Wikileaks reveló, entre otras cosas, que el Ministro de Defensa libanés ofreció consejos para invadir su país, que Israel y los Estados del golfo mantuvieron contactos secretos y que Venezuela considera “extranjeros” a sus ciudadanos judíos.
Israel destacó que las filtraciones de Wikileaks certifican algo “muy importante” y que no podían revelar en público: el enorme deseo de varios países árabes de atacar el proyecto nuclear de Irán.
“Los documentos filtrados revelan cosas que algunos ya sabíamos. Que los árabes saben que tienen un enemigo que no es Israel. Se trata de Irán que aspira a armas nucleares. Revelan que, por ejemplo, el rey saudí y Dubai fueron los que pidieron bombardear Irán. Los propios norteamericanos llaman ‘Hitler’ a Mahmud Ahmedineyad”, ha declarado el presidente de Israel, Simon Peres.
De la filtración masiva de los telegramas diplomáticos norteamericanos sale una imagen clara y rotunda: todo el mundo y no sólo Israel vive en pánico ante el proyecto nuclear iraní”, escribe el periodista Sever Plotsker en el diario ‘Yediot Ajaronot’, antes de añadir: “La carrera nuclear de Irán no es una paranoia israelí como intentan afirmar determinados sectores. Es un asunto que no deja dormir a la mayoría de líderes, desde Riad hasta Moscú”.
La expresión saudí “le corten la cabeza a la serpiente” en alusión a Irán y el deseo de Arabia Saudí de un ataque militar contra Teherán era algo que conocían perfectamente los servicios secretos israelíes. Y también, que países árabes, con o sin relaciones diplomáticas con Israel, desean que “Israel o EEUU haga el trabajo sucio”.
Venezuela considera extranjeros a los judíos
Según el reporte, fechado el 2 de noviembre de 2009 y revelado por WikiLeaks, la comunidad judía apoyó en silencio el ingreso de Venezuela al Mercosur, esperanzados en que la pertenencia al bloque les daría mayores garantías a sus derechos humanos.
La Confederación de Asociaciones Israelitas Venezolanas (CAIV )explicó que se vio en la necesidad de iniciar contactos con diferentes embajadas, entre ellas la de los Estados Unidos, como forma de conseguir una protección “diplomática” para la comunidad judía. Según explicaron los dirigentes, el régimen chavista usó como argumento el supuesto apoyo de los líderes judíos al golpe de Estado de 2002 para realizar un ataque antisemita sostenido contra sinagogas y miembros de esa comunidad desde 2004 en medios oficiales.
Como ejemplo, señalaron el ataque de Emilio Silva, profesor de la Universidad Bolivariana de Venezuela y autor de un artículo en el sitio oficial aporrea.org que llamaba a manifestarse violentamente contra la sinagoga Tiferet, diez días antes de que ésta sufriera un ataque. En este caso, el gobierno de Hugo Chávez admitió que se trataba de un artículo antisemita, lo consideró “un error”, pero no sancionó a su autor.
Asimismo, mostraron los constantes ataques que desde medios del gobierno se hacían contra el gobernador del estado de Miranda, Henrique Capriles Rodonski, señalándolo como “judío” (en rigor, Capriles Rodonski es católico, descendiente de judíos).
La CAIV manifestó la ironía de tener que mantener contactos con el viceministro de Relaciones Exteriores Temir Porras, y ocasionalmente con el canciller Nicolás Maduro, pues consideraban que, siendo venezolanos, no deberían tener que dialogar con esa cartera sino con el ministro del Interior. “Eso enfatiza que el gobierno bolivariano considera a la comunidad judía como extranjeros, en lugar de venezolanos”.
Ministro de Defensa libanés ofreció consejos para invadir su país
Elías Murr le contó a los diplomáticos estadounidenses cómo Israel podría “limpiar” a Hezbollah del sudeste del Líbano, según un cable publicado en WikiLeaks. En una futura repetición de su invasión del 2006 al sudeste del Líbano, Israel debería ocuparse de no antagonizar a las comunidades católicas locales, expresó.
Murr también expresó a los diplomáticos que Hezbollah, a pesar de que clama su victoria en el 2006, cuando le causó a la FDI fuertes bajas, estaba menos confiado en poder mantener otro ataque de Israel.
“Estoy seguro de que Hezbollah está asustado y se está preparando para una lección severa esta vez”, dijo.
Expresó que la organización sentía que no tenía más opción que responder por el asesinato de Imad Mughniyeh, un comandante militante asesinado en Damasco en el 2008. El grupo terrorista acusa a Israel por el ataque.
“Murr cree que ese choque en el occidente de África o América del Sur debería ser más fácil para Hezbollah, pero piensa que su líder espiritual Hassan Nasrallah preferiría atacar dentro de Israel si es posible.
Israel y los Estados del Golfo mantuvieron contactos diplomáticos secretos
Era un secreto a voces, pero Wikileaks le quitó el velo.
Israel y sus adversarios en el Golfo Pérsico llevaron adelante contactos secretos los últimos años para coordinar políticas e intercambiar información sobre la amenaza que representa Irán, a pesar de la postura pública de hostilidad.
Un cable clasificado de 2009 expone la diplomacia de alto nivel, y en secreto, entre Israel y Arabia Saudita, Qatar, Omán y los Emiratos Árabes Unidos, todos países que oficialmente no reconocen al estado judío.
Contrariamente a la retórica pública condenatoria hacia Israel, estos estados árabes instaban en privado a Israel a una acción más dura contra Irán.
“Ataque israelí a Irán podría llevar a una guerra nuclear”
Los cables diplomáticos de EE.UU. revelan la preocupación de la inteligencia australiana sobre el conflicto entre Israel e Irán como “el mayor desafío para la estabilidad” en Medio Oriente.
Los australianos plantearon la posibilidad de que Israel podría atacar al estado musulmán varias veces.
Según los cables, publicados exclusivamente en el periódico australiano The Age, “están inmediatamente preocupados de que Irán busque conseguir capacidades nucleares que lleven a una guerra convencional, o a un intercambio nuclear, en Medio Oriente involucrando a EE.UU., lo cual llevaría a Australia al conflicto”.
Un cable de julio del 2008 mostró que el primer ministro australiano de ese entonces, Kevin Rudd, estaba “profundamente preocupado” con que “Israel se vea forzado a usar medios no diplomáticos” para evitar que Irán obtenga armas nucleares.
En diciembre del 2008, Peter Varghese, en ese entonces jefe de la agencia de inteligencia australiana ONA, se encontró con Randall Fort, jefe del bureau del Departamento de Estado de Inteligencia y Desarrollo (IRN). El informe de la embajada sobre el encuentro decía que la ONA “estaba particularmente interesada en los objetivos de A/S Fort y INR sobre las líneas rojas de Israel en el programa nuclear de Irán y la probabilidad de un ataque israelí contra las facilidades nucleares iraníes”.
El cable agregó que Varghese dijo que la posibilidad de que exista un conflicto entre Israel e Irán “representaba claramente un gran obstáculo para la estabilidad” de Medio Oriente