domingo, 26 de febrero de 2012

Ataque israelí a Irán no es tan sencillo como parece, explican expertos

Pese a la especulación mediática sobre un ataque israelí contra las instalaciones nucleares de Irán en la próxima primavera boreal, hay un considerable escepticismo sobre el éxito de semejante campaña.

Ag.Cabanah
El dicho “perro que ladra no muerde” podría aplicarse a Israel. Este país no puede esperar otro golpe como el de 1981, cuando un ataque aéreo le permitió destruir el reactor Osirak en Al-Tuwaythah, al sur de Bagdad.
Irán está advertido de la capacidad de Israel y de la precisión de las municiones con que cuenta, de fabricación estadounidense. El programa nuclear iraní se encuentra disperso entre 12 y 20 sitios diferentes en un extenso territorio, en instalaciones construidas para resistir ataques y protegidas por modernos sistemas rusos de defensa antiaérea.
Se cree que el elemento más crítico del programa iraní se encuentra en Natanz, en el centro-oeste de ese país. El corazón de esa estructura es el área centrifugadora, situada en una sólida construcción subterránea.
Incluso si Israel limita sus objetivos, debería bombardear otros lugares además de Natanz. Por ejemplo, la nueva planta de enriquecimiento de combustible nuclear de Fordow, cerca de la ciudad noroccidental de Qom, adonde los iraníes han llevado 3,5 por ciento del uranio enriquecido de Natanz, construida dentro de la ladera de una montaña y muy fortificada.
Hay también una planta de conversión de uranio en Isfahan, ciudad del centro-oeste, una central de agua pesada que se está construyendo en la occidental ciudad de Arak y fábricas de centrifugadoras en las afueras de Teherán.
En línea recta, Natanz está a 1.609 kilómetros de Israel. Puesto que los dos países no comparten fronteras, los cazas o misiles israelíes deben sobrevolar espacio aéreo extranjero, y quizás hostil, antes de llegar a su objetivo.
El método menos riesgoso de atacar Natanz es con misiles balísticos de medio alcance, como los Jericó II o III. Pero, para recorrer esa distancia, los misiles deben cargarse con ojivas de peso limitado y es dudoso que estas tengan el poder de penetrar lo suficientemente hondo bajo tierra para lograr el grado de destrucción que se busca.
Un operativo de la fuerza aérea, con cazabombarderos estadounidenses, es la opción más probable. Los israelíes cuentan con 25 aviones F-15I y con unos 100 jets F-16I.
Los F-15I pueden transportar hasta cuatro toneladas de combustible, que les permiten volar unos 4.450 kilómetros. Y si repostan en el aire, el alcance es mayor. Estos cazas pueden llevar una amplia variedad de armamento, como misiles, explosivos teledirigidos y bombas de caída libre. En total, transporta unas 10 toneladas de municiones.
El F-16I tiene una autonomía de vuelo que permitiría a las fuerzas israelíes atacar algunos objetivos dentro de Irán sin necesidad de repostar combustible.
Si la opción es aérea, la pregunta es cómo llegarán los cazas desde sus bases en Israel a objetivos situados muy adentro del territorio iraní.
Podrían volar sobre Arabia Saudita o Iraq, e incluso sobre Jordania. Cualquiera de esas rutas tiene una extensión de 1.931 kilómetros.
Sobrevolar territorio de Arabia Saudita requiere partir desde el sur de Israel, ingresar al espacio aéreo saudita desde el golfo de Aqaba o desde Jordania, volar 1.287 kilómetros hasta el Golfo y luego otros 483 kilómetros en cielos iraníes.
Los aviones serían detectados por los sauditas. No está claro si sus fuerzas podrían, o querrían, detenerlos. Si es real el temor de la casa real al desarrollo nuclear iraní, quizás hagan la vista gorda.
Si la ruta elegida fuera Iraq, las aeronaves deben salir desde el sur, atravesar entre 483 y 644 kilómetros del espacio aéreo saudita, o una parte del de Jordania, e ingresar cuanto antes a cielos iraquíes, volar 805 kilómetros hasta el Golfo y luego hacia el objetivo.
Ingresar a Irán desde Iraq sería complejo políticamente. Si bien las tropas estadounidenses ya no están en suelo iraquí, atravesar su espacio aéreo no es posible sin el conocimiento y, sobre todo, sin el permiso de Estados Unidos.
El punto clave es si los cazabombarderos israelíes pueden llevar a cabo su misión sin repostar combustible.
El radio de combate –la distancia que un avión puede volar de ida y vuelta– es difícil de calcular y depende del peso de las armas, los tanques externos de combustible y el tipo de misión, entre otros factores.
La estimación más afinada del radio de combate de los F-15I y F-16I, equipados con tanques de combustibles conformables –empotrados en el perfil de la aeronave–, dos tanques externos en las alas y una carga de armamento decente, es de unos 1.609 kilómetros.
Cualquiera de las dos rutas mencionadas arriba es unos 322 kilómetros más larga. Para cubrir ese trayecto, los cazas podrían equiparse con otro tanque externo de combustible, pero debería aligerar su carga de armas. Con la precisión que tiene el arsenal israelí, esto no sería un problema.
Sin embargo, si el avión es detectado e interceptado, los pilotos tendrán de deshacerse de los tanques para poder repeler el ataque. Y arrojar el combustible les impedirá llegar al objetivo.
Repostar en el aire es una complicación para los israelíes. En los últimos años compraron cinco aviones de transporte C-130 y entre cuatro y siete aviones cisterna Boeing 707. Pero cualquiera de estos tendría que asistir a los cazas en espacio aéreo hostil. El 707 es una enorme aeronave desarmada, muy vulnerable a la defensa antiaérea.
En teoría, Israel podría hacer todo esto. Pero corriendo un gran riesgo de fracasar. Si decide atacar Natanz, deberá infligir daño suficiente en la primera ocasión, y probablemente no pueda efectuar bombardeos posteriores a otras instalaciones.
La pregunta última es, desde luego, qué pasará cuando los cazas hayan retornado. ¿Irán no sería capaz de reparar el daño y acelerar su programa nuclear? ¿O Israel da por sentado que Washington tomará de su mano la posta e iniciará una guerra de larga duración contra Teherán?

La Estrella de David

Desde el Holocausto hasta la bandera de Israel, ¿cuál es el profundo significado del símbolo judío de seis puntas?


POR POR AISH



En los tiempos modernos, la Estrella de David se convirtió en un símbolo judío por excelencia. Esta estrella de seis puntas (hexagrama), formada por dos triángulos entrelazados, puede ser encontrada en mezuzot, menorot, sacos para talit y kipot. Las ambulancias en Israel llevan el rótulo de la “Estrella de David Roja”, y la bandera de Israel tiene una estrella de David azul puesta exactamente en el centro.
¿Cuál es el origen del símbolo de seis puntas?
Las seis puntas simbolizan el reinado de Dios sobre el universo en las seis direcciones.
A través de la larga y a menudo difícil historia del pueblo judío, nos dimos cuenta de que nuestra única esperanza está en depositar nuestra confianza en Dios. Las seis puntas de la Estrella de David simbolizan el reinado de Dios sobre el universo en las seis direcciones: norte, sur, este, oeste, arriba y abajo.
Originalmente, el nombre hebreo Maguén David – literalmente “El Escudo de David” – se refería poéticamente a Dios. Reconociendo que nuestro héroe militar, el Rey David, no venció por su propio poder, sino por el apoyo de Dios. Esta alusión también es hecha en la tercera bendición después de la lectura de la Haftará en Shabat: “Bendito eres Tú, Dios, Escudo de David”.
Simbolismo Sugerido
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¿Cuándo fue adoptada la Estrella de David como un símbolo judío? Ni la Biblia ni el Talmud se refieren a ella, aparentemente fue adoptada posteriormente en la historia judía. Pero igualmente, si exploramos varias explicaciones del significado detrás de ella podemos apreciar profundos conceptos judíos.
Una idea es que una estrella de seis puntas recibe forma y sustancia desde su sólido centro. Este núcleo interno representa la dimensión espiritual, rodeada por las seis direcciones universales (una idea similar se aplica a Shabat – el séptimo día, que da balance y perspectiva a los seis días de la semana).
De acuerdo a la Cábala, los dos triángulos representan las dicotomías inherentes al hombre.
De acuerdo a la Cábala, los dos triángulos representan las dicotomías inherentes al hombre: el bien versus el mal, lo espiritual versus lo físico, etc. Los dos triángulos también pueden representar la relación recíproca entre el pueblo judío y Dios. El triángulo señalando hacia “arriba” simboliza nuestras buenas acciones que se elevan al cielo, y luego activan un flujo de bondad que desciende al mundo, simbolizado por el triángulo apuntando hacia abajo.
Algunos notan que la Estrella de David es una compleja figura entrelazada que no tiene seis (hexagrama) sino 12 lados (dodecágono). Uno puede considerar que está compuesta por dos triángulos superpuestos, o por seis triángulos pequeños emergiendo de un hexágono central. Al igual que el pueblo judío, la estrella tiene 12 lados, representando las 12 tribus de Israel.
Una teoría más práctica es que durante la rebelión de Bar Kojba (siglo uno), se desarrolló una nueva tecnología para los escudos, utilizando la estabilidad inherente del triángulo. Detrás del escudo había dos triángulos entrelazados, formando un patrón hexagonal de puntos de apoyo (Buckminster Fuller mostró con su geodesia lo fuertes que son los diseños basados en triángulos).
Una sugerencia es que le Estrella de David es un símbolo apropiado para la contienda interna que a menudo afecta a la nación judía: ¡dos triángulos apuntando en direcciones opuestas!
La Estrella de David también fue un triste símbolo del Holocausto.
La Estrella de David también fue un triste símbolo del Holocausto, cuando los Nazis forzaron a los judíos a usar una estrella amarilla como distintivo. En realidad, los judíos fueron forzados a usar insignias especiales durante la Edad Media, tanto por autoridades musulmanas como cristianas, e incluso en Israel durante el Imperio Otomano.
Entonces ya sea una estrella azul flameando orgullosamente en una bandera, o una estrella de oro adornando la entrada de una sinagoga, la Estrella de David se mantiene como un recordatorio de que confiamos en Dios.

* * * * * * El ABC de Purim * * * * * *



Resumiendo la festividad en 10 palabras o menos: ellos intentaron matarnos, nosotros ganamos, ¡ahora celebremos!




Purim es la festividad judía más entretenida y con más drama. ¿En qué otro momento puedes vestirte como conejito y comer triángulos de masa rellenos de ciruelas y semillas de amapola?
Purim ocurre el 14 de Adar. (En ciertas ciudades amuralladas como Jerusalem, se celebra "Shushan Purim" el 15 de Adar).
El evento principal es leer el Libro de Ester. Escrito en Persia hace 2300 años, la "Meguilá" (como es llamada comúnmente) cuenta cómo una serie de eventos aparentemente no relacionados se hilaron para salvar al pueblo judío de la aniquilación. La versión corta es la siguiente:
Cuando el rey Ajashverosh hace una enorme fiesta de seis meses y la reina se rehúsa a seguir sus órdenes, ella es reemplazada por una nueva reina – Ester, la judía. El tío de Ester, Mordejai, el líder de los judíos, revela un complot que algunos individuos planeaban para asesinar al rey – poniéndolo a él también en una posición favorable. Todo esto resulta útil cuando Hamán, el máximo consejero del rey, obtiene la aprobación de un decreto para destruir a todos los judíos.
Al final, a través de un complejo giro de eventos, Ester consigue que el decreto sea revertido, Hamán es colgado en la horca, y Mordejai se convierte en primer ministro.
El nombre Meguilat Ester (Rollo de Ester) realmente significa "revelando lo oculto". A diferencia de todos los otros libros de la Biblia, en la Meguilát Ester no se menciona el nombre de Dios, ni siquiera una sola vez. La mano escondida de Dios es revelada a través del laberinto de eventos. No hay coincidencias.
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La Meguilát Ester nos enseña que los desafíos de la vida son siempre para mejor, porque los obstáculos son realmente oportunidades para crecer. Todo proviene de la mano invisible de Dios que guía nuestro destino, en cada paso del camino.
Celebrando Purim Hoy en Día
Hay cuatro mitzvot específicas en la festividad de Purim:
• Leer la Meguilá (Rollo de Ester)
• Celebración y Regocijo (la comida festiva de Purim)
• Enviar comida a amigos (Mishloaj Manot)
• Dar regalos a los pobres (Matanot La Evionim)
El Libro de Ester es leído en la noche de Purim, y de nuevo al día siguiente. Cada palabra debe ser escuchada claramente. Lo leemos en la sinagoga, porque mientras más público, más publicidad se le está haciendo al milagro de nuestra salvación.
En la mañana de Purim, vamos por todos lados visitando amigos y entregándoles deliciosas golosinas – Mishloaj Manot. Purim es el día en que nos acercamos a abrazar a nuestros compañeros judíos – independiente de cualquier diferencia religiosa o social. Después de todo, Hamán no discriminó entre nosotros... por eso es particularmente bueno dar regalos a aquellos con los que puedes haber tenido una discusión, o a alguien nuevo en la comunidad que necesita un nuevo amigo.
En Purim, es también una mitzvá especial dar regalos o dinero a los pobres. El pueblo judío es una sola unidad – no podemos de ninguna manera disfrutar la festividad si personas pobres no tienen suficiente.
Entonces viene el gran final – ¡la comida festiva! Comemos hasta estar satisfechos y mimamos a nuestros cuerpos – porque es a los cuerpos judíos que Hamán buscaba destruir. Además, estamos obligados a consumir alcohol (responsablemente por supuesto) hasta que uno no reconozca la diferencia entre "maldito es Hamán" y "bendito es Mordejai".
Nos disfrazamos, para bajar nuestras defensas y abrirnos a la realidad más profunda de nosotros mismos y de nuestro mundo. Todos nuestros actuales problemas e imperfecciones de la vida se mezclan con el bien, hasta que se convierten en una unificada expresión de la infinita perfección del Todopoderoso.
¡Realmente no hay otra festividad como Purim!
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