viernes, 3 de diciembre de 2010

El mayor incendio en la historia de Israel

Ana Jerozolimski
CATÁSTROFE. "EL FUEGO NOS ENGAÑA Y NOS SORPRENDE TODO EL TIEMPO", DIJERON LOS BOMBEROS

Desde ayer al mediodía, se registra en el norte de Israel el peor incendio en la historia del país y los bomberos sostienen que han perdido totalmente el control del fuego. Se amplía la evacuación de poblaciones habitadas, por el avance de las llamas azuzadas por el viento.

Por razones aún desconocidas, el incendio estalló cerca de uno de los bosques del Monte Carmel , aledaño a la ciudad costera de Haifa y en corto rato se expandió a varias hectáreas. Las colinas de la zona quedaron envueltas en el fuego en cuestión de pocas horas y ayer por la noche aún no se lo había logrado controlar.

"Es indudablemente el mayor incendio en la historia del país ", declaró Hezi i Levi, oficial en el Cuerpo de Bomberos."Es el más terrible tanto por sus dimensiones, por nuestros intentos de apagarlo y por la cantidad de muertos y heridos", recalcó.

La catástrofe cobró hasta ahora la vida de 40 personas, al parecer todos ellos cadetes de un curso de oficiales del Servicio Penitenciario de Israel, que habían sido enviados con urgencia desde su base en la ciudad de Ramle-cercana a Tel Aviv, mucho más al sur-para ayudar. Fuerzas de rescate de todo el país fueron derivadas al norte, para participar en los esfuerzos especiales en la zona del incendio.

Los jóvenes iban a participar en el operativo de desalojo de la prisión Damun, cercana a uno de los puntos claves del incendio. En un recodo del camino, el conductor del ómnibus en el que viajaban vio las llamas cerca suyo, intentó alejarse, hizo un giro súbito por el cual perdió el control del vehículo, chocó contra un árbol, no logró retomar el camino y en cuestión de segundos el ómnibus fue tragado por las llamas. Al parecer, casi una decena de cadetes lograron huir del vehículo, con serias heridas.

"No tenían probabilidad alguna de salir de eso", dijo con el rostro con marcas de humo, Dudu Vaanunu, uno de los efectivos del Cuerpo de Bomberos."Nadie podía escapar. Sólo quien conoce tormentas de fuego puede entender lo que pasó allí. Es terrible. Murieron quemados vivos".

No lejos de allí resultó gravemente herida una de las más destacadas mujeres oficiales de la policía israelí , Ahuva Tomer, comandante de la estación de Haifa. Fue personalmente a la comunidad colectiva kibutz Beit Oren, donde se exhortaba a la población a prepararse para una eventual evacuación, oyó sobre lo que había sucedido con el ómnibus y se encaminó hacia el punto del incidente, pero quedó minutos después ella misma atrapada por el fuego. Algunos de sus compañeros de trabajo contaban con la voz entrecortada que era impresionante oírla justamente a ella, una mujer temperamental , de gran carácter, gritando desesperada por radio que la salven, que el fuego la rodea. Cuando se logró finalmente llegar a ella, se informó que su estado era "desesperado" y que su vida corre peligro, al haber sufrido quemaduras en todo el cuerpo.

No es la primera vez que esta zona, considerada de las más hermosas de Israel, es víctima de un incendio. Pero el que azotó los montes Carmel y el lugar conocido como "la pequeña Suiza" años atrás, fue incomparablemente menor que el que estalló ayer. La tupida vegetación del lugar, que se había recuperado lentamente tras el desastre anterior, quedó ayer carbonizada. La reserva natural de la zona, evidentemente, ha desaparecido y el daño es múltiple , en varios frentes. "Nunca hemos visto un avance tal de las llamas", dijeron oficiales del Cuerpo Nacional de Bomberos.

El Kibutz Beit Oren quedó totalmente quemado. Varias localidades ¬judías , drusos y árabes-fueron evacuadas, al igual que la universidad de Haifa, y las autoridades indicaron que serían desalojadas todas las poblaciones que estuvieran en peligro, a tiempo. Uno de los desafíos más complicados fue el desalojo de un hospital de enfermos mentales en Tirat HaCarmel.

"No soy optimista", dijo Shimon Romaj, Jefe del Cuerpo de Bomberos en una rueda de prensa llevada a cabo con la cúpula de todos los servicios de rescate , en la ciudad de Haifa, cuando llegó al lugar el Primer Ministro Benjamin Netanyahu.

"Esta es una catástrofe de dimensiones internacionales", declaró Netanyahu con el rostro serio y tenso. "No tenemos en el terreno los medios para apagar este incendio, pero hemos pedido ayuda a países amigos y hay en camino a Israel cuatro aviones de Grecia, cuatro aviones de España y un avión y un helicóptero de Chipre". Reveló. Expertos dijeron ayer que la ayuda más importante podría ser, si llegara, la de Rusia, que tiene el mejor avión del mundo para este tipo de situaciones.

Netanyahu rehusó referirse ayer a preguntas sobre posibles errores en el tratamiento de la situación, por los cuales se habría llegado a un punto tan grave, recalcando que "ya nos ocuparemos de todo, pero ahora tenemos dos metas: salvar vidas y frenar el fuego".

Y de hecho, nadie podía anoche asegurar cuándo se lograría frenarlo.

"El fuego nos engaña, nos sorprende todo el tiempo, avanza inesperadamente y va cambiando de dirección", dijo un oficial de Bomberos, contando además que varios de sus hombres habían resultado heridos. Otro relató que "surgen focos al norte, al sur, hacia un lado y hacia otro, no podemos controlarlo".

El Ministro de Seguridad Interna Itzjak Aharonovich señaló que puede llevar "varios días" controlar el fuego.

Restará todavía por investigar si todo fue producto de una negligencia o de un plan intencional de alguien que prendió fuego justamente para destruir. "No se puede descartar nada todavía", había dicho la jefa de la policía de Haifa, Ahuva Tomer, antes de ser ella misma alcanzada por las llamas.

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