jueves, 7 de abril de 2011

Ex jefes del Mossad, Shin Bet y el Ejército presentan nuevo plan de paz



Un grupo de personalidades, entre quienes figuran antiguos responsables del aparato de seguridad de Israel, presentó una nueva iniciativa de paz con el mundo árabe para acabar con el inmovilismo del Ejecutivo de Biniamín Netanyahu.
Con el nombre de "Israel toma la iniciativa", el nuevo proyecto dado a conocer en en Tel Aviv, pretende erigirse en una plataforma con la que presionar al Gobierno para que retome las conversaciones de paz con los palestinos y el mundo árabe.
Entre los fundadores se cuentan figuras que estuvieron al frente de organismos de seguridad como el Shin Bet, el Mosad o el Estado Mayor, así como viejos conocidos de la política, diputados, empresarios, académicos, expertos y personalidades religiosas.
Basada en la Iniciativa de Paz Árabe de 2002 -por la que los países árabes ofrecían a Israel el reconocimiento a cambio de la retirada de los territorios conquistados en 1967-, la israelí recopila la experiencia sacada de anteriores negociaciones israelo-palestinas en la última década, planes existentes e ideas innovadoras.
Con unas 50 adhesiones en su lanzamiento, sus promotores tratan de rescatar al país del atolladero al que se dirige en el actual estado de cosas, con un estancado proceso de paz con los palestinos y el mundo árabe en plena ebullición.
"Estamos viviendo un momento histórico y el Gobierno tiene que hacer algo ahora, no puede continuar con la actual pasividad y sordera en las negociaciones de paz", refirió Edan Ring, portavoz de la iniciativa.
Contenida en un documento de dos páginas, exhorta a la creación de un estado palestino en la franja de Gaza, prácticamente en toda Cisjordania y con capital en buena parte de Jerusalén Este, así como compensaciones financieras para los refugiados y que se permita a un número restringido de ellos a regresar a sus antiguos hogares en Israel.
También estipula la retirada de la Meseta del Golán y un paquete de garantías en materia de seguridad regional y cooperación económica.
El Estado judío ha rechazado la Iniciativa Árabe lanzada en 2002 y refrendada en 2007 por la Liga Árabe, principalmente porque exhorta al regreso de todos
los refugiados y una completa retirada de los territorios conquistados en la Guerra de los Seis Días.
Asimismo, los Gobierno israelíes han hecho caso omiso de otros planes procedentes de la sociedad civil y rubricados por israelíes y palestinos, como la "Iniciativa de Ginebra" (2003).
Sin embargo, los signatarios del nuevo proyecto creen que las presiones internacionales sobre Israel y su cada vez más acuciante aislamiento internacional, al que se suman las recientes revueltas democráticas en el mundo árabe, ofrecen una situación idónea.
"Ahora es el mejor momento para alcanzar un acuerdo regional. Tiene que suceder antes de septiembre, porque los palestinos tienen pensado declarar entonces su independencia", explica Ring.
El primer ministro acepta en principio una solución de dos estados, pero las últimas conversaciones de paz entre israelíes y palestinos auspiciadas por Washington fracasaron al poco de nacer en septiembre por la negativa de los palestinos a retornar a la mesa de negociaciones Netanyahu a frenar la construcción en los asentamientos.
Con todo, la iniciativa nueva pretende impulsar la paz con los palestinos a través de un marco de referencia regional que englobe a todo el mundo árabe.
"Nadie sabe cómo van a terminar las revueltas en el mundo árabe. Israel puede elegir entre observar y rezar para que salgan bien o influir y tender la mano a la paz", afirmó su portavoz.
Otro aspecto novedoso es que el grupo está integrado por expertos en diferentes materias que representan "al consenso israelí".
Uno de ellos, el empresario Idán Ofer, subrayó en la presentación que la paz con el mundo árabe es una necesidad para Israel y no sólo en el ámbito de la seguridad o en las relaciones internacionales, sino en el estrictamente económico.
Le acompañaron, entre otros, Yuval Rabin, hijo del primer ministro asesinado Itzjak Rabin, Yaacov Peri (foto), ex jefe del Shin Bet, y Moshé Shajal, ex ministro de Energía.
La iniciativa ha sido acogida con beneplácito por el presidente Shimón Peres, el movimiento Paz Ahora y el Departamento de Estado norteamericano, que ha señalado en un comunicado "que espera que pueda servir como contribución positiva en la búsqueda de la paz".
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