jueves, 23 de diciembre de 2010

Presentan clara explicación sobre el nombre de Dios



Por siglos ha habido discusión sobre el verdadero nombre de Dios entre los hebreos, cuya religión es fundamental para la cristiana. Esta vez tratamos de la explicación más convincente presentada hasta ahora sobre el verdadero nombre.

En los países en los que prima la influencia de la llamada "cultura occidental" (Europa, los EE. UU. y países de América Latina, ex colonias de Portugal o España) es predominante la religión cristiana, sea la iglesia católica o las agrupaciones evangélicas o protestantes.
La religión cristiana -que en todo el mundo tiene tres ramas principales: iglesia católica, iglesia ortodoxa (en Europa Oriental) e iglesias protestantes- deriva, como la religión islámica, del judaísmo, basada en la creencia en un dios todopoderoso, único e indivisible. En este punto coinciden el judaísmo y el islamismo (creencia en un dios todopoderoso, único e indivisible), mientras que el cristianismo contempla el concepto de la trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo).
Siendo el judaísmo la religión monoteísta inicial, conserva rasgos y aspectos que en las otras dos religiones han variado o desaparecido. Un punto importante en el judaísmo -no en el cristianismo- es el nombre particular de Dios. El concepto genérico de Dios se expresa en la lengua hebrea con la raíz לּ אּ (de derecha a izquierda letras 'alef y lámed), de la cual se derivan las palabras el (como en Israel) o elóah, con h no muda (en hebreo antiguo elóh) de donde sale el conocido plural elohim. Como la lengua árabe es semítica, igual que la hebrea, tiene también la mencionada raíz לּ אּ, de la que viene Alláh (pronunciado al-lá) el nombre que los musulmanes dan a Dios.
Aclaramos que en la Torá o biblia hebrea abunda la palabra elohim, que teniendo forma plural (‘dioses') debe entenderse como singular, pero su forma singular elóh aparece muy rara vez, por ejemplo en el libro de Job.
Hemos mencionado que la Biblia original hebrea tiene una denominación genérica de Dios (que puede ser El o Elohim) y un nombre propio de Dios, que las traducciones a otros idiomas transcriben como Jehová o Yavé, que están muy alejadas de lo que se lee en la Torá. En este libro el nombre propio de Dios se expresa con cuatro letras consonánticas, el llamado tetragrámaton: ה ו ה י (de derecha a izquierda yod, he, waw, he). Debe notarse que la pronunciación de la tercera letra es waw (como "uau") y no vav como ahora dicen los judíos. Esto se sabe porque en muchas familias de lenguas -lenguas semíticas, lenguas neolatinas, quechua, etc.- el diptongo aw (no av, con pronunciación labiodental como el inglés vote, vice, etc.) se transforma en o. En lenguas semíticas la palabra que significa ‘estrella' tiene las consonantes KWKB; es kawkaba en árabe y kokab en hebreo (aunque los judíos escriben esto con dos k, pronuncian kojav); el nombre de la Biblia hebrea es en árabe Tawráh y en hebreo Toráh. Esto pasa también en español: la palabra cola viene del latín vulgar coda, que a su vez deriva del latín culto cauda; de igual manera, oro viene del latín aurum. Sirva esto para aclarar que la letra semítica waw (común a los alfabetos árabe y hebreo) se pronuncia vocálicamente "uau", no "vav".

Nombre secreto
En la Toráh el tetragrámaton (ה ו ה י) aparece innumerables veces, pero cuando los judíos durante sus rezos encuentran la palabra en el libro o rollo1 no la pronuncian, en vez de decir "Yehová", "Yavé" o algo parecido dicen "Adonay" (‘Mi Señor'); en otras circunstancias -que no sea en ceremonias religiosas- dicen "Hashem" (‘El nombre'). Esto porque consideran que es algo muy sagrado y que no debe pronunciarse; los rabinos conocen ese nombre pero por las razones expuestas no lo dicen en público.

Revelación
Muchas personas, incluyendo especialistas en las Sagradas Escrituras, han tratado de explicar cuál es el nombre propio de Dios2 representado en el tetragrámaton (ה ו ה י); unos dicen que es "Jehová", otros que es "Yavé". Sin embargo, desde el momento en que proponen pronunciaciones con el sonido representado por la letra v (labiodental, como en inglés), están en error, porque -como hemos señalado- en hebreo antiguo, como en árabe, la letra waw (ו) no tenía esa pronunciación consonántica ("vav") que le dan los judíos modernos, sino que era más bien cercana a una emisión vocálica ("uau"). Aparte de especialistas, muchos aficionados o místicos también han dicho su palabra sobre el nombre de Dios, pero sin acertar.
Después de muchos siglos, con los medios de comunicación modernos, surge alguien que con fundamentación lingüística, con conocimiento del hebreo antiguo, da una explicación confiable. En el sitio de internet Youtube3, en inglés, en siete videos, basándose en un profundo y extenso conocimiento del hebreo antiguo, se aclara el misterio. Además de desvelar el enigma, cita pasajes del antiguo testamento en los que se dice que el nombre propio de Dios debe proclamarse, algo contrario al pensamiento de los judíos, que por todos los medios evitan pronunciar el nombre sagrado. En el vídeo se hace notar que en el Nuevo Testamento, escrito en griego, no se emplea el nombre sagrado que Jesús, siendo judío, sí pronunciaba al hablar en hebreo o arameo.

Pistas seguras
Siendo este un tema que puede extenderse mucho, seremos sintéticos. a) queda descartada la lectura "Adonay" por el tetragrámaton (ה ו ה י); b) se siguen pistas que llevan a la pronunciación del nombre, partiendo, por ejemplo, de la conocida palabra "aleluya", que en hebreo es hal-lelu-yah (הללו־יה) ‘alabad a Yah' (forma abreviada del nombre sagrado); c) se toma en cuenta nombres propios que contienen el nombre sagrado, como Jeremías, Isaías y Netanyahu4 (Yirmeyahu, Yesha‘yahu y Netanyahu en hebreo); d) se desprende con seguridad que la terminación de los tres mencionados nombres contiene la forma algo recortada del nombre representado por el tetragrámaton.

Observemos lo siguiente:
-Jeremías ירמיהו
-Isaías ישעיהו
-Netanyahu נתניהו

Hemos puesto a la derecha la escritura en hebreo de los nombres que están a la izquierda, y notamos, sin saber nada de hebreo, que los tres nombres -que se leen de derecha a izquierda- terminan en las letras יהו, que constituyen una sucesión cercanísima a יהוה, el tetragrámaton, que representa el nombre sagrado. A partir de la terminación -yahu (יהו), que está en esos tres nombres5, el expositor explica que el nombre completo que representa el tetragrámaton (ה ו ה י) es Yahuwa (o Yahuwá), con la he final muda, que es mucho más convincente que "Jehová" y "Yavé", alejadísimas de la pronunciación en hebreo. Como en hebreo muchas palabras con a final acentuadas son del género femenino, conviene explicar que hay nombres masculinos que tienen esa vocal acentuada, como Yehudá (en español Judá o Judas), que es muy común entre los judíos; por ejemplo el promotor del renacimiento de la lengua hebrea fue Eliezer ben Yehudá (Eliezer hijo de Judá).
Para concluir con los nombres, es necesario señalar que el nombre de Jesús, Cristo o Jesucristo es en hebreo Yeshúa (ישוע)6, el cual es diferente del de Josué (יהושע). Como puede notarse (siempre leyendo de derecha a izquierda), las letras hebreas iniciales de Josué son יהו, que contienen el nombre sagrado en forma abreviada. Cayendo en la especulación algunos relacionan los nombres Josué y Jesús, pero es evidente que se trata de nombres bíblicos diferentes, correspondientes a personas diferentes.
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1 En las sinagogas es normal que la Torá que utilizan los sacerdotes sea no un libro sino un rollo con mangos en sus extremos, que permiten enrollar y desenrollar.
2 Así como las personas tienen un nombre propio, particular (Carlos, Juan, María, Carmen, etc.), Dios, según la creencia religiosa monoteísta, también lo tiene.
3 Ver en http://www.youtube.com/watch?v=zkyEEhaJrFw ("Ha'shem revealed", esto es, ‘El Nombre revelado').
4 Apellido del actual primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu (Binyamín Netanyahu en hebreo).
5 Hay muchos nombres hebreos que terminan en -yahu ) ו ה י), como el del profeta Elías (en hebreo Eliyahu אליהו, nótese la terminación יהו, que representa -yahu).
6 En hebreo antiguo, antes del nacimiento de Jesús, la pronunciación era Yeshú‘, con una consonante final gutural que obligó a los hablantes a insertar una "a". Esto ocurrió también con la palabra hebrea mashíaj (משיח), que significa ‘ungido', y de la cual deriva el nombre Mesías, con que se suele denominar a Jesús. Pues bien, esta palabra en hebreo antiguo se pronunciaba mashij. Algunas personas que saben hebreo y no son partidarias de Jesús, intencional y maliciosamente dicen Yeshu en vez de Yeshúa, entendiendo que Yeshu (ישו,no ישוע) son las siglas de una expresión contraria a Jesús.

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