martes, 12 de octubre de 2010

Juan Gelman: Sin justicia, sin verdad.................

Juan Gelman: Sin justicia, sin verdad no se puede construir una sociedad

El poeta argentino Juan Gelman, Premio Cervantes y Reina Sofía de poesía, entre otros galardones, se notaba que se sentía muy cómodo entre tantos compatriotas y entre un público que ha aplaudido de forma muy calurosa y unánime cuando uno de los moderadores, Osvaldo Quiroga, le ha presentado como "lo mejor de Argentina".
Gelman, con voz pausada, ha ido respondiendo a las preguntas de Quiroga y Patricia Kolesnicov y el punto más emocionante ha llegado cuando ha recordado cómo la dictadura militar mató a su hijo y a su nuera después de que ésta diera a luz una niña, que el poeta ha recuperado hace unos años después de una larga investigación.
El autor de "Violín y otras cuestiones", que tildó a la dictadura argentina de "sanguinaria", ha recordado su infancia en el barrio judío de Buenos Aires Villa Crespo, cómo en su casa se hablaba el ruso, el ucraniano y el "yiddish".
Y cómo, tal vez, las lecturas en ruso que su hermano mayor le hacía de Puskin cuando era pequeño, le pudieron ayudar a ser poeta.
"No entendía qué demonios me estaba diciendo, pero la música si se me quedaba dentro, y esto puede que me ayudara para ser poeta", ha explicado el poeta argentino, al tiempo que recitaba de memoria un verso del poeta ruso.
También ha recordado de su barrio el amor por las milongas y el tango. "El café, los billares y la milonga. Ese era mi barrio, donde también se oía hablar en árabe, ha señalado.
En relación con la poesía llamada social, Juan Gelman, que vive en México desde que volvió del exilio por razones puramente personales y nada políticas, ha comentado también, citando a Paul Éluard, que "se puede escribir cuando la circunstancias externas coinciden con las del corazón, si no, se convierte en panfleto. Cosa que muchas veces ha pasado en América Latina".
Y en este mismo sentido el escritor ha dicho que la poesía "es palabra" y que con ella "se puede hablar de todo, hasta de las medias de mi tía... siempre que sea poesía". Y que no hace falta haber tenido una vida de sufrimiento o una inmensa alegría para que salga un buen poema. "La creación es algo irracional", matizó.
El exilio, su paso por Italia, el primer país que le acogió en el 76, y los cuatro años que estuvo sin poder escribir nada, fueron otros de los temas con los que hizo memoria el autor y con los que elauditorio estaba boquiabierto.
"No me gustaba nada el idioma. Los del norte creían que era del sur, y éstos que del norte. En Italia utilizan el italiano para entenderse, pero en cada sitio se habla de una manera. No estaba bien -recalcó-, pero entonces leí y leí a los místicos españoles, a Santa Teresa, San Juan, a los alemanes, y me encontré con un sentimiento como el mío: la presencia ausente del amado. Ellos con Dios y yo con mi país. Y comencé a abordar el exilio y la escritura de otra manera", concluyó el autor.
Gelman también quiso mirar el presente y el futuro y señaló que, aunque han cambiado muchas cosas, todavía queda mucho por hacer en América Latina "para que funcione como un bloque".

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