Por Abigail Klein Leichman
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El doctor Tal Zaks es el director médico de Moderna en
Cambridge, EEUU. El científico nació y se educó en Israel. Imagen captura de
pantalla del video de noticias de MSNBC
El doctor Tal Zaks dijo que si la vacunación de la compañía
de EEUU recibe la aprobación requerida, algunas de las primeras dosis irán a
Israel según lo acordado en junio pasado.
Mientras Israel alcanzó esta semana la cifra de 2.806 muertos por COVID-19 y la
tasa de infecciones sube su índice cada día las esperanzas están puestas en las
vacunas que se están desarrollando en el país y en el exterior.
De ese modo, Israel reservó dosis de las vacunas de Pfizer y Moderna que se
encuentran actualmente en ensayos clínicos en EEUU a la espera de su aprobación
por parte de los organismos reguladores de salud de ambos países.
Tanto las vacunas experimentales de Moderna como las de Pfizer utilizan un
nuevo enfoque, la tecnología de mensajería (ARNm), que lleva “instrucciones” a
las células para producir proteínas que pueden tratar o prevenir enfermedades.
Israel tiene una conexión local con Moderna. Su director médico, el doctor Tal
Zaks, se crió en el país y recibió su máster y doctorado en la Universidad Ben
Gurion del Néguev.
De 54 años, Zaks realizó una investigación posdoctoral en los Institutos Nacionales
de Salud de EEUU y obtuvo una beca en oncología médica en la Universidad de
Pensilvania, donde ahora es profesor asociado de medicina.
Además, comenzó su carrera en el grupo de investigación genética del gigante
farmacéutico GlaxoSmithKline, donde formó el equipo de medicina traslacional
oncológica y dirigió la investigación traslacional sobre el fármaco lapatinib
contra el cáncer oral. Hoy también forma parte del consejo de Adaptimmune
Therapeutics.
Antes de unirse a Moderna en Cambridge, Massachusetts, Zaks fue vicepresidente
senior responsable del descubrimiento, desarrollo y comercialización de
fármacos oncológicos en Sanofi.
Cómo generar un impacto real
“Durante mi tiempo en Sanofi, seguí examinando nuevas tecnologías que podrían
tener un impacto real en el mundo de la medicina. Cuando encontré la plataforma
de Moderna, que usaba ARN para crear medicamentos y varias vacunas, estimé que
era una oferta a la que no pude resistir”, le dijo Zaks al diario financiero
israelí Globes.
Como CMO de Moderna, Zaks supervisa todo el desarrollo clínico y los asuntos
regulatorios. EN la actualidad, la vacuna de Moderna, creada en cooperación con
los Institutos Nacionales de Salud de EEUU, se está probando en 30.000
voluntarios.
El 16 de noviembre, Zaks le dijo al Jerusalem Post que se sentía “increíble” al
recibir la noticia de que los datos provisionales mostraban que su vacuna
contra el COVID-19 tenía un 94,5 por ciento de efectividad en la
prevención de la enfermedad causada por el coronavirus SARS-CoV-2 .
Planta de producción de Moderna en Norwood,
Massachusetts. Foto cortesía
Cinco participantes del grupo de 15.000 que recibieron dos dosis de la vacuna
candidata se enfermaron levemente mientras que 90 en el grupo de 15.000 con
placebo (como control) se enfermaron.
Aún no se sabe cuánto duran los efectos protectores.
En entrevistas en la televisión israelí, Zaks dijo que se esperan los
resultados finales del ensayo dentro de varias semanas ya que se necesitan
datos de seguridad adicionales antes de que Moderna o Pfizer puedan solicitar
la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EEUU.
En ese sentido, Zaks dijo que se planea una revisión por pares de los datos.
Después de ser abordado por Zaks con la oportunidad de convertirse en uno de
los primeros países en recibir la vacuna (si se aprueba), el gobierno israelí
acordó en junio comprar al menos entre uno y dos millones de dosis.
“Quiero que mi madre se vacune”
“Israel fue uno de los primeros países que creyó en nosotros. El anticipo que
pagó el país ayudó a construir las líneas de producción de la empresa”, le dijo
Zaks a Globes.
La principal instalación de Moderna en EEUU está destinada a la distribución
nacional. Zaks le dijo al Canal 12 que las dosis para Israel provendrían de una
planta de producción de Moderna en Suiza.
“Espero que esto suceda a principios de 2021. No puedo dar un número exacto,
pero puedo garantizar que estamos haciendo todo lo posible para suministrar las
vacunas a Israel como prometimos”, manifestó el científico, que les dijo a los
periodistas que espera que su madre de 80 años en Raanana pueda vacunarse
pronto “para que la vida pueda volver a la normalidad”.
Zaks instó a los israelíes a tener cuidado durante los meses de invierno hasta
que las vacunas estén aprobadas y disponibles.
Mientras tanto, en Israel, se desarrollan seis vacunas contra el COVID-19. Una
de ellas, la del Instituto de Investigación Biológica de Israel, se encuentra en
ensayos clínicos en dos hospitales.
Fuente: ISRAEL21c