viernes, 8 de junio de 2012

Cronología de la Guerra de los Seis Días






En diciembre de 1947, la Asamblea General de la ONU aprobó un plan que establecía la partición de Palestina en dos Estados Independientes, uno árabe y otro judío, y una zona internacional en la ciudad de Jerusalén bajo control de las Naciones Unidas, con una unión económica entre las tres entidades. El plan fue inmediatamente aprobado por los judíos y rechazado por los árabes, situación que generó serios enfrentamientos entre ambas comunidades.
Los países árabes no aceptaron el resultado de la guerra de Independencia Israelí en 1948 y continuaron con acciones de guerrilla contra Israel durante años, lo que lo llevó a intervenir junto a Francia y el Reino Unido en la Guerra de Suez (1956). Esta guerra fue una victoria militar, pero una derrota política para los tres aliados, ya que la gran presión diplomática por parte de los Estados Unidos y de la Unión Soviética forzó a Francia, Inglaterra e Israel a retirar sus ejércitos. A cambio de retirar sus ejércitos del Sinaí, Israel obtuvo indirectamente de Egipto el compromiso de detener sus envíos de armamento a las guerrillas que luchaban contra Israel. Las relaciones entre Egipto e Israel se tranquilizaron por un tiempo.
Sin embargo, la presión constante de la opinión pública de los países árabes forzaba a sus líderes a continuar la lucha contra Israel. Egipto continuó apoyando guerrillas, e impulsó una alianza militar con Siria en 1966. Siria y Egipto estaban respaldados por la Unión Soviética.
El cierre egipcio del Estrecho de Tirán fue el disparador de la guerra en 1967. El ataque de Israel fue una reacción a esta primera agresión egipcia.
Aunque el gobierno de Israel no quería la guerra y la temía, los militares israelíes consideraban que era necesario atacar inmediatamente porque sin la ventaja de la sorpresa, Israel no podría sobrevivir.
Israel se encontraba en una situación compleja, rodeado por un enorme ejército árabe que le superaba en efectivos, aviones y tanques, no tenía opción a especular sobre si estaban o no dispuestos realmente a atacarles, ya que carecía de “profundidad estratégica” en la que poder desplegarse y, por tanto, de posibilidad de respuesta.
La guerra comenzó el 5 de junio, cuando Israel decidió realizar una serie de ataques a primera hora de la mañana contra las bases aéreas egipcias, alrededor de las 8:00 de la mañana. Israel poseía una información extremadamente detallada de las bases egipcias a atacar, llegando a incluir una lista completa de todos los pilotos egipcios y su rango.
Los pilotos israelíes habían estado ensayando un ataque así durante años. El ataque aéreo sorprendió a los egipcios a primeras horas de la mañana y a sus líderes inmersos en el tráfico caótico de El Cairo. En cuestión de horas, el 85 por ciento de la aviación egipcia había sido destruida.
Durante el segundo día de la guerra, Tzáhal controlaba totalmente el espacio aéreo, por lo que pudo dedicarse a dar soporte y apoyo total a las fuerzas terrestres de Israel. Ya durante el segundo día de guerra, Jordania, lanzó un fallido ataque en territorio israelí, debiendo retirarse ante la contraofensiva con la que este respondió. Además, esto provocó que se debilitasen las defensas del país árabe y que los israelíes decidieran penetrar en Jordania, ocupando una amplia franja. El general Mordejai “Mota” Gur ocupó la Ciudad Vieja de Jerusalén el 7 de junio, incluyendo el Monte del Templo o Explanada de las Mezquitas.
A pesar de que las fuerzas de Israel habían evitado atacar los Santos Lugares, los árabes utilizaron la mezquita de El Aksa como puesto de tiro y toda la zona perteneciente al Monte del Templo como lugar de disparo de municiones. La zona quedó liberada rápidamente con mínimos daños en los Santos Lugares, y a las diez y cuarto de la mañana se izó la bandera de Israel sobre el Monte del Templo y el Muro de los Lamentos, poniendo fin a la división de Jerusalén.
El 8 de junio, Egipto y Jordania estaban ya derrotadas. Sin embargo, la artillería siria se colocó en una posición fortificada en las alturas del Golán, y fue el mayor obstáculo que se encontró el ejército israelí. Sin embargo Israel tomó una posición estratégica en el Golán y lanzó un asalto contra la colina. La lucha fue feroz entre el 8 y el 9 de junio, pero el 10 de junio, las fuerzas sirias se batieron en retirada.

Final de la guerra:

Israel dio por finalizada la Guerra de los Seis Días habiendo aumentado su territorio considerablemente. Desde el punto de vista militar, tras dos décadas de fragilidad estratégica, Israel obtuvo por primera vez en su historia profundidad territorial, que le concedería capacidad para defenderse de la artillería árabe lejos de las ciudades israelíes y para evitar en adelante la obligación de realizar ataques preventivos ante cada amenaza, con el coste que ello supone a efectos de opinión pública.
Hubo otro efecto político muy importante y es el hecho de que el conflicto árabe-israelí quedó plenamente encajado en los esquemas de la Guerra Fría: la URSS, junto al bloque socialista, rompió relaciones diplomáticas con Tel Aviv e Israel se convirtió a los ojos de una buena parte de la opinión pública internacional en agresor y potencia ocupante y perdió su prestigio de pequeño país en lucha por su supervivencia.
Israel después de la guerra
La guerra, sin embargo, no llevó la paz a la región. La humillante derrota enfureció a las naciones árabes y profundizó su determinación de recuperar el orgullo nacional destruido por Israel. Aunque las Naciones Unidas fueron capaces de mediar con un alto el fuego en 1967, a sólo seis años más se originó otro conflicto árabe-israelí.

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