe sobre lo que piensan los ciudadanos palestinos de Jerusalén Este, por esa razón Pechter Middle East Polls, una empresa que se dedica a realizar encuestas en Oriente Medio, ha desarrollado un completo sondeo en la zona cuyos resultados son, probablemente, muy distintos a lo que la mayoría podría esperar.

Así, los datos más relevantes de la encuesta señalan que, en una hipotética situación en la que tuvieran que elegir entre ser ciudadanos de un nuevo estado palestino o del estado de Israel el mayor porcentaje sería en de los que se decantarían por lo segundo: un 35% desearían ser israelíes por sólo un 30% que preferirían la nacionalidad palestina, mientras que otro 35% no tienen clara o no expresan su opción.

Es más, en esa hipotética situación de que se crease un nuevo estado palestino hasta un 54% de los encuestados aseguran que, si actual hogar quedase dentro de las fronteras de Israel, no emigrarían hasta la zona palestina. Del lado contrario, hasta un 40% se muestran dispuestos a cambiar de residencia si cayesen del lado palestino.

Las razones que se muestran para esta decisión son bastante variadas: incluyendo algunas de carácter eminentemente práctico como la posibilidad de viajar con mayores facilidades, la mejor sanidad o los ingresos más altos, pero también se incluyen algunos aspectos como la "situación política" o la "disciplina y la cultura".

Los que se decantarían por la nacionalidad palestina lo hacen mayoritariamente por "nacionalismo y patriotismo", por el "acceso a los santuarios y razones religiosas" y, sólo en un 12% de las respuestas, por evitar la discriminación.

Los palestinos, satisfechos con su vida

Otra respuesta de la encuesta que contradice claramente los tópicos que se manejan en el periodismo de medio mundo es que los palestinos de Jerusalén Este se declaran mayoritariamente satisfechos con su nivel de vida (lo que no implica que no se muestren contrariados por muchas cosas).

Así, preguntados al respecto un 44% se mostró satisfecho o muy satisfecho, frente 31% que se mostraron poco o nada satisfechos. Asuntos como el acceso a la sanidad, las redes de agua o electricidad, la calidad de las escuelas o el acceso a los lugares de trabajo reciben tasas de aprobación superiores al 60%.

Por el contrario, los aspectos que mayores índices de insatisfacción despiertan son los relacionados con la vivienda, especialmente la dificultad para obtener permisos de edificación y, como en cualquier otro lugar, los impuestos a la vivienda o a las rentas.

Entre los problemas específicos de la zona los encuestados señalan los retrasos que sufren por los puestos de control o por la propia existencia de la valla de seguridad, la delincuencia o las amenazas y la intimidación que les llega desde los colonos judíos o los oficiales del ejército y la policía, aunque también señalan como uno de sus mayores problemas las intimidaciones llegadas desde grupos palestinos, casi con un 30% de las respuestas.
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