jueves, 16 de septiembre de 2010

"LOGRAR LA PAZ ES CUESTION DE VIDA O MUERTE"

Por AARON BARNEA


Muy poco después de iniciada la cumbre en Washington entre el Primer Ministro de Israel Benjamin Netanyahu y el Presidente palestino Mahmud Abbas, , se informó sobre una carta que una organización israelo-palestina había enviado a ambos. Se trataba de un mensaje especial del “Foro de familias”-en cuyo marco interactúan y cooperan israelíes y palestinos que perdieron a seres queridos en distintas circunstancias durante el conflicto en la zona-, exhortando a Netanyahu y Abbas a ser valientes y actuar con responsabilidad a fin de traer al fin la tan necesaria paz.

No nos extrañó nada la noticia, porque teníamos la fortuna, desde hace años, de conocer a este grupo tan especial. Y si de alguien se puede decir que lo que los motiva, el motor que los mueve, es el deseo de evitar a otros el dolor que ellos han sufrido, pues es precisamente de gente que perdió lo máximo y a pesar de eso, opta por intentar cambiar el futuro, sin gastar energías en odios y venganzas sino en la búsqueda del entendimiento.

Uno de los promotores de la carta fue Aaron Barnea (69),Director de Relaciones Internacionales del “Foro de Familias”, nacido en Buenos Aires y radicado en Israel desde 1958. Durante años trabajó en la Histadrut (Confederación General de Trabajadores) tanto en la parte internacional (teniendo a cargo las relaciones con el socialismo de la península Ibérica) como en el campo de la educación y formación política. Pero todo cambió en abril de 1999, cuando su hijo menor, Noam (Z”L), cayó en el Líbano, en la fortaleza Beufort.

En su recuerdo, por su hija mayor Dana (38), que ya es madre de dos hijos, por su hijo menor Alon (35), por toda su familia y por la normalidad de la vida en el país en el que muy joven eligió como su hogar , Aaron no se deja caer. Está convencido de que tiene sentido seguir luchando.

Este es su mensaje.


P: Aaron, la caída de tu hijo cambió tu vida....
R: Así es. Mi vida cambió totalmente de rumbo desde que mi hijo Noam cayó. El era un muchacho muy especial. Estaba en una unidad voluntaria del ejército que era la encargada de remover minas del terreno. Es la unidad élite del Cuerpo de Ingeniería militar.
P: Cayó en el Líbano, de donde quería salir..
R: Si...Cuando me contaron que él llevaba en su uniforme un llamado a la paz, a la retirada del Líbano, me emocioné profundamente.Fueron sus compañeros de unidad quienes me lo contaron cuando vinieron a casa.

P: Eso pegaba con la educación en la casa ¿verdad?
R: Así es. Nosotros no éramos demasiado activistas pero sí tuvimos siempre una posición muy clara y muy firme en torno al proceso de paz, a cómo queremos ver a Israel. Eso lo recuerdo ya desde mis primeros años en el país.

P. Ese cambio de rumbo ¿fue porque no eras capaz de seguir en lo que hacías, por el dolor, o porque sentiste la necesidad de hacer algo para cumplir el deseo de Noam?

R: Lo que te puedo decir es que al octavo día de su caída, yo estaba parado frente al Ministerio de Defensa, con la misma llamada de Noam: “Salir en paz del Líbano”. En una de las notas más importantes de la televisión en el Día de la Independencia, que fue poco después d esu caída, nos entrevistaron a todos en la familia. Nos transformamos en un santiamén en personajes que estaban hablando en ese momento en nombre del hijo muerto sobre la necesidad de irse del Líbano.

P: Y de ese llamado personal, pasaste rápidamente a activar en el Círculo de Padres, lo que se conoce hoy como el Foro de familias...
R: Así es. Yo me transformé de inmediato en un individuo muy activo en el grupo, trabajando más que nada en la cuestión educativa. Pero en ese entonces el foro tenía más que nada un cariz político . Pero cuando comenzaron los contactos con las familias de caídos palestinos, al principio más que nada de Cisjordania y Jerusalem Este, el grupo descubrió que tenía un mensaje mucho más importante que el meramente político, para transmitir. El Foro toma ahí un cariz que yo no llamaría apolítico pero sí destacando el mensaje central: que la reconciliación es posible.
Eso tiene un valor impresionante, porque vimos que cuando aparecemos ante cualquier tipo de auditorio, la gente queda totalmente sorprendida. Es que todos estaban acostumbrados al mensaje que los palestinos son totalmente opuestos a cualquier tipo de diálogo y que en realidad no hay con quién hablar del otro lado. Y de repente traemos familias de caídos, que hablan como nosotros. Eso tuvo un impacto tremendo y muchísima gente comienza a interesarse en nuestro mensaje.
Y lo que hacemos durante varios años es transmitir ese valor. En primer lugar,que se trata de seres humanos. En realidad, también cuando nos presentamos del lado palestino, es lo mismo. El palestino descubre que israelí no es sólo el soldado o el colono. Es una visión mucho más rica, mucho más humana..y más aún del lado israelí, que ha dejado de ver palestinos hace ya años, especialmente la gente joven. De repente cuando venimos con un palestino, el hombre habla, ven quién es, pueden ver que sufre, conocen de primera mano lo que pasa del otro lado, se genera una visión totalmente diferente del otro, una visión humanizada del otro lado.



Aaron Barnea (derecha), en un encuentro amistoso con Jalal Khudeiri, que perdió a su hermano menor (cuando niño) . Aquí, en el Díaa Internacional de la Paz, en Talitha Kumi, Beth Jala, en el año 2006



P: Y ahora llega una nueva etapa ..Y eso ustedes apoyaron ahora con rapidez el reinicio de las conversaciones directas, enviando una carta de aliento y exhortación a las dos partes, en nombre del Foro de Familias, para que lleguen a un acuerdo...

R: Así es. Enviamos la carta tanto al Primer Ministro de Israel como al Presidente palestino. Creíamos que debíamos estar presentes en ese momento, para recordarles que había otro precio que pagar si no consiguen un acuerdo: que otras familias perderían a sus seres queridos, como nosotros, en los próximos enfrentamientos.Y yo creo que tenemos el derecho moral de decirlo...

P: Justamente te iba a preguntar si consideras que ustedes tienen, quizás, más derecho que otros ciudadanos a exigir que se les oiga.
R: Si, a mi no me cabe la menor duda. Nosotros pagamos los platos rotos de las estupideces que hicieron los líderes. Y sólo por eso tenemos más derecho. O sea...tenemos más derecho a ser oídos. No tenemos más inteligencia que cualquier otro, pero tenemos el derecho que nos da el hecho que nuestras familias fueron las víctimas directas, en muchos casos, de torpezas de líderes que no lograron hacer la paz.

P: ¿Sentís que funcionará esta vez el intento de paz?
R: No quiero basarme en sensaciones. Hay que ayudar en lo posible a que eso suceda. Lo más importante es tratar de empujar a ambas partes para que sea posible. Hay tantas circunstancias, tantos elementos que no son racionales en todo ésto, que me parece un poco difícil ponerse a adivinar o hacer de profeta. Pero sin embargo hay cosas positivas y perspectivas. Creo que en la medida de lo posible hay que animar y decirle a la gente cuánto es lo que hay por ganar si se produce el acuerdo de paz.

P: ¿Podés entender a otras familias en situación igual a la tuya , que precisamente por haber vivido la tragedia de perder a un hijo no están dispuestos a más riesgos, o sea quienes partiendo de la misma base llegan a una conclusión totalmente diferente?
R: Yo puedo entender, evidentemente. He estado muchas veces en diálogo con gente así. Yo diría que es un tema no sólo de formación política e ideológica sino de enfoque hacia el mundo. Si uno piensa que hay fuerzas positivas y que uno las puede ayudar, creo que es positivo.
Entiendo que gente que está tan dolida como nosotros, puede llegar a otras conclusiones. Pero yo creo que tenemos una responsabilidad con respecto a todos los demás, para decirles: lo que estamos haciendo acá en Israel tiene perspectivas de paz. Sin paz, el proyecto sionista va a ser un desastre, un total desastre. No quiero ser más absoluto en esta aseveración. Pero yo creo que es cuestión de vida o muerte. Para mi, darle a Israel una perspectiva de paz, es esencial para su subsistencia.

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