Un tribunal alemán dictaminó que la circuncisión es ilegal, provocando indignación entre las comunidades judía y musulmana.
La controversia comenzó después de que un tribunal de distrito de Colonia consideró que esta
práctica es ilegal, y la definió como "un daño irreversible contra el cuerpo." El tribunal declaró además que la libertad de religión y los derechos de los padres de la circuncisión, no puede justificarla.
La decisión fue aprobada después de una circuncisión fallida por un médico musulmán en un niño de cuatro años de edad, en Colonia. El niño fue trasladado de urgencia a la sala de emergencias tras sangrar dos días consecutivos. Al enterarse del incidente, las autoridades alemanas demandaron al médico, que posteriormente fue absuelto.
Después de que un tribunal inferior rechazara una demanda argumentando que la circuncisión se llevó a cabo con el consentimiento de los padres y se basó en un "ritual tradicional que pertenece a la comunidad musulmana", las autoridades presentaron la sentencia ante el tribunal de distrito. Este último declaró que los médicos sólo podían realizar las circuncisiones por motivos de salud.
El rabino Aryeh Goldberg, del Centro Rabínico con sede en Bruselas de Europa criticó duramente la decisión, diciendo que es "es fatal para la libertad de religión, contraria a la Convención de la Unión Europea sobre Derechos Humanos, a la que Alemania está al servicio y perjudica a la libertad fundamental de religión, consagrado en la Constitución alemana. "
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