lunes, 30 de agosto de 2010

SHANA TOVA U-METUKA 5771

Los judíos recibimos un nuevo año

El 8 de septiembre al atardecer, los judíos daremos comienzo al año 5771, festividad que se extiende hasta el atardecer del 10 de septiembre. Rosh Hashaná, conocido como el año nuevo judío, paradójicamente ocurre en el séptimo mes (empezando la cuenta en Nisan) de nuestro calendario. Su símbolo es la balanza, ya que en este mes se juzgan todos los seres humanos, y la balanza sirve para pesar las buenas y malas acciones.

Rosh Hashaná es el primer día del nuevo año, y es el día del juicio, día de introspección. De esta manera, se realiza al comenzar un año nuevo el balance del año anterior y planeamos nuestros actos para el año venidero.

Las leyes de la festividad incluyen oraciones y costumbres que expresan el contenido del día.
En Rosh Hashana las oraciones no son solo individuales, sino también para toda la humanidad.
El precepto del día de Rosh Hashaná es de tocar el shofar (un cuerno de carnero).

Entre los motivos de este precepto podemos citar, según el Rabi Saadaia Gaón: La voz del shofar nos recuerda la revelación del Monte Sinaí, la cual estaba acompañada con “el son del shofar era muy fuerte” y en ese lugar el pueblo de Israel declaró: “Haremos y escucharemos”.

El son del shofar nos recuerda la reunión de la diáspora que tanto anhelamos.

El shofar está hecho de cuerno de carnero, para recordarnos el sacrificio de Itzjak. Luego del intento del sacrificio, en el cual estuvo Abraham, él vio “un carnero que estaba cerca tenía sus cuernos trabados en el matorral”, y lo sacrificó en lugar de su hijo. El son del shofar nos recuerda el mérito de nuestros padres.
Los preparativos para Rosh Hashaná comienzan en el mes de Elul. A principios del mes de Elul se acostumbra a tocar el shofar cada mañana luego de la oración de Shajarit, para despertar al pueblo al arrepentimiento hacia los días de juicio.

Luego de Rosh Hashaná, conmemoramos Iom Kipur

Iom Kipur es el día más sagrado de la religión judía. La época de los días de penitencia, que comenzaron en Rosh Hashaná y continúan en los diez días de penitencia, llegan a su día culmine en Iom Kipur. Es un día de perdón y expiación de los pecados entre el ser humano y D’s, y entre el ser humano y el prójimo. En Rosh Hashaná los seres humanos son juzgados por sus actos, pero el veredicto del juicio es fijado en Iom Kipur.
En este día la ley indica que los judíos debemos abstenernos de nuestras necesidades básicas:

1) Comer y beber
2) Lavado
3) Friccionarse el cuerpo en aceite
4) Calzarse zapatos de cuero
5) Relaciones conyugales.

El hombre está obligado a desligarse totalmente de su vida cotidiana y consagrar todas sus fuerzas para purificarse en este día, para expiar los pecados del año trascurrido y retornar a D’s.

La finalidad del ayuno no es de ninguna manera la tortura por sí misma, sino para elevarse: en el Sefer Hajinuj (precepto 413) explica: “La raíz de este precepto es para que seamos seguidores del Santo Bendito Sea, para fijar al ser humano un día en el año para expiar los pecados mediante la penitencia, es por eso que fuimos ordenados a ayunar. Pues el comer y el beber y demás placeres corporales nos incitan a continuar en la persecución de lo material y evitan que el alma procure la verdad y no es digno presentarse a juicio delante del Santo Bendito Sea comido y bebido… Es por eso que el hombre debe en este día fortificar la fuerza de su alma para que ella sea digna de recibir la expiación de D’s”.
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