Ag.Cabanah
•Desde que el presidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad resultó elegido en 2005, Irán ha trabajado resueltamente para afianzarse en los países latinoamericanos, el patio de atrás de los EE. UU. En la consecución de esta política los socios del presidente iraní son los presidentes de Venezuela y Bolivia, que le proporcionan un trampolín para su actividad en Latinoamérica.
•Irán aprovecha sus lazos crecientes y sus intereses comunes con los países latinoamericanos para desplegar en esta zona sus conocidas piezas de los tableros de ajedrez del Medio Oriente y África. Estas “piezas” incluyen actividades subversivas y de propaganda, terror y contrabando y el desarrollo de capacidades militares de largo alcance. En este contexto, ha habido informes de que Irán intenta establecer una base de misiles en Venezuela, a las puertas del “gran Satán”.
•Además del terror y la actividad criminal de Irán y Hizbalá en la base musulmana de Latinoamérica, Irán y sus emisarios en la región también se dedican a una extensa actividad cultural y religiosa encaminada a exportar la Revolución Islámica, y principalmente, para difundir e introducir el Islam shiita, incluso al punto de convertir a varias poblaciones del continente al shiismo.
•En un momento apremiante, las infraestructuras de Irán en Latinoamérica podrían ayudar a Irán a actuar contra los Estados Unidos o contra los intereses occidentales en Latinoamérica en distintos escenarios: si Israel o los Estados Unidos atacaran sus instalaciones nucleares, o si la sensación de aislamiento y acorralamiento de Irán se intensificara, Irán intentaría iniciar una crisis con los EE. UU., quizás siguiendo el modelo de la crisis de los misiles cubanos. En el ínterin, Irán explota la proximidad relativa de los EE. UU. para penetrar ilegalmente a su territorio (vía México) y a la vez prepara una infraestructura de terror y sabotaje dentro de los EE. UU.
•Las infraestructuras que Irán está creando, algunas que funcionan actualmente y otras que están en desarrollo, tendrán un doble impacto si Irán se las arregla para obtener armas nucleares y puede operar estas infraestructuras al amparo de su paraguas nuclear.
Desde que el presidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad fue electo en 2005, Irán ha trabajado resueltamente para afianzarse en los países latinoamericanos, el traspatio de los Estados Unidos. Hasta hace muy poco, esta región no despertaba el interés de Irán debido a las disparidades culturales e históricas entre Irán y los países de la región, ni siquiera bajo el gobierno del Shah, para no hablar de la República islámica. Los socios del presidente de Irán en la promoción de esta política son los presidentes de Venezuela y, en menor medida, Bolivia, que le proporcionan un trampolín para la actividad en Latinoamérica.
Ahmadinejad y el presidente venezolano Hugo Chávez comparten una visión revolucionaria que presentan conjuntamente a pesar de las enormes diferencias entre ambos países. Ambos pretenden crear un nuevo poder global y hegemónico sobre las ruinas de la dominación estadounidense. Chávez se ve a sí mismo como el heredero de Simón Bolívar, el revolucionario del siglo diecinueve, el “Liberador de las Américas” del yugo de la conquista española. Ahmadinejad, en sus reuniones con los funcionarios latinoamericanos no pierde oportunidad para describir a Irán y a otros países que adoptan una ideología anti estadounidense en Latinoamérica y África, como sustitutos válidos de los Estados Unidos y del supuesto capitalismo en decadencia que representan.
Por ejemplo, en una reunión en Teherán con el ministro de relaciones exteriores de Uruguay, Luis Almagro, en abril de 2011, el presidente iraní dijo, “bajo condiciones donde el orden opresivo que rige el mundo se mueve hacia la desaparición y el mundo necesita un orden justo, ambos países pueden tener una mayor cooperación en diversas esferas”.1 Y en una reunión con el embajador de Venezuela en Teherán, Ahmadinejad dijo: “Las naciones y los gobiernos independientes y deseosos de justicia han estado atentos a las tramas imperialistas y no se dejarán engañar por estas”.2
Además, en una reunión de Octubre de 2010 con su homólogo boliviano Evo Morales, el presidente iraní dijo que “sin lugar a dudas, el fortalecimiento del frente de las naciones independientes beneficiará la paz y la seguridad mundial y a su vez debilitará el sistema capitalista… El curso de la historia [sic] está cambiando a favor de las naciones independientes y debemos tomar ventaja de la situación actual inteligentemente”3. Luego, en una reunión con el presidente de la Cámara de Diputados boliviana, Ahmadinejad reiteró: “La hermandad y la proximidad de las naciones que desean la libertad no sólo fortalece su resistencia con respecto a los poderes arrogantes, sino que les permite jugar un papel constructivo y crucial en la creación de un nuevo orden mundial".4
En general, la inversión constante de Irán en sus relaciones con los países latinoamericanos es parte de una estrategia que pretende en primer lugar comprar (en ambos sentidos) un punto de apoyo para su influencia en África y el Medio Oriente, donde desde la perspectiva de Irán, los países se han visto perjudicados por "el imperialismo y la explotación de los Estados Unidos", y en segundo lugar, ofrecer una alternativa islámica “justa” a los presuntos crímenes estadounidenses. En este contexto, Irán mantiene, en diferentes grados para cada país, una extensa red de contactos en las esferas diplomáticas, energéticas, económico-comerciales (que sirven como el principal medio de persuasión para atraer el apoyo) y financieros (que incluyen la creación de bancos conjuntos para eludir las sanciones); y a la vez promueve la cooperación industria, establece fábricas, suscribe acuerdos de comunicación de masas y cosas similares. El 27 de febrero de 2007, Irán organizó “La Primera Conferencia sobre Sudamérica: su papel y lugar en el nuevo orden internacional",5 y en diciembre de 2008 presentó su primera exposición sobre el desarrollo de la cooperación económica iraní-latinoamericana.6
Al dirigirse a la sección general de la 65ª sesión de la Asamblea General de la ONU en septiembre de 2010 Ahmadinejad dijo: “Las dos grandes esferas geográficas, a saber, África y Latinoamérica, han experimentado desarrollos históricos durante las dos últimas décadas… La conciencia y la sabiduría de los líderes de estos dos continentes han superado los problemas y las crisis regionales sin la injerencia dominante de las potencias extra-regionales. En años recientes, la República Islámica de Irán ha expandido sus relaciones con Latinoamérica y África en todos los aspectos".7 En octubre de 2010 los presidentes de Venezuela y Bolivia (antes mencionados) visitaron Irán.
En abril de 2011, el general Douglas Fraser, director del Comando Sur de EE. UU., le dijo al Comité de Servicios Armados del Senado que Irán había expandido sus lazos en Latinoamérica más allá de sus relaciones cercanas con Venezuela. Un miembro del Comité de Seguridad Nacional y Política Exterior del Majlis (parlamento) iraní, Mahmoud Ahmadi-Bighash, dijo: “Los EE. UU. temen que la Revolución Islámica en Irán haya aumentado el despertar de la conciencia de las naciones del Medio Oriente y del Norte de África”. Además añadió que “las inspiraciones islámicas están detrás de las revoluciones del Medio Oriente, pero la revolución de los países latinoamericanos continuará con” el camino de la democracia.8
En telón de fondo de la vigorosa actividad de Irán contra EE. UU. y contra Occidente en diversos frentes es la sensación acorralamiento, la cual se origina en la Operación Libertad , y en los últimos años, en las sanciones que tienden a evitar su nuclearización y conllevan un aislamiento simultáneo en la arena internacional. En este período Irán ha añadido también un componente ideológico a la ecuación. A su juicio, este país, en conjunto con los estados de Latinoamérica, África y el Medio Oriente, se está liberando actualmente del yugo del imperialismo mediante la protesta contra los viejos y corruptos regímenes que apoyan a los EE. UU., y se presenta a sí mismo como el destinado a proporcionar una alternativa adecuada para un Estados Unidos en decadencia.
Ecuaciones nuevas
Bajo la presidencia de Ahmadinejad, Irán ha intentado constantemente obtener un reconocimiento internacional y regional de su poder y capacidad de influenciar tanto los asuntos regionales (el proceso de paz, Irak, Afganistán, la estabilidad o el derrocamiento de los regímenes) como los internacionales (los asuntos nucleares, los precios del petróleo y el gas, la seguridad de la navegación en el Golfo Pérsico). En consecuencia, intenta enfrentar a los Estados Unidos con nuevas ecuaciones de poder, una de las cuales conlleva su actividad en Latinoamérica—el traspatio de los Estados Unidos—de manera paralela a la presencia estadounidense en el Golfo Pérsico, Irak, Afganistán y Azerbaiyán que rodean a Irán.
Como parte de la aspiración iraní de ser una “alternativa apropiada” a la hegemonía estadounidense, este país encuentra denominadores comunes ideológicos, a pesar de la gran disparidad religiosa, con los líderes de países que toman una posición anti-estadounidense y están dispuestos a cooperar con Irán en la promoción de una agenda política y económica conjunta. Por su parte, Irán explota sus lazos con estos países para eludir las sanciones y conseguir un equipo de uso doble (civil y militar) para su programa nuclear, mientras continúa sus lazos con Corea del Norte en ese contexto, como se reveló recientemente en un informe de las Naciones Unidas que realizó un comité especial de expertos.9
Irán despliega sus “piezas de ajedrez”
Irán aprovecha sus lazos crecientes y los intereses comunes con los países latinoamericanos para implementar allí sus conocidas piezas de los tableros de ajedrez del Medio Oriente y africanos, donde despliega gran actividad. Esas “piezas” incluyen actividad subversiva y de propaganda (difundiendo el Islam shiita), terrorismo y contrabando (drogas, armas). Según informes sin verificar en Die Welt, Irán está construyendo, con la ayuda del comando Khatem al-Anbia de la Guardia Revolucionaria, una base de misiles de alcance intermedio en Venezuela, al mismo tiempo que colabora con Caracas en el desarrollo de misiles superficie-superficie.10 El diario alemán afirma que según un acuerdo, los misiles Shahab 3 (rango 1300-1500 km), Scud-B (285-330 km), y Scud-C (300, 500, and 700 km) se implementarán en una base que de hecho está en la puerta del "gran Satán".11 En un momento apremiante, tales infraestructuras podrían ayudarle a Irán a actuar contra los Estados Unidos o contra los intereses occidentales en Latinoamérica en diversos escenarios: Si Israel o los Estados Unidos atacaran sus instalaciones nucleares, o si la sensación de aislamiento y acorralamiento se intensificara, Irán intentaría iniciar una crisis con los EE. UU., quizás siguiendo el modelo de la crisis de los misiles cubanos. En el ínterin, de todas formas Irán explota la proximidad relativa a los EE. UU. para penetrar ilegalmente a su territorio (vía México) y a la vez prepara una infraestructura de terror y sabotaje en el propio territorio de los EE. UU.
Irán pretende erosionar la influencia política y en cierta medida económica de EE. UU. en los países latinoamericanos, para debilitar a los países que apoyan a los Estados Unidos (tal como Colombia) y atraer el apoyo para Irán y su política mediante incentivos y promesas de ayuda económica (que no siempre proporciona en la práctica). Además, Irán está reclutando a los países latinoamericanos para que sirvan a la agenda antiisraelí. Como reacción a la Operación Plomo Fundido de Israel en Gaza, Venezuela expulsó al embajador israelí y creó un ambiente hostil para los judíos que condujo a la intensificación de manifestaciones antisemitas, tal como el daño ocasionado a la tradicional sinagoga principal de Caracas, Tiferet Yisrael y la destrucción de libros sagrados que se encontraban allí, un ataque que Chávez condenó. Bolivia también rompió relaciones diplomáticas con Israel debido a la campaña militar. El fortalecimiento de los lazos entre Irán y Venezuela ha producido la emigración de más de una cuarta parte de los judíos venezolanos.
Bases de reclutamiento y apoyo
En toda Latinoamérica residen alrededor de 4,6 a 6 millones de musulmanes, la mayoría de ellos sunni y la minoría shiita. Entre la población musulmana hay dos comunidades prominentes: una de ellas se originó en la India, Indonesia y Pakistán; la otra, que consiste en musulmanes originarios de Siria, Líbano y Palestina, que emigraron en los siglos diecinueve y veinte. Los centros de población musulmana, con un énfasis en los shiitas, forman una conveniente base de reclutamiento para Irán, tanto en lo que respecta a la promoción de sus objetivos revolucionarios como en la ayuda que brindan al funcionamiento de los elementos terroristas que benefician a este país.
Además del terror y la actividad criminal de Irán e Hizbalá en la base musulmana de Latinoamérica, Irán y sus emisarios en la región también se dedican a una extensa actividad cultural y religiosa con el propósito de exportar la Revolución Islámica y, principalmente, para diseminar en introducir el Islam shiita, incluso al punto de convertir a varias poblaciones del continente al shiismo. La actividad de islamización es llevada a cabo por la organización Ahel al-Beit, que trabaja para la diseminación del shiismo a través del mundo, y por otros centros shiitas de Latinoamérica.12 Ahel al-Beit maneja un sitio web en español que se dirige a las audiencias latinoamericanas.13 Los integrantes regionales que se reclutan se envían a Irán para su adoctrinamiento, que incluye estudios religiosos, entrenamiento militar y el posterior regreso a sus respectivos países. Estos integrantes mantienen contacto con elementos iraníes y de Hisbalá que operan en su país y que sirven como el brazo operativo de la política iraní (en mezquitas, marcos de trabajo sociales, etc.) Además, Irán trabaja para fortalecer la cooperación en el campo de las comunicaciones de masas y para establecer contacto con los residentes latinoamericanos en sus idiomas. Por ejemplo, el asesor de Ahmadinejad para asuntos relativos a los medios de comunicación, Ali Akbar Javanfekr, suscribió un memorándum de entendimiento con la agencia de noticias venezolana AVN con el fin de reforzar la cooperación en los intercambios de noticias y fotografías.14
Se presagia un peligro inminente
Los Estados Unidos están muy conscientes de la rápida escalada de la actividad iraní en Latinoamérica. En años recientes muchas agencias de inteligencia, el Departamento de Estado, el ejército, la DEA (Organismo para la Vigilancia y el Control de Drogas, siglas en inglés) entre otros, han advertido sobre esta tendencia y sus repercusiones negativas para los ciudadanos de EE. UU. y sus aliados en Latinoamérica a corto, mediano y largo plazo.
Parte de la evidencia fresca con respecto a la participación iraní en Estados Unidos la proporcionó el general Douglas M. Fraser, director del Comando Sur de EE. UU., al Comité de Servicios Armados del Senado el 5 de abril de 2011:
Irán continúa expandiendo los lazos regionales para respaldar su meta diplomática de reducir el impacto de las sanciones internacionales relacionadas con su programa nuclear. Aunque gran parte de la colaboración de Irán en la región ha sido con Venezuela y Bolivia, en la última década casi ha doblado el número de embajadas en la región y ha albergado a tres jefes de estado regionales en 2010. Actualmente, pareciera que la participación iraní en Venezuela se basa en intereses compartidos: evitar el aislamiento internacional, el acceso a tecnologías militares y de petróleo, la reducción de la influencia de EE. UU… Además de los actores de estados extra regionales, hay miembros de organizaciones extremistas violentas (VEO, siglas en inglés) procedentes del Medio Oriente que permanecen activos en Latinoamérica y el Caribe y constituyen una amenaza potencial. Los partidarios de Hizbalá continúan recaudando fondos en la región para financiar sus actividades en todo el mundo.15
Un informe especial actualizado del CRS (Servicio de Investigación del Congreso) de febrero de 2011,16 “Latinoamérica: Cuestiones de Terrorismo”, pone de manifiesto a Irán. Los Estados Unidos expresan su preocupación sobre la falta de cooperación de Venezuela en la lucha contra el terrorismo y su apoyo a grupos terroristas en Colombia. El informe también se enfoca en la redoblada actividad de Irán en Latinoamérica, especialmente en relación con sus intentos de eludir las sanciones (Venezuela ha prometido suplirle a Irán petróleo refinado en caso de que se produzcan sanciones) y sus lazos con el Hizbalá libanés. También enfatiza los lazos crecientes entre Irán y Venezuela, ambos miembros de la OPEC, desde la reelección de Ahmadinejad en 2005. El informe dice: “Una razón fundamental para este enfoque creciente en Latinoamérica pareciera deberse al esfuerzo de Irán para superar su aislamiento internacional. La relación personal entre Ahmadinejad y Chávez ha impulsado el fortalecimiento de lazos bilaterales”.
En mayo, el viceministro de industria y minería de Irán indicó que Venezuela es el mayor importador de productos industriales y de minerales iraníes de Latinoamérica.17 También en ese mes, el embajador Iraní en Caracas dijo que “las relaciones entre Irán y Venezuela se basan en intereses mutuos y están influenciadas por los puntos comunes de las revoluciones en ambos países, que incluyen un movimiento hacia la autosuficiencia al nivel interno y a la búsqueda de justicia y el enfrentamiento de las políticas hegemónicas en la escena internacional”18
En septiembre de 2009, Chávez visitó Irán y suscribió una serie de contratos y acuerdos en el campo de la energía. Algunos de estos contravienen las sanciones impuestas a Irán y la legislación estadounidense en este campo. El presidente venezolano también expresa su apoyo al programa nuclear iraní, y hay informes que divulgan que Irán ayudará a Venezuela en la prospección de uranio.19 Esto va en contra de la Resolución 1929 del Consejo de Seguridad de la ONU, que prohíbe inversiones iraníes en minería de uranio fuera de Irán.
La cooperación iraní-venezolana continúa progresando en muchas áreas. Por ejemplo, el director del comando Khatem al-Anbia de la Guardia Revolucionaria Iraní, el general Rostam Ghasemi, dijo en mayo de 2011 que el comando estaba gestionando actualmente la planificación y construcción de un buque cisterna con una capacidad de 120 toneladas para Venezuela.20 Como se indicó anteriormente, este brazo de la Guardia Revolucionaria es responsable de la construcción de la base de misiles iraníes en Venezuela (que, por su parte, negó que esto estaba sucediendo). Esto también pone en práctica la mayoría de los proyectos estratégicos nacionales de Irán en el campo de la infraestura, tales como el reforzamiento de sitios nucleares sensibles.
La aprensión creciente de Estados Unidos acerca de la expansión de la actividad iraní en su traspatio ya se había evidenciado durante la presidencia de George W. Bush, especialmente a la luz de la creciente fricción entre Estados Unidos e Irán debido a la prolongada crisis nuclear y las sanciones. Entre más tiempo se mantienen las sanciones, más eficaz es la forma en que Irán lidia con estas; recurre tanto a la creación de rutas de adquisición para evadir las sanciones como a la construcción de posibilidades que le permitan responder en el caso de sufrir un ataque o de sentir que el cerco económico y diplomático se estrecha en a su alrededor. Irán quiere preparar sus opciones de respuesta contra los Estados Unidos y no dudará en utilizarlas (como ya lo ha hecho en el Medio Oriente en 1983 y 1984, tanto en los bombardeos de la embajada de los EE. UU y los cuarteles de la Marina en Beirut como en el bombardeo de las Torres Khobar en Arabia Saudita en 1996).
Necesidades prioritarias en materia de inteligencia
Uno de los indicadores principales de que los EE. UU. conocen la gravedad de la amenaza que representa Irán en Latinoamérica es un telegrama, revelado por WikiLeaks, que Hillary Clinton, la Secretaria de Estado de los EE. UU., envió a principios de 2009 a todas las embajadas de EE. UU en Latinoamérica. El telegrama decía que Irán estaba tratando de entablar relaciones con los países latinoamericanos con el objeto de romper su creciente aislamiento diplomático y que consideraba a los países izquierdistas como socios en su doctrina anti-estadounidense. También decía que Ahmadinejad era la fuerza principal detrás de esta política, y que su colaborador, quien le “abre puertas” en los países latinoamericanos, era Chávez, e indicó que los amplios lazos de Irán con Venezuela se destacan en la cooperación militar (lo que constituyó el contexto del informe de Die Welt). Esta cooperación, según afirmaba el telegrama, representaba el peligro más tangible e inmediato. Clinton mencionó también en relación con esto la libertad de Hizbalá de recaudar fondos y de llevar a cabo actividades, aunada al hecho de que esta organización veía a Venezuela como un lugar seguro, desde el cual podía operar libremente. El telegrama indicaba además que Irán había establecido centros culturales en dieciséis países latinoamericanos y había enviado embajadores a diez países adicionales.21
Además, el telegrama conlleva una serie de interrogantes (conocidos como PIR, necesidades prioritarias en materia de inteligencia, siglas en inglés) del Departamento de Estado de EE. UU. a las embajadas y a los especialistas sobre Irán de las diferentes agencias. Esto confirma, quizás más que ninguna otra cosa, la creciente preocupación de Washington acerca de la actividad y la amenaza inminente que Irán representa en Latinoamérica y de su deseo de identificar sus detalles. Debería indicarse que la gran atención del telegrama a estos temas demuestra que las diferentes agencias de inteligencia y sanciones de EE. UU. ya han acumulado una gran cantidad de información acerca de las actividades iraníes.
Las principales preocupaciones de EE. UU. son: ¿cuál es el alcance de la actividad de Irán en Latinoamérica; hasta qué punto Irán y sus socios en la región están actuando contra los Estados Unidos y sus intereses, y quién está detrás para moldear e implementar esta actividad (las posibilidades incluyen al ministro de relaciones exteriores de Irán, al ministro de inteligencia y a la Guardia Revolucionaria)? ¿Cómo se coordina la actividad en el campo; cómo difunde Irán su influencia cultural y religiosa en la región? ¿Cuáles son los contextos shiitas de esta actividad en cada país en particular; cuál es el tamaño de las comunidades musulmanas shiitas que constituyen los clanes de Hisbalá; cómo funcionan las delegaciones diplomáticas en la región?
La PIR continúa detallando ampliamente las áreas de actividad iraníes en Latinoamérica, lo que perturba a Estados Unidos. ¿Pretende Irán utilizar a Latinoamérica como una plataforma para actividades terroristas, directamente o a través de sustitutos? ¿Apoya este país actividades terroristas Latinoamérica propiamente; trabajan los funcionarios internos del régimen iraní para establecer redes de células para una actividad terrorista futura? ¿Comparten Irán y Hisbalá objetivos similares en la región, y en qué grado está involucrada la Fuerza de Jerusalén (Qods) de la Guardia Revolucionaria (el brazo operativo de la Guardia Revolucionaria para las actividades terroristas subversivas fuera de Irán)? Preguntas adicionales incluyen: ¿están los centros culturales iraníes, la inteligencia y los operarios de la Guardia Revolucionaria en contacto con los conversos al Islam; cómo se administran los reclutas latinoamericanos que han recibido entrenamiento en Irán y el Medio Oriente; a qué se dedican los conversos al regresar, después de recibir estudios religiosos y adoctrinamiento en Irán; intentan elementos iraníes penetrar al territorio estadounidense o a compañías privadas estadounidenses a través de Latinoamérica; cómo funciona Irán en Latinoamérica para evadir las sanciones; está Teherán involucrado de alguna manera en los esfuerzos para combatir el tráfico de narcóticos; y cuál es el alcance de los contactos militares de Irán con los países regionales y en especial con Venezuela—que incluyen la restauración de motores de aviones F-5, la compra de vehículos aéreos no tripulados y el uso de aviones de la compañía petrolera venezolana PDVSA para transferir armas desde Teherán hacia Damasco?
Preocupación sobre el nivel de actividad subversiva
El 29 de enero de 2009, el secretario de defensa de EE. UU., Robert Gates, dijo que le perturbaba "el grado de actividad subversiva que Irán realizaba en una serie de países latinoamericanos, especialmente en el sur y en el centro… Está abriendo muchas oficinas y muchos frentes, por medio de los cuales interfiere los acontecimientos de algunos de estos países”. Y añadió: “la verdad es que estoy más preocupado por la participación iraní en esta región que por la participación rusa".22 En una reunión celebrada en febrero de 2010 entre Eliot Engel, miembro de alto rango del Subcomité de Relaciones Exteriores del Hemisferio Occidental de la Cámara de Representantes, y la presidenta Cristina Fernández de Kirchner de Argentina se dijo que los Estados Unidos estaban preocupados por la creciente actividad de Irán en Latinoamérica y por la evidencia acumulativa de que Chávez estaba proporcionándole a Irán apoyo logístico y político para llevar a cabo actividades terroristas. 23 Una evaluación del estatus realizada por la embajada de EE. UU. en Brasil en julio de 2008 (según WikiLeaks) indicó, entre otras cosas, que Irán seguía una política exterior agresiva en Latinoamérica. En el transcurso de visitas frecuentes de funcionarios iraníes a la región, Irán trataba de persuadir a países, entre ellos Brasil, a unirse al bloque anti-estadounidense, del cual Ecuador, Bolivia y Venezuela ya eran miembros. Además, Irán llevaba a cabo una “diplomacia suave”, que apelaba a la opinión pública en Brasil y destacaba el “paralelismo entre el programa nuclear pacífico de Brasil y el supuesto deseo [de Irán] de tener también un programa ‘pacífico’ [propio]”.24
Venezuela como trampolín para la actividad de la Guardia Revolucionaria en Latinoamérica En el Informe sobre Terrorismo por Países de 2009 (publicado en agosto de 2010), el Departamento de Estado de Estados Unidos expresó su inquietud por la intensificación de los lazos entre Venezuela bajo el gobierno de Chávez e “Irán, un estado patrocinador de terrorismo”25, y especialmente entre Irán y otros países latinoamericanos.26 Un informe adicional no confidencial que el Departamento de Defensa de EE. UU. presentó ante el Congreso, titulado “El poder militar de Irán”, decía entre otras cosas que la Fuerza Qods de la Guardia Revolucionaria (IRGC-QF, siglas en inglés) mantiene una infraestructura funcional alrededor del mundo, y recientemente se ha registrado también un aumento apreciable de su presencia en Latinoamérica, especialmente en Venezuela, y si Irán intensificara su actividad en estos países es factible que el contacto con el IRGC-QF sería “frecuente y sistemático”.
El informe indica además que el IRGC-QF funciona fuera de las embajadas, las fundaciones benéficas y las instituciones religiosas y culturales, para fortalecer sus lazos con las poblaciones locales con un énfasis en los shiitas, y que maneja grupos paramilitares para apoyar a grupos terroristas. De hecho, el IRGC-QF estuvo involucrado en los antedichos bombardeos de la embajada de los EE. UU. y los cuarteles de la Marina en Beirut (1983 and 1984), los ataques terroristas del edificio del Centro Comunitario judío AMIA en Buenos Aires en 1994, los ataques terroristas en las Torres Khobar en Arabia Saudita en 1996 y en muchos de los ataques contra las fuerzas aliadas en Irak.27 El informe CRS y otros relacionan a Irán, incluyendo al ex presidente Rafsanjani, y a Hizbalá con los ataques terroristas en Argentina.
Narcoterroristas
En marzo de 2009, Dennis Blair, el ex director de la inteligencia estadounidense, presentó al Comité de las Fuerzas Armadas del Senado un informe anual sobre las amenazas que enfrentan los Estados Unidos. En este contexto, Blair se refirió a los lazos personales creados entre el presidente iraní y el venezolano. Blair enfatiza que Venezuela constituye un puente para que Teherán establezca contactos con otros países latinoamericanos. Según su opinión, el fortalecimiento de los lazos entre Chávez e Irán, junto con la corrupción desenfrenada de Venezuela, crearon un entorno conveniente que Hizbalá estaba explotando. Blair añadió que Venezuela ocupaba el segundo lugar, después de Colombia, como fuente para la exportación de cocaína en Latinoamérica y el primer lugar en lo que respecta al contrabando de drogas por vía aérea hacia los mercados mundiales.28
En enero, el jefe de USEUCOM (Comando Europeo de los Estados Unidos), James Stavridis, en el curso de una conferencia en el Centro de Estudios Estratégicos (CSIS, siglas en inglés) en Washington que se enfoca en asuntos latinoamericanos, advirtió acerca del vínculo entre el narcoterrorismo y el terrorismo relacionado con la actividad de grupos islámicos radicales que podría tener repercusiones destructivas. Stavridis expresó su aprehensión acerca de la participación de “agentes externos” (una clara alusión a Irán) que podrían transformar a los narcoterroristas en partícipes en el Islam radical, justo a las puertas de los Estados Unidos. Mientras apuntaba hacia una fotografía de Ahmadinejad (junto a los presidentes de Venezuela y Bolivia) indicó que “este caballero es el presidente de un estado que financia y apoya el terror, es una persona muy peligrosa y está presente y activo en esta región del mundo".
De modo similar, Charles Allen, quien sirvió como jefe de análisis de inteligencia en el Departamento de Seguridad Nacional, calculó que Hisbalá y al-Qaeda ya estaban involucrados en la recaudación de fondos en Latinoamérica y podrían establecer lazos con los barones de la droga y utilizarlos para que lleven a cabo ataques terroristas contra los Estados Unidos. Los barones de la droga ya se especializan en producir documentos falsificados, esconder armamento, contrabandear, lavar dinero y proporcionar lugares seguros. Añadió que aunque por el momento esto era poco plausible, algunos de los regímenes latinoamericanos ofrecían un “terreno fértil” para esta clase de actividad debido su corrupción y sus débiles servicios de seguridad. 29
Una investigación realizada por la cadena noticiosa Fox News en que cita a ex funcionarios de alto rango de la DEA y al Departamento de Seguridad Nacional, encontró que los operarios de Hizbalá están involucrados en la creación de redes para el contrabando de droga y armas en colaboración con los carteles de droga en México. Los operarios de Hizbalá se introducen de contrabando a través de estas redes hacia los Estados Unidos a través de túneles tan sofisticados como los que permiten el contrabando de armas hacia Gaza. En este contexto, Jameel Nasr fue arrestado después de viajar muchas veces a Líbano donde se reunió con personas importantes de Hizbalá. Tal como comentó la representante Connie Mack, presidenta del Subcomité del Hemisferio Occidental: “Creo que la pregunta que todos debemos formularnos es, ¿cuando los terroristas vienen a Latinoamérica, cuando se mueven hacia México, cuántos han entrado a los Estados Unidos? Nuestro gobierno desconoce la respuesta a esta pregunta. Esto debería darnos mucho miedo”. 30
La Evaluación Nacional sobre la Amenaza de Drogas de 2010 de la DEA destaca que los cuerpos de seguridad sólo encuentran a una pequeña cantidad de los extranjeros (de cientos que lo intentan) procedentes de países de interés especial para los Estados Unidos (tales como Irán, Irak y Pakistán) que tratan de cruzar la frontera ilegalmente desde México hacia los Estados Unidos. El informe señala que una serie de organizaciones que contrabandean extranjeros indocumentados (ASO, siglas en inglés) tienen un interés especial en ingresar a los Estados Unidos. “Sin embargo, entre los extranjeros de países de interés especial que se han encontrado en la frontera entre EE. UU. y México en un lapso de al menos cinco años, no se ha identificado a ningún terrorista documentado, conocido o sospechoso, al cual una DTO (organización traficante de drogas, siglas en inglés) le haya ayudado”.31
El Informe de Estrategia Internacional de Control de Narcóticos de 2009 del Departamento de Estado de los Estados Unidos indicó que en el curso de una gran operación de arresto efectuada por la DEA, sus agentes establecieron una relación directa entre los carteles de la droga tradicionales en Colombia y los lavadores de dinero del Medio Oriente afiliados con Hizbalá. El informe menciona también la colaboración de Hamás e Hizbalá en el lavado de dinero en la región de las tres fronteras entre Brasil, Argentina y Paraguay.32 Por lo tanto, de hecho, la presencia iraní en Latinoamérica hace que Latinoamérica constituya una amenaza internacional que pasa a través del Medio Oriente y África, principalmente en África occidental donde Hizbalá mantiene una presencia importante. En marzo de 2010, la problemática región latinoamericana y sus relaciones con el Medio Oriente recibieron una mención detallada en la declaración del asistente administrativo de inteligencia de la DEA, Anthony Plácido, ante el subcomité de Supervisión y Reforma Gubernamental de Seguridad Nacional y Relaciones Exteriores.
La cantidad relativamente pequeña de drogas que se contrabandea en el área de las tres fronteras no sería necesariamente una prioridad importante para la DEA si se contrasta con los envíos de muchas toneladas que transitan por los corredores del Pacífico Oriental y el Caribe. Sin embargo, como el costo de las drogas en esta región es mucho más bajo, estas se pueden revender en otros países y producir una gran ganancia, que quienes buscan fundos para promover la actividad terrorista, tales como Hizbalá, pueden aprovechar... Las DTO con base en el área de tres fronteras tienen vínculos con los grupos islámicos radicales tales como Hizbalá. Es importante tener presente que no existe una amenaza incipiente propiamente dicha, sino que esta ha existido desde finales de la década de 1980 o inicios de la década de 1990... Hay numerosos informes de ingresos por cocaína que entran a las arcas de grupos radicales islámicos (GRI, tales como Hizbalá y Hamás en Europa y el Medio Oriente).33
En octubre de 2009, el Subcomité para Asuntos del Hemisferio Occidental del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes, sostuvo una audiencia especial con el profesor Norman A. Bailey del Instituto de Política Mundial. Bailey se refirió ampliamente a la participación de Irán en el comercio internacional de drogas, mientras explotaba las fábricas de cemento que estaba estableciendo en Venezuela, entre otros lugares, en la región del delta del río Orinoco y sus rutas de transferencia. Bailey resumió como sigue:
En los últimos años, Irán ha construido una extensa red de instalaciones a través de la región, que se concentra en Venezuela, Ecuador, Bolivia, Centroamérica y Panamá, y se ha involucrado en el financiamiento de organizaciones terroristas, el tráfico de drogas, el contrabando de armas, el lavado de dinero, el suministro de precursores químicos a los carteles de droga colombianos y al contrabando de diamantes (Venezuela ha sido expulsado de la agencia internacional encargada de la regulación del comercio de diamantes). Se está volviendo cada vez más evidente que una de las motivaciones principales de toda esta actividad es poder vengarse de los Estados Unidos en caso de ser atacado, especialmente a través de la destrucción de las instalaciones de petróleo venezolanas y el bloqueo del Canal de Panamá. En resumen, la penetración iraní en el hemisferio occidental ciertamente es una amenaza a la seguridad de los Estados Unidos y del resto del hemisferio.34
La representante Sue Myrick (R-N.C.) envió una carta a mediados de 2010 a la Secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, pidiéndole que examine exhaustivamente los informes sobre la colaboración entre Hizbalá y los carteles de drogas a lo largo de la frontera con México y que establezca una unidad operativa para hacerle frente con firmeza a la grave amenaza para la seguridad de EE. UU. Myrick citó los puntos de vista y los hallazgos de ex funcionarios de inteligencia entre otros. Uno de ellos era un “oficial mexicano de alto rango” quien, según dijo Myrick, cree que Hizbalá podría estar entrenando carteles de droga mexicanos para hacer bombas. “Esto podría llevar a bombardeos de carros al estilo de Israel contra el personal de la frontera mexicana-estadounidense o las unidades de la Guardia Nacional".35 En los dos años pasados el tema de la participación de Hizbalá y Hamás en el uso de los carteles de drogas para recaudar dinero y perpetrar actividades terroristas ha surgido en muchas audiencias.
El contrabando de drogas, así como la recaudación y el lavado de dinero, sirven para financiar la actividad de Irán e Hizbalá en Latinoamérica. Las enormes inversiones que Irán está haciendo principalmente mediante la Guardia Revolucionaria, que expande su actividad civil y militar en Latinoamérica y también desarrolla medios de combate naval asimétrico, pueden servir como una infraestructura para el contrabando de droga desde Latinoamérica hacia el territorio de los Estados Unidos y Europa.
Colombia está invirtiendo enormes recursos y actividad contra el contrabando de droga por mar, que incluye la utilización de submarinos y mini submarinos36 para proscribir el contrabando que se lleva a cabo por medio de relaciones entre organizaciones criminales internacionales de África, México, Latinoamérica y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Desde el 2000, se han incautado más se veintisiete toneladas de cocaína que se contrabandearon por medio de submarinos.37
Recientemente se reveló que se habían utilizado submarinos y botes rápidos para contrabandear drogas en la región de Delta Amacuro en Venezuela. Un submarino con capacidad para transferir hasta doce toneladas de drogas se incautó en Ecuador en julio de 2010 con la participación de agentes de la DEA.38 Hay una constante y vigorosa actividad de interdicción por parte de la DEA y los países latinoamericanos para evitar el contrabando de drogas a los Estados Unidos y Europa.
El comandante de la Guardia Revolucionaria, Mohammad Ali Jafari, se refirió recientemente a un papel más amplio para los submarinos, y especialmente los mini submarinos, en la guerra naval asimétrica de Irán y a la integración de la Guardia Revolucionaria a esta iniciativa. Jafari dijo que la Guardia Revolucionaria funciona en entornos sumergidos de una manera asimétrica y en dimensiones pequeñas, y que de todas formas ellos no tienen intenciones de fabricar submarinos grandes porque estos son vulnerables. Jafari explicó que cuando se trata de aumentar las capacidades para lidiar con los enemigos en una guerra asimétrica, también hay que emplear métodos asimétricos en la fabricación de equipos.
Además, explicó que el equipo sumergido debe ser más veloz y más pequeño, aunque con funciones similares a los botes rápidos de la superficie que los enemigos temen. Jafari añadió que actualmente la Guardia Revolucionaria no sólo tiene la capacidad de defender el Golfo Pérsico y el Estrecho de Ormuz, sino también de luchar contra enemigos en regiones distantes. “Estamos invirtiendo un esfuerzo enorme en construir estas capacidades para poder afectar al enemigo de la misma manera en que el enemigo estacionado en áreas más allá de los confines del Golfo Pérsico puede afectar a Irán mediante aviones y misiles”.39 Las capacidades para guerra naval asimétrica que está construyendo la Guardia Revolucionaria se podrían utilizar para atacar a un buque de guerra en el espacio marítimo entre Latinoamérica y los Estados Unidos y también para ayudar al contrabando de drogas que se dirige hacia los Estados Unidos y Europa.
Recientemente, Mohammad Javad Larijani, jefe del Consejo Superior de Derechos Humanos de Irán, advirtió que si el Occidente continúa criticando a Irán por la ejecución de los delincuentes de la droga, Irán permitirá el tránsito de heroína a través de su territorio en el camino hacia Europa. Irán también tiene la capacidad de hacer esto a través de Latinoamérica.40 Inundar al Occidente con drogas no es una idea novedosa iraní; Líbano también sirve como canal para este propósito, y ahora, aparentemente, Irán actúa en este sentido desde Latinoamérica.
La ventaja de los mini submarinos, del tipo que utiliza Irán, es que pueden llevar furtivamente cantidades enormes de drogas en comparación con los botes rápidos que generalmente sirven para este propósito. Además del contrabando de drogas, los submarinos pueden acarrear una carga de explosivos que puede dañar barcos de guerra o mercantes que operan en el océano Pacífico,41 y también se pueden utilizar para contrabandear armas hacia los Estados Unidos. Irán es capaz de implementar sus amenazas contra los Estados Unidos en el contexto de la guerra asimétrica y podría utilizar la infraestructura narcoterrorista que está construyendo en los países latinoamericanos.
¿Qué sigue?
La infraestructura operativa que Irán está estableciendo con la ayuda de IRGC-QF y activistas de Hizbalá en Latinoamérica, bajo el patrocinio de Venezuela y otros países, puede ayudar a dañar los intereses estadounidenses y occidentales en el caso de ser atacado o de detectar la inminencia de un ataque. Es cierto que hay bases estadounidenses (por ejemplo, el comando de la 5ª flota en Bahréin) tentadoramente cercanas,42 pero el hecho de que ahora Irán pueda dañar los intereses de EE. UU. en Latinoamérica e incluso en el territorio de EE. UU. es aún más atractivo, lo que le demuestra a los Estados Unidos que Irán también tiene un brazo largo y está creando un equilibrio estratégico, de forma que si los Estados Unidos actuara en el traspatio de Irán, este puede reciprocar.
La actividad de Irán en Latinoamérica también proporciona un trampolín para su actividad en otros foros mundiales. El denominador común y las herramientas que sirven para esta actividad son idénticos. En su aspiración a una hegemonía regional y global, Irán pretende llenar dos necesidades importantes: salir de su aislamiento internacional y erosionar las sanciones que se le impusieron. En este contexto, los Estados Unidos desempeñan un papel importante como el líder de la iniciativa de las sanciones y el aislamiento, además de ser el del país que, desde la perspectiva de Irán, usurpa su papel como el líder del mundo libre.
Las herramientas que esgrime Irán en la batalla son idénticas: el terror, el comercio de droga, la ayuda militar y económica a diversos actores y mucha retórica anti-estadounidense. El Hizbalá libanés sirve como el brazo largo de Irán en los teatros de actividad de todo el mundo. Esto comienza con Irak, donde Hizbalá ayuda y entrena a las milicias shiitas que han llevado a cabo ataques terroristas sofisticados contra las fuerzas aliadas y el estado iraquí en ciernes. Continúa con los estados del Golfo (Bahréin, Kuwait, entre otros), Israel, la Autoridad Palestina, África Occidental, hasta el triángulo de la frontera de Brasil, Argentina y Paraguay. En conjunto con la Fuerza Qods de la Guardia Revolucionaria, Hizbalá sirve como el “sicario” de Irán para los ataques terroristas, que se han perpetrado en Argentina, Arabia Saudita, Kuwait, etc.
Las diversas agencias de inteligencia y sanciones de EE. UU. se dan perfecta cuenta de esta actividad iraní y de Hizbalá, aunque el asunto no recibe su lugar adecuado en el discurso público de los EE. UU. y el precio que se le hace pagar a Irán es bajo. Igualmente, la profunda participación en el terrorismo en otros campos, y particularmente en el palestino (que involucra la ayuda a Hamás y al Jihad islámico palestino) conlleva un precio bajo. Esto le permite a Irán persistir en esta iniciativa y preparar el terreno en espera de una oportunidad futura para actuar, ya sea por su propia iniciativa o como respuesta a una acción en su contra.
Irán mueve sus piezas en el tablero de ajedrez mundial constante y asiduamente, acechando y esperando una oportunidad para lanzar una sorpresa. Sus movimientos son bastante conocidos para el personal de inteligencia y los dirigentes de los estados occidentales, y la única pregunta que queda es cuál será su siguiente paso en la confrontación de la amenaza iraní. Debe tenerse presente que las infraestructuras que está creando Irán, algunas que ya funcionan y otras que están en formación, tendrán una doble implicación si Irán se las agencia para obtener armas nucleares y operar estas infraestructuras al amparo de su paraguas nuclear.
Se le ha dado jaque mate al Shah de Irán, pero la amenaza iraní está sumamente activa.