martes, 7 de septiembre de 2010

Como escribir sobre el agua…

por: Ingrid E. Hecker Perry
Las recientes "conversaciones directas" entre los principales referentes políticos israelo-palestino –bajo el auspicio de la Casa Blanca y el monitoreo de Egipto y Jordania- terminaron sin arrojar pasos concretos, hasta el momento, en el camino que conduce a la paz. La expansión de las colonias judías, el terrorismo que lleva adelante Hamas y la partición de Jerusalem, continúan siendo los temas claves sin resolución.
Sí, porque aparte de una excelente maniobra de propaganda y relaciones públicas, las tan comentadas “conversaciones directas” entre israelíes y palestinos, lamentablemente, arrojaron un saldo desesperanzador, triste y doloroso para las verdaderas intenciones de paz.
Si bien es cierto que nadie esperaba resultados positivos e inmediatos, haberlos esperado, habría sido una contradicción en términos esenciales con la realidad de lo que ha ocurrido entre estos dos “porfiados” interlocutores desde el comienzo de esta larga historia de desencuentros.
Fue impresionante claro está, ver a todos los personajes del drama retratados para la posteridad. La entrada triunfal de “los cinco” (Hosni Mubarak, Presidente de Egipto, Rey Hussein de Jordania, Benjamín Netanyahu, Primer Ministro de Israel, el Presidente Mahmoud Abbas, de la Autoridad Palestina y Barak Obama, Presidente de EEUU) dejó a todos deslumbrados… pero en concreto, nada de nada. Promesas que ojalá no se lleve el viento… de seguir conversando “directamente”, o sea cara a cara (¿?), cada dos semanas; los “negociadores” egipcios, jordanos y estadounidenses también participarían de dichos encuentros intentando resolver el conflicto “de aquí a un año…”
Dicen que soñar no cuesta nada. No estoy de acuerdo, porque el precio que han pagado ambos pueblos, la región y el mundo entero por este afán de quimeras irresponsables, de decisiones postergadas y/o no tomadas, de acciones que inducen a la mala fe, a la desconfianza y a la incomprensión, es demasiado alto.
Lo esencial no se ha modificado
Lo concreto es que mientras Hillary Clinton, Benjamin Netanyahu y Mahmoud Abbas se congratulaban a la salida de la reunión que duró un par de horas, el grupo terrorista Hamas, se responsabilizaba del ataque terrorista en la Ribera Occidental que le costó la vida a casi una decena de civiles israelíes. ¡Y suma y sigue, porque dicha organización anunciaba una “alianza táctica y estratégica” con otras organizaciones del mismo carácter!
No nos llamen a confusión. Aquí no hay nada de lo cual asirse para siquiera poder pensar e imaginar (en) la posibilidad de un cambio positivo al “impasse” existente:
a) Hamas sigue negando el derecho de Israel a existir.
b) Hamas sigue negándole legitimidad a Abbas como interlocutor del pueblo palestino.
c) La Autoridad Nacional Palestina (ANP) continúa exigiendo con razón, el cese de la construcción de asentamientos israelíes en la Ribera Occidental.
d) Israel sigue diciendo que dicho programa, continuará.
e) Jerusalem continúa siendo un tema de discusión interminable y, al parecer, insoluble para ambas partes.
f) El problema de los refugiados palestinos sigue latente y sin resolución.
g) La seguridad de Israel sigue amenazada constantemente por Irán, Hamas y sus diversos “proxy”.
h) La cuestión de los límites del futuro Estado palestino, sigue siendo una cuestión candente.
Y podemos seguir con una lista que es interminable.
Conclusión
Cansancio y frustración son términos más que “templados” para describir lo que se siente ante el momento que se vive. Finalmente, no importan (aunque si cuentan como “poderosa motivación”…) las buenas intenciones del presidente Barsk Obama y su equipo; o las del presidente Hosni Mubarak y el rey Hussein de Jordania; lo que sí importa es que aunque el presidente palestino Mahmoud Abbas, sea reconocido como un hombre que quiere la paz para su pueblo, no cuenta con una mayoría que le permita en verdad implementar las medidas que se necesitan; sí importa que aunque el premier israelí, Benjamin Netanyahu, haya estado dispuesto a conversar, casi el total de su gabinete es de corte esencialmente derechista y anti-proceso de paz, y se jugaría peligrosamente la estabilidad del gobierno al acceder a cualquier medida que produzca un acuerdo con los palestinos. Sí importa que aunque ambos líderes hayan conversado y se jueguen la condición de tales al participar en encuentros como los sostenidos, sea a sabiendas de que en el corto plazo no habrá luz al final del túnel.
¿Y cuál es la alternativa? No la hay, salvo continuar conversando, mantener el diálogo lo más fluido posible; reconstruir confianzas perdidas, hacer uso de la buena voluntad política de interlocutores y mediadores; comprender que habrá, como en toda negociación, concesiones dolorosas.
Que fue una foto impresionante lo fue… pero como hemos dicho anteriormente, “mucho ruido y pocas nueces…”
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