por Ana Jerozolimski
Con el Dr. Pablo Boksenbojm, médico uruguayo-israelí en el hospital "Barzilai" de Ashkelon.
Al Dr. Boksenbojm lo conocimos años atrás, a raíz de una de las varias vueltas de crisis en la zona. Nos resultó simbólico que llegamos a él justamente cuando en el hospital "Barzilai" de Ashkelon en el que trabaja en los últimos doce años, se atendía a numerosos palestinos que habían llegado heridos a raíz de los choques internos en la Franja de Gaza. Era la antesala del golpe de Hamas, tras el cual la organización integrista palestina tomó el poder absoluto en la zona.
Pablo Boksenbojm, que se radicó en Israel hace casi tres décadas, se desempeñó como médico primero en el hospital "Kaplan" de Rejovot y luego en el "Beilinson" de Petaj Tikva, siendo hoy el Jefe de la Unidad de Cirugía Ambulatoria en el Hospital "Barzilai", donde también ocupa el cargo de Sub-Director de Anestesiología.
Ve la realidad con sus propios ojos, en el terreno, cuando llegan a sus manos pacientes palestinos. Y no entiende de qué hablan algunos en el mundo cuando acusan a Israel por su trato a los palestinos. En esta entrevista nos lo explica.
P: Dr. Boksenbojm ¿cómo se siente, como israelí pero más que nada como médico que ha atendido a palestinos tantas veces en el hospital Barzilai, cuando oye la forma en que se presenta a menudo a Israel en relación al conflicto con los palestinos?
R: Las cosas hay que separarlas. Nosotros, como médicos de un hospital que atiende a la población que atiende y que se encuentra desde hace tantos años en la situación en la que se encuentra, sabemos hace mucho que hay que separar los distintos temas. Como médico, esto es un compromiso. Por lo tanto, por más que haya cierre o bloqueo a la Franja de Gaza, tenemos claro que como médicos eso ni lo miramos, ni pensamos en el bloqueo. Es algo muy secundario. Atendemos a los pacientes y les damos todo lo necesario. Después, cuando llegás a tu casa y podés pensar tranquilo en toda la situación, podés decirte "¡pucha, cuánta hipocresía hay en el mundo, cuántas mentiras!". Y ahí me pregunto por qué el mundo se pasa mostrando lo que hacemos mal o medio mal, o lo que a lo mejor no hacemos tan mal pero lo muestran como si lo fuera, pero no están al lado mío cuando yo estoy atendiendo a los palestinos de Gaza.
P: O sea, no permite que esos pensamientos afecten el tratamiento, pero existen.
R: Por supuesto. Primero atiendo pero después, cuando te ponés a pensar, duele. Te voy a dar un ejemplo, respecto a lo que pasó hace poco con la flotilla turca del "Mavi Marmara". Veinte de los "activistas de la paz" llegaron al hospital. Cuando llegaron al "Barzilai" y se negaron a ser atendidos por médicos israelíes y cuando le pegaron a una enfermera, ninguno de los periodistas que estaba allí lo filmó o lo publicó. Nada. El cuerpo médico no estaba ahí para castigarlos sino para atenderlos. Y los atendimos en las mismas piezas y en las mismas camas en las que atendemos a la población israelí, a la población que viene de la Franja de Gaza, de todos lados. Sin mirar y sin preguntar.
P: El hospital no hace distinciones.
R: Claro que no. A tal punto, que ellos pidieron que los atiendan médicos árabes, buscamos médicos árabes -que los hay en el Barzilai como los hay en todos los hospitales de Israel, inclusive jefes de departamentos- pero cuando vinieron, los insultaron, los llamaron de traidores.Y cuando mirás todo eso, al final te preguntás qué estaba pasando acá. En el hospital nadie les preguntó sobre su pensamiento político ni por qué habían hecho los que hicieron, sino que los atendimos.
P: Aunque no hayan hablado de política ¿tenían claro que los que llegaron heridos a vuestro hospital eran radicales islámicos?
R: Si, sin lugar a dudas te dabas cuenta de lejos...Si te dicen que no le van a contestar a nadie más que a un médico árabe, te das cuenta de su pensamiento y de para dónde van. Es obvio.
P: ¿Al final, entonces, no los atendieron?
R: Si, al final se los atendió. Si uno tiene una persona herida, no deja de examinarla. Ninguno de los que llegó a nuestro hospital tenía nada grave, algunos rasguñones, en general. Pero el examen general se los tenés que hacer igual. Se les hace análisis de sangre para ver que estén bien, electrocardiograma, placa de tórax. Por supuesto que eso las Naciones Unidas no lo van a pagar. Todos los gastos médicos que esa gente generó a Israel, los pagará Dios, no sé, seguro no ellos.
P: Le podrán contestar que si Israel los hirió, que pague por ello.
R: Si, lo podrán decir. Pero lo que yo te comentaba iba a otra cosa.
P: Si, está clarísimo.
P: Sé que hay altibajos en cuanto a la cantidad de palestinos de Gaza que llegan a recibir tratamiento en el Barzilai. ¿Has atendido últimamente a gente de la Franja?
R: La semana pasada atendimos a una muchacha pos-parturienta-la recibí yo-, una joven de 19 años. Pasó por el cruce de Erez. Era su primer parto, se complicó, nació un bebé muerto, la tuvieron durante tres días sangrando en el hospital de Gaza y cuando no pudieron solucionarlo, la mandaron para nuestro hospital.
En realidad iban a mandarla al hospital Asaf Harofé, iba hacia allí en ambulancia-no sé por qué contacto-pero cuando estaba en la ambulancia se agravó su situación y como estaban a la altura, más o menos, del Barzilai, entraron para nuestro hospital. Tenía un sangrado espantoso. Por suerte la sacamos viva.
P: ¿Qué significa eso en términos del tratamiento que tuvieron que darle?
R: Le tuvimos que dar –para que se entienda que no hay diferencias en los tratamientos que se dan a unos y otros- 20 unidades de sangre, 45 unidades de plasma, 43 unidades de crioprecipitado que es un componente de la sangre para la coagulación y 25 unidades de trombocitos.
P: No suena a tratamiento promedio.
R: Claro que no. Es un disparate. Le cambiamos el volumen de la sangre varias veces porque estaba sangrando terrible, Al final le dimos también novoseven , el factor 7 activado, algo que es sumamente caro y que consideramos que en ese caso era esencial.
P: ¿Quién paga todo eso?
R: Hay cierto arreglo, pero no sé qué está sucediendo ahora. Antes de que pasara todo lo que pasó con Gaza y antes de que Hamas subiera al poder, cuando tenían problemas y recibían ayuda de nuestro hospital, había un acuerdo con el gobierno de los palestinos, que era del Fatah. Lo que se hacía era que de la devolución del dinero de los impuestos que Israel les pasa a ellos, se recortaba lo correspondiente por los casos de tratamientos médicos. Pero no sé decirte si eso funciona o no.
P: Si no lo sabe, eso significa que ustedes al atender dan lo necesario, sin preguntar si hay quien lo pague.
R: Justamente. Nosotros, como médicos, cuando atendemos, damos lo que tenemos que dar.
P: Se sabe que por un lado, desde que Hamas tomó el poder en Gaza, siguieron llegando palestinos a atenderse en Israel, pero al mismo tiempo, está claro que Hamas intenta frenarlos, que no lleguen acá. El caso de esta chica que vino con el sangrado ¿fue el único de los últimos tiempos?
R: No, no fue el único, para nada. Cuatro días antes tuvimos un niño de 5 años al que trajeron ahogado mientras comía sandía. Le quedó un cuerpo extraño en las vías respiratorias, se atragantó y se ahogó. Por ese cuerpo extraño que le quedó adentro, hizo lo que se llama atelectasis, se le cerró un pulmón. En Gaza no lograron resolverlo y lo mandaron para aquí. Un problema que tenemos en estos casos es que no siempre sabemos exactamente todos los detalles de qué le pasó al paciente o mejor dicho qué le hicieron, ya que no siempre mandan información exacta o completa. Muchas veces tratamos de comunicarnos con los médicos que atendieron al paciente, como hicimos con esta jovencita. A través de nuestros médicos que hablan árabe, llamamos a los médicos que la mandaron para que digan exactamente qué es lo que pasó. Con el chico, luego que lo tuvieron internado y ventilado mucho tiempo y no le pudieron reabrir el pulmón, entró en sepsis y estaba en una situación catastrófica. En nuestro hospital le dimos asistencia de primeros auxilios para estabilizarlo y luego lo trasladamos a un lugar donde hay cirugía de pulmón, porque ya estaba muy mal. Eso ya no era acá, así que no sé qué pasó después.
En resumen, siguen llegando pacientes de Gaza, pero desde que Hamas llegó al poder hay muchísimos menos que antes.
P: Y a ustedes, como médicos. ¿Les consta que eso se debe a que Hamas no quiere que venga gente a atenderse a Israel, y no a que Israel no les permite la entrada?
R: Totalmente.
P: ¿Cómo saben con certeza que el tema es que Hamas no los deja pasar?
R: Porque les preguntamos a los pacientes que sí llegan, porque tenemos contactos con los médicos. No olvides que muchos médicos que trabajan allá fueron formados en nuestro hospital. A muchos los conocemos personalmente- y antes de que Hamas subiera al poder, tuvimos una época en la que todos los meses viajábamos al hospital "Shifa" a ayudarles, a dar opiniones sobre los casos de los internados, hacíamos visitas de médicos con ellos. Ibamos al "Shifa"...a la unidad de terapia intensiva, a otros lados.
P: Eso fue hasta el golpe de Hamas.
R: Exactamente. Y cuando la administración de Gaza estaba en manos de Israel, los responsables de la salud eran las Fuerzas de Defensa de Israel. Y hasta mediados del 80. Fue justamente Tzahal quien creó y escribió cómo construir el sistema de salud en Gaza. No sé si existe, pero el programa lo ideó Israel. Y muchos de los médicos palestinos de allí se formaron con nosotros. Su director de Cuidados intensivos hizo su especialización en eso aquí, en nuestro hospital. Es el que sigue ahora en ese mismo cargo.
Y volviendo a lo que pasa hoy, otra diferencia que notamos es que antes siempre venían con alguien de la familia, pero ahora no mandan a nadie, no dejan salir a nadie.
P: ¿No pueden ser limitaciones impuestas por Israel?
R: No, para nada. No existe. En caso de salud, no existe. Cuando traen un caso, inmediatamente se traspasa. Además, llega al hospital por fax el pedido con la descripción del caso y ya se arregla todo con los servicios del ejército para que les hagan el pasaje rápido. Hasta se les manda ambulancias de cuidados intensivos de acá para recibirlos en la frontera, ya que sabemos que los que llegan de allí son más complejos que los comunes- Eso lo saben también los soldados en la frontera.
P: Dr. Boksenbojm, usted me está describiendo muy claramente una situación que conoce desde adentro y por otro lado sabe cómo se presenta a menudo a Israel en el mundo. Volviendo al principio de esta entrevista: ¿qué piensa?
R: ¿Qué pienso? Me da rabia. Pienso cuánta hipocresía hay en el mundo. Ahora la moda es ser pro Islam porque el palestino y el musulmán son vistos como el David, aunque el que parece Goliat tenga razón. El pueblo palestino es el visto hoy por el mundo como el débil. Eso, junto con algunas cosas quizás no muy acertadas que ha hecho el Ministerio de RREE al no explicar bien la situación, da un mal resultado. Quizás se sentaron a descansar pensando que, total, como tenemos razón, seguramente los demás lo van a comprender; desgraciadamente no es así. Bien sabemos que como decía Goebbels, no importa qué tamaño tiene la mentira, si la repetís muchas veces, al final se convertirá en verdad.
P: ¿Cómo se sale de este embrollo?
R: Quizás una forma sea tratar de dejar de lado rencores, que ambas partes sepan que el que está del otro lado tiene derecho a vivir. El de ese lado lo tiene y el de este lado también lo tiene. Cuando se llegue a esa conclusión, neto, y dejen de pelearse por dos centímetros más o tres menos, el odio no permitirá solución. Mientras haya gente que siga tirando brasitas al fuego para conservarlo, no llegaremos a nada.