martes, 3 de julio de 2012

Irán prueba misiles que pueden atacar a Israel





Irán ha lanzado exitosamente decenas de misiles tierra-tierra, en el marco de tres días de maniobras militares, señala los medios oficiales iraníes.
La Guardia Revolucionaria expresó que los ejercicios llamados "Gran Profeta 7", se están llevando a cabo para mostrar la capacidad de respuesta de la República Islámica, en el caso de que sea atacada.
En los juegos de Guerra desarrollados en el desierto de Kavir, Irán disparó misiles Shahab 3 que tienen un alcance de más de dos mil kilómetros.
Se considera que el misil Shahab 3 puede hipotéticamente golpear objetivos en Israel.
La Guardia Revolucionaria también probó los misiles Shahab 1 y Shahab 2, con un alcance de 300 y 500 kilómetros respectivamente.
"Decenas de misiles de corto, mediano y largo alcance fueron disparados desde distintas partes de Irán contra un único blanco en Kavir", apuntó la agencia de noticias semioficial iraní Fars.
Según los reportes iraníes, los misiles atacaron la réplica de una base militar extranjera "similar a las que Estados Unidos posee en países vecinos, tales como Afganistán".

Iraníes planeaban atentados contra objetivos israelíes en Kenia









Las autoridades de Kenia revelaron que dos agentes iraníes, que fueron detenidos con explosivos de alto poder, planeaban atacar objetivos israelíes, estadounidenses, británicos o sauditas en Kenia.
Los funcionarios puntualizaron que el complot parece encajar en un patrón global de ataques, por parte de agentes iraníes, fundamentalmente contra de intereses israelíes.
Fuerzas de seguridad kenianas arrestaron a Ahmad Mohammad Abolfathi y Sayed Mansour Mousavi, semana pasada, con 15 kilos de RDX, un potente explosivo de tipo militar, en la ciudad costera de Mombasa. Varios hoteles en la costa son de propiedad israelíes.
Un funcionario precisó, en condiciones de anonimato, que los iraníes son miembros de la Fuerza Quds, una unidad de elite de la Guardia Revolucionaria de Irán.
El primer ministro Biniamín Netanyahu, manifestó que
el complot descubierto demuestra que la "amenaza terrorista iraní no tiene límites".
"Tras enviar a sus agentes a asesinar al embajador saudita en Estados Unidos, y perpetrar ataques en Azerbaiyán, Bangkok, Tbilisi, y Nueva Delhi; ahora se ha expuesto la intención de Irán de cometer atentados terroristas en suelo africano", añadió el jefe del Ejecutivo.
"La comunidad internacional debe luchar contra el mayor exportador de terrorismo del mundo", afirmó Netanyahu.
Uno de los dos iraníes que ha sido procesado en Kenia, dijo al tribunal africano que fue interrogado por agentes israelíes durante su detención.
En 2002, trece personas fueron asesinadas en un ataque contra un hotel de lujo, propiedad un israelí, cerca de Mombasa. Los terroristas también intentaron derribar simultáneamente un avión israelí. Un integrante de la red al-Qaeda estaba vinculado con esos ataques.

"Israel destruyó un dispositivo de espionaje en el Líbano"








Un misil disparado por una aeronave israelí hizo estallar un dispositivo de espionaje que había instalado entre las aldeas Zrariyeh y Tayr Filsay, en el sur del Líbano, revelaron fuentes libanesas.
Según el reporte, el aparato fue colocado en un cable de telecomunicaciones de Hezbollah. El dispositivo fue destruido por la Fuerza Aérea de Israel tras haber sido descubierto por el grupo terrorista chií, dijeron los medios libaneses.
La cadena de televisión Al
Manar, de Hezbollah, informó que Israel hizo detonar una carga explosiva en un dispositivo plantado sobre una de las líneas de comunicación de la "resistencia".
Los medios libaneses, manifestaron que aviones israelíes volaron a baja altura en el sur de ese país, simulando ataques; mientras Hezbollah había acordonado la zona.
Un periodista de El Nashra anunció que un avión no tripulado hizo detonar el dispositivo, que según Hezbollah había sido colocado por Israel.
Las fuentes libanesas anunciaron que no se registraron heridos.

Falleció el ex primer ministro israelí Itzjak Shamir, a los 96 años






El ex primer ministro israelí Itzjak Shamir falleció ayer, sábado, a los 96 años, en el en el hogar de ancianos de Tel Aviv en el cual vivía desde 2004, a causa de su mala salud y el mal de Alzheimer. Sus restos serán velados en la Knesset (Parlamento israelí) y enterrados el lunes, en un funeral de Estado en el cementerio del monte Herzl de Jerusalem.

El ex primer ministro israelí Itzjak Shamir (foto) falleció ayer, sábado, a los 96 años, en el en el hogar de ancianos de Tel Aviv en el cual vivía desde 2004, a causa de su mala salud y el mal de Alzheimer.
Sus restos serán velados en la Knesset (Parlamento israelí) y enterrados el lunes, en un funeral de Estado en el cementerio del monte Herzl de Jerusalem, después que su hijo Yair regrese del extranjero.
Shamir fue el séptimo primer ministro y se desempeñó en 1983 y 1984 y desde 1986 a 1992, convirtiéndose en el que más tiempo ocupó el cargo después de David ben Gurión.
Fue conocido por resistir la presión internacional para hacer concesiones, pero sin embargo, fue quien inició el proceso de paz con los vecinos árabes en Madrid, en 1991, que llevó a muchas gestiones diplomáticas por parte de sus sucesores.

“La verdad es que, en última instancia, la búsqueda de la paz siempre ha sido una cuestión de quién se cansa primero de la lucha”, escribió en su autobiografía.
Shamir también fue ministro de Relaciones Exteriores del gobierno de unidad nacional que encabezó Shimon Peres en 1984 y 1985, presidente de la Knesset, líder opositor, agente del Mossad y uno de los jefes del Grupo Stern (Leji) durante la resistencia judía al Mandato Británico.
Nacido Yizhak Yezernitzky en Ruzhany, que entonces formaba parte de Polonia bajo el imperio ruso y ahora pertenece a Bielorrusia, Shamir se trasladó a la Tierra de Israel en 1935, donde llevó a cabo misiones secretas contra objetivos británicos y árabes en la organización clandestina Irgún con un seudónimo en hebreo que utilizaba para eludir las redadas policiales y luego adoptó como su nuevo apellido.
En 1940 se incorporó al Grupo Stern, cuando éste se escindió del Irgún.
Seis años después fue capturado y deportado a Eritrea, de modo que se perdió gran parte de la lucha que llevó a la fundación del Estado dos años más tarde, y a su regreso se encontró fuera de sintonía con el liderazgo político del país, de tendencia izquierdista, así que en 1955 se enroló en el servicio de espionaje Mossad, para dedicarse a la guerra solapada contra los enemigos israelíes en Medio Oriente y la cacería internacional de criminales de guerra nazis.
Shamir atribuyó cierto refinamiento en su estilo a su estadía en Francia -“el paisaje, la forma en que se vía la gente, la comida, el vino, (Edith) Piaf”, diría años después-, la cual lo preparó para asumir en 1980 como ministro de Relaciones Exteriores por su partido, Likud.
Si bien es reconocido como un político de línea dura, Shamir mostró una esforzada contención durante la Guerra del Golfo de 1991 y no devolvió el bombardeo con misiles Scud de Saddam Hussein, ante la insistencia de los Estados Unidos para que no pusiera en peligro su alianza con las potencias árabes que luchan por expulsar a Irak de Kuwait.
“No puedo pensar en algo que estuviera más en contra de mis principios como judío y sionista, en algo más opuesto a la ideología en la cual se ha basado mi vida que la decisión que tomé... pedirle al pueblo de Israel que acepte la carga de la moderación”, reconoció.

Su paciencia fue muy bien considerada por Washington, pero el presidente George Bush lo instó a aceptar conversaciones multilaterales de paz con los árabes o aplazaría la entrega de 10.000 millones de dólares en préstamo que Israel necesitaba para absorber a los nuevos inmigrantes.
Shamir insinuó por lo bajo que el mandatario norteamericano era un antisemita, pero accedió a convertirse en el primer líder israelí en sentarse con delegados palestinos, sirios, jordanos y libaneses.
Si bien en ese momento el fallecido primer ministro sólo aceptó un “autogobierno” para los palestinos, allanó el camino para las negociaciones bilaterales que llevó a cabo su sucesor, Itzjak Rabin, quien lo derrotó en las elecciones de 1992.

La esposa de Shamir, Shulamit, había muerto el año pasado, a los 88 años.
Sobreviven al fallecido primer ministro dos hijos y cinco nietos.
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