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lunes, 30 de mayo de 2011

LA MEMORIA DE LOS ARBOLES

por PILAR RAHOLA

En la semana de los logaritmos políticos, con las quinielas de los alcaldes abiertas en canal, da la impresión de que nada existe más allá de la política. Y, sin embargo, hay vida más allá de la política. El jueves por la noche, por ejemplo, 400 personas tuvimos tiempo de detener el tiempo y nos dedicamos una emotiva cena de homenaje. El anfitrión era el Keren Kayemet, el Fondo Nacional Judío dedicado a la plantación de árboles. Los homenajeados, los cinco bomberos que en el 2009 perdieron la vida mientras luchaban contra el fuego en Horta de Sant Joan. El lema del acto, "La luz de la esperanza". Y bajo esta luz –con la presencia de los cargos más importantes del país–, desde Artur Mas o Núria de Gispert, pasando por los consellers Puig i Pelegrí y los alcaldes Xavier Trias, Àngel Ros hasta el alcalde de Horta Àngel Ferràs, el Fondo Nacional Judío dio el pistoletazo de salida para plantar dos bosques, uno en la zona de los Reguers y el otro en el pueblo de Yattir, en el Néguev. De esta manera, se perpetuaba una tradición que esta entidad, considerada la oenegé ecológica más antigua del mundo, ha preservado durante 110 años. Desde 1901, cuando se fundó, el Keren ha plantado más de 220 millones de árboles, ha creado más de 200 reservas de agua, ha aumentado en un 10% la reserva acuífera de Israel, ha rehabilitado decenas de ríos y ha conseguido cambiar el clima del propio país. Israel es el único país del mundo que tiene más árboles en este siglo de los que tenía en el siglo pasado, y eso a pesar de los incendios a menudo provocados por los atentados y las guerras. En dos ocasiones, ha plantado bosques fuera de su país, uno en Canadá y lo que se plantó en el monte Igueldo de San Sebastián en memoria del asesinado por ETA Fernando Múgica. Ahora será, pues, el tercer bosque que esta organización plantará fuera de Israel. Y así, de la mano del Keren, el jueves por la noche se dio el pistoletazo de salida de los dos bosques que sumarán 10.000 árboles y que construirán un puente simbólico de memoria, dignidad y luz a ambos lados del Mediterráneo. Allí donde el fuego quitó la vida a cinco bomberos y, con ellos, dejó una estela de devastación, tristeza y desesperanza, ahora latirá el aliento de este memorial vivo. Nada los devolverá nunca, ni nada quitará el dolor de una herida incurable, pero no hay manera más trascendente y más bonita de homenajear a los bomberos que cayeron que plantando árboles allí donde el fuego ha devorado la vida. El médico y bombero Miquel Vidal habló de los valores necesarios para ser bombero, entre otros, el altruismo, la entrega y el coraje. Y en la clausura, Artur Mas recordó unos versos de Carles Riba que hablaban de la ausencia. Y así acabó el acto tal como había empezado, con un profundo respeto por la memoria de los caídos. Árboles de esperanza allí donde el fuego segó vidas y secó el alma de un pueblo.

martes, 22 de marzo de 2011

Preocupación de los principales líderes judíos del mundo por la influencia de Irán en Latinoamérica



Así lo aseguró el presidente del Congreso Judío Latinoamericano, Jack Terpins, en una entrevista con la Agencia Judía de Noticias, en la que además habló sobre la reunión anual de la Junta Directiva del Congreso Judío Mundial que se llevará a cabo en San Pablo entre el 27 y el 30 de marzo. “Creo que lo que estamos pasando los judíos de la diáspora de Latinoamérica con relación a Irán es preocupante, pero vamos a enfrentarlo como siempre lo hicimos”, resaltó.

Los principales líderes judíos del mundo están preocupados por la influencia de Irán en Latinoamérica, según expresó el presidente del Congreso Judío Latinoamericano, en diálogo con la Agencia Judía de Noticias.
Los mayores representantes judíos de todo el globo se reunirán en Brasil a fines de marzo para discutir la problemática que afecta a esa comunidad en el marco de la reunión anual de la Junta Directiva del Congreso Judío Mundial (WJC, por sus siglas en inglés).
“Este es un encuentro muy importante para nosotros”, destacó Jack Terpins, presidente del Congreso Judío Latinoamericano, en declaraciones a la Agencia Judía de Noticias (AJN).
La convención, que se desarrollará en la ciudad de San Pablo entre el 27 y 30 de marzo, servirá para analizar el nuevo mapa político de Medio Oriente, la presencia cada vez más fuerte de Irán en algunos países de Latinoamérica, el antisemitismo y el cambio de la política de Brasil respecto de la república islámica.
La dirigencia del WJC espera la confirmación de la participación de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, en este importante encuentro judío, que reunirá a dirigentes de todas partes del mundo.
“La expectativa de esta reunión está centrada en los intereses de la comunidad judía”, indicó Terpins.
Si bien aún no se definió la agenda de este encuentro Terpins estimó que “probablemente” sea tema de conversación la presencia de Irán en varios países de América Latina.
“Creo que lo que estamos pasando los judíos de la diáspora de Latinoamérica con relación a Irán es preocupante, pero vamos a enfrentarlo como siempre lo hicimos”, resaltó Terpins.
El dirigente judío realizó estas declaraciones tras conocerse la preocupación de Paraguay por la creciente relación de Bolivia con el régimen que preside Mahmoud Ahmadinejad. “La preocupación es por el terrorismo que puede llegar”, sostuvo Terpins.
Lo cierto es que Irán se convirtió en el principal donante de Bolivia, superando incluso la ayuda enviada desde la Unión Europea.
De acuerdo a datos del Ministerio de Hacienda, durante 2010 la Unión Europea entregó aportes económicos ligeramente superiores a los 750 millones de dólares.
En tanto que Irán facilitó diversas donaciones que alcanzaron un total de 1.200 millones de dólares. Solamente en Cochabamba entregó al Estado boliviano un moderno hospital maternoinfantil, totalmente equipado.
A mediados de 2010, el centro asistencial trascendió por la exigencia a las enfermeras de llevar un velo, para cubrir el rostro.
Hasta aquí todo parece normal, pero la preocupación creció cuando en la ciudad de Warnes, 30 kilómetros al norte de Santa Cruz de la Sierra, se construyó la Escuela Militar del ALBA, una iniciativa promovida por Venezuela y agrupa en su seno a Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Dominica, San Vicente y las Granadinas, Antigua y Barbuda, Cuba e Irán, incluido últimamente.
Irán donó el dinero a Bolivia para la construcción de la escuela militar, proyecto que se realizó en forma conjunta con Venezuela, un socio histórico de Teherán en la región.
Pese a estos datos, Terpins valoró el cambio de posición del gobierno de Brasil con la llegada de Rousseff al poder.
“Brasil es una potencia muy fuerte y es una posición muy importante para el resto de Latinoamérica y hemos notado un cambio con la llegada de la presidenta de alejamiento en la relación con Irán”, dijo el titular del Congreso Judío Mundial.
Justamente, en el acto por el Día Internacional de Conmemoración del Holocausto, la presidente de Brasil condenó a aquellos que niegan o minimizan el alcance de la Shoá.
Además se especula que la reunión servirá para analizar el nuevo mapa político de Oriente, tras la renuncia del presidente egipcio Hosni Mubarak y sus implicancias en la relación de ese país árabe con Israel.
También será parte del debate el reconocimiento de un estado palestino por parte de distintos países latinoamericanos y el estado de las conversaciones entre Israel y la Autoridad Palestina por un acuerdo de paz.

domingo, 13 de marzo de 2011

La revolución arabe

Por Nahum Bergstein Ex legislador del Partido Colorado

Parece ciencia ficción. Un tunecino abrumado por el desespero se inmoló por el fuego, sin matar ni querer matar a nadie. Lo hizo el día que no pudo llevar a su casa unas pocas monedas para comprar algo de comida. Esta tragedia desató una imprevisible revuelta que, con el transcurso de las semanas, se torna cada vez más indescifrable. Como si el mundo árabe hubiera sido tocado por una varita mágica, los objetivos declarados son:- Democracia y mejor calidad de vida. Vargas Llosa lo califica como un movimiento emancipador de carácter civil, no religioso, inspirado en ideales democráticos de libertad política, elecciones libres, lucha contra la corrupción, justicia social; en suma, la libertad como llave maestra para vivir sin miedo, dentro de la legalidad y con oportunidades de progreso. Habría que ser ciegos o muy prejuiciados para no advertir que el motor secreto de este movimiento es un instinto de libertad y de modernización. La equivocación garrafal sería creer que gracias a este movimiento emancipador, el integrismo islámico podía apoderarse de toda la región...(Fin de la cita)

Me siento aludido porque desde esta página expresé mis dudas sobre el carácter de la revuelta y sus fines. Quisiera estar equivocado, porque deseo como el que más que en el Medio Oriente reine la paz y no el conflicto, que la esperanza alivie el sufrimiento, y que la libertad triunfe sobre la tiranía. Alcanza con imaginar al democrático Israel rodeado por países árabes igualmente democráticos. ¿Acaso puede haber guerra entre dos países democráticos? Pero debo admitir que mis dudas se mantienen. Tomemos algunos hechos de estas semanas:

1.- El gobierno de transición instalado en Túnez hace algunas semanas, después del derrocamiento de Ben Alí, ya fue sustituido por otro más radical. (Cuando derrocaron al zar, la sustitución de los mencheviques por los bolcheviques insumió varios meses. Lo mismo sucedió cuando Khomeini instaló un gobierno moderado para suceder al shá); 2.-Luego de la expulsión de Mubarak fueron liberados 109 presos pertenecientes a organizaciones islamistas; 3.-Del seguimiento de diversas corrientes islamistas que hace el "Middle East Media Research Institute", aparecen llamados de diversas fuentes, incluso altas jerarquías religiosas, para prepararse discretamente y organizarse militarmente en el Sinaí. También exhortaciones a los jeques justos y devotos de Egipto a levantarse de su letargo y dirigir a las masas de jóvenes- (Difusión www.porIsrael.org); 4.- Curiosamente no estalló ninguna revuelta en el de por sí convulsionado Líbano. Falta decir que el actual primer ministro fue propuesto; mejor dicho, impuesto, por el Hezbollah; 5.- Como escribiera Lincoln Maiztegui, el régimen de Kadafi es una vergüenza del género humano, sin perjuicio de lo cual cabe el asombro por la sospechosa unanimidad de levantamientos contra los regímenes menos hundidos en la teocracia. ¿No terminará, se pregunta, en un avance del medioevo irracional y racista? Llama la atención que en países gobernados por dinastías que llevan siglos y décadas, como Arabia Saudita o Siria, la situación sea relativamente tranquila.

En ninguno de estos casos advierto lo que Vargas Llosa define como "el instinto de libertad".-

Párrafo aparte merece el islam en el islam clásico, como señala Bernard Lewis, no había diferencia entre Iglesia y Estado. A lo largo de la historia del judaísmo y del cristianismo han habido dos poderes, espiritual y temporal, que podrán estar en armonía o en conflicto. No es el caso del islam donde no hay parejas de palabras que correspondan a espiritual y temporal, laico y eclesiástico, religioso y secular. La palabra que se acuñó para "secular" se incorporó al árabe hace unos 100 años. La misma noción de jurisdicción y autoridad seculares se ve como una impiedad e incluso como la mayor traición al islam. La unidad entre política y religión, o sea la definición de identidad política y lealtad por el hecho de compartir una misma adhesión religiosa, es esencial en el islam. -

A partir del siglo XIX hubo un cambio. Hasta entonces las potencias occidentales eran el producto natural de la política de los infieles, a las que los árabes debían oponerse religiosa y políticamente, de acuerdo a lo que disponen los textos sagrados del islam. Pero la idea del colonialismo fue tomando cada vez más cuerpo, de manera que la lucha contra el imperialismo asumió un carácter nacionalista compatible ¬al menos teóricamente- con la libertad y creación de un gobierno constitucional. Esto requería, como subraya Lewis, un gigantesco esfuerzo de renovación del islam por parte de los constitucionalistas islámicos, para encontrar una base para sus nuevas legislaciones en la ley y tradición musulmana. Pero estos intentos de modernización no cristalizaron. No pudieron modernizar el islam, ni aliviaron los sufrimientos de la gente necesitada. Había más posibilidades para ello hace un siglo que en la actualidad, porque desde entonces los islamistas siguieron creciendo. Dicho sea de paso, las actuales revueltas tienen lugar precisamente cuando están en la cresta de la ola.-

Jean Daniel cree que estamos en los umbrales de un islam cuya práctica se dirigirá cada vez más hacia la esfera privada lo cual, en verdad, significaría un cambio positivo. Otros, como Dominique Moïsi van más lejos y pronostican el advenimiento de un post-islamismo en el mundo árabe. Desde mi punto de vista, las reacciones políticas de Occidente deberían estar marcadas por la prudencia y la determinación:- una vez adoptada una estrategia, mantenerla. Pero sería prematuro, casi una ingenuidad, echar desde ya las campanas al vuelo.-

lunes, 28 de febrero de 2011

Las revueltas árabes, nuestras esperanzas y nuestros temores

Si hay alguien a quien no le resultan ajenos los sucesos actuales del mundo árabe es a las colectividades judías de todo el mundo. La razón es muy simple: los países árabes han provocado y sostenido el conflicto con Israel y, peor aún, se convirtieron en el motor del antisemitismo internacional post segunda guerra mundial, hasta la actualidad. Nadie más que nosotros puede desear un cambio radical en la realidad árabe. Y, por supuesto, que ese cambio sea hacia la democracia. Porque además de nuestras profundas convicciones democráticas, la historia del último siglo nos enseña que no ha habido guerras entre democracias.

Entonces ¿por qué nuestros temores?

Hay dos tipos de razones. Por un lado, los que se negaron a aceptar un Estado judío y comenzaron paralelamente un campaña de antisemitismo primero hacia adentro y luego hacia afuera de sus países, fueron los líderes árabes, abuelos, padres y tíos de los déspotas actuales –salvo algún coronel que desplazó a alguno de aquellos para eternizarse él mismo en el poder-. Todos ellos recibieron el apoyo e influencia de cada imperio que a su turno tuvo preponderancia en la zona. Primero fue el imperio británico –aprovechando la caída del Imperio Otomano-, desde mediados de la primera guerra mundial hasta algunos años después del final de la segunda. Luego fue la Unión Soviética, para quien el Medio Oriente constituía la prioridad número uno en su política en el Tercer Mundo. Ella, por varias décadas, sostuvo, armó, mandó cientos de asesores militares y alentó las guerras del Medio Oriente apoyando a Egipto, Siria, Irak, Libia, Argelia, Túnez, Yemen, Somalia y Sudán. Cuando cae la Unión Soviética, la preponderancia pasa a ser de Estados Unidos y Europa con influencia sobre Egipto, Jordania y varios países del Golfo principalmente. Rusia nunca perdió totalmente su influencia. China, por su parte, ha logrado situarse fuertemente en Sudán y miró para otro lado mientras los árabes de ese país masacraban a los pueblos originarios del sur del mismo y de Darfur.

Sería ideal pues que estos herederos del despotismo y de una cultura de odio hacia Israel y los judíos, fueran barridos del poder. Sin embargo, todos esos regímenes han sabido dejar un legado terrible a sus pueblos: una cultura de odio. Generación tras generación fue educada en ese sentido. Libelos como Los Protocolos de los Sabios de Sión y Mi Lucha fueron y son distribuidos gratuitamente por millones, enseñados y difundidos por todos los medios posibles: escuelas, liceos, universidades, embajadas, todos los medios de difusión, cine y hasta dibujos animados han estado permanentemente plagados de citas antijudías y antiisraelíes. Hace algunos años atrás, Roger Garaudy, un prófugo de la justicia francesa por negacionista del Holocausto, fue condecorado por Mubarak en persona en la Universidad de El Cairo. ¿Cuánto tiempo puede llevar cambiar la cabeza de las generaciones actuales educadas-adoctrinadas de esa manera?

El otro pilar de nuestros temores, también tiene que ver con un aspecto cultural. Elecciones y democracia no son la misma cosa. La democracia es un estilo de convivencia que no se adopta de la noche a la mañana. Es un largo proceso. Por eso se habla de cultura democrática.

¿Cuáles son entonces nuestras esperanzas?

Hay un ejemplo relativamente reciente de terremoto geopolítico de grandes proporciones: la caída de la URSS. Allí también se vivió por décadas bajo pesadas tiranías. Allí también se adoctrinó fuertemente a los pueblos desde la escuela en adelante, en cada etapa de la vida de las personas, como suelen hacer los totalitarismos, en las bondades de esos regímenes y en el odio a occidente. Sin embargo, en un tiempo relativamente corto, los países del bloque soviético devinieron en democracias que viven en paz y con prosperidad. Es verdad que no fue de la noche a la mañana y que hubo guerras y enfrentamientos interétnicos, que todavía queda mucho por hacer, pero los pueblos demostraron que se pudieron sacudir rápidamente décadas de cultura de odio a occidente y aprender a vivir en democracia.

No podemos saber a priori para qué lado se va a inclinar la balanza en el mundo árabe. Nuestra esperanza es que la sabiduría de los pueblos árabes sea mayor que la iniquidad de los déspotas que los subyugaron durante tantos años.

viernes, 25 de febrero de 2011

¿Recién ahora se dan cuenta?

por Ana Jerosolimski

Occidente observa anonadado las revueltas en varios países del mundo árabe, como si hubiera descubierto una gran sorpresa.

La historia que se desarrolló ante los ojos de la prensa en Egipto, cuando jóvenes armados con Facebook y Twitter lograron obligar al Presidente Husni Mubarak a renunciar tras casi 30 años de gobierno autoritario, fue cubierta como comienzo de una lucha por la democracia. Más allá de los análisis de especialistas diversos –entre ellos también árabes, musulmanes- que alegan que lo que hay de fondo es otra cosa y no necesariamente la búsqueda de la democracia, el hecho es que Occidente reaccionó como si no creyera que en “el principal país del mundo árabe”, había razones para lanzar una revolución.

Nos parece captar una mezcla de entusiasmo e incredulidad-que a medida que pasan las semanas, es verdad, se va moderando un poco (la incredulidad, no el entusiasmo)- por el impresionante contagio de un país a otro. De Túnez a Egipto, de Egipto a parte de Argelia y Yemen, algo en Jordania, un poco en Marruecos, y ni que hablar de la locura que se está viviendo en Libia. Locura, no por la osadía de los ciudadanos que desafían a su tirano de hace más de 40 años,sino por la represión asesina de Muamar Gaddhafi cuyos detalles ya conoce todo aquel que sigue aunque sea un poco los informes por prensa y televisión: al parecer ya cientos de civiles muerto , no pocos militares ejecutados por rehusar abrir fuego a sangre fría hacia sus conciudadanos, misiles disparados por la Marina hacia los manifestantes, órdenes a la Fuerza Aérea libia de bombardear a sus propios conciudadanos en Bengazi.

Paralelamente al entusiasmo y la esperanza que inspira en todo demócrata lo que está ocurriendo en el mundo árabe-aún si de fondo somos conscientes de los riesgos que traen también las posibles alternativas- , no podemos evitar tener también otro sentimiento. No podemos evitar preguntarnos retóricamente si acaso no sabían antes que los pueblos del mundo árabe tienen hace mucho razones para rebelarse.

¿Recién ahora se dan cuenta en Occidente de que el mundo árabe es un cúmulo de regímenes totalitarios de distintos tipos, lejanos de la democracia y el respeto a los derechos de sus ciudadanos?

Un elemento claro y evidente, es la longevidad de los regímenes que paulatinamente están siendo derrocados u obligados a lidiar con serias protestas.

El Presidente de Túnez Zine el-Abidine Ben Alí , abandonó su país al comienzo de la ola que golpea al mundo árabe, tras 23 años en el poder, basado en la fuerza del ejército. Hasta unos días antes de escapar, estaba hablando de postularse para un nuevo período en el 2014, con lo que se interpreta había sido la intención de promover para después, la candidatura de su segunda mujer.

Mubarak, en Egipto, cayó poco antes de cumplir tres décadas en el poder, que heredó de Anwar el-Sadat, asesinado años después de heredar el poder de Gamal Abdel Nasser….años después de la revolución de los “Oficiales Libres” que en 1952 derribó al Rey Faruk. Mubarak tenía planeado entregar el poder a su hijo Gamal.

En Argelia, el Presidente Abdel Aziz Buteflika, entregó gran parte del poder a su hermano Saidy, preparando la continuación de la dinastía.

En Libia, van ya casi 42 años de Ghaddafi en el poder , siendo únicamente sus hijos los que se salvaron hasta ahora de las varias purgas que su padre fue haciendo. El mayor, Saif al-Islam (lindo nombre---la espada del Islam), es considerado en más moderado y hasta de tono reformista en términos de derechos humanos…pero al parecer esa interpretación la habrá hecho algún analista que juzgó sólo en base a que el hombre viaja a menudo a Roma y se viste moderno….su verdadera piel salió a la luz hace unos días, cuando en medio de los disturbios en Libia, se plantó frente a la pantalla de la televisión oficial libia y advirtió que “habrá baños de sangre si no para la revuelta..hasta la última gota”.

En Yemen tampoco hay novatos en el gobierno. El Presidente ali Abdallah Saleh está al frente desde hace 32 años y ya había designado a su hijo Ahmed Saleh para sucederlo…

Especial atención despierta Siria, cuyo Presidente Bashar el-Assad, sucedió en el 2000 a su padre, el sangriento Hafez el-Assad, que había regido los destinos del país durante tres décadas. El poder está en manos de la minoría alawita, algo de por sí no muy democrático que digamos.

Pero el tema no es solamente los numerosos años al frente sin elecciones democráticas auténticas, sino el carácter de los regímenes, que oscilan entre el autoritarismo duro y el instinto asesino sangriento. En el medio, ninguno de los matices es alentador. Ahora está claro ante todos, que el gobierno de Mubarak, era un juego de niños en comparación con el libio, por ejemplo.

Son décadas sin democracia, de represión, falta de libertad y de respeto al ciudadano. Son décadas de corrupción, apropiamiento de dineros públicos, de violación constante y sistemática de los derechos humanos de las respectivas poblaciones de cada uno de estos países.

¿Recién ahora se dan cuenta en Occidente?

Durante años , los informes de organizaciones de Derechos Humanos dedican sendos capítulos a la situación en distintos países del mundo árabe e islámico. Las violaciones de los derechos humanos son sistemáticas y constantes.

En el portal árabe “Al Bab”, leímos una nota interesante e n la que se admite que “acuerdos internacionales, como ser convenciones de la ONu relacionadas a los derechos humanos, presentan a los países árabes (y en términos más generales a los países islámicos), con un dilema”. El sitio, con evidente autocrítica, señala que “por un lado, los países árabes son renuentes a aceptar al principio de la universalidad, arguyendo que debe haber excepciones por consideraciones culturales o religiosas, mientras que por otro se sienten en la necesidad de demostrar que el Islam respeta los derechos humanos,suscribiendo las convenciones de la ONU”.

Y agrega “Al Bab”: “El convertirse en firmante de diversas convenciones de derechos humanos, da respetabilidad sin que necesariamente se creen obligaciones serias reales en términos de cumplimiento-ante todo porque las convenciones mismas carecen de mecanismos apropiados y en segundo término, porque los suscriptores de una convención de la ONU pueden simplemente ignorar partes de la misma, pidiendo registrar sus “reservas”...En algunos casos, estas reservas pueden tener tal alcance, que niegan la esencia sustancial del acuerdo”.

A pesar de todo esto, en una reunión de la Liga Arabe realizada el 5 de agosto de 1990, todos sus miembros-entre ellos, por cierto, países en los que el pueblo se está rebelando ahora- suscribieron lo que se conoce como “La Carta Arabe de los Derechos Humanos”. El tupé de los firmantes no les impidió comenzar hablando del “derecho a la vida en dignidad en base a la libertad, la justicia y la paz”…, seguir afirmando que “…el mundo árabe todo siempre ha trabajado en forma mancomunada…..para luchar en protección de su libertad…con fe en el gobierno de Derecho y en que cada individuo disfrute de libertad, justicia e igualdad de oportunidad……” y agregar el broche de oro: “rechazo del racismo y el sionismo, que constituyen una violación de los derechos humanos y constituyen una amenaza a la paz mundial”.

Estimamos que ahora, son más los ciudadanos del mundo-al menos entre aquellos que han estado mirando televisión- que comprenden quién viola los derechos humanos y quién amenaza la paz.

domingo, 20 de febrero de 2011

Medio Oriente: una región en llamas

Servicios de prensa

El Mundo Árabe en busca de un cambio. Irán, Yemen, Argelia, Libia y Bahréin, exigen gobiernos democráticos tras la caída de los líderes de Egipto y Túnez Los jóvenes lideran las revueltas | El Mundo Árabe en busca de un cambio. El reclamo va más allá de ideologías y religión Piden oportunidades laborales y que caigan los regímenes que están en el poder desde hace décadas

Los pueblos de Medio Oriente estaban desesperanzados desde hace mucho tiempo por la posibilidad de cambio. Se han sentido condenados a vivir bajo hombres que gobiernan por la fuerza y que han acumulado su riqueza y aporreado el disenso.
Fueron condenados a tener como única alternativa a los islamistas que han impuesto sus duras creencias y han reprimido a la disidencia. En algunos lugares como Arabia Saudita e Irán, los autócratas y los islamistas se fusionaron en una sola fuerza. Pero, en ningún sitio el pueblo ha tenido opción de elegir cómo se gobierna. Occidente también se rindió en la desesperanza, asumió que sólo los que gobiernan por la fuerza podían frenar a los extremistas.
Hace dos meses un vendedor callejero de frutas tunecino, Muhammad Bouazizi, prendió fuego a esos preconceptos cuando, en desesperación ante las autoridades intimidantes y la falta de trabajo, se bañó en nafta y encendió un fósforo. Los tunecinos y después los egipcios ganaron las calles. De manera casi milagrosa, la gente abrumó a los déspotas. En la última semana, decenas de miles hicieron manifestaciones en Teherán, desafiando los castigos. En el diminuto Bahréin, hubo muertos a medida que las fuerzas de seguridad lanzaban una lluvia de balas de goma contra los manifestantes y los cubrían de gas lacrimógeno. En Libia, las multitudes se levantaron contra un dictador terrible. Jordania está malhumorada, Argelia inestable y Yemen en ebullición.
Los islamistas radicales han sido durante largo tiempo los supuestos revolucionarios del mundo árabe, pero estas peleas no les pertenecen. En una región que se descompuso bajo la represión, una generación joven, de pronto, encontró su voz. Liderando a los de edad avanzada, se embriagaron con la posibilidad del cambio. Al igual que el triunfal derrocamiento del comunismo en Europa, en 1989, y hasta sus revoluciones fracasadas de 1848, la sublevación en la escala actual puede transformar las sociedades.

El empuje acelerado de hechos que derivó en la caída del presidente Hosni Mubarak, llegó tan lleno de marcadores que significaban un cambio radical, que sus implicaciones más profundas pueden ser difíciles de discernir. Ahora, las calles de ese país están en calma y el Ejército se hizo cargo de un gobierno interino inestable.
Pasan de la web a las calles
Una pequeña escena, con grand significado, se desarrolló unas 36 horas después de la salida de Mubarak, cuando dos de los principales generales fueron anfitriones de un chat con algunos de los jóvenes militantes cuya organización, para sorpresa de ellos mismos y del resto, terminó derribando a Mubarak. En un mensaje en Facebook, los visitantes describieron la reunión como alentadora. No solo los generales -los dos tienen más de 60 años- afirmaron el compromiso del Ejército con los objetivos de la revolución, incluyendo una rápida transición hacia la democracia, sino también mostraron "respeto sin precedentes por las opiniones de los jóvenes".
Para los egipcios, habituados a jerarquías rígidas de clase y edad, ese último punto fue revelador. La frustración de las multitudes en El Cairo y Túnez estuvo dirigida más que a los líderes, a lo que éstos representaban: autoridad paternalista y sin rendir cuentas. En esencia, ese es el modelo de gobernanza que ha prevalecido a lo largo de Medio Oriente, ya sea disfrazados de reyes, presidentes de por vida, ancianos jefes tribales rústicos en Yemen, caciques políticos sectarios en Líbano o barbudos clérigos en Irán.
REPERCUSIÓN. Una ola de fermento político da audacia a los disidentes y asusta a los gobierno desde el Atlántico al Golfo Pérsico. En la última semana, graves protestas estremecieron a Argelia, Bahréin, Irán, Libia y Yemen, con eslóganes y tácticas que imitan a los de Egipto y Túnez. Quienes apoyan al Movimiento Verde de Irán, volvieron a marchar por Teherán, por primera vez en un año. Manifestantes en Bahréin, tomaron una plaza en Manama, la capital del reino insular. Disidentes en Libia reunieron a 20.000 seguidores en Facebook. La discrepancia hasta se está movimiento bajo la monarquía absolutista de Arabia Saudita. Trabajando a través de Internet, grupos de islamistas y nacionalistas liberales planean formar partidos políticos, hasta ahora prohibidos.
Los gobiernos responden con variados grados de alarma. Con la finalidad de cortar de raíz la militancia a través de Internet, las autoridades de Siria condenaron, el 14 de febrero, a una bloguera de 19 años, a cinco años de prisión por "espionaje". El rey Abdulá de Jordania despidió a su Primer Ministro, emitió un decreto para permitir manifestaciones y prometió otras reformas. El gobierno de Irán y su protegido en Líbano, Hezbolá, simplemente intentó apoderarse de las revoluciones de Túnez y Egipto, al señalar que eran derivados islamistas de la revolución iraní de 1979.
Pero, la ola juvenil de la región va más allá de la política. Los millones de manifestantes que protestaron en Egipto no lo hicieron solo en desafío a Mubarak, sino que muchos cristianos coptos se incorporaron y desafiaron a su patriarca conservador de 87 años, que había llamado a los fieles a apoyar al gobierno. Durante el desasosiego, algunos altos clérigos musulmanes también habían defendido al Estado que paga sus salarios. No solo fueron ignorados, sino que en algunos casos criticados a viva voz durante los sermones del viernes.
En el resto de la región, la atracción de estas revoluciones trasciende a la satisfacción de ver a dictadores odiados ser corridos de sus cargos. Durante el largo periodo de estancamiento bajo Mubarak, El Cairo -que en otros tiempos fue el indiscutido centro del mundo árabe-, fue eclipsado progresivamente por lugares innovadores como Dubai y Beirut.
DESCONTENTO. De pronto, las imágenes heroicas y canciones excitantes de la revolución egipcia, inundan las emisiones radiales y de televisión árabes. Las imágenes muestran a jóvenes solitarios enfrentando a temibles formaciones de soldados. Las letras de canciones de rap, baladas contagiosas e himnos que circulan con fluidez como videoclips en Internet, hablan de heroísmo, honor y por sobre todo, de libertad.
Al igual que los jóvenes occidentales de la década de los `60, los jóvenes a lo largo de Medio Oriente heredaron un mundo con posibilidades mayores que el de sus padres. A través de Internet y en mensajes de texto intercambian chistes sobre los príncipes que envejecen.
Nadie puede predecir cómo las fuerzas desencadenadas en Túnez se desplegarán a lo largo de la región, porque cada país descontento lo está a su manera. Libia y Siria son más represores que Egipto. Yemen aparece complicado por la perspectiva de secesión en el Sur, e Irán por la frustrada sublevación de 2009. El Rey de Jordania gobierna un país que es principalmente palestino. Arabia Saudita y los emiratos tienen un bálsamo de petróleo que alivia. En Irak, que tiene una Constitución democrática y abundantes elecciones, el partido gobernante lucha para no dejar el poder.
El enredo y la confusión podrían reinar. Pero, el mundo exterior puede jugar su papel. Barack Obama eventualmente hizo la opción correcta en Egipto al respaldar las protestas. Debe presionar a los gobernantes para que afiancen sus regímenes mediante reformas y no por la violencia. Los vínculos entre oficiales del Ejército de Estados Unidos y los de Egipto pueden contribuir a guiar las reformas. Occidente también debe presionar más para negociaciones entre Israel y los palestinos. Esa situación no guarda relación son las sublevaciones, pero es una fuente venenosa para el mundo árabe.
El premio puede ser una familia de nuevas democracias: no serán como Polonia y República Checa, pero quizás como Turquía o Indonesia. Esos poderes no se ajustan al diseño de Occidente, pero r5esultan mejores para sus pueblos y la promesa de estabilidad vale más que el sangriento control de un dictador.

domingo, 13 de febrero de 2011

Israel – Egipto el nuevo puzzle de los países árabes

Medio Oriente tras la caída de Mubarak.
Después de lo sucedido en Egipto, esperan un "tsunami" de cambios en la región | Israel teme por avances del Islam e Irán augura el futuro que soñó | Con la llegada de los militares, alertan que la "represión" en Egipto aún no terminó | Redes sociales son las grandes cómplices de las revueltas callejeras

¿Caerán nuevos regímenes en el mundo árabe? Los llamados a forjar más revoluciones están hechos, por lo que las caídas de los presidentes de Túnez y Egipto podrían ser el comienzo de un despertar islámico.
La revolución popular egipcia no sólo ha derribado al rais Hosni Mubarak después de tres décadas en el poder, sino que también ha inspirado a millones de jóvenes de todo el mundo árabe que viven bajo regímenes que les asfixian y ha abierto un sinfín de interrogantes acerca de cómo se redibujará el entramado de alianzas, enemistades y tratados de paz en Medio Oriente.
El cambio en Egipto, el gran país del mundo árabe y pieza clave del puzzle regional, ha despertado una oleada de temores y esperanzas en los países de la zona.
"Estamos en un momento clave. No sólo para la historia de Egipto, sino para todo Medio Oriente", indica un alto responsable israelí. "Esperamos que el gobierno que tome el poder en El Cairo entienda que es necesario preservar el acuerdo de paz con Israel, que resulta fundamental para la estabilidad de toda la región", añade la misma fuente.

Israel es de los países que albergan más temores que esperanzas respecto a la caída del régimen de Mubarak. Es que para el país de Shimon Peres supone el fin de un statu quo que duró más de 30 años y que le ha permitido a los sucesivos gobiernos israelíes despreocuparse de la seguridad en su frontera sur. Pero, sobre todo, le ha permitido a Israel contar con un mediador en el conflicto de Medio Oriente del que se fía.
Fue en 1979 cuando Egipto e Israel firmaron el tratado que daría lugar a la llamada "paz fría", que hace alusión a la escasa calidez que se profesan las poblaciones de ambos países al margen de los acuerdos tejidos por los líderes políticos.
Israel teme ahora que un nuevo gobierno egipcio nacido de las urnas, y que refleje el sentir popular, no esté dispuesto a mantener el tratado de paz en los términos actuales.
En la Franja de Gaza, por el contrario, todo era júbilo el viernes cuando dimitió Mubarak. La suerte del millón y medio de ciudadanos que viven desde hace más de tres años encerrados en Gaza podría cambiar radicalmente en la era post-Mubarak. Porque el embargo israelí sólo ha sido posible gracias a la connivencia de los egipcios que mantienen prácticamente cerrado el paso de Rafah en el extremo sur de la Franja. Y porque los islamistas de Hamás que gobiernan en Gaza calculan que la ascensión a la superficie política de sus padres espirituales, los Hermanos Musulmanes egipcios, no pueden ser más que buenas noticias.
Hezbolá y Hamás eufóricos
Sami Abu Zuhri, un portavoz de Hamás, pidió a los nuevos líderes egipcios que levanten el bloqueo de Gaza inmediatamente y que abran el paso de Rafah para permitir el libre movimiento de las personas y para que pueda empezar el proceso de reconstrucción (tras la destrucción causada durante la guerra de 2008), según declaraciones recogidas por la agencia Reuters.
En el caso de la familia real de Arabia Saudí, sin embargo, el cambio de régimen egipcio supone una evidente fuente de preocupación, ante la perspectiva de perder un aliado frente a Irán.
Mientras, en la calles del reino, los ecos de las revueltas populares empiezan a sentirse. Los activistas más jóvenes exigen reformas políticas a través de Facebook, donde un grupo de intelectuales fundó un partido político y pidió al rey que autorice su funcionamiento. La decisión supone una primicia en el conservador reino donde toda actividad política está prohibida desde mediados de los años 50 del siglo pasado.
"La mayoría ve con buenos ojos los cambios en el mundo árabe con la esperanza de que afecte la situación en Arabia Saudí y otros lugares", dice desde Riad un profesor universitario. "El tsunami del cambio en Medio Oriente va a seguir de una forma o de otra y Arabia Saudí no está aislada del resto", estima quien además es un activista chií de la región de Qatif.
SATISFACCIÓN. En Irán, en tanto, los dirigentes están convencidos de que los cambios desatados por las revueltas árabes van a reducir el peso de Estados Unidos, su archirrival durante las tres últimas décadas por la influencia en la región. El presidente iraní, Mahumud Ahmadinejad, apenas podía ocultar la satisfacción que le produce ver en apuros a Mubarak, quien, como han revelado las filtraciones de WikiLeaks, considera a los gobernantes iraníes "mentirosos" y "poco dignos de fiar".
A las celebraciones por la renuncia de Mubarak, decenas de miles de iraníes sumaron festejos por el 32º aniversario de la revolución islámica.
Ahmadinejad aprovechó para reiterar la posición oficial de que las actuales revueltas son un eco de lo sucedido en su país en 1979 y para poner a Irán como ejemplo en la región. "Pronto veremos el surgimiento de un nuevo Medio Oriente… un Medio Oriente en el que no hay lugar para las potencias arrogantes", declaró. "Muerte a Norteamérica, muerte a Israel", exclamó.
En Líbano, el partido-milicia chií Hezbolá felicitó al "gran pueblo egipcio" por su "glorioso triunfo". Es que para Hezbolá, el fin de la era Mubarak es también una noticia agradable, ya que ve con buenos ojos un hipotético resurgir islamista en el enorme Egipto.
Las cifras
30 Son los años que Hosni Muba-rak estuvo en el poder; asumió en 1981 tras el asesinato de Anuar el-Sadat. Él era el vicepresidente.
18 Fueron los días que demoró Mubarak en acceder al estruendoso grito del pueblo egipcio que reclamaba su renuncia en las calles.
70 Son los millones de dólares de fortuna que tiene la familia Mubarak. El tesoro lo cosechó durante sus tres décadas en el poder.
ONG teme que la represión continúe tras la caída del presidente Mubarak
EL CAIRO | Las organizaciones humanitarias Amnistía Internacional (AI) y Human Rights Watch (HRW) alertaron en Nueva York que, pese a la renuncia del presidente egipcio Hosni Mubarak, la represión puede continuar en el país con la llegada del nuevo gobierno de transición liderado por los militares.
"El sistema represivo que los egipcios sufrieron por tres décadas no se terminó, el estado de emergencia sigue vigente. Quien está al poder debe aprovechar esta ocasión para entregar a la historia estos sistemáticos abusos", dijo la secretaria general de Amnistía Internacional, Salil Shetty.
"Para Egipto, el camino ahora está lleno de desafíos, y el ejército debe honrar las promesas de proteger los resultados de este valiente movimiento de protesta", afirmó HRW.
Dos semanas atrás, la ONG publicó un informe de 95 páginas que describe decenas de casos de tortura, entre ellos el del joven Khaled Said, de 28 años, asesinado en junio por policías de civil.
"El fiscal local había cerrado inicialmente la investigación y pidió la sepultura de Said", pero luego su caso se convirtió en "una excepción", precisó el informe. La causa se reabrió dada la repercusión en la prensa y la opinión pública.
HRW también denunció en la semana pasada "cientos" de casos de "tortura", ejercida por las Fuerzas Armadas, sobre manifestantes antigubernamentales. Estos sucesos, según la ONG, se dieron durante los primeros días de protestas en las calles de El Cairo. ANSA y AFP
Los que tiraron la primera piedra
Los jóvenes fueron los cerebros de la revolución
Nacieron más o menos por la época en que Hosni Mubarak llegó al poder por vez primera, obtuvieron títulos de las principales universidades del país y han pasado sus vidas adultas quejándose de las restricciones del estado policial de Egipto. Algunos han sido sometidos a detenciones y torturas por la causa.
Fueron los jóvenes profesionales -en su mayoría médicos y abogados- quienes marcaron el comienzo y después condujeron la revuelta que sacudió a Egipto. Sobre todo, integrantes de la generación Facebook que han permanecido mayormente sin rostro, dada la amenaza de arresto o secuestro a manos de la policía secreta.
Eran unos 15, incluido Wael Ghonim, ejecutivo de Google -detenido durante 12 días, liberado la semana pasada y que estuvo todo ese tiempo con los ojos tapados-. Sin embargo, llevaron una sofisticación y profesionalismo a su causa -capitalizando el anonimato de Internet para eludir a la policía secreta, plantando falsos rumores para engañara a espías de la policía, llevando a cabo "ensayos" en barriadas de El Cairo antes de trazar sus planes de batalla, para luego planear una horario semanal de protestas a fin de ahorrar su poder de fuego- que contribuye a explicar la asombrosa adaptabilidad y resistencia de la insurrección que ellos empezaron.
En el proceso, muchos han formado algunos inusuales vínculos que reflejan el carácter no-ideológico de la revuelta juvenil en Egipto, que abarca a liberales, socialistas e integrantes de la Hermandad Musulmana. "La que más me gusta es la Hermandad es que yo les caigo bien", dijo Sally Moore, psiquiatra de 32 años de edad, cristiana cóptica, jurada integrante de la izquierda y feminista de origen irlandés y egipcio.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Indefendible visita a Irán



La reciente visita a Irán de cinco legisladores -tres del Frente Amplio, un blanco y un colorado- es tan misteriosa como contradictoria con la posición democrática y defensora de los derechos humanos de nuestro gobierno y del resto del sistema político. Son tan frágiles como cuestionables los argumentos esgrimidos por los diputados viajeros para tratar de justificar su presencia en la nación persa y sus entrevistas con los principales gobernantes, incluyendo el presidente Mahmoud Ahmadinejad. Carece de solidez su argumento de que fueron a abrir nuevos mercados para las exportaciones uruguayas y atraer inversiones a nuestro país.

Irán ya es importador de productos uruguayos, como parte de la diversificación de mercados iniciada hace años por nuestro país, al margen de la situación política en un país cliente. Pero expandir ventas al exterior y atraer inversores es una tarea que compete a técnicos en las diferentes áreas involucradas, categoría en la que no están incluidos los diputados que se fueron de gira a Medio Oriente. Y sorprende, por decirlo suavemente, que hayan señalado a su regreso que las reuniones que sostuvieron con las máximas autoridades iraníes no eran el marco apropiado para hablar de los derechos humanos que viola sin miramientos el régimen de Ahmadinejad en todos los campos imaginables.

Además del diputado nacionalista Pablo Abdala y el colorado Daniel Bianchi, la delegación parlamentaria incluyó a los frenteamplistas Ivonne Passada, presidenta de la Cámara de Diputados, a la ex ministra del Interior, Daisy Tourné, y a Ruben Martínez Huelmo. Su fuerza política es abanderada en Uruguay del castigo a las violaciones a los derechos humanos durante la dictadura. Pero ignoraron el tema en sus reuniones con un gobierno que encarcela periodistas y dirigentes opositores, disuelve partidos contrarios al régimen, prohíbe la libertad de expresión y discrimina contra la población femenina al punto de penar con la muerte el adulterio pero solo si es cometido por la mujer.

El gobierno islámico radical, que ha amenazado con borrar a Israel del planeta y desarrolla un programa nuclear capaz de producir bombas atómicas, procura desde hace años afirmar su presencia en América Latina. Lo ha logrado con una alianza política con el presidente venezolano Hugo Chávez, a la que se han plegado los mandatarios "bolivarianos" de Bolivia, Ecuador y Nicaragua. El ex presidente Lula recibió amistosamente a Ahmadinejad en Brasil, pero su sucesora Dilma Rousseff ha frenado sensatamente ese acercamiento.

En vez de seguir ese ejemplo, los diputados que viajaron a Teherán mostraron un censurable silencio complaciente con las violaciones iraníes a los derechos humanos, bajo el tenue manto improcedente de estrechar relaciones y la improbabilidad de abrir mercados de exportación, tema importante pero sobre el cual no aportaron datos específicos a su regreso. El mal ya está hecho. Pero la opinión pública tiene derecho a que se le explique esta indefendible visita de los legisladores a Teherán.

viernes, 4 de febrero de 2011

Ana Frank está grabada en nuestra memoria

Autor: Rajel Hendler
Hace unos días, exactamente el 27 de enero, se recordó en Israel y en el mundo entero el Día Internacional del Holocausto, proclamado a 63 años de la caída de Auschwitz.
Nosotros sentimos la necesidad de rememorar algunos episodios vividos, leídos, recordados. Pesaj de 1943: sobre las ruínas y las cenizas que en Europa testimoniaban la barbarie del siglo XX, un horrorizado viento disparaba fúnebre humareda y el estertor de los últimos moribundos del Guetto de Varsovia.
Culminaba así el heroico episodio cumplido por un puñado de hombres, débiles, indefensos, casi desarmados, pero firmemente resueltos a “No morir en vano”, “No dejarse matar sin resistir”.
La Historia no olvida y el hombre tampoco debe olvidar. La página negra de la última hecatombe, en la cual los crímenes alcanzaron límites desconocidos e inimaginables, debe constituir la conciencia del mundo libre, de la humanidad toda. ¡Debe ser el permanente alerta! Contra las fuerzas negras y los mercaderes del odio que pretenden seguir pregonando, bajo falsos mantos, doctrinas fatales, destructivas, irreconciliables con el humanismo irreversible a que debe encaminarse, irrevocablemente, la vida de pueblos y naciones
“Corría el año 1943, estaremos en marzo o abril en Europa. ¿Quién puede recordar la fecha cuando la muerte ronda?”, escribe un testigo de la época.
Porque esos eran los días en que el judaísmo se extinguía en el Viejo Mundo. El nombre de Israel, de judaísmo, había sido borrado y extirpado en millares de ciudades y pueblos. Innumerables calles habían sido pavimentadas con lápidas, y los cementerios servían para el apacentamiento de ganado.
Era como si una tempestad primitiva se hubiera abatido sobre el continente, arrasando con vivos y muertos. Sólo ocasionalmente se veía algún soplo de vida vacilante. La espada diabólica seguía desenvainada, infligiendo a Israel “la solución final”.
Quién puede imaginar la profunda desazón que invadía al judaísmo si un rabino llegaba a exclamar: “¿Quién sabe si toda nuestra fe no fue un error?”
Como Job, reclamaba justicia divina y por un instante el enemigo había dado en el blanco, había logrado una fisura en el acerado espíritu judío acumulado durante siglos y siglos.
Pero en la resistencia de los guetos que luchaban estaba la respuesta. Y se preguntaban: “¿Cuál es esa fuerza y cuál su secreto para luchar y resistir?”
Desesperados retaban: “¿Quién y qué es Israel? ¿Naciones o barro y estiércol esparcidos en los campos?””
¿Dónde estaban la protección y la fuerza de la Torá? ¿Dónde apoyar esa fe auténtica en un mundo de justicia? ¿Dónde está la justicia?
Pero al igual que Eliú, hijo de Barraquel, contestara a Job, los jóvenes y heroicos guerrilleros respondieron con la acción a tamaños interrogantes.
Había dicho Eliú, el joven amigo de Job: “….El espíritu de Dios me hizo. Y el soplo del omnipotente me dio vida. Detente y considera las maravillas de Dios.
¿Sabes tú cómo Dios las pone en concierto?
¿Y hace resplandecer la luz de su nube?
¿Has conocido tú las diferencias de las nubes?
¿Las maravillas del Perfecto en sabiduría? (Job 33/4 37/14).
En esas jornadas de agonía de la negra noche de Europa, surgió en los pocos que quedaban aún, un gran anhelo de vivir. Era sin duda, en esencia, la misma exaltación y temor reverente, la misma sensación suprema y de honor que todo hombre y mujer de Israel experimenta frente al Eterno Misterio.
Esa pujanza del misterio del ser y la omnipotencia, impulso de centurias de historia, de tradición, de holocaustos, ese misterio llevó al levantamiento, a la lucha que no es otra cosa que testimonio imperecedero de fe inquebrantable, de testimonio de ser judíos.
Es el mismo misterio, el deseo inconsciente que movió a una niña de trece años a narrar en forma de “Cartas a su muñeca” el tremendo cautiverio en la Amsterdam ocupada por los nazis, con la lógica reacción que determina vivir en esas circunstancias. Pero más allá del miedo, más allá de la tragedia, el amor y la fe de una precoz adolescente, Ana Frank, quedaron grabados en una imborrable historia viva. Nosotros, en 2011, al consagrar y recordar el Día Internacional del Holocausto como respuesta a todos aquellos antisemitas, anti israelíes que tratan de negarlo, de borrarlo, rezamos por la memoria de los millones de víctimas de la masacre, en nuestra lucha diaria, en la construcción de nuestra patria, Israel, y en la educación en general, porque nunca se repita. Debemos entendernos; tenemos un Estado, tenemos comunidades hermanas esparcidas por el mundo entero, debemos continuar la lucha diaria, nunca transigir.
Al cumplirse 66 años de aquel día y nuestra Mediná cumplirá dentro de pocos meses 63 años, debemos repetir el relato, no negar y no perdonar, en los viajes por el mundo, en las escuelas, en las lecciones de historia. No olvidar y no perdonar, velando que por cualquier circunstancia universal de lucha entre pueblos y países, este espectáculo no se repita más.
Lamentablemente sabemos que hay chispas, fuegos que acechan, que amenazan propagarse.
Mientras los responsables del monstruo nazi se hundieron definitivamente en el ludibrio universal, los preclaros defensores del Gueto de Varsovia, que sucumbieron en la segunda noche de Pesaj de 1943, y la pequeña Ana Frank, malograda en 1945 por la misma mano asesina, serán recordados y venerados en tanto arda en el alma humana una chispa de sensibilidad y de vibración que confirme que seguiremos creyendo y luchando, como lo expresó muy bien Job: “...Espíritu hay en el hombre y el soplo del Omnipotente hace que entienda”

domingo, 30 de enero de 2011

Egipto: Los aliados árabes de Israel



Egipto: Los aliados árabes de Israel


Egipto
Como las demás monarquías árabes de las que nos hemos ocupado, la egipcia debía su existencia a la decisión colonial (británica en este caso) de crear, bajo su estricta supervisión, el Reino de Egipto en 1922. Para 1948 el rey Faruk gobernaba en el país africano, aun totalmente dependiente de las directrices emanadas por Gran Bretaña. El comportamiento del “Ladrón del Cairo” (como se conocía al monarca), al momento de producirse la creación del estado sionista, no podía ser sino lamentable.
“No puedo olvidarlo. Yo estaba en Gaza. Un oficial egipcio vino hacia mi grupo y ordenó que entregáramos nuestras armas. Al principio no podía creer lo que oía. Preguntamos por qué y el oficial respondió que era una orden de la Liga Árabe. Protestamos en vano. El oficial me dio un recibo por mi fusil. Dijo que me lo devolverían cuando terminara la guerra”1. Así recordaba Yassir Arafat la primera medida tomada por el gobierno egipcio durante la guerra de 1948 contra el estado sionista. Estas medidas se refuerzan con el alto el fuego de treinta días aceptado por la Liga Árabe el 10 de junio de 1948 y cuya única consecuencia sería la consolidación de las posiciones sionistas en el terreno. El propio secretario general de la Liga reconocía que “(…) el pueblo árabe jamás nos perdonará lo que hemos hecho”2. Como afirma Remí Favret “(…) a la luz de esta humillación los palestinos descubren que sus peores enemigos, después de los sionistas, son los árabes”3.
La corrupción, el lujo obsceno en el que vivía el monarca y la derrota árabe en la guerra de 1948, dio la legitimidad necesaria al golpe que el Movimiento de Oficiales Libres llevó a cabo en 1952, con Gamal Abdel Nasser como uno de sus máximos referentes. Para 1953 la monarquía había sido abolida. Dan Raviv y Yossi Melman sugieren que miembros del movimiento se habrían contactado con altos funcionarios de la CIA antes del golpe y que incluso, una vez en el poder, habrían recibido adiestramiento de esta agencia norteamericana4, sin embargo estas afirmaciones parecen poco probables si tenemos en cuenta la amplia preocupación que esta acción revolucionaria desencadenó en los gobiernos afines a los Estados Unidos en la región y a las medidas que tomó el gobierno norteamericano para evitar que se extendiera el modelo egipcio. Estos autores sostienen que Estados Unidos no se opuso al golpe a Faruk y que pretendía mantener buenas relaciones con el gobierno revolucionario; este habría sido el motivo por el cual la potencia norteamericana no acompaño la fallida operación israelo-franco-británica sobre el Canal de Suez en 1956 tras la nacionalización anunciada por Nasser ese mismo año. La victoria egipcia sobre las antiguas potencias coloniales y su aliado sionista catapultó la figura de Nasser, convirtiéndole en el referente de las aspiraciones árabes frente a las ambiciones occidentales y a la voracidad imperialista de Israel. Raviv y Melman sostienen que es en este momento, y no antes, que Estados Unidos comprende el peligro que la figura de este líder árabe representa para sus proyectos sobre la región y toma la decisión de actuar contra él.
Los años siguientes se caracterizaron por los intentos europeo-norteamericano- israelí de establecer una serie de alianzas en el mundo árabe para contener la ola revolucionaria que podía desencadenar el modelo egipcio. Como viéramos en las entregas anteriores, las monarquías saudí, marroquí y jordana rápidamente se involucraron en la constitución de esta “barrera anti nasserista” en Oriente Medio. Las virtudes de Nasser son innegables en muchos aspectos. El reconocido periodista egipcio Mohamed Heikal destaca que durante su gobierno se llevaron a cabo: “(…) la reforma agraria, la nacionalización del canal de Suez y el resto de las empresas importantes – incluida la banca y los seguros -, la industrialización, la redistribución de las riquezas y la intervención de obreros y campesinos en todos los organismos democráticos, la construcción de la gran represa, la emancipación de las mujeres, la educación gratuita en todos los niveles y, por supuesto, su toma de liderazgo político del mundo árabe como conjunto”5. Sin embargo, esta obsesión por liderar toda representación árabe lo llevará a cometer grandes equivocaciones, sobre todo con respecto a la resistencia palestina. En este sentido, la Liga Árabe decide, en 1964, la creación de la Organización para la Liberación de Palestina, bajo la dirección implícita del gobierno egipcio y funcional así a los intereses de Nasser. Tampoco renuncia el presidente de Egipto a la administración de Gaza, no restituye este territorio a los líderes palestinos ni intenta establecer allí un gobierno palestino que lleve sus reclamos, como Estado, a los distintos escenarios internacionales. De todas maneras estas equivocaciones, no menores, no implicaron la connivencia ni la alianza con el estado sionista, sino que se trataron de errores políticos de Nasser.
La guerra que Israel desata en 1967 procuró, además de extender sus fronteras ocupando la totalidad del suelo palestino, destruir de raíz cualquier intento de unidad árabe, y para ello debía primero humillar a Nasser. La victoria israelí no sólo arrebató a Egipto toda la península del Sinaí sino que además echó por tierra definitivamente los planes de Nasser de constituirse en el representante de un mundo árabe unido. Tres años después, en 1970, Gamal Abdel Nasser muere sin haber podido resolver sus dos grandes escollos políticos: la auténtica democratización del sistema egipcio y un Israel cuyas fronteras llegaban ahora hasta el canal de Suez.
Si la muerte de Nasser fue un golpe durísimo para los sectores del mundo árabe que pretendían quitarles el poder a las monarquía y los regímenes pro norteamericanos en la región, la llegada a la presidencia de Egipto de Anwar Al Sadat fue una verdadera catástrofe. Mohamed Heikal fue testigo de los contactos que, ya en 1971, mantuvo la CIA y Al Sadat, vía Arabia Saudita, para coordinar acciones de inteligencia6. El reposicionamiento estratégico egipcio quedó claro con la expulsión de los asesores militares soviéticos y la incorporación de Egipto a lo que se conoció como el Safari Club. Con este nombre se hacía referencia a la alianza entre los servicios secretos norteamericanos, franceses, saudíes, iraníes, marroquíes y egipcios para llevar a cabo actividades conjuntas en África y Oriente Medio7.
Por todos estos gestos políticos pro norteamericanos, Al Sadat esperaba importantes muestras de reciprocidad por parte de de Estados Unidos, creía ser merecedor de una de una recompensa que no se limitara, como hasta entonces, a garantizar su seguridad personal; pero ese respaldo contundente que le permitiera legitimarse frente al pueblo no llegó y Al Sadat decidió jugar su carta más peligrosa. Tomando totalmente de sorpresa a sus aliados occidentales, Egipto encabeza la guerra contra Israel en 1973, conocida como “de Yom Kippur” por los israelíes y “de Ramadán” por los árabes. El conflicto dejó al descubierto las enormes debilidades defensivas israelíes, cuya infraestructura militar las autoridades sionistas habían sobredimensionado propagandísticamente después de 1967, y permitió a Al Sadat presionar a los norteamericanos para que aceleraran la devolución israelí de la península del Sinaí mediante un acuerdo diplomático entre las partes. La intención de Sadat nunca fue más allá de reposicionar a Egipto en una mesa de negociaciones con Israel con la mediación estadounidense, aunque los llamamientos por la unidad árabe y la causa palestina hallan encendido los discursos belicistas del presidente egipcio. De hecho, con esta guerra Siria no pudo recuperar las Alturas del Golán, arrebatadas por los israelíes en 1967, y los palestinos no dieron paso alguno hacia la liberación de su territorio, pero Al Sadat le hizo saber a Estados Unidos que él, en tanto aliado estratégico, le ofrecía una oportunidad de negociación que no podían desaprovechar.
Apenas un par de años después de finalizada la Guerra de Ramadán, y con la colaboración de Marruecos, se iniciaron los contactos entre Egipto e Israel que darían como resultado los Acuerdos de Camp David de 1978 y la firma del Tratado de Paz en 1979. El éxito israelí fue completo, devolviendo la península del Sinaí consiguió: la garantía de que la misma estaría desmilitarizada; la anulación de la frontera sur como espacio potencial de conflicto; el debilitamiento del bloque árabe al negociar por separado la paz (algo a lo que se habían opuesto desde 1948 todos los países árabes); la marginación de la voz palestina en los acuerdos, la limitación de la demanda sobre los territorios ocupados en 1967 a una vaga promesa de autonomía y la garantía por parte de Egipto de suministrarle dos millones de toneladas anuales de petróleo8. El resultado de los coqueteos de Al Sadat con sus aliados israelíes y norteamericanos fue la descomposición del frente árabe incluso en el plano de lo discursivo. A las innumerables críticas que cayeron sobre Al Sadat por esta claudicación desde todos los rincones del mundo árabe e islámico, el presidente egipcio sumó las crecientes manifestaciones populares opositoras dentro de su propio país. La paupérrima situación económica en la que estaba sumergido Egipto contrastaba con las celebraciones faraónicas que llevaba a cabo Al Sadat y el despilfarro con el que agasajaba a personajes de la política y la farándula de Occidente. Finalmente Al Sadat caerá muerto por las balas de un militante islámico en 1981.
Como bien sostiene Edward Said “(…) cada sucesor de un predecesor importante ha sido una versión reducida de lo que había antes. A Abdel Nasser le siguió Anwar Al Sadat, y a éste Hosni Mubarak, una figura militar tras otra, con menos dotes y carisma a medida que la línea avanzaba”9. Mubarak, que sobrevivió al ataque en el que muriera Al Sadat, no dudó en continuar y profundizar las alianzas establecidas por el gobierno anterior. Así, lo primero que garantizó el nuevo presidente fue la continuidad de un proyecto iniciado en 1979, que incluía al gobierno sudanés encabezado por Gaafar Numeiri, destinado a trasladar a Israel a la importante comunidad judía de Etiopía y garantizar con ella la rápida colonización del territorio palestino. En 1985 este operativo salió a la luz, Numeiri fue depuesto y juzgado in absentia por recibir sobornos del Mossad y la CIA y por colaborar con Israel; pero el ex presidente sudanés encontró asilo y protección en el Egipto de Mubarak, actor imprescindible para las operaciones israelíes y norteamericanas en el continente10. Esto mismo sostuvo el presidente libio Muammar Gadafi en una entrevista que mantuvo con David Yallop en 1987. “Gadafi habló – sostiene Yallop – de la ‘Operación Ramadán’, una conspiración de los Estados Unidos y Egipto, en 1985, en que intervenían bombarderos americanos B52 y fuerzas terrestres egipcias. Objetivo: matar a Gadafi”11.
La Guerra del Golfo de 1991 le permitió a Mubarak afianzar aun más su posición de socio indiscutido de Israel y los Estados Unidos. Egipto no sólo condenó inmediatamente la invasión a Kuwait sino que decidió presuroso enviar un gran contingente militar a la región. “A cambio de su firme actitud contra Irak, El Cairo logró la condonación de la deuda externa contraída con las monarquías del Golfo, calculada en más de 7.000 millones de dólares, y el perdón de la deuda militar que tenía pendiente con EE.UU., que ascendía a 6.800 millones de dólares”12.Pero Mubarak fue, incluso, más allá una vez iniciado el ataque contra Irak y afirmó que la posición egipcia no variaría “(…) aun si Israel contestaba el ataque de los Scud que caían sobre su territorio”13. Es menester recordar, como bien lo hace Gema Martín Muñoz, que Egipto es “(…) el segundo receptor, después de Israel, de asistencia norteamericana (entre ambos países se llevan el 92 % del total de la ayuda exterior estadounidense), Egipto recibe anualmente 2,1 billones de dólares en ayuda a la seguridad, 1,3 billones en ayuda militar (lo que cubre más del 50 % del presupuesto egipcio de defensa) y 815 millones en ayuda económica”14.
La construcción por parte de Egipto del muro subterráneo que convierte a Gaza en un campo de exterminio a merced de las fuerzas armadas sionistas constituye la última acción conjunta entre Israel y Egipto que se conoce. Sobre la misma nos hemos manifestado ya en otro artículo15, señalando la connivencia de las autoridades religiosas de la universidad egipcia de Al Azhar con los intereses sionistas al legitimar, en nombre del Islam, las acciones de Mubarak16.
Tras incapacidad de Faruk llegaron los errores políticos de Nasser, y a éstos le siguieron las decisiones concientes de Al Sadat, primero, y Mubarak, después, en apoyar abiertamente a los israelíes y a los norteamericanos en sus proyectos para la región. La descomposición del frente árabe, el fortalecimiento del estado sionista y los cada vez más duros ataques contra la resistencia palestina contaron con la colaboración activa de los gobiernos egipcios desde 1970. La resistencia palestina, en tanto, pagó caro la acción de los sucesivos gobiernos egipcios.

martes, 18 de enero de 2011

El racismo y la discriminación

Servicios propios de prensa
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El racismo y la xenofobia tienen manifestaciones preocupantes en nuestro país, por su creciente extensión, por las lesiones materiales y simbólicas que provocan y por las implicancias socio-culturales que revisten.

El fútbol ha sido uno de los escenarios en los cuales las prácticas discriminatorias han tenido mayor virulencia, impulsadas por distintas barrabravas y dirigidas especialmente contra comunidades nacionales vecinas.

Las recientes tomas de espacios públicos, en particular la del Parque Indoamericano, mostraron en la esfera pública intervenciones políticas intolerantes. También expusieron, en el enfrentamiento de pobres con otros más pobres, el rechazo hacia los inmigrantes.

Por su parte, y según un relevamiento del Observatorio Web, una entidad creada por el Congreso Judío Latinoamericano, la DAIA y la AMIA, Internet se ha convertido en una plataforma en la que se canalizan contenidos discriminatorios y ofensivos contra las comunidades judía, boliviana, paraguaya y musulmana. Se ha advertido la intervención de grupos neonazis negacionistas del Holocausto.

El racismo y la xenofobia generan desafíos de muy distinto orden. Por un lado, se deberá trabajar con los sitios internacionales de Internet para que se resguarde la legislación argentina que penaliza la discriminación, y por otro es necesario una campaña de educación ciudadana, que debe comenzar por la escuela, contra los prejuicios y la discriminación.

Las reacciones de vecinos ante la ocupación del Indoamericano y una investigación sobre sitios de la Web señalan una fuerte presencia de racismo y discriminación.

viernes, 24 de diciembre de 2010

El precio de la no política

En estas últimas semanas hemos sido testigos, una vez más, de la enorme brecha que se se va abriendo entre las declaraciones del Primer Ministro Binyamín Netanyahu y sus acciones en el campo de la práctica. Pero, por primera vez desde que constituyó su gobierno, parece que la opinión pública israelí se ha visto obligada a considerar en toda su amplitud el precio que tendrá que pagar por ella.
El incendio en el Monte Carmel demostró el doloroso costo, en términos de vidas humanas, que implica la continua falta de atención sobre los servicios de emergencia supuestamente destinados a brindar una efectiva respuesta durante esa guerra con la cual Bibi nos amenaza regularmente. Este fracaso no hace más que exponer el fraudulento juego organizado por Netanyahu, en el cual los ciudadanos, como de costumbre, terminan pagando el precio.
Si bien resulta cada vez más evidente que el proyecto nuclear de Irán constituye una seria amenaza para todo el mundo árabe, Bibi casi ha logrado apropiarse del asunto en favor de Israel por medio de la creación de un supuesto vínculo entre el esfuerzo estadounidense contra Teherán y su total disposición para renovar el proceso diplomático con los palestinos. Pero mientras se ocupaba de insinuar una acción militar, dejó demostrado que, en la práctica, a Israel le resultaría difícil manejar incluso un incendio, seguro resultado de un ataque con misiles.
Y a pesar de sus declaraciones acerca del valor de la alianza estratégica con EE.UU, se maneja como un equilibrista entre el Presidente Obama y el Congreso, optando por aminorar aún más la relación con el mandatario norteamericano y su administración, basada en un sentido de intereses comunes y valores compartidos. Incluso, ha conseguido degradar los barrios judíos al este de Jerusalén, a quienes la Casa Blanca ya ve como simples asentamientos de avanzada no autorizados.
A pesar de su declaración acerca de "dos Estados para dos pueblos", ningún avance importante logró llevarse a cabo. Por el contrario, la intención de Bibi era condicionar las negociaciones sobre el reconocimiento palestino del carácter judío de Israel, a pesar de que ese asunto depende sólo de nosotros desde la Declaración de Balfour. Y con el fin de mostrar su disposición a pagar "dolorosos precios por la paz", se encargó personalmente de que el proyecto de referendo fuera aprobado por la Knéset.
Netanyahu tampoco se olvidó de "promover" el panorama regional. Tanto es así que la iniciativa de la Liga Árabe, mantenida tenazmente por Egipto, Jordania y Arabia Saudita, ni siquiera está dentro de la agenda de su gabinete, que la considera como un asunto "nada renovador".
Por último, no debemos olvidar sus esfuerzos para "mejorar" las relaciones entre ciudadanos israelíes judíos y árabes a través de la Ley de Fidelidad y entre judíos laicos y ortodoxos por medio de la reciente Ley de Concesiones de por vida para estos últimos..
Después de dos años de promesas vacías, la sociedad israelí comienza a pagar el costoso precio de la hueca política de supervivencia de Netanyahu.

martes, 21 de diciembre de 2010

¿Juventud “desconectada”, o marcos “desconectados”?

por Rav Lior Engelmann
El Rav Kuk explica que Am Israel (el Pueblo de Israel) se caracteriza por la conjugación especial de la importancia del público general con el valor singular de cada persona. En el correr de la historia hubo concepciones que se caracterizaron por grandes ideales nacionales, que finalmente pisotearon la vida de las pequeñas personas.

Un instante antes de pasar del libro Bereshit (Génesis) al libro Shmot (Éxodo), en el delicado límite entre la Torá de los gigantes particulares y la Torá de todo un pueblo - que lo tiene todo en él, con muchos diferentes matices - pensé en “Tzur Israel”. No me refiero a “Tzur Israel” mismo – es decir, D’s, respecto al cual fuimos ordenados “y meditarás en él día y noche” (Ioshua 1:8) sino que a una escuela especial, que se encuentra en Psagot, en la zona de Binyamin.
No es por casualidad que pensé justamente en esa escuela al límite entre la bendición de Iaacov a sus hijos y el crisol del pueblo en Egipto. El Rav Kuk explica que Am Israel (el Pueblo de Israel) se caracteriza por la conjugación especial de la importancia del público general con el valor singular de cada persona. En el correr de la historia hubo concepciones que se caracterizaron por grandes ideales nacionales, que finalmente pisotearon la vida de las pequeñas personas. Y en contraste, concepciones opuestas que colocaron al individuo particular en el centro, convirtieron a la sociedad en un campo de batalla de todos contra todos, cuando cada uno intenta saciar su hambre con las delicias de la vida, y la preocupación por los ideales generales le es totalmente ajena. En Am Israel justamente por la importancia del público general y su singular meta se reconoce el valor de cada individuo particular.

Esa es la razón por la cual un instante antes que comencemos a cristalizar en una entidad única en Egipto, y nos convirtamos en un solo pueblo, se agudiza la necesidad de definir la singularidad de cada una de las tribus de Israel - una necesidad que comenzó en forma compleja con la envidia y la competencia, y finalmente encontró su lugar pleno en las bendiciones de Iaacov a sus hijos, que trazan el camino especial para cada uno dentro del marco general.
En relación a ese punto pensé en el sistema educativo. Me parece que no hay casi ninguna escuela en la que no esté colgado en alguna pared un lindo cartel que dice “educa al joven según su camino” (Mishlei 22:6) - y a pesar de ello las escuelas por naturaleza se caracterizan por una educación que es buena para la mayoría de los niños, es adecuada para la generalidad de sus estudiantes, pero no logra llegar a todos. El sistema genérico desperdicia personas maravillosas, que se pierden en la muchedumbre. Parte de ellas pierden sus horas, días y años en una lucha de desgaste consigo mismos, o con los maestros. Y parte de ellas sencillamente son expulsadas de los marcos, llenas de frustraciones y derrotas. Cuando abandonan la escuela, se puede escuchar un suspiro de alivio de los maestros cansados de luchas, y del alumno que se hartó de marcos que desgarraron su personalidad.
¿Y qué hará ese alumno? Hasta hace un tiempo su destino era escuchar apodos como “juventud de resaca”, “expulsados del sistema educativo”, “juventud desconectada” y otras cosas de ese tipo. En los últimos años fueron creados varios marcos de otro tipo. Uno de esos marcos - que tuve el honor de conocer de cerca - es llamado “Tzur Israel”. El sistema educativo no sabe muy bien cómo digerir escuelas que no marchan al paso de las reglas generales, escuelas donde la ley principal es el amor. Aman, aman, y vuelven a amar. Aman sin condiciones, sin obligar, aman de lo profundo del corazón. Por un lado el sistema educativo no puede ser indiferente a las decenas de egresados que lograron volver a creer en sí mismos, gracias a esa educación sin marcos, y le entregó el Premio a la Enseñanza. Pero por otro lado, le es difícil al Ministerio de Educación darle a ese lugar el apoyo económico tan necesario.
“Tzur Israel” y sus semejantes que se encuentran esparcidos en distintos lugares del país no son para cualquiera. Para la mayoría de la juventud un lugar como ese puede arruinar en vez de edificar. Pero para el que llega a esos lugares porque lo necesita, es un regalo de vida, literalmente.
El libro Shmot es el libro en el que nos transformamos en pueblo, pero justamente es él el que comienza recordándonos en forma personal a cada uno, con sus nombres particulares. Me parece que una sociedad que aspira a ser plena, debe recordar esos individuos particulares que los grandes marcos y sistemas no les son adecuados realmente.
Es importante que sepamos que existen escuelas como “Tzur Israel”, es importante que el que el presupuesto de la educación se encuentra en sus manos recuerde entregarle lo que le corresponde también a los lugares especiales e importantes como esos. Y hasta que el sistema lo haga, es conveniente que cada uno de nosotros lo sepa: Marcos educativos especiales viven de mucho amor y de porciones muy generosas de sacrificio de los que allí trabajan, y también de sueldos bajos – que muchas veces no son pagados todos los meses. El apoyo del público, en el plano de los valores y en la práctica, es para ellos un bálsamo de vida.

martes, 12 de octubre de 2010

Educar sobre el Holocausto, un mandato ineludible

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(CJL) - Porto Alegre se acaba de convertir en la primera ciudad de Brasil que legitimó y hará obligatoria por ley, la enseñanza del Holocausto en las escuelas de la Red de Educación Pública. El presidente de la Federación Israelita de Río Grande do Sul, Henry Chmelnitsky calificó de "histórica" la decisión porque "cuando se habla de Shoá no se habla sólo de los judíos sino de todas las minorías. Entonces, tener la oportunidad de educar formalmente en la red pública nos garantizará que en el futuro, cuando ya no haya sobrevivientes, la historia de lo ocurrido en la Shoá se perpetúe en todas las generaciones."

El proyecto fue propuesto por Valter Nagelstein, actual Secretario Municipal de Industria y Comercio, con el objetivo no sólo de honrar la memoria de los seis millones de víctimas sino de "preservar el futuro de la humanidad."

Chmelnitsky, quien además es vicepresidente de la CONIB, afirmó que lograr esta ley "fue una premisa de su gestión" y que los siguientes pasos serán conformar un equipo de educadores que seleccionen el material didáctico para el 2011 e involucrar al resto de las ciudades del Brasil para que la ley abarque a todo el país.

"El dolor de la shoá nos une a todos bajo a una misma bandera, incluso los partidos más de izquierda, críticos habituales del Estado de Israel, dieron un discurso brillante en la Cámara el día que se aprobó la ley", comentó Chmelnitsky.

Por su parte la Argentina, único país de América Latina miembro de la International Task Force para el recuerdo, la enseñanza y la conmemoración del Holocausto, ratificó este año su compromiso de divulgar los alcances del Holocausto a través de su sistema educativo cuando participó en el Séptimo Plenario General de la organización que se llevó a cabo en la ciudad de Jerusalem el pasado mes de junio.

El presidente del Museo del Holocausto de Buenos Aires, Mario Feferbaum, expresó que si bien a través de la resolución Nº80 del Consejo Federal de Educación se instauró como obligatoria la necesidad de incorporar la temática de la Shoá en los contenidos educativos, "para que dicha disposición sea llevada a la práctica, primero hay que educar a los educadores y diseñar el material didáctico porque sino nos quedaríamos en el acto declamatorio."

El Museo de Buenos Aires esta trabajando de manera intensa en la capacitación docente brindando seminarios y realizando convenios con universidades públicas en donde se dictan cátedras sobre el Holocausto "en un ámbito en donde durante décadas no se habló del tema", dijo el dirigente y agregó que hoy por hoy se debe pedir turno para visitar el Museo de esta capital debido a la inmensa demanda de colegios católicos, laicos y públicos que solicitan la visita guiada.

viernes, 8 de octubre de 2010

¿Otra oportunidad?

¿Otra oportunidad?
Una vez más vemos a líderes de EE.UU, Israel y la Autoridad Palestina sonreír frente a los medios. Es una escena que se repetió innumerables veces en los últimos 20 años, y que no logró resolver uno de los más largos problemas internacionales: el conflicto de Oriente Medio. Cambiaron los personajes, pero el debate sigue entrampado en los mismos obstáculos que hicieron fracasar todas las negociaciones que buscan un acuerdo entre israelíes y palestinos.
Las actuales circunstancias no son alentadoras, y cabe poco optimismo sobre una resolución rápida de las negociaciones, pese a que el plazo que se ha dado es de un año. Israel está gobernado por una coalición encabezada por un primer ministro que en su larga historia política ha dado muestras de intransigencia en la defensa de la seguridad de su país y nunca ha sido proclive a concesiones.
Sin embargo, el diálogo puede fructificar. El hecho de que Netanyahu sea un líder de postura dura podría ser un punto positivo. Pocos como él tiene más credibilidad para llegar a un arreglo que implique concesiones. Como previendo que el futuro no será fácil, Netanyahu anunció que podría someter a referéndum cualquier acuerdo al que se llegue.
Los palestinos, en tanto, están viviendo una intensa guerra civil entre el gobierno de Mahmud Abbás y Hamás, que controla Gaza y es fuerte en algunos sectores de Cisjordania. La legitimidad de Abbás para llegar a un acuerdo fue puesta en jaque en estos días por Hamás con serios ataques terroristas que causaron la muerte de varios israelíes.
Siempre se ha dicho que sólo EE.UU. puede presionar suficientemente a ambas partes para sentarse a la mesa de negociaciones. También Obama consiguió hacerlo, pero está en duda que logre un éxito definitivo. El mandatario estadounidense tiene suficientes problemas en casa y en el exterior como para jugarse el todo por la paz en Oriente Medio.
El presidente y su partido enfrentan en noviembre unas elecciones que pueden serles adversas. Con su popularidad en el nivel más bajo desde que asumió, Obama necesita éxitos en cualquier frente que lo impulsen en las encuestas; en este caso la política internacional puede serle conveniente. Si en un año israelíes y palestinos lograsen vislumbrar una solución a su conflicto, efectivamente Obama podría beneficiarse de ese proceso y sumarlo a otros aspectos imprescindibles para impulsarlo en el camino a la reelección.
Estas negociaciones son todavía una caja negra. Podemos ver lo que hay fuera, los inputs y outputs que entran y salen, pero nada sabemos de lo que ocurre dentro. Muchos trabajan en favor de ellas dentro de la caja negra. Pero hay varios que accionan en dirección contraria, poniendo todos los palos posibles.
Mientras tanto, Netanyahu y Abbás, obligados a salvarse la cara mutuamente ante sus opiniones públicas, se vigilan uno a otro de reojo. El primero que se levante de la mesa cargará con toda la culpa. Como en el rodaje de una película, aquí se puede decir: "silencio, se negocia". Pero nadie sabe aún si el filme tendrá un final feliz o será otra oportunidad desperdiciada.
Los árabes son apenas la astuta excusa de Liberman para llevar a cabo su verdadero plan. Y nosotros nos despertaremos un buen día y nos daremos cuenta que, así como en el cuento del obrero soviético, nos robaron la "empresa" en plena luz del día con nuestra total aceptación, y que ella quedó totalmente vacía.
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