domingo, 8 de abril de 2012

Israelíes están listos para atacar Irán

Al borde de la guerra. El premier, Netanyahu, y el ministro de Defensa, Barak, planean ofensiva aislados del resto del gabinete | Dicen que el bombardeo a plantas nucleares será sorpresivo

Ag.Cabanah
El primer ministro Benjamin Netanyahu y el ministro de la Defensa Ehud Barak se han convertido en la extraña pareja de la política israelí en cuyas manos descansa la perspectiva de un ataque en contra de Irán.
Provenientes de tradiciones políticas opuestas y con experiencias y perspectivas mundiales diferentes, ambos han forjado un estrecho vínculo, a menudo excluyendo al resto de la dirigencia israelí.
Para Netanyahu, un arma nuclear de Irán sería el equivalente del siglo XXI de la maquinaria de guerra nazi y la Inquisición Española: el último intento por destruir a los judíos. Impedirlo es la misión de su vida. Para Barak, quien desdeña rumores de un segundo Holocausto y teme por la existencia de Israel, es un desafío sobre estrategia: "zonas de inmunidad" y "líneas rojas", los detalles operativos de un ataque en contra de instalaciones nucleares de Irán.
"Todos los dirigentes tienen Gabinetes de cocina, pero Netanyahu y Barak han formado una cocina de dos", destacó Nahum Barnea, columnista del diario Yediot Aharonot. "No han discutido sobre Irán con el resto del gobierno en semanas y se han convencido de que existe una sola forma de lidiar con Irán: la suya".
Un oficial israelí de alto rango que trabaja estrechamente con ambos líderes, quien habló con la condición de mantenerse en el anonimato, confirmó que el Gabinete no había hablado últimamente sobre Irán, pero destacó que la preparación detallada y organizada desde hace ya tiempo había pasado a la posibilidad de un ataque militar.
ELLOS DOS. Netanyahu es el líder del conservador Partido Likud y creció en la tradición revisionista del sionismo relativa a maximizar el territorio, afrontar decisivamente a los oponentes de Israel y rechazo hacia el casi socialismo de David Ben-Gurion, el primer ministro fundador. Barak creció en una granja colectiva internada en las profundidades del corazón del sionismo laborista, y tras una larga y condecorada carrera militar se convirtió en el presidente del Partido Laborista. Sirvió brevemente como primer ministro antes de perder el respaldo popular y unas elecciones ante Ariel Sharon, en 2001.
"En la superficie, al parecer son muy diferentes", comentó Daniel Ben-Simon, integrante tendiente a la izquierda del Parlamento por el Partido Laborista, quien trabajó con Barak. "Netanyahu no puede desvincular a Israel del Holocausto. Se ve a sí mismo como el primer ministro del pueblo judío. Barak es el máximo israelí, el príncipe del sionismo. Muchos pensaron que Barak contendría a Netanyahu con respecto a Irán. En vez de eso, se le unió en un espectáculo de dos hombres".
Si bien muchos aquí temen una catástrofe si Israel ataca a Irán, Barak y Netanyahu argumentan cada vez más que pudiera no haber otra opción. Su opinión es que dada la alternativa entre Irán con armamento nuclear -a lo cual dicen que podría usarlas en contra de Israel directamente o a través de representantes, así como acicatear una carrera armamentista- y las consecuencias de un ataque sobre Irán antes de que pueda volverse nuclear, es preferible esto último. Habrá un contraataque, destacan: se perderán vidas y habrá destrucción de propiedades. Pero dice que el mal puede ser peor.
"Caerán cohetes sobre este edificio, pero las cosas serían mucho peores si Irán obtuviera la bomba", dijo un oficial de alto rango que ha trabajado para ambos hombres, desde el vestíbulo de un hotel en Tel Aviv.
Agregó que Netanyahu y Barak se estaban "reuniendo uno a uno con ciertos ministros del Gabinete a fin de darle forma a una mayoría en el 14", refiriéndose al Gabinete de seguridad de 14 integrantes.
Se han conocido desde hace ya largo tiempo atrás y han desarrollado una fuerte dependencia mutua. La carrera política de Barak, que en alguna época parecía tan prometedora, ahora depende considerablemente de su relación con Netanyahu. Y dada la limitada experiencia militar de Netanyahu, sin el respaldo de Barak, quien es visto como un genio militar, él tendría problemas para ganar el apoyo hacia su política.
Barak, de 70 años de edad, fue uno de los comandantes de Netanyahu, de 62 años, en la unidad de élite Sayeret Matkal en la que ambos sirvieron a comienzos de los 70. Ambos también se han vuelto relativamente acaudalados en años recientes a raíz de discursos y consultorías cuando no estaban en el gobierno, y ambos sienten que entienden la política estadounidense particularmente bien.
Si efectivamente decidieran atacar, necesitarían el respaldo de una mayoría del Gabinete de seguridad. La votación pudiera ser tan cerrada que podría terminar en 8 votos a favor y 6 en contra. Pero, al mantener el tema fuera de la agenda del Gabinete por ahora, podrían estar contando con buscar una votación de último minuto, cuando sería más difícil para los ministros oponerse al ataque.

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