martes, 15 de marzo de 2011

LA BOLSA DE MI PADRE


de Saul Elenter,
Es una mañana diferente.
De esas de comienzos de marzo.
La anterior al equinoccio de Purim, donde a través de un cielo amenazador, el sol, de frente, intenta levantarse.
Estaba momentáneamente detenido frente a las rejas semiabiertas de la vieja casona, en el corazón del barrio donde lo judío se sabe presente.
Iba tras la bolsaa de mi Padre.
Entro. El anciano me ignora. Continua su ritual matutino, como si todo fuese normal.
Continúo hacia la derecha por un pasillo poco iluminado que desemboca en un salon cuadrado, más amplio.
A un costado estaba la mesa larga.
Sobre ella, decenas de bolsas apiladas, cada una con un numero y un apellido.
Cohen, Gross, Appel, algo que terminaba en berg.......
Otras tenían además del numero, único para cada una, solo un nombre.
Ruth, Asher, Rivko (será nombre o apellido?),Salo.......
El contenido de las bolsas figuraba debajo de cada nombre.
Palabras en Yiddish que describían lo que había dentro.
Palabras que ya hemos escuchado.
Nombres que ya hemos visto.
De pronto, una mujer indicó donde se hallaba la bolsa de mi Padre.
También tenia un numero, un nombre y un contenido, que solo el sabia.
Pregunté si era ésa, en estupida redundncia, y dejando unos billetes ,la llevé.
Salimos, subi la bolsa al auto y una sensación de cariño me invadió.
Estaba acompañando al viejo, mi viejo, a hacer las compras de Shabbat, en l los Lubavich de Av Brasil.
En un rato se van para Punta.
Tambien pegamos dos pletzales de salmón para ir picando en el auto.
Viejo te quiero (se lo tengo que poder decir algún día), sin parénesis.
Recuerden que el prox sábado es el equinoccio de Purim!
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