jueves, 26 de abril de 2012

El testimonio de un amigo cercano

por (Ana Jerozolimski) El Dr. Antonio Turnes, “Premio Jerusalem 2011”, es médico y escritor, nacido en 1943. Fue Secretario Ejecutivo de la Confederación Médica Panamericana y Administrador General del Sindicato Médico del Uruguay, durante 20 años. Autor de diez libros. Actualmente es miembro titular de la Academia Nacional de Medicina. Es casado, tiene dos hijas y un nieto. P: Antonio, no puedo evitar comenzar la entrevista comentando que me dio una profunda alegría oír hace ya un tiempo que tu serías el galardonado con el “Premio Jerusalem” este año…Nos conocimos en Jerusalem, cuando fuiste invitado, si mal no recuerdo por FESELA-Federación Sefaradí Latinoamericana- tras escribir tú ese singular libro “Maimónides, el sabio sefaradí: El médico judío-español de la Edad de Oro”. Pues ante todo, felicitaciones..y vayamos por partes. Lo primero es, inevitablemente, preguntarte cómo te sientes con este galardón… R: La primera reacción te confieso fue de incredulidad y sorpresa, porque no consideraba que pudiera estar en condiciones de recibirlo, habida cuenta de las personalidades que antes fueron distinguidas. Un enorme honor y una enorme responsabilidad. Pero una gran alegría, por el cariño que expresa de que todas las organizaciones judías de Uruguay hayan pensado que podía ser destinatario de ese premio tan prestigioso. P: Mencionaba yo antes aquel viaje a Jerusalem, que si mal no recuerdo, era el primero tuyo a Israel en general y por cierto también a Jerusalem cuyo nombre lleva el premio que ahora estás por recibir. ¿Qué significó para ti aquel viaje? R: El viaje era un premio de FESELA por el libro. Pero la visita a Israel y particularmente a Jerusalem, donde tuvimos el encuentro, marcó un antes y un después en mi espíritu y en la visión que tenía de ese maravilloso país. Lo primero ver el desarrollo económico y social que tiene, que lo ubica entre los más altos del mundo, con excelentes universidades, un polo de desarrollo tecnológico de alto nivel, que explica logros todo el tiempo y los Premios que obtienen sus científicos, o el destaque de sus artistas. En segundo lugar observar la convivencia en paz y armonía, sobre todo en Jerusalem, de las diversas religiones y etnias. Ver que en las Universidades y Hospitales concurre gran cantidad de personas de origen árabe, o que en las calles hay comercios de unos y otros, o te cruzas con religiosos de los más diversos orígenes, judíos, cristianos, ortodoxos griegos, coptos, musulmanes, te transporta a sentirte que estás viviendo una historia muy antigua y rara, que nada tiene que ver con lo que sucede fuera del país. Donde el enfrentamiento, el hostigamiento de los Estados vecinos es permanente y obliga a medidas de seguridad muy severas, porque el terrorismo puede aflorar en cualquier momento y lugar. En tercer lugar esa magia de Jerusalem que se traduce en perfumes y olores que seducen, la hermosura de la Ciudad Vieja, que parece un museo pero que es palpitante de vida y de actividad, y permite al visitante recorrer con gran cercanía los sitios sagrados para las tres religiones monoteístas. Mientras caminas por la Vía Dolorosa sientes el canto del muecín que desde la mezquita llama a la oración. Ves la cantidad de peregrinos que llegan al Santo Sepulcro y la multitud de visitantes particulares que tiene, en amplia gama, el Muro Occidental o Muro de las Lamentaciones, con los judíos que acuden de todo el mundo para orar y dejar su esperanza, materializada en sus deseos escritos entre las grandes rocas. P: Para una persona inmersa en la cultura occidental, en temas del saber y aprender constantemente, en el deseo de constante superación…aunque no necesariamente motivado por una visión religiosa ¿hay un antes y un después de conocer Jerusalem? Bueno, algo ya mencionaste de eso… R: Sin duda que lo hay, porque caen muchos pre-juicios que uno lleva o piensa de un país que se lo conoce más por estar defendiéndose de sus vecinos, que por la vida pacífica que llevan sus habitantes, dedicados a sus tareas, al estudio y a construir un gran país, nacido del desierto. Desde luego las personas que conocí allí fueron también impactantes, por su cariño y compromiso con la Tierra Prometida, y con sus historias personales. Pero eso ya te lo conté en otra oportunidad. Algunos que fueron a pelear a la Guerra de la Independencia en 1948, otros que fueron diplomáticos, ministros o Presidentes, como Itzak Navon, que me impresionó profundamente, por su talante y por los recuerdos que tenía de su pasaje por Montevideo en el esplendor de su democracia. Y las anécdotas de su trabajo con David Ben Gurión, el que declaró la Independencia en mayo de 1948 y fue Primer Ministro muchos años. Pero sobre todo quiero resaltar de qué forma Israel ha acogido a los ciudadanos judíos venidos de todas partes para encontrar en esa tierra un lugar de paz, de trabajo y de familia. Lo que significó no sólo para los que huyeron del infierno de la Europa de posguerra, sino los que migraron desde América Latina, y los que procedieron de Rusia y los países de Europa del Este, o de Etiopía. Un país organizado para la acogida de cientos de miles de personas con sus familias que vienen a instalarse buscando un rincón de paz. P: Antonio, el trasfondo del Premio Jerusalem con el que se te galardona, no es simplemente, por supuesto, que estuviste en Jerusalem…Eso sería demasiado fácil ..el tema es que en la colectividad judía de nuestro país, se te ve como un amigo, como alguien cercano que comparte valores y sentimientos. Tu me contaste que te sorprendiste mucho cuando te fueron a avisar del premio…y con eso me hiciste acordar lo que me dijo una vez el Dr. Ricardo Ayestarán cuando me contacté con él para comentarle positivamente un artículo que había escrito, cuyos detalles en este momento no recuerdo, en el que defendía ciertas posiciones consideradas favorables a los judíos o a Israel y criticaba actitudes hostiles a los judíos..Y él me dijo que no deja de sorprenderle ver cómo los judíos aprecian cuando quienes no lo son muestran comprensión , cercanía y hasta defensa de sus posturas..¿Tú también lo sientes así? Y si tu respuesta es positiva ¿te animas a analizarlo? R: Si, totalmente. No tenía antes la dimensión de ese aprecio, que se manifiesta en valorar la defensa de algunos valores. Creo que Israel tiene generalmente “mala prensa”, porque sólo se ven los aspectos de confrontación militar, de enfrentar el hostigamiento del terrorismo por todas sus fronteras, y ser esa la noticia más frecuente. Que oculta la riqueza y el potencial que encierra su población trabajadora, sencilla, inteligente, creativa. Es muy duro apreciar como a través de la historia, el pueblo judío fue una y otra vez sometido a la esclavitud, o expulsado, perseguido y exterminado. La visita a Yad Vashem es profundamente conmovedora. Trasmite lo que fueron los Campos de exterminio y el padecimiento de los millones de judíos por el régimen nazi. Pero que no se comprenda, o no se quiera comprender, por diversas razones, que hay un contraste singular, entre un pueblo que ama y practica la democracia y trabaja por el progreso y la educación de sus ciudadanos, respetando sus diferencias religiosas y políticas, en contraste con lo que ocurre en los países de la región, dominados por el fanatismo religioso, es poco resaltado. Estados que viven en la opulencia, manteniendo a sus pueblos en una situación de miseria, donde la mujer tiene un sometimiento tan fuerte a prácticas que en el mundo occidental no se admiten desde hace siglos. Impidiéndoles desde su educación a exhibir su rostro, o no poder desarrollar su trabajo y sometiéndolas a castigos brutales, es algo que en nuestros países de destaca poco. Ese contraste creo que es una de las claves de Israel frente a sus vecinos, que algunos quieren echar al mar, para no tener esa muestra de Humanidad y Modernidad tan cerca. Y ese contraste entre un país del siglo XXI y otros que viven antes de la Edad Media, aunque los jeques tengan canillas de oro en sus palacios. P: Antonio, seguramente muchos de los lectores conocerán tu nombre, aunque no a ti personalmente quizás, por tus escritos sobre temas relacionados a la medicina en Uruguay. Has escrito libros diversos sobre la medicina uruguaya, recuerdo el de nefrología…y ahora otro estás con uno nuevo… R: Desde hace muchos años comencé a escribir pequeñas cosas vinculadas con la historia o la biografía de personajes entrañables de la Medicina. Ya son muchos artículos y algunos libros. El de los Recuerdos de los comienzos de la Nefrología en el Uruguay, fue una pequeña colaboración con quienes iniciaron una etapa muy rica, el Prof. Dante Petruccelli y los Dres. Teresita Llopart y Ernesto Corio, pero que reunieron testimonios de pacientes, enfermeras y otras profesiones, mostrando cómo se cambió una historia con la introducción de la diálisis crónica y la propia evolución a través de los tiempos de la valoración de la función renal. Con el Prof. Fernando Mañé Garzón hicimos hace tiempo un volumen que recoge cien biografías de Médicos uruguayos ejemplares, desde el siglo XVIII al XX. Uno sobre la historia de la sífilis, una enfermedad que hizo estragos, pero de la que se conocían pocos detalles. El año pasado uno sobre la vida, pasión y muerte de Florencio Sánchez en el centenario de su fallecimiento, basado en aspectos médico-sociales. Con otros colegas, los Profs. Eduardo Wilson y Aron Nowinski, entre los principales, estamos terminando una Historia del Hospital de Clínicas “Dr. Manuel Quintela” entre 1887 y 1974, que rescata una trayectoria rica de una época emblemática de la Medicina nacional, que es un trabajo de investigación que ya lleva cinco años. Está en prensa uno sobre la vida de Héctor Ardao, el Maestro de la Cirugía Plástica Reparadora en Uruguay, que tuvo el coraje de ir a Londres, durante la Guerra, en 1944, para aprender, tratando a los heridos que venían del Frente, con los más grandes Maestros de la Cirugía Plástica y del tratamiento de los quemados, entre otros. Hace dos años hicimos una breve revisión de La hidatidosis como problema de salud pública, a través de una mirada histórica, para el XXIII Congreso Internacional de Hidatidología, y en pocos días tendremos en Colonia del Sacramento, la conmemoración de los 70 años de fundación de la Asociación Internacional, obra de uruguayos, argentinos y brasileños, que luego se expandió al mundo. Y tal vez para el año que viene retomemos otras cien biografías de figuras relevantes de la Medicina que han desaparecido y merecen destacarse y recordarse. P: Es hermosamente apabullante tanta creación…Y un tema recurrente es el aporte de los judíos a la medicina uruguaya ¿verdad? R: Desde luego, desde el primer médico judío que hubo en Uruguay, el Dr. José Rosenblatt, que albergó a Albert Einstein en su hogar, hasta los muchos excelentes médicos y profesores que hubo a lo largo del siglo XX, a los que pude conocer personalmente, y recibir sus enseñanzas. Siempre estuvieron, siguiendo una antigua tradición, entre los mejores médicos. P: Me hiciste gracia hace unos días, cuando estuvimos en contacto de cara a esta entrevista, comentando que ahora “que no hacés nada”, o sea que no tenés un cargo formal , podés ayudar en la organización de un congreso,,,, y otras yerbas..¿Estás más ocupado que antes de jubilarte? R: Este año por razones familiares estamos viviendo en Maldonado la mayor parte del tiempo. Pero mis amigos y colegas me solicitan para colaborarles en diversas tareas, por Internet o en los breves momentos que paso en Montevideo. Ahora se está iniciando el Colegio Médico del Uruguay, una organización nueva aquí, pero vieja en el mundo, para cultivar y custodiar la ética profesional y el profesionalismo, y acabamos de tener la primera elección. Una y otra vez debí volver a la Comisión Electoral, para colaborar con mis colegas. Y son todas tareas muy gratas. Con algunas puedo cumplir, y otras las debo diferir. Pero como dice Ana María, mi esposa, ahora que estoy jubilado, tengo más trabajo que antes. P: Me imaginaba…¿Y cómo te queda tiempo para hacer de orgulloso abuelo del pequeño Federico Martín, que me contó un pajarito que ya cumplió 15 meses? Es que nosotros hablaremos de una “idishe mame”, pero por tu chochera con tu nieto, el significado sirve también para abuelos y no necesariamente judíos…. R: Es un momento muy lindo este de ser abuelos por vez primera, y cubrir una parte de algunos días, mientras su mamá trabaja enseñando en la Escuela como maestra pre-escolar a otros niños mayores. Traerlo y llevarlo a su casa, cada día que nos toca, tres por semana, es una delicia. Por ver su desarrollo y evolución, compartir sus juegos, alimentarlo o cambiarlo, disfrutando cuando se puede del sol y el aire del Este. Mi esposa y yo estamos muy contentos de poderlo atender, aunque a veces nos deja dolores articulares cuando se va, pero siempre con alegría renovada. P: Que lo disfruten siempre con mucha salud. Los lectores podrán disfrutar de esta belleza al menos en su hermosa foto que aquí reproducimos. Yo te agradezco por tu tiempo Antonio y por tus declaraciones. Quizás para terminar sería oportuno preguntarte, ahora que la Organización Sionista del Uruguay y en gran medida a través suyo la colectividad judía uruguaya, te galardona con el Premio Jerusalem, cómo ves tú esta relación que te ha acercado a la colectividad y que acercó la colectividad a tu corazón… R: El agradecido soy yo por este contacto. Creo que refuerza el compromiso de seguir haciendo cosas con ellos, que brindan tantas enseñanzas en todo cuanto hacen. Y que nos nutren a los uruguayos con sus iniciativas, su organización comunitaria, la práctica de la caridad y la lucha contra la discriminación. Por mostrar la diversidad del pueblo judío y dar a conocer más de su riquísima historia, que es la raíz de nuestra Civilización. Y de la que tendremos mucho que aprender, nosotros y las generaciones venideras. Para ayudar a un pueblo que ama la paz, pero tiene que vivir preparado para la guerra. Que es depositario de un enorme bagaje cultural e histórico y permanente fuente de inspiración como nación y por sus mujeres y hombres.

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