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jueves, 26 de abril de 2012

El testimonio de un amigo cercano

por (Ana Jerozolimski) El Dr. Antonio Turnes, “Premio Jerusalem 2011”, es médico y escritor, nacido en 1943. Fue Secretario Ejecutivo de la Confederación Médica Panamericana y Administrador General del Sindicato Médico del Uruguay, durante 20 años. Autor de diez libros. Actualmente es miembro titular de la Academia Nacional de Medicina. Es casado, tiene dos hijas y un nieto. P: Antonio, no puedo evitar comenzar la entrevista comentando que me dio una profunda alegría oír hace ya un tiempo que tu serías el galardonado con el “Premio Jerusalem” este año…Nos conocimos en Jerusalem, cuando fuiste invitado, si mal no recuerdo por FESELA-Federación Sefaradí Latinoamericana- tras escribir tú ese singular libro “Maimónides, el sabio sefaradí: El médico judío-español de la Edad de Oro”. Pues ante todo, felicitaciones..y vayamos por partes. Lo primero es, inevitablemente, preguntarte cómo te sientes con este galardón… R: La primera reacción te confieso fue de incredulidad y sorpresa, porque no consideraba que pudiera estar en condiciones de recibirlo, habida cuenta de las personalidades que antes fueron distinguidas. Un enorme honor y una enorme responsabilidad. Pero una gran alegría, por el cariño que expresa de que todas las organizaciones judías de Uruguay hayan pensado que podía ser destinatario de ese premio tan prestigioso. P: Mencionaba yo antes aquel viaje a Jerusalem, que si mal no recuerdo, era el primero tuyo a Israel en general y por cierto también a Jerusalem cuyo nombre lleva el premio que ahora estás por recibir. ¿Qué significó para ti aquel viaje? R: El viaje era un premio de FESELA por el libro. Pero la visita a Israel y particularmente a Jerusalem, donde tuvimos el encuentro, marcó un antes y un después en mi espíritu y en la visión que tenía de ese maravilloso país. Lo primero ver el desarrollo económico y social que tiene, que lo ubica entre los más altos del mundo, con excelentes universidades, un polo de desarrollo tecnológico de alto nivel, que explica logros todo el tiempo y los Premios que obtienen sus científicos, o el destaque de sus artistas. En segundo lugar observar la convivencia en paz y armonía, sobre todo en Jerusalem, de las diversas religiones y etnias. Ver que en las Universidades y Hospitales concurre gran cantidad de personas de origen árabe, o que en las calles hay comercios de unos y otros, o te cruzas con religiosos de los más diversos orígenes, judíos, cristianos, ortodoxos griegos, coptos, musulmanes, te transporta a sentirte que estás viviendo una historia muy antigua y rara, que nada tiene que ver con lo que sucede fuera del país. Donde el enfrentamiento, el hostigamiento de los Estados vecinos es permanente y obliga a medidas de seguridad muy severas, porque el terrorismo puede aflorar en cualquier momento y lugar. En tercer lugar esa magia de Jerusalem que se traduce en perfumes y olores que seducen, la hermosura de la Ciudad Vieja, que parece un museo pero que es palpitante de vida y de actividad, y permite al visitante recorrer con gran cercanía los sitios sagrados para las tres religiones monoteístas. Mientras caminas por la Vía Dolorosa sientes el canto del muecín que desde la mezquita llama a la oración. Ves la cantidad de peregrinos que llegan al Santo Sepulcro y la multitud de visitantes particulares que tiene, en amplia gama, el Muro Occidental o Muro de las Lamentaciones, con los judíos que acuden de todo el mundo para orar y dejar su esperanza, materializada en sus deseos escritos entre las grandes rocas. P: Para una persona inmersa en la cultura occidental, en temas del saber y aprender constantemente, en el deseo de constante superación…aunque no necesariamente motivado por una visión religiosa ¿hay un antes y un después de conocer Jerusalem? Bueno, algo ya mencionaste de eso… R: Sin duda que lo hay, porque caen muchos pre-juicios que uno lleva o piensa de un país que se lo conoce más por estar defendiéndose de sus vecinos, que por la vida pacífica que llevan sus habitantes, dedicados a sus tareas, al estudio y a construir un gran país, nacido del desierto. Desde luego las personas que conocí allí fueron también impactantes, por su cariño y compromiso con la Tierra Prometida, y con sus historias personales. Pero eso ya te lo conté en otra oportunidad. Algunos que fueron a pelear a la Guerra de la Independencia en 1948, otros que fueron diplomáticos, ministros o Presidentes, como Itzak Navon, que me impresionó profundamente, por su talante y por los recuerdos que tenía de su pasaje por Montevideo en el esplendor de su democracia. Y las anécdotas de su trabajo con David Ben Gurión, el que declaró la Independencia en mayo de 1948 y fue Primer Ministro muchos años. Pero sobre todo quiero resaltar de qué forma Israel ha acogido a los ciudadanos judíos venidos de todas partes para encontrar en esa tierra un lugar de paz, de trabajo y de familia. Lo que significó no sólo para los que huyeron del infierno de la Europa de posguerra, sino los que migraron desde América Latina, y los que procedieron de Rusia y los países de Europa del Este, o de Etiopía. Un país organizado para la acogida de cientos de miles de personas con sus familias que vienen a instalarse buscando un rincón de paz. P: Antonio, el trasfondo del Premio Jerusalem con el que se te galardona, no es simplemente, por supuesto, que estuviste en Jerusalem…Eso sería demasiado fácil ..el tema es que en la colectividad judía de nuestro país, se te ve como un amigo, como alguien cercano que comparte valores y sentimientos. Tu me contaste que te sorprendiste mucho cuando te fueron a avisar del premio…y con eso me hiciste acordar lo que me dijo una vez el Dr. Ricardo Ayestarán cuando me contacté con él para comentarle positivamente un artículo que había escrito, cuyos detalles en este momento no recuerdo, en el que defendía ciertas posiciones consideradas favorables a los judíos o a Israel y criticaba actitudes hostiles a los judíos..Y él me dijo que no deja de sorprenderle ver cómo los judíos aprecian cuando quienes no lo son muestran comprensión , cercanía y hasta defensa de sus posturas..¿Tú también lo sientes así? Y si tu respuesta es positiva ¿te animas a analizarlo? R: Si, totalmente. No tenía antes la dimensión de ese aprecio, que se manifiesta en valorar la defensa de algunos valores. Creo que Israel tiene generalmente “mala prensa”, porque sólo se ven los aspectos de confrontación militar, de enfrentar el hostigamiento del terrorismo por todas sus fronteras, y ser esa la noticia más frecuente. Que oculta la riqueza y el potencial que encierra su población trabajadora, sencilla, inteligente, creativa. Es muy duro apreciar como a través de la historia, el pueblo judío fue una y otra vez sometido a la esclavitud, o expulsado, perseguido y exterminado. La visita a Yad Vashem es profundamente conmovedora. Trasmite lo que fueron los Campos de exterminio y el padecimiento de los millones de judíos por el régimen nazi. Pero que no se comprenda, o no se quiera comprender, por diversas razones, que hay un contraste singular, entre un pueblo que ama y practica la democracia y trabaja por el progreso y la educación de sus ciudadanos, respetando sus diferencias religiosas y políticas, en contraste con lo que ocurre en los países de la región, dominados por el fanatismo religioso, es poco resaltado. Estados que viven en la opulencia, manteniendo a sus pueblos en una situación de miseria, donde la mujer tiene un sometimiento tan fuerte a prácticas que en el mundo occidental no se admiten desde hace siglos. Impidiéndoles desde su educación a exhibir su rostro, o no poder desarrollar su trabajo y sometiéndolas a castigos brutales, es algo que en nuestros países de destaca poco. Ese contraste creo que es una de las claves de Israel frente a sus vecinos, que algunos quieren echar al mar, para no tener esa muestra de Humanidad y Modernidad tan cerca. Y ese contraste entre un país del siglo XXI y otros que viven antes de la Edad Media, aunque los jeques tengan canillas de oro en sus palacios. P: Antonio, seguramente muchos de los lectores conocerán tu nombre, aunque no a ti personalmente quizás, por tus escritos sobre temas relacionados a la medicina en Uruguay. Has escrito libros diversos sobre la medicina uruguaya, recuerdo el de nefrología…y ahora otro estás con uno nuevo… R: Desde hace muchos años comencé a escribir pequeñas cosas vinculadas con la historia o la biografía de personajes entrañables de la Medicina. Ya son muchos artículos y algunos libros. El de los Recuerdos de los comienzos de la Nefrología en el Uruguay, fue una pequeña colaboración con quienes iniciaron una etapa muy rica, el Prof. Dante Petruccelli y los Dres. Teresita Llopart y Ernesto Corio, pero que reunieron testimonios de pacientes, enfermeras y otras profesiones, mostrando cómo se cambió una historia con la introducción de la diálisis crónica y la propia evolución a través de los tiempos de la valoración de la función renal. Con el Prof. Fernando Mañé Garzón hicimos hace tiempo un volumen que recoge cien biografías de Médicos uruguayos ejemplares, desde el siglo XVIII al XX. Uno sobre la historia de la sífilis, una enfermedad que hizo estragos, pero de la que se conocían pocos detalles. El año pasado uno sobre la vida, pasión y muerte de Florencio Sánchez en el centenario de su fallecimiento, basado en aspectos médico-sociales. Con otros colegas, los Profs. Eduardo Wilson y Aron Nowinski, entre los principales, estamos terminando una Historia del Hospital de Clínicas “Dr. Manuel Quintela” entre 1887 y 1974, que rescata una trayectoria rica de una época emblemática de la Medicina nacional, que es un trabajo de investigación que ya lleva cinco años. Está en prensa uno sobre la vida de Héctor Ardao, el Maestro de la Cirugía Plástica Reparadora en Uruguay, que tuvo el coraje de ir a Londres, durante la Guerra, en 1944, para aprender, tratando a los heridos que venían del Frente, con los más grandes Maestros de la Cirugía Plástica y del tratamiento de los quemados, entre otros. Hace dos años hicimos una breve revisión de La hidatidosis como problema de salud pública, a través de una mirada histórica, para el XXIII Congreso Internacional de Hidatidología, y en pocos días tendremos en Colonia del Sacramento, la conmemoración de los 70 años de fundación de la Asociación Internacional, obra de uruguayos, argentinos y brasileños, que luego se expandió al mundo. Y tal vez para el año que viene retomemos otras cien biografías de figuras relevantes de la Medicina que han desaparecido y merecen destacarse y recordarse. P: Es hermosamente apabullante tanta creación…Y un tema recurrente es el aporte de los judíos a la medicina uruguaya ¿verdad? R: Desde luego, desde el primer médico judío que hubo en Uruguay, el Dr. José Rosenblatt, que albergó a Albert Einstein en su hogar, hasta los muchos excelentes médicos y profesores que hubo a lo largo del siglo XX, a los que pude conocer personalmente, y recibir sus enseñanzas. Siempre estuvieron, siguiendo una antigua tradición, entre los mejores médicos. P: Me hiciste gracia hace unos días, cuando estuvimos en contacto de cara a esta entrevista, comentando que ahora “que no hacés nada”, o sea que no tenés un cargo formal , podés ayudar en la organización de un congreso,,,, y otras yerbas..¿Estás más ocupado que antes de jubilarte? R: Este año por razones familiares estamos viviendo en Maldonado la mayor parte del tiempo. Pero mis amigos y colegas me solicitan para colaborarles en diversas tareas, por Internet o en los breves momentos que paso en Montevideo. Ahora se está iniciando el Colegio Médico del Uruguay, una organización nueva aquí, pero vieja en el mundo, para cultivar y custodiar la ética profesional y el profesionalismo, y acabamos de tener la primera elección. Una y otra vez debí volver a la Comisión Electoral, para colaborar con mis colegas. Y son todas tareas muy gratas. Con algunas puedo cumplir, y otras las debo diferir. Pero como dice Ana María, mi esposa, ahora que estoy jubilado, tengo más trabajo que antes. P: Me imaginaba…¿Y cómo te queda tiempo para hacer de orgulloso abuelo del pequeño Federico Martín, que me contó un pajarito que ya cumplió 15 meses? Es que nosotros hablaremos de una “idishe mame”, pero por tu chochera con tu nieto, el significado sirve también para abuelos y no necesariamente judíos…. R: Es un momento muy lindo este de ser abuelos por vez primera, y cubrir una parte de algunos días, mientras su mamá trabaja enseñando en la Escuela como maestra pre-escolar a otros niños mayores. Traerlo y llevarlo a su casa, cada día que nos toca, tres por semana, es una delicia. Por ver su desarrollo y evolución, compartir sus juegos, alimentarlo o cambiarlo, disfrutando cuando se puede del sol y el aire del Este. Mi esposa y yo estamos muy contentos de poderlo atender, aunque a veces nos deja dolores articulares cuando se va, pero siempre con alegría renovada. P: Que lo disfruten siempre con mucha salud. Los lectores podrán disfrutar de esta belleza al menos en su hermosa foto que aquí reproducimos. Yo te agradezco por tu tiempo Antonio y por tus declaraciones. Quizás para terminar sería oportuno preguntarte, ahora que la Organización Sionista del Uruguay y en gran medida a través suyo la colectividad judía uruguaya, te galardona con el Premio Jerusalem, cómo ves tú esta relación que te ha acercado a la colectividad y que acercó la colectividad a tu corazón… R: El agradecido soy yo por este contacto. Creo que refuerza el compromiso de seguir haciendo cosas con ellos, que brindan tantas enseñanzas en todo cuanto hacen. Y que nos nutren a los uruguayos con sus iniciativas, su organización comunitaria, la práctica de la caridad y la lucha contra la discriminación. Por mostrar la diversidad del pueblo judío y dar a conocer más de su riquísima historia, que es la raíz de nuestra Civilización. Y de la que tendremos mucho que aprender, nosotros y las generaciones venideras. Para ayudar a un pueblo que ama la paz, pero tiene que vivir preparado para la guerra. Que es depositario de un enorme bagaje cultural e histórico y permanente fuente de inspiración como nación y por sus mujeres y hombres.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

La naturaleza del conflicto árabe-palestino israelí es religiosa


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En su libro "Faith and Power", el orientalista británico Bernard Lewis sostiene que la religión musulmana siempre cumplió un papel fundamental en los procesos políticos de la zona. Sin embargo, políticos y periodistas poco informados pecan al diagnosticar y al simplificar la naturaleza del conflicto desde una óptica "territorial" cuando se trata de un enfrentamiento netamente "religioso". Al catalogar el conflicto usando un prisma materialista, consiguen, indefectiblemente, un constante fracaso analítico.

Probablemente, estos periodistas o políticos sufran la influencia del "materialismo histórico" a la hora de explicar el oriente medio. Para ellos, los conflictos se explican por una disputa por territorios, riquezas o bienes. Los reconocerán por su forma de hablar. En su discurso hablarán y culparán largo y tendido a la "ocupación" israelí. Todo se explica por la ocupación. Realizando un fracasado paralelismo con el imperialismo europeo en África, suponen que el pueblo judío ocupó ilegalmente una tierra que no le pertenecía siendo que la solución al conflicto se concretará cuando se lleve a cabo una descolonización. Ningún dato empírico les convencerá de lo contrario, "el conflicto es por la ocupación israelí", no repicarán. El problema principal con su tesis es que simplemente no logra explicar absolutamente nada de lo que ha sucedido en el oriente medio en el último siglo.

Si el conflicto es territorial ?Por qué razón el Hamás disparó 8.000 misiles contra Israel tras la retirada unilateral de Gaza del 2005, si Israel ya no ocupaba Gaza?, ?Por qué razón el Hezbollah ataca insistentemente a Israel si el gobierno de Ehud Barak ordenó la retirada del ejército israelí del sur del Líbano en mayo del 2000 a la línea reconocida internacionalmente por la O.N.U.? ?Por qué razón la O.L.P. se crea en 1964 mientras que los territorios fueron "ocupados" en 1967? ?Por qué razón los árabes masacraron judíos en los desmanes de 1920, 1921, 1929, 1936-1939 si no existía ninguna "ocupación"?

Por sobre todo, valdría la pena preguntarnos y de paso cuestionarles ?por qué razón el conflicto continúa si ya se conocen los parámetros de la solución "territorial" del mismo? Si se conocen los lineamientos territoriales, y sin embargo el conflicto continúa y no parece remitir, entonces es evidente que el conflicto no es fundamentalmente territorial.
A mediados del 2008, el por entonces primer ministro israelí Ehud Olmert le entregaba a Mahmud Abbas un mapa en donde se trazaban con claridad los límites del estado palestino a crearse. En una conferencia frente al fórum pacifista "Iniciativa de Ginebra" (19 setiembre 2010), el mismo Olmert afirmaba que había acordado con Abbas, incluso, la partición de Jerusalén. "Olmert dijo que había llegado a un acuerdo con los palestinos en la mayoría de los temas, incluyendo la partición de Jerusalén y las calles que quedarían bajo el control de cada estado. Los mapas exactos de toda la propuesta había sido entregada; explicaba Olmert; el 13 de setiembre del 2008" . Abbas, al igual que Yasser Arafat en Camp David (2000), rechazó la oferta de Olmert al no contestarle. Al igual que Arafat, Abbas no estaba dispuesto a declarar la finalización del conflicto aceptando el mapa de un estado palestino negociado.


Olmert propuso que Israel se anexase los bloques de asentamientos judíos en donde habitan el 80% de los colonos judíos (en el mapa aparece en color azul). A cambio, Israel transferiría territorios propios en una proporción cercana al 1x1 (en el mapa en color rojo). Desde Gaza a Judea (Cisjordania), los palestinos pasarían por una carretera "segura", territorio soberano israelí pero por el que solamente podrían circular automóviles palestinos. Jerusalén sería dividida de acuerdo a los lineamientos de Bill Clinton.

El primer ministro israelí Binyamín Netaniahu aseguró en su discurso de la Universidad de Bar Ilan que "Jerusalén nunca será dividida". Dejemos a criterio del lector si frente a un acuerdo total y final con los palestinos, un entendimiento que cumpla con las otras exigencias de Netanyahu, en especial las relacionadas con la seguridad del país, tal acuerdo termine fracasando por la división o unidad de Jerusalén.

El mapa de Olmert-Abbas nos revela una muy posible solución territorial del conflicto. Anexión de los bloques de asentamientos judíos, compensación y entregas de territorios israelíes para los palestinos, carretera que uniría a ambos territorios palestinos y una partición de Jerusalén bajo los lineamientos de Bill Clinton. Para resaltar la relevancia de esta propuesta, basta señalar que el actual asesor de Netaniahu para temas de límites del estado palestino a formarse, Dany Tirza, también trabajó junto a Ehud Olmert y a Tzipi Livni, siendo que el ex primer ministro israelí ofreció 93.2% de Cisjordania para el Estado Palestino mientras que Livni ofreció un 92.7% .

A muchos de nosotros nos gustaría creer que el conflicto es territorial. Aguas, tierras, gas, son bienes divisibles. Nos gustaría confiar que dicha distribución nos acercaría la paz. Vale la pena recordar que la naturaleza de un conflicto la impone el agresor y no el agredido. Los israelíes, que son los agredidos, pueden considerar que el conflicto es territorial pero ellos no son los agresores, por lo que no imponen la naturaleza del conflicto.

La naturaleza del conflicto árabe-palestino israelí es "religiosa" ya que así lo impone el islam radical. Es hora de decirlo clara y contundentemente. Se trata de dos pueblos, uno milenario como es el pueblo judío y uno reciente como es el pueblo palestino, quienes afirman poseer derechos sobre los mismos territorios. Los judíos, en cuya religión prevalece la vida por sobre la tierra, afirman poseer derechos sobre todo el territorio de Israel, incluyendo lo que hoy conocemos como Cisjordania. Los textos bíblicos relatan la vida del pueblo judío en cada centímetro de estas tierras. Los patriarcas de Israel están enterrados en los terrenos comprados por el patriarca Abraham en Hebrón. La tumba de la matriarca Rajel se encuentra entre Jerusalén y Belén. La ciudad de Jericó fue conquistada por José y sus trompetistas tras el éxodo de Egipto. Los judíos consideran a Judea y Samaria como parte incuestionable de su territorio nacional. Los palestinos también consideran que toda la tierra de Israel les pertenece. Más aún, los palestinos y sus secuaces han desarrollado una intensa política de "cleptohistoria", el robo sistemático y planificado de la historia del pueblo judío a fin de inventar que los palestinos poseen derechos anteriores al de los judíos. "Los palestinos son descendientes de los filisteos y los cananeos", "Jesús era palestino", "los judíos son descendientes de los jázaros" y otras barbaridades que suelen ser repetidas y expuestas, incluso, por ciertos profesores universitarios en hispanoamérica.

Un conflicto como el árabe-palestino israelí requiere que ambas partes reconozcan los derechos del otro, que asuman que ambos poseen también derechos y, por lo tanto, estén dispuestos a compartir dicho derecho. Cuando un analista comienza a preguntarse: ?quién reconoce los derechos de quién en el oriente medio? Entonces comienza a comprender la naturaleza del conflicto. Cuando el conflicto pasa a verse como un enfrentamiento por un mutuo reconocimiento, el analista cae indefectiblemente en los fundamentos religiosos que sustentan y guían a líderes musulmanes, incluso si estos son catalogados por occidente como "moderados".

Mahmud Abbas conoce perfectamente la solución territorial del conflicto. Abbas no puede, ni posiblemente quiera, reconocer a Israel como el hogar nacional del pueblo judío. Mahmud Abbas, Nabil Shaat su asesor o Jaled Mashaal del Hamás, todos coinciden en afirmar que "nunca reconocerán la judeidad del estado de Israel". Si Abbas reconoce la judeidad de Israel perderá el poder a manos del Hamás y será recordado en la historia como un "traidor" a la causa palestina. Yasser Arafat prefería ser recordado como "Saladino" y se escabulló de sus obligaciones a la hora de firmar un acuerdo final con Israel en Camp David (2000). Abbas no desea negociar entonces intenta conseguir un estado unilateral bajo el paraguas que le otorga la mayoría automática árabe-islámica-no alineada en la Asamblea General de la O.N.U.

?Por qué Abbas o el Hamás no pueden reconocer a Israel como estado judío? Por razones religiosas, simplemente.

El Dr. Mordejai Keidar de la Universidad de Bar Ilan explicaba en su artículo "No quieren, no pueden" que los palestinos no aceptarían a Israel como estado judío por cinco razones:
1- Según el Islam, la religión judía ha sido anulada en este mundo al nacer el cristianismo, y el cristianismo también ha sido anulado al nacer el Islam. El Islam no vino al mundo para convivir en situación de igualdad con el resto de las religiones sino que llegó para reemplazarlas. Por lo tanto, el islamista se pregunta ?cómo se puede decir que hay una tierra santa para los judíos cuando esta religión ha sido cancelada? En otras palabras, el judaísmo y el cristianismo son religiones falsas;
2- El judaísmo, de la forma que es vista por los musulmanes, es una religión comunitaria y no una base étnica o nacional. Para el Islam, esta es la mayor mentira del sionismo. El sionismo creó una especie de pueblo judío. ?Cómo puede reconocerse a un estado así como el país del "pueblo judío que de todos modos no existe"?;
3- Palestina es una tierra santa islámica en dos sentidos: El primer acto para su santidad fue la conquista en los días del califa Omar El-Jatif, en los años 30' del siglo siete. Desde este punto de vista, Palestina forma parte de los territorios que estuvieron en el pasado bajo el dominio del Islam como España, Sicilia o parte de los Balcanes, y por lo tanto estas tierras deben regresar al Islam (un término conocido como Dar el-Islam). El segundo acto de santidad se produjo cuando el califa Omar El-Jatif declaró que Palestina, desde el mar hasta el Jordán, es Wakaf Al-Islam, parte de la santidad islámica, por lo que le pertenece a todos los musulmanes para toda la eternidad. ?Cómo se atreven los judíos, que son una religión ilegitima y no son una etnia, exigir que los musulmanes reconozcan a la conquista de Palestina que es santa solamente para los musulmanes?;
4- El temor islámico es que luego de la conquista de Palestina en 1948, y Jerusalén en el año 1967, los judíos vuelvan a construir el templo de Jerusalén y, por lo tanto, su religión vuelva a ser relevante. Una situación así cuestionaría al Islam que, como hemos visto, vino al mundo para reemplazar al judaísmo;
5- El reconocimiento de Israel como un estado del pueblo judío simboliza que los árabes declaran haber sido derrotados en la guerra de 1948 y en todas las otras derrotas que le sucedieron. Un reconocimiento de este tipo es demasiado para el honor del pueblo árabe.
Para los islamistas, los judíos y los cristianos son dhimmi (del árabe al-dhimma). Se trata de ciudadanos de segunda (dhimmi) a los que se les soportará hasta el momento en que puedan ser convertidos a la única religión verdadera: el islam.

De acuerdo a esta definición de dhimmi, un observador externo podría cometer el error de suponer que se trata de un problema religioso entre musulmanes radicales y judíos. La respuesta es un contundente no. El islamista tiene un problema con el dhimmi que llegó a tierra santa islámica para contaminarle como en la época pre mahometana (yahilya), insertando valores extraños a la cultura musulmana. El dhimmi no solamente es el judío, también es el cristiano. Los judíos en el oriente medio están protegidos por uno de los ejércitos más fuertes del mundo (Tzhal). En cambio, los cristianos son hostigados, perseguidos, asesinados y humillados en Egipto (coptos), Irak (cientos de atentados contra iglesias), Pakistán (ley de blasfemia), Argelia (casamientos obligatorios para jóvenes cristianas), o en el Líbano, en donde miles de maronitas prefieren escapar para no acabar viviendo bajo el yugo chiita o sunita. No hace falta viajar tan lejos, en la "cristiana" ciudad de Belén viven solamente un 10 al 15% de la población que es "cristiana" ya que el resto se ha ido a vivir a Estados Unidos, Chile, Australia o Brasil. El intendente de la ciudad es cristiano para guardar las formas pero la mayoría es musulmana y los cristianos sienten la presión religiosa por ser dhimmi. Al entrar a Nazareth, un graffiti pintado sobre una de las paredes de la iglesia de la Anunciación nos recuerda "todos los dhimmi serán musulmanes muy pronto". Los medios de comunicación han relatado esporádicamente la huída de los cristianos de la Franja de Gaza, quienes solicitan el auxilio de las autoridades militares israelíes para entrar en territorio israelí huyendo de los islamistas que gobiernan Gaza.

Unos 80 millones de cristianos vivían en el oriente medio hace menos de 100 años. Hoy se calcula que la cifra alcanza solamente los 11 millones. Mientras los islamistas asesinan y persiguen a cristianos por ser dhimmi, hay quienes aún creen que el problema es territorial y que atañe únicamente a los judíos o al judío entre los países: Israel.

En Europa, en tanto, los cristianos demuestran pánico. La respuesta europea es tardía ya que no comprendieron la naturaleza del conflicto religioso al que se enfrentaban Europa. No debería sorprendernos entonces la multiplicación de las manifestaciones neonazis o radicales cristianas como la que motivo los atentados contra el gobierno y el campamento del Partido Laborista en Noruega en julio del 2011.
El Islam radical demuestra estar en guerra con los cristianos en el oriente medio ante la preocupante pasividad de los cristianos del mundo. El islam radical declara constantemente estar en guerra contra el estado judío: Israel. ?Puede el islam radical alcanzar una paz con los cristianos y los judíos? La respuesta es simple: NO.

Para el islam radical no existe paz posible entre un dhimmi y un musulmán. La paz es posible solamente entre musulmanes y se conoce como "Sulja" o perdón. Entre un dhimmi y un musulmán puede establecerse una "hudna" (tregua) como la firmada por Mahoma con la tribu de Qureish en las puertas de la Meca (Tratado de "Hudaybiyah" del año 628). Mahoma firmó una tregua por diez años pero rompió la misma al tercer año justificando su engaño por ser este "beneficioso para el islam". Una "hudna" establecida con un enemigo no islámico está limitada a 10 años siempre y cuando los musulmanes sean quienes se encuentren en posición de debilidad. Una tregua puede ser rota si los musulmanes consideran que tienen la fuerza suficiente para sobreponerse. En 1994, Yasser Arafat decía claramente ante una multitud de musulmanes en Johannesburgo que el "había firmado una hudna con Israel (Oslo) como lo había hecho anteriormente el profeta (Mahoma)". En enero 2004, el líder de Hamás Abdel Aziz-al Rantissi ofreció una hudna por 10 años si Israel retrocede a las líneas del 5 de junio de 1967 y si reconoce el derecho al retorno de los refugiados palestinos. Con todo, "la aceptación de la hudna no debe interpretarse como un reconocimiento al estado de Israel, lo que nunca ocurrirá".

El concepto judeo cristiano de la "paz" nada tiene que ver con la hunda islámica. De hecho, Israel no tiene una "paz" con Egipto ni tampoco con Jordania. Israel ha firmado un acuerdo de paz que no es otra cosa que una muy preciada "hudna" que viene durando mucho tiempo, mucho más que los diez años establecidos por Mahoma en Hudaybiyah. Los ciudadanos egipcios no aman a Israel, lo hemos visto en el ataque e incendio de la embajada de Israel (setiembre 2011) pero también en miles de muestras de judeofobia, demonización y negación del holocausto publicadas en los medios de comunicación de ese país. Los ciudadanos jordanos tampoco están en "paz" con los judíos de Israel.

En muchas ocasiones, una "hudna" es mejor que "nada". Los israelíes podrían aceptar un Estado Palestino viviendo a su lado. Los israelíes podrían firmar un acuerdo con todos los países árabes vecinos entregando territorio a cambio. Sin embargo, seguiríamos hablando de una "hudna" ya que el agresor, los países musulmanes, no aceptan la firma de otra cosa que no sea una "hudna" con los dhimmis judíos. Siendo así, Israel deberá mantener una inquebrantable voluntad, potencial militar, alianzas con las potencias del mundo, un imponente poderío económico y una contundente defensa de los valores democráticos para que a los musulmanes radicales no les convenga romper la "hunda". ?Hasta cuándo? Hasta que el islam radical sea superado y vencido por una versión moderada de dicha religión. En otras palabras, los defensores de los valores judeo cristianos deberían estar menos confundidos y defender con mayor contundencia a los que exigen una reforma en el islam para que sean los moderados fijen agenda en el oriente medio.

El conflicto árabe-palestino israelí es de naturaleza religiosa. Eso si, la actitud de muchos gobiernos del mundo y de las opiniones públicas en varios países, especialmente europeos, se enmarcan en una actitud hacia el estado de Israel fuertemente influenciada por resentimientos y pre conceptos de naturaleza judeofobia.

viernes, 11 de noviembre de 2011

"Con el Mercosur nos vendieron un elefante blanco"



POR stella maris pusino



Leonardo Rozenblum
Nació en Montevideo en 1940. Trabajó junto a su padre desde joven y en 1970 pasó a integrar el directorio que aún preside. El tercero de sus cuatro hijos, Fabián, lo acompaña al frente de la empresa y juntos la reconvirtieron hasta hacerla liderar el mercado de electrodomésticos. Asegura que el consumo seguirá creciendo ya que el uruguayo ya no es tan consevador, es "más moderno". Interviene en varias actividades filantrópicas: fundó la organización Tzedaka, que asiste a personas carenciadas de la comunidad judía, donó seis hectáreas a una obra del Opus Dei, creó la primera Aula Ceibal y sostiene la orquesta de Aldeas Infantiles. "Llevamos en la sangre el deporte", afirma, mostrando la foto de su nieto, Marcel Felder, tenista como él.


¿Qué recuerda de su infancia en Motociclo, la empresa que fundó su padre?
En mi infancia todavía no se llamaba así. Vivíamos en Colonia Suiza, pegado al taller de bicicletas que tenía mi padre. Y yo me la pasaba ahí, jugando a que trabajaba o a trabajar jugando. No sé. Después, ya en Montevideo, y siendo yo liceal, lo ayudaba en la fabricación de partes y armado de bicicletas. Era la época de la posguerra, el Uruguay no tenía nada, había que hacer todo acá, como se pudiera, y mi padre con mucho ingenio había comenzado muy artesanalmente a fabricarlas. Terminé preparatorios en 1958 y empecé ya formalmente a trabajar en la empresa. Llevaba pedidos, hacía paquetes, descargaba camiones... lo básico en una empresa pequeña, familiar. Fue en 1962 cuando pasó a llamarse Motociclo S.A.
¿Qué aprendió junto a él? ¿Qué destacaría?
De mi padre aprendí la honradez y el valor de la palabra comprometida. Falleció en 2010, con 99 años. Jaime Rozenblum, un inmigrante polaco. Para él, dar su palabra y estrechar la mano era suficiente para que un negocio se hiciera con total certeza y tranquilidad para todo el mundo.
Su padre se retiró formalmente en la década de 1980 dejándolo a usted al frente; en todos los años siguientes tuvo que cuerpear las peores crisis que atravesó la empresa. El cartel en aquella pared que dice "esto pasará", ¿se lo recuerda?
Sí. Es así. Pero, ojo, pasa lo bueno y pasa lo malo. Cuando las cosas están mal, hay que estar atento porque vendrán las buenas, pero cuando están muy bien hay que hacer reservas, porque luego viene la mala. Cuando se termina una crisis, cada día que pasa estamos más cerca de la próxima. Es un hecho irrefutable.
Usted fue el responsable de imprimir un giro exportador a la empresa cuando se creó el Mercosur. ¿Qué recuerda de aquella decisión?
Fue en 1991. Nosotros, entre comillas, compramos el Mercosur. Era un momento bisagra para la empresa y el desarrollo del país, en el que teníamos dos caminos: o nos dedicábamos a importar bicicletas, motocicletas, repuestos y accesorios y a comercializarlos (porque todavía estábamos en ese rubro solamente), o las fabricamos seriamente. Y como teníamos en la sangre esa impronta industrial, nos decidimos a ser industriales. Importamos maquinaria de última tecnología para fabricar profesionalmente bicicletas en Uruguay. El mercado interno absorbe unas 100.000 al año, nosotros armamos una planta para hacer 360.000 bicicletas al año. Comenzamos a exportar a Argentina, progresivamente a México, a Chile, a Ecuador.
¿Cuánto llegaron a exportar a la Argentina?
Llegamos a tener el 20% de ese mercado, con 240.000 bicicletas, en 1999, fabricábamos para terceros, para supermercados. Ahí, obviamente, le empezamos a hacer cosquillas a los fabricantes argentinos, que en realidad no eran fabricantes sino armadores. No había una industria de última tecnología equipada como la nuestra. Empezaron a hacer lobbie con el gobierno argentino para sacarnos del mercado y lo lograron. La nuestra fue la primera controversia que hizo Uruguay en el Mercosur. Estuvimos un año fuera de Argentina. Ganamos la controversia y volvimos a entrar, pero a los dos meses comenzaron los bloqueos arancelarios. Y ya no pudimos entrar más.
¿Qué pérdidas supuso esto para la empresa?
Muchas y muy importantes. Teníamos entonces más de 400 personas, la mitad dedicada a la industria. Fue un horror, porque además habíamos invertido en capacitación. Reciclamos a muchos, pero tuvimos que despedir a otros tantos. Y ver a la fábrica desierta... Nos vimos en figuritas. Nos quedamos sólo con el mercado uruguayo, pero no éramos eficientes. Éramos caros... No tenía sentido. Entonces, mi hijo Fabián me dijo: "No hay que morir abrazados a las máquinas". El ideólogo del cambio fue él. En la crisis del 2002 decidimos rematar las máquinas y destinar los galpones a depósito para importar electrodomésticos, motos, bicicletas... Comenzamos importando televisores. Teníamos en ese momento 14 locales en todo el país y los empezamos a vender bastante rápido.
¿En cuánto tiempo se toma una decisión así?
Tenemos otra frase de cabecera aquí adentro: ya no más las empresas grandes se comen a las chicas. Son las empresas rápidas las que se comen a las lentas. La toma de decisiones en esta empresa no pasa por el directorio, es muy rápida, las tomamos mi hijo y yo, en el acierto o en el error. Obviamente, nos equivocamos. El punto es tener menos errores que aciertos.
¿Y a qué atribuye el hecho de que en un local de bicicletas se pudieran vender también televisores?
Uno de los factores que contribuyó a ello fue que muchos de los actores del sector de electrodomésticos del país quedaron fuera en la gran crisis del 2002. Habíamos observado esto como una oportunidad. A los pocos meses, además, tomamos la representación del General Electric, una gran marca, que no estaba atendida en Uruguay. Fue una reconversión progresiva, pero muy fuerte, al punto de que hoy somos los líderes del mercado.
¿Qué cifras respaldan esa aseveración suya?
No me gustaría hablar de números. Hoy tenemos un 25% del mercado de electrodomésticos del país. Hay mucho por crecer. A eso estamos apostando. Hemos crecido porcentualmente mucho más que el país, año a año entre el 25% y el 30% en volúmenes de venta. Hemos agregado todas las líneas. Pasamos ya este año los US$ 30.000.000 importados de China. Somos el principal importador local de ese origen. Al principio teníamos marcas propias, la marca Spika, la misma de la vieja radio, una marca japonesa que había quedado en desuso y que nosotros rescatamos para trabajarla en televisores, lavadoras, cocinas, estufas, ventiladores... Pero que ahora estamos dejando, adecuándonos a los cambios.
¿A qué cambios se refiere?
Como el país en los últimos años se ha recuperado fuertemente esas marcas fantasía ya no corren. La gente quiere grandes marcas, marcas de prestigio.
¿Qué es lo que hace rentable este negocio?
La rentabilidad en el rubro no es muy buena. Es muy apretada. Hay que tener mucho cuidado con los gastos, hay que ser muy eficiente con los recursos humanos, tienen que estar muy bien preparados. No hay vendedor que sepa de computación, de refrigeración, de audio... Hay que formar a la gente todo el tiempo. Hay que dar buen servicio al cliente.
¿Cuánta gente trabaja hoy para Motociclo?
Casi 700 personas.
¿Con mucha o poca rotación?
Lamentablemente, mucha rotación. Está difícil encontrar gente capacitada. Y la muchachada a veces es indolente. Nosotros decimos: tenemos vendedores estrellas y vendedores estrellados. Pero queremos que todos sean estrellas. Porque además ganan más si venden más.
¿Está cayendo el consumo?
No. Aún se puede vender mucho más. Influye el "use y tire", aunque los electrodomésticos de hoy tienen más calidad y prestaciones que antes. Es el avance de la tecnología lo que hace, por ejemplo, que ya no queramos más el mismo televisor que compramos hace cinco años, aunque funcione. Informática y telefonía son los sectores con mayor obsolescencia.
¿Cuánto más se puede crecer? El consumidor uruguayo es más conservador...
Era. Ahora es más moderno. Se sigue casando, tiene que equipar el hogar. Tienen hijos, quieren carritos de bebé y bicicletas de niños. Los hombres hacen ejercicios físicos para seguir siendo atractivos para sus esposas, por eso nos compran bicicletas fijas...
¿Qué opinión le merece hoy el Mercosur?
La peor de todas. Me parece que es un desastre. Nos vendieron un elefante blanco. Y es como aquello que ni lo escupo ni lo trago. Estoy convencido de que no se puede salir de él. Uruguay no tenía opción, había que entrar. Pero hay que mejorarlo muchísimo.
¿Ventajas y desventajas de trabajar con la familia?
Todas ventajas. Si nos preguntan algo por separado a mi y a mi hijo, los dos contestamos lo mismo. Nos miramos y basta. Tengo gran aprecio hacia los que no están de acuerdo conmigo, porque me hacen reflexionar y aprendo.
¿Qué piensa de aquella frase, "la primera generación funda la empresa, la segunda la fortalece y la tercera, la dilapida"?
Creo que es tal cual, pero como toda regla tiene su excepción. Felizmente en nuestro caso lo es. Y serlo depende de cada uno.
Ciclocuotas, la nueva empresa financiera de Motociclo
¿Cuál es la estrategia de Motociclo para potenciar las ventas?
Estamos formando una empresa hermana de Motociclo, Ciclocuotas, para financiar los productos. Empezamos a operar hace un mes, pero aún no la lanzamos oficialmente. Una financiera al consumo, directamente al público, con beneficios mientras dure el período de crédito, por ejemplo, servicio de acompañantes en sanatorio, descuentos en farmacias, remolque para el vehículo, reparaciones a domicilio... Estamos en la etapa de equipamiento informático, adosando un call center muy importante, tomando 45 nuevos empleados.
¿Todo para competir con Carlos Gutiérrez?
Nada que ver. Gutiérrez es un gran amigo, y más que un competidor, un colega. Tiene otro perfil de venta, muy inteligente, pero distinto al nuestro.
Pero esta iniciativa de crédito se parece a la de él...
Ah, sí, es parecida. Pero él no da estos beneficios adicionales.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Testimonio de un hombre de negocios de religión judia Recuerdos del 11 de Septiembre de 2001



Un ciudadano de Estados Unidos compartió con El País su relato sobre lo sucedido el pasado 11 de septiembre de 2001 durante los ataques a las Torres Gemelas. A continuación reproducimos su conmovedor relato de lo vivido en ese entonces.


Yo trabajaba para American Express en el edificio World Financial Center No.3. Mi oficina quedaba en el piso 32 en la parte interior. El fin de semana antes de Septiembre 11 fui con mi familia de paseo a Manhattan desde nuestra vivienda en Nueva Jersey. Era un día espectacular.
Cruzamos por el path train de Hoboken a lower Town Manhattan. Salimos en la estación de World Trade Center y disfrutamos de día en la parte baja de Manhattan. Regresamos en ferry desde Battery Park a Hoboken por el río Hudson. Tomamos varias fotos del ferry con las torres gemelas en la parte de atrás con un cielo azul precioso. No sabíamos que esa vista y fotos iban a ser las últimas de las torres gemelas en nuestras memorias.
El día 11 de septiembre cogí como siempre, a la misma hora, el tren de Dover a Hoboken para ir al trabajo. Crucé de Hoboken a Manhattan en ferry por el río Hudson. Me bajé en Battery Park y caminé hasta la oficina. Llegué a mi oficina sin novedad como a las 8:30 a.m. Parecía todo como un día normal. Estaba sentado en mi oficina revisando correos electrónicos y papeles cuando de un momento a otro escuché un gran sonido como un viento huracanado con una explosión enseguida.
Miré por la ventana de mi oficina y todos los otros empleados que ya habían llegado estaban atónitos, mirando para todos lados, con caras de asombro pensando en que pasó. Fuimos a la ventana de nuestro piso que tiene vista a las torres gemelas. Para mi asombro, vi un hueco enorme negro en la parte de arriba de la torre norte y gran cantidad de humo negro salir por todos lados.
Al mismo tiempo vi una cantidad de papeles de impresión, vidrios y otras cosas caer por el hueco. Todos estábamos asombrados haciendo comentarios de que podía hacer. Salieron varias teorías como: "era un avión pequeño que se estrelló o de pronto un misil".
Realmente no entendíamos que había pasado. Estando en la ventana, de un momento a otro, uno de los empleados gritó: “allí viene un avión bien bajito”.
Todos volteamos a mirar y vi cómo el avión bajaba inclinado con dirección a la torre sur. Vi una gran bola de fuego salir del edificio. En ese momento todo los que estábamos en la ventana sabíamos que era un ataque de alguna clase. Empezó el nerviosismo entre todos los que estábamos allí. Algunos se fueron inmediatamente si decirle a nadie.
Para mi asombro, por el comunicador del edificio, anunciaron que todo estaba bien en nuestro edificio y que nos quedáramos tranquilos en nuestra oficina hasta nuevo aviso. Como que la mayoría de la gente no oyó el mensaje porque el piso mío en poco tiempo estaba vacío. Yo tenía una reunión programada a poco tiempo de la tragedia. Mi primera reacción fue subir por el ascensor al piso donde era la reunión. Cuando salí del ascensor, no había nadie
en el piso. Bajé nuevamente al piso de mi oficina y no había nadie. En ese instante, cogí mi maletín y decidí bajar por el ascensor para ver como podía ayudar. Cuando salí del edificio camine hacia las torres.
Llegué hasta la esquina de mi edificio que era al otro costado de la torre norte. No podía seguir porque veía caer vidrios y papeles por todos lados. En ese momento todavía no habían saltado personas de los pisos altos. Estaba atónito mirando lo edificios cuando llegaron los primeros policías al lugar.
Empezaron a acordonar la zona y dar órdenes a transeúntes. Una policía se me acercó. Yo le pregunté cómo podía ayudar y ella me dijo que era mejor que me fuera al instante porque era muy peligroso. Me quedé unos minutos más y luego decidí ir hacia el ferry para retornar a mi casa. Cuando llegué al parque de donde sale el ferry estaba lleno de gente. La mayoría estaban conversando nerviosos tratando de entender que había pasado. Yo estaba conversando con otro empleado cuando un momento a otro se oyó alguien gritar: “una persona se está cayendo del edificio”.
Todos miramos al instante y para mi asombro vi una persona cayendo al lado del edificio. Solamente se oyó un gran eco de asombro entre la multitud. Seguí mirando a los edificios con su humarada negra salir de ellos y unas cuantas personas desde las ventanas agarrándose de lo que fuera.
De un momento a otro vi una de las personas soltarse y caer al vacío con los brazos y piernas retorcidas como tratando de agarrar algo y en forma desesperada. Quedé con la boca abierta mirando con asombro. Luego vi otro saltar al vacío. En ese momento no pude seguir viendo semejante tragedia. Me entró un dolor en todo el cuerpo luego de ver esas almas desesperadas que tomaron la decisión de tirarse al vacío seguramente pensando de pronto que ocurriera un milagro en vez de morir quemado o ahogado por el humo negro.
Un hombre de religión judía que estaba cerca de mi entró en un pánico terrible. Empezó a rezar en forma continua y se fue empujando entre la gente para llegar al ferry. La gente todavía estaba atónita por lo que estaba pasando, por ende no reaccionaban a los empujes de este hombre. En ese instante, por instinto, sin pensarlo, me fui detrás de él siguiéndolo.
Llegamos al ferry. Me senté a lado del hombre que continuaba rezando en forma frenética moviendo su cuerpo para arriba y abajo. Yo tenía la mente tan bloqueada por lo que pasó que, aunque quería rezar, no me salía nada. A los minutos el ferry anunció su partida.
Cuando empezó a partir se oyó nuevamente el eco atónito de los que quedaron en el parque. Seguramente otra pobre alma se había tirado al vacío. El ferry cogió su ruta por el Hudson a la estación de tren en Hoboken. Cuando estábamos en la mitad del río, yo estaba mirando las torres con su humarada negra salir. Un momento a otro se oyó una gran explosión y para mi asombro una de las torres empezó a caerse. Lo único que vi fue un gran hongo de polvo y humo subirse cubriendo totalmente el edificio de mi trabajo y el parque donde yo estaba hace un instante.
Pobres almas que estaban todavía en el parque. Imagino el desespero de ellas, algunas corriendo sin dirección para salvarse. Realmente no sé qué les pasó. Cuando estábamos llegando a Hoboken, oí nuevamente otra explosión y vi otro hongo de humo grande. Se había caído la segunda torre. El ferry llegó a la estación de tren. La estación de tren estaba llena de gente. Anunciaron un enorme atraso de todos los trenes.
Traté de comunicarme por celular con mi esposa pero estaban muertas todas las señales. Me tocó esperar como unas ocho horas hasta por fin salió el tren que me llevaba para la casa. Iba completamente lleno, hasta gente había parada. Algunas personas conversaban en forma nerviosa, otros trataban frenéticamente de llamar a su familia, otros oían las últimas noticias en la radio y otros simplemente estaban en otro mundo. No recuerdo nada de cuando llegué a la estación del tren de mi destino final, cuando me monté en el carro y cuando maneje a la casa.
Solamente recuerdo que estaba sentado dentro del carro todavía prendido, agarrado del timón. No sé cuánto tiempo pasó. Mi esposa me cuenta que cuando oyó el carro llegar, salió inmediatamente a verme. Ella me cuenta que llego al carro, tocó varias veces la ventana y me decía que me saliera. También me contó que simplemente me vio sentado con el carro prendido, agarrado al timón llorando a chorros continuamente, como un niño pequeño, sin reaccionar a su llamadas. No recuerdo cuándo entré a la casa y cuándo me acosté esa noche. Al otro día cuando me desperté, pensé que todo era un sueño hasta que vi la noticias sobre todo lo que pasó y se me vinieron los recuerdos. Mis hijos estaban pequeños en ese tiempo. Cuando se despertaron lo único que hice fue abrazarlos por largo tiempo, como también a mi esposa, llorando, dándoles continuamente besos, y agradeciendo a Dios por darme la oportunidad de seguir con vida y poder seguir compartiendo con mi familia.
Desde ese día de la tragedia, la vida me cambio por completo. Me di cuenta que hay cosas más importantes que el dinero, una alta posición o cosas materiales. Decidí no volver a trabajar en Nueva York. También me volví un hombre más religioso, porque me di cuenta, que realmente existen los ángeles guardianes (el hombre de religión judía), la vida espiritual es más importante que la material y que todavía no estaba en los planes de Dios llevarme a una mejor vida. Siempre estaré agradecido con el hombre de religión judía y espero algún día en el cielo darle las gracias personalmente.
Fui muy afortunado de que no me pasó nada. Agradezco todos los días a Dios por esto. Pero en el fondo de mi ser siento un enorme dolor de no haber podido ayudar más ese día a los menos afortunados y tengo estampado en mi memoria el imagen de esas pobres almas cayendo al vacío como ángeles sin alas.

jueves, 23 de diciembre de 2010

Diciendo la verdad, desde la frontera de Gaza

por Ana Jerozolimski
Al Dr. Boksenbojm lo conocimos años atrás, a raíz de una de las varias vueltas de crisis en la zona, Nos resultó simbólico que llegamos a él justamente cuando en el hospital “Barzilai” de Ashkelon en el que trabaja en los últimos doce años, se atendía a numerosos palestinos que habían llegado heridos a raíz de los choques internos en la Franja de Gaza. Era la antesala del golpe de Hamas, tras el cual la organización integrista palestina tomó el poder absoluto en la zona.

Pablo Boksenbojm, que se radicó en Israel hace casi tres décadas, se desempeñó como médico primero en el hospital “Kaplan” de Rejovot y luego en el “Beilinson” de Petaj Tikva, siendo hoy el Jefe de la Unidad de Cirugía Ambulatoria en el Hospital “Barzilai”, donde también ocupa el cargo de Sub-Director de Anestesiología.

Ve la realidad con sus propios ojos, en el terreno, cuando llegan a sus manos pacientes palestinos. Y no entiende de qué hablan algunos en el mundo cuando acusan a Israel por su trato a los palestinos. En esta entrevista nos lo explica.

P: Dr. Boksenbojm ¿cómo se siente, como israelí pero más que nada como médico que ha atendido a palestinos tantas veces en el hospital Barzilai, cuando oye la forma en que se presenta a menudo a Israel en relación al conflicto con los palestinos?

R: Las cosas hay que separarlas. Nosotros, como médicos de un hospital que atiende a la población que atiende y que se encuentra desde hace tantos años en la situación en la que se encuentra, sabemos hace mucho que hay que separar los distintos temas. Como médico, esto es un compromiso. Por lo tanto, por más que haya cierre o bloqueo a la Franja de Gaza, tenemos claro que como médicos eso ni lo miramos, ni pensamos en el bloqueo. Es algo muy secundario. Atendemos a los pacientes y les damos todo lo necesario. Después, cuando llegás a tu casa y podés pensar tranquilo en toda la situación, podés decirte “¡pucha, cuánta hipocresía hay en el mundo, cuántas mentiras”.Y ahí me pregunto por qué el mundo se pasa mostrando lo que hacemos mal o medio mal, o lo que a lo mejor no hacemos tan mal pero lo muestran como si lo fuera, pero no están al lado mio cuando yo estoy atendiendo a los palestinos de Gaza.

P: O sea, no permite que esos pensamientos afecten el tratamiento, pero existen,,,

R: Por supuesto. Primero atiendo pero después, cuando te ponés a pensar, duele. Te voy a dar un ejemplo, respecto a lo que pasó hace poco con la flotilla turca del “Mavi Marmara”.Veinte de los “activistas de la paz” llegaron al hospital.Cuando llegaron al “Barzilai” y se negaron a ser atendidos por médicos israelíes y cuando le pegaron a una enfermera, ninguno de los periodistas que estaba allí lo filmó o lo publicó. Nada. El cuerpo médico no estaba ahí para castigarlos sino para atenderlos,. Y los atendimos en las mismas piezas y en las mismas camas en las que atendemos a la población israelí, a la población que viene de la Franja de Gaza, de todos lados. Sin mirar y sin preguntar.

P: El hospital no hace distinciones…

R: Claro que no. A tal punto , que ellos pidieron que los atiendan médicos árabes, buscamos médicos árabes –que los hay en el Barzilai como los hay en todos los hospitales de Israel, inclusive jefes de departamentos- pero cuando vinieron , los insultaron, los trataron de traidores..Y cuando mirás todo eso, al final te preguntás qué estaba pasando acá. En el hospital nadie les preguntó sobre su pensamiento político ni por qué habían hecho los que hicieron, sino que los atendimos…

P: Aunque no hayan hablado de política ¿tenían claro que los que llegaron heridos a vuestro hospital eran radicales islámicos?

R: Si, sin lugar a dudas.Te dabas cuenta de lejos…Si te dicen que no le van a contestar a nadie más que a un médico árabe, te das cuenta de su pensamiento y de para dónde van. Es obvio.

P: ¿Al final , entonces, no los atendieron?

R: Si, al final se los atendió. Si uno tiene una persona herida, no deja de examinarla. Ninguno de los que llegó a nuestro hospital tenía nada grave, algunos rasguñones, en general. Pero el examen general se los tenés que hacer igual. Se les hace análisis de sange para ver que estén bien, electrocardiograma, placa de tórax..Por supuesto que eso las Naciones Unidas no lo van a pagar. Todos los gastos médicos que esa gente generó a Israel, los pagará Dios..no sé..seguro no ellos.

P: Le podrán contestar que si israel los hirió, que pague por ello…

R: Si , lo podrán decir.Pero lo que yo te comentaba iba a otra cosa…

P: Si, está clarísimo…

P: Sé que hay altibajos en cuanto a la cantidad de palestinos de Gaza que llegan a recibir tratamiento en el Barzilai. ¿Has atendido últimamente a gente de la Franja?

R: La semana pasada atendimos a una muchacha pos-parturienta-la recibí yo-, una joven de 19 años. Pasó por el cruce de Erez. Era su primer parto, se complicó, nació un bebé muerto, la tuvieron durante tres días sangrando en el hospital de Gaza y cuando no pudieron solucionarlo, la mandaron para nuestro hospital.

En realidad iban a mandarla al hospital Asaf Harofé, iba hacia allí en ambulancia-no sé por qué contacto-pero cuando estaba en la ambulancia se agravó su situación y como estaban a la altura , más o menos, del Barzilai, entraron para nuestro hospital. Tenía un sangrado espantoso. Por suerte la sacamos viva.

P: ¿Qué significa eso en términos del tratamiento que tuvieron que darle?

R: Le tuvimos que dar –para que se entienda que no hay diferencias en los tratamientos que se dan a unos y otros- 20 unidades de sangre, 45 unidades de plasma, 43 unidades de crioprecipitado que es un componente de la sangre para la coagulación y 25 unidades de trombocitos.

P: No suena a tratamiento promedio...

R: Claro que no. Es un disparate. Le cambiamos el volumen de la sangre varias veces porque estaba sangrando terrible, Al final le dimos también novoseven , el factor 7 activado, algo que es sumamente caro y que consideramos que en ese caso era esencial.

P: ¿Quién paga todo eso?

R: Hay cierto arreglo, pero no sé qué está sucediendo ahora. Antes de que pasara todo lo que pasó con Gaza y antes de que Hamas subiera al poder, cuando tenían problemas y recibían ayuda de nuestro hospital, había un acuerdo con el gobierno de los palestinos, que era del Fatah. Lo que se hacía era que de la devolución del dinero de los impuestos que Israel les pasa a ellos, se recortaba lo correspondiente por los casos de tratamientos médicos. Pero no sé decirte si eso funciona o no.

P: Si no lo sabe, eso significa que ustedes al atender dan lo necesario, sin preguntar si hay quien lo pague...

R: Justamente. Nosotros, como médicos, cuando atendemos, damos lo que tenemos que dar.

P: Se sabe que por un lado, desde que Hamas tomó el poder en Gaza., siguieron llegando palestinos a atenderse en Israel, pero al mismo tiempo, está claro que Hamas intenta frenarlos, que no lleguen acá. El caso de esta chica que vino con el sangrado ¿fue el único de los últimos tiempos?

R: No, no fue el único, para nada. Cuatro días antes tuvimos un niño de 5 años al que trajeron ahogado mientras comía sandía. Le quedó un cuerpo extraño en las vías respiratorias , se atragantó y se ahogó. Por ese cuerpo extraño que le quedó adentro, hizo lo que se llama atelectasis , se le cerró un pulmón. En Gaza no lograron resolverlo y lo mandaron para aquí. Un problema que tenemos en estos casos es que no siempre sabemos exactamente todos los detalles de qué le pasó al paciente o mejor dicho qué le hicieron, ya que no siempre mandan información exacta o completa. Muchas veces tratamos de comunicarnos con los médicos que atendieron al paciente, como hicimos con esta jovencita . A través de nuestros médicos que hablan árabe, llamamos a los médicos que la mandaron para que digan exactamente qué es lo que pasó. Con el chico, luego que lo tuvieron internado y ventilado mucho tiempo y no le pudieron reabrir el pulmón, entró en sepsis y estaba en una situación catastrófica. En nuestro hospital le dimos asistencia de primeros auxilios para estabilizarlo y luego lo trasladamos a un lugar donde hay cirugía de pulmón, porque ya estaba muy mal. Eso ya no era acá, así que no sé qué pasó después.

En resumen, siguen llegando pacientes de Gaza, pero desde que Hamas llegó al poder hay muchísimos menos que antes.

P: Y a ustedes, como médicos. ¿les consta que eso se debe a que Hamas no quiere que venga gente a atenderse a Israel, y no a que Israel no les permite la entrada?

R: Totalmente.

P: ¿Cómo saben con certeza que el tema es que Hamas no los deja pasar?

R: Porque les preguntamos a los pacientes que sí llegan, porque tenemos contactos con los médicos. No olvides que muchos médicos que trabajan allá fueron formados en nuestro hospital. A muchos los conocemos personalmente- Y antes de que Hamas subiera al poder , tuvimos una época en la que todos los meses viajábamos al hospital “Shifa” a ayudarles, a dar opiniones sobre los casos de los internados, hacíamos visitas de médicos con ellos. Ibamos al “Shifa”...a la unidad de terapa intensiva, a otros lados.

P: Eso fue hasta el golpe de Hamas..

R: Exactamente. Y cuando la administración de Gaza estaba en manos de Israel, los responsables de la salud eran las Fuerzas de Defensa de Israel. Y hasta mediados del 80. fue justamente Tzahal quien creó y escribió cómo construir el sistema de salud en Gaza. No sé si existe, pero el programa lo ideó Israel. Y muchos de los médicos palestinos de allí se formaron con nosotros. Su director de Cuidados intensivos hizo su especialización en eso aquí, en nuestro hospital. Es el que sigue ahora en ese mismo cargo.

Y volviendo a lo que pasa hoy, otra diferencia que notamos es que antes siempre venían con alguien de la familia, pero ahora no mandan a nadie, no dejan salir a nadie.

P: ¿No pueden ser limitaciones impuestas por Israel?

R: No, para nada. No existe. En caso de salud, no existe. Cuando traen un caso, inmediatamente se traspasa. Además, llega al hospital por fax el pedido con la descripción del caso y ya se arregla todo con los servicios del ejército para que les hagan el pasaje rápido. Hasta se les manda ambulancias de cuidados intensivos de acá para recibirlos en la frontera, ya que sabemos que los que llegan de allí son más complejos que los comunes- Eso lo saben también los soldados en la frontera.



P: Dr.Boksenbojm, usted me está describiendo muy claramente una situación que conoce desde adentro y por otro lado sabe cómo se presenta a menudo a Israel en el mundo. Volviendo al principio de esta entrevista : ¿qué piensa?

R: ¿Qué pienso? Me da rabia. Pienso cuánta hipocresía hay en el mundo. Ahora la moda es ser pro Islam porque el palestino y el musulmán son vistos como el David...aunque el que parece Goliat tenga razón... El pueblo palestino es el visto hoy por el mundo como el débil. Eso, junto con algunas cosas quizás no muy acertadas que ha hecho el Ministerio de RREE al no explicar bien la situación, da un mal resultado. Quizás se sentaron a descansar pensando que , total, como tenemos razón, seguramente los demás lo van a comprender....Desgraciadamente no es así. Bien sabemos que como decía Goebbels, no importa qué tamaño tiene la mentira, si la repetís muchas veces, al final se convertirá en verdad....

P: ¿Cómo se sale de este embrollo?

R: Quizás una forma sea tratar de dejar de lado rencores, que ambas partes sepan que el que está del otro lado tiene derecho a vivir. El de ese lado lo tiene y el de este lado también lo tiene. Cuando se llegue a esa conclusión, neto, y dejen de pelearse por dos centímetros más o tres menos, el odio no permitirá solución. Mientras haya gente que siga tirando brasitas al fuego para conservarlo, no llegaremos a nada.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

"Ser judío en Madrid no es fácil"

El rabino de la sinagoga de Chamberí desde hace 25 años orienta a 1.000 familias
por PATRICIA GOSÁLVEZ -

El rabino de Madrid chapurrea árabe. Moshé Bendahán nació hace 53 años en Tetuán, "cuando era protectorado español". Sus antepasados llegaron al norte de África hace cinco siglos, como tantos otros judíos sefarditas expulsados de España. Con la independencia de Marruecos en 1956 su familia volvió a emigrar (a Ceuta) como tantos otros de los 250.000 judíos que vivían en Marruecos. Luego, acabado el bachillerato, viajó a Jerusalén para entregarse a nueve años de estudios rabínicos y hace 25 aceptó hacerse cargo de la sinagoga de Chamberí.
Todos estos lugares resuenan en el acento del rabino que se ocupa de guiar a las mil familias adscritas a su templo, cercano al metro Iglesia. Un edificio de 1968 en el que no hay mucho movimiento. "Ahora, la mayoría de las familias viven en la zona norte, ya que las parejas jóvenes buscan casas con piscina y jardín", explica el rabino que da clase los domingos en el único colegio judío de Madrid, en La Moraleja.
La sinagoga está en obras y, rodeado de ruido, Bendahán saluda con un leve movimiento de cabeza. "Somos una comunidad pequeña en una ciudad grande, unas 4.000 personas, nada que ver con los 700.000 judíos de París o los 250.000 de Londres", dice. "Al ser pocos, a veces no es fácil ser judío en Madrid, pero el que quiere puede". "Por la calle un kipa sigue despertando extrañeza", explica tocado por la pequeña gorra litúrgica, pero sin los tirabuzones tradicionales.
Nieto y hermano de rabinos, Bendahán es un hombre serio. Opina que Woody Allen es "un genio que se define como ateo". La comunidad judía que dirige es ortodoxa (como las otras siete congregaciones de Madrid, donde solo hay una más cercana al reformismo). Los ortodoxos siguen "a rajatabla" los principios del Pentateuco y las leyes del Talmud. "No robarás es no robarás, no se puede flexibilizar para adaptarse a los tiempos", dice. "El hombre ha construido rascacielos y viaja en avión, pero interiormente no ha cambiado. Si lees la Biblia y una revista, compruebas que los problemas del ser humano siguen siendo los mismos", explica divulgativo Bendahán. Este año celebrará unos ocho matrimonios y una docena de bar y bat mitzvas (el rito iniciático, para niños y niñas), pero admite que lo que más le gusta de su trabajo es la docencia ("no en vano rabino en hebreo significa maestro").
Ser ortodoxo en una ciudad del siglo XXI con pocos judíos tiene sus trabas. Comer kosher, por ejemplo. "Hay varias tiendas que supervisamos y algunos centros de El Corte Inglés tienen un departamento que sigue las leyes de alimentación que marca el libro levítico...". Este rabino no ve que una comida de trabajo en un restaurante sea una excusa para romper la ley cuyo significado último es completar la creación de Dios y llegar a la perfección por el propio esfuerzo. "Ahora que hay tantos vegetarianos no es tan raro pedir platos especiales o sin ciertos ingredientes; es igual que respetar el sabat, hay que dar prioridad al cumplimiento".
Bendahán también circuncida a los bebés recién nacidos antes de que cumplan ocho días para devolverlos al "estado original de la creación". Vuelve a salirle el maestro: "Porque Adán fue creado circuncidado, pero cuando abandonó el paraíso sus hijos nacieron con prepucio". No todos los rabinos celebran circuncisiones, hay que estudiar un curso teórico y práctico, que incluye formación médica. La intervención se lleva a cabo en el hospital o en casa de los padres y "siempre con un médico presente". El propio rabino tiene cinco hijos. "Lo ideal es al menos tener un hijo y una hija para imitar el modelo de Dios que creó a Adán y a Eva", explica. "Cumplida esa obligación es positivo tener más y canalizar almas a este mundo, pero se permite la anticoncepción, siempre que no se derrame vanamente el semen". Es decir, la mujer se hace cargo.
Por la sinagoga hay carteles en los que aparece un rostro con gafas oscuras y bigote y un mensaje a los fieles para que avisen "a los voluntarios de protección comunitaria" si ven algo raro. ¿Se sienten amenazados? "No, pero siempre hay que estar alerta... A los pocos años de inaugurar el edificio nos pusieron una bomba que afortunadamente estalló antes de tiempo y solo ocasionó daños materiales, en el informe policial se sospechó de la Organización para la Liberación de Palestina, pero nunca se aclaró".
Bendahán afirma que su relación tanto con los líderes musulmanes como católicos es "cordial y tolerante": "Participamos en muchos actos conjuntos; desde la ley de libertad religiosa de 1992 hay una buena convivencia". De la expulsión de los judíos de España en 1492 queda "la memoria histórica de lo que ocurrió": "Digamos que ya ha pasado un tiempo, los dirigentes y las leyes han cambiado, hoy la realidad es diferente y se lleva de otra forma".
La periodista extiende la mano en forma de despedida preguntando si ello supone un problema (en principio los ortodoxos no tocan a miembros del sexo opuesto que no son familia). "No demasiado grave", contesta el rabino mientras se aleja amablemente con las manos en los bolsillos.

domingo, 24 de octubre de 2010

Las sorpresas de Bonomi en Israel

por Ana Jerozolimski
El ministro del Interior Eduardo Bonomi se reintegró hace unos pocos días a su trabajo después de haber estado casi una semana de visita oficial en Israel, acompañado por el director de la Policía Nacional, Julio Guarteche. El secretario de Estado fue consultado también sobre la Ley de Caducidad y el proyecto interpretativo.


Ministro del Interior Bonomi. "Fuimos electos para mirar hacia adelante".
En una entrevista especial que nos concedió, en conversación telefónica desde Jerusalén, resume en términos positivos su experiencia en Israel y lo que aportará a Uruguay en el tema de la lucha contra el crimen.
"Israel me gustó como país, me sorprendió además ver lo que han hecho en el desierto. Tuvimos una recepción muy calurosa por parte de las autoridades y los empresarios con los que nos reunimos", dijo a LA REPUBLICA. "Y en cuanto al motivo de la visita, que era conocer las políticas de seguridad del Estado de Israel, también fue satisfactorio porque nos mostraron desde los aspectos preventivos hasta los aspectos que tienen que ver con la sanción de los delitos a través de la política carcelaria. Nos dio una visión importante y bastante completa. Creemos que va a ser provechoso para nosotros. Vamos a tener elementos para valorar lo que estamos haciendo en Uruguay".
Bonomi destacó el plan israelí "Ciudades sin Violencia" y el modelo progresivo en las cárceles.
"Nosotros queremos romper lo que está pasando en Uruguay hace decenas de años, que cuando uno cae en una cárcel es como caer en el infierno de Dante donde se pierde toda esperanza. Lo que queremos es mostrar que con la voluntad de recuperación, de trabajo y estudio, se puede hacer un proceso de reinserción en la sociedad que además, por las leyes uruguayas, permite inclusive cortar la pena. Para eso, tiene que haber progresividad. Y eso lo hemos visto en Israel".
Al analizar lo que vio en el ámbito de su incumbencia, consciente de las polémicas que envuelven a Israel, aclaró: "Israel tiene la fama de ser muy dura, de una política muy dura. En la visita me di cuenta de que esa fama está relacionada con el enfoque del problema palestino, pero no el de la seguridad interna. Son dos cosas distintas. Creo que es distinto el modelo hacia la seguridad interna que el modelo de la solución del problema que existe en la zona. Hacia la seguridad interna, cuando estuvimos en Jerusalén, y en la zona donde se concentran las religiones monoteístas más importantes del mundo, vimos en la policía a cristianos, musulmanes y judíos integrando la fuerza".
La visita no estuvo dedicada por cierto a explicar sobre el conflicto israelo-palestino pero claro está que es imposible dejarlo de lado.
"Me quedó la imagen muy superficial ¬lo recalco¬ de que es muy difícil solucionar el problema que tienen allí adentro, aunque la situación sea mucho más normal que la imagen que uno pueda tener. Pero ahí hay tres religiones conviviendo y con un equilibrio difícil, más allá de que todo funciona normalmente", nos dijo el ministro. "Nos mostraban precisamente en la explicación de lo que es el papel de la policía, lo que pasó hace unos diez años cuando desde la parte musulmana tiraban piedras y palos hacia la parte judía en el Muro de los Lamentos... Me parece difícil la situación. Eso, más allá de que lo que vimos ahí adentro, en el km 2 en el que conviven las religiones y en el que están los templos religiosos más importantes de cada una, la normalidad era mucho mayor que lo que se ve en la prensa". Otro elemento que parece haberle impactado al ministro del Interior, fue el tamaño, las distancias...y para comprenderlo basta con recordar que Israel, sin Cisjordania y la Franja de Gaza, tiene aproximadamente la superficie del departamento de Tacuarembó. "Nos dimos cuenta fue que las distancias son mucho menores que lo que uno podría pensar. Cuando fuimos al Mar Muerto, parecía que Jordania estaba en la vereda de enfrente. Se ve en qué espacio geográfico se dirimen las cosas, mucho más reducido que el que uno podía pensar", comentó.
Bonomi agregó que prestó gran atención a las explicaciones que recibió y que aprovechó por cierto para dejar planteada la opinión del gobierno del presidente Mujica: "La esperanza en el diálogo y que se pueda encontrar una fórmula pacífica para solucionar los problemas".

viernes, 15 de octubre de 2010

Diciendo la verdad, desde la frontera con Gaza.

por Ana Jerozolimski

Con el Dr. Pablo Boksenbojm, médico uruguayo-israelí en el hospital "Barzilai" de Ashkelon.
Al Dr. Boksenbojm lo conocimos años atrás, a raíz de una de las varias vueltas de crisis en la zona. Nos resultó simbólico que llegamos a él justamente cuando en el hospital "Barzilai" de Ashkelon en el que trabaja en los últimos doce años, se atendía a numerosos palestinos que habían llegado heridos a raíz de los choques internos en la Franja de Gaza. Era la antesala del golpe de Hamas, tras el cual la organización integrista palestina tomó el poder absoluto en la zona.

Pablo Boksenbojm, que se radicó en Israel hace casi tres décadas, se desempeñó como médico primero en el hospital "Kaplan" de Rejovot y luego en el "Beilinson" de Petaj Tikva, siendo hoy el Jefe de la Unidad de Cirugía Ambulatoria en el Hospital "Barzilai", donde también ocupa el cargo de Sub-Director de Anestesiología.

Ve la realidad con sus propios ojos, en el terreno, cuando llegan a sus manos pacientes palestinos. Y no entiende de qué hablan algunos en el mundo cuando acusan a Israel por su trato a los palestinos. En esta entrevista nos lo explica.

P: Dr. Boksenbojm ¿cómo se siente, como israelí pero más que nada como médico que ha atendido a palestinos tantas veces en el hospital Barzilai, cuando oye la forma en que se presenta a menudo a Israel en relación al conflicto con los palestinos?
R: Las cosas hay que separarlas. Nosotros, como médicos de un hospital que atiende a la población que atiende y que se encuentra desde hace tantos años en la situación en la que se encuentra, sabemos hace mucho que hay que separar los distintos temas. Como médico, esto es un compromiso. Por lo tanto, por más que haya cierre o bloqueo a la Franja de Gaza, tenemos claro que como médicos eso ni lo miramos, ni pensamos en el bloqueo. Es algo muy secundario. Atendemos a los pacientes y les damos todo lo necesario. Después, cuando llegás a tu casa y podés pensar tranquilo en toda la situación, podés decirte "¡pucha, cuánta hipocresía hay en el mundo, cuántas mentiras!". Y ahí me pregunto por qué el mundo se pasa mostrando lo que hacemos mal o medio mal, o lo que a lo mejor no hacemos tan mal pero lo muestran como si lo fuera, pero no están al lado mío cuando yo estoy atendiendo a los palestinos de Gaza.

P: O sea, no permite que esos pensamientos afecten el tratamiento, pero existen.
R: Por supuesto. Primero atiendo pero después, cuando te ponés a pensar, duele. Te voy a dar un ejemplo, respecto a lo que pasó hace poco con la flotilla turca del "Mavi Marmara". Veinte de los "activistas de la paz" llegaron al hospital. Cuando llegaron al "Barzilai" y se negaron a ser atendidos por médicos israelíes y cuando le pegaron a una enfermera, ninguno de los periodistas que estaba allí lo filmó o lo publicó. Nada. El cuerpo médico no estaba ahí para castigarlos sino para atenderlos. Y los atendimos en las mismas piezas y en las mismas camas en las que atendemos a la población israelí, a la población que viene de la Franja de Gaza, de todos lados. Sin mirar y sin preguntar.


P: El hospital no hace distinciones.
R: Claro que no. A tal punto, que ellos pidieron que los atiendan médicos árabes, buscamos médicos árabes -que los hay en el Barzilai como los hay en todos los hospitales de Israel, inclusive jefes de departamentos- pero cuando vinieron, los insultaron, los llamaron de traidores.Y cuando mirás todo eso, al final te preguntás qué estaba pasando acá. En el hospital nadie les preguntó sobre su pensamiento político ni por qué habían hecho los que hicieron, sino que los atendimos.

P: Aunque no hayan hablado de política ¿tenían claro que los que llegaron heridos a vuestro hospital eran radicales islámicos?
R: Si, sin lugar a dudas te dabas cuenta de lejos...Si te dicen que no le van a contestar a nadie más que a un médico árabe, te das cuenta de su pensamiento y de para dónde van. Es obvio.


P: ¿Al final, entonces, no los atendieron?
R: Si, al final se los atendió. Si uno tiene una persona herida, no deja de examinarla. Ninguno de los que llegó a nuestro hospital tenía nada grave, algunos rasguñones, en general. Pero el examen general se los tenés que hacer igual. Se les hace análisis de sangre para ver que estén bien, electrocardiograma, placa de tórax. Por supuesto que eso las Naciones Unidas no lo van a pagar. Todos los gastos médicos que esa gente generó a Israel, los pagará Dios, no sé, seguro no ellos.

P: Le podrán contestar que si Israel los hirió, que pague por ello.
R: Si, lo podrán decir. Pero lo que yo te comentaba iba a otra cosa.
P: Si, está clarísimo.

P: Sé que hay altibajos en cuanto a la cantidad de palestinos de Gaza que llegan a recibir tratamiento en el Barzilai. ¿Has atendido últimamente a gente de la Franja?
R: La semana pasada atendimos a una muchacha pos-parturienta-la recibí yo-, una joven de 19 años. Pasó por el cruce de Erez. Era su primer parto, se complicó, nació un bebé muerto, la tuvieron durante tres días sangrando en el hospital de Gaza y cuando no pudieron solucionarlo, la mandaron para nuestro hospital.
En realidad iban a mandarla al hospital Asaf Harofé, iba hacia allí en ambulancia-no sé por qué contacto-pero cuando estaba en la ambulancia se agravó su situación y como estaban a la altura, más o menos, del Barzilai, entraron para nuestro hospital. Tenía un sangrado espantoso. Por suerte la sacamos viva.


P: ¿Qué significa eso en términos del tratamiento que tuvieron que darle?
R: Le tuvimos que dar –para que se entienda que no hay diferencias en los tratamientos que se dan a unos y otros- 20 unidades de sangre, 45 unidades de plasma, 43 unidades de crioprecipitado que es un componente de la sangre para la coagulación y 25 unidades de trombocitos.

P: No suena a tratamiento promedio.
R: Claro que no. Es un disparate. Le cambiamos el volumen de la sangre varias veces porque estaba sangrando terrible, Al final le dimos también novoseven , el factor 7 activado, algo que es sumamente caro y que consideramos que en ese caso era esencial.

P: ¿Quién paga todo eso?
R: Hay cierto arreglo, pero no sé qué está sucediendo ahora. Antes de que pasara todo lo que pasó con Gaza y antes de que Hamas subiera al poder, cuando tenían problemas y recibían ayuda de nuestro hospital, había un acuerdo con el gobierno de los palestinos, que era del Fatah. Lo que se hacía era que de la devolución del dinero de los impuestos que Israel les pasa a ellos, se recortaba lo correspondiente por los casos de tratamientos médicos. Pero no sé decirte si eso funciona o no.

P: Si no lo sabe, eso significa que ustedes al atender dan lo necesario, sin preguntar si hay quien lo pague.
R: Justamente. Nosotros, como médicos, cuando atendemos, damos lo que tenemos que dar.


P: Se sabe que por un lado, desde que Hamas tomó el poder en Gaza, siguieron llegando palestinos a atenderse en Israel, pero al mismo tiempo, está claro que Hamas intenta frenarlos, que no lleguen acá. El caso de esta chica que vino con el sangrado ¿fue el único de los últimos tiempos?
R: No, no fue el único, para nada. Cuatro días antes tuvimos un niño de 5 años al que trajeron ahogado mientras comía sandía. Le quedó un cuerpo extraño en las vías respiratorias, se atragantó y se ahogó. Por ese cuerpo extraño que le quedó adentro, hizo lo que se llama atelectasis, se le cerró un pulmón. En Gaza no lograron resolverlo y lo mandaron para aquí. Un problema que tenemos en estos casos es que no siempre sabemos exactamente todos los detalles de qué le pasó al paciente o mejor dicho qué le hicieron, ya que no siempre mandan información exacta o completa. Muchas veces tratamos de comunicarnos con los médicos que atendieron al paciente, como hicimos con esta jovencita. A través de nuestros médicos que hablan árabe, llamamos a los médicos que la mandaron para que digan exactamente qué es lo que pasó. Con el chico, luego que lo tuvieron internado y ventilado mucho tiempo y no le pudieron reabrir el pulmón, entró en sepsis y estaba en una situación catastrófica. En nuestro hospital le dimos asistencia de primeros auxilios para estabilizarlo y luego lo trasladamos a un lugar donde hay cirugía de pulmón, porque ya estaba muy mal. Eso ya no era acá, así que no sé qué pasó después.
En resumen, siguen llegando pacientes de Gaza, pero desde que Hamas llegó al poder hay muchísimos menos que antes.

P: Y a ustedes, como médicos. ¿Les consta que eso se debe a que Hamas no quiere que venga gente a atenderse a Israel, y no a que Israel no les permite la entrada?
R: Totalmente.

P: ¿Cómo saben con certeza que el tema es que Hamas no los deja pasar?
R: Porque les preguntamos a los pacientes que sí llegan, porque tenemos contactos con los médicos. No olvides que muchos médicos que trabajan allá fueron formados en nuestro hospital. A muchos los conocemos personalmente- y antes de que Hamas subiera al poder, tuvimos una época en la que todos los meses viajábamos al hospital "Shifa" a ayudarles, a dar opiniones sobre los casos de los internados, hacíamos visitas de médicos con ellos. Ibamos al "Shifa"...a la unidad de terapia intensiva, a otros lados.

P: Eso fue hasta el golpe de Hamas.
R: Exactamente. Y cuando la administración de Gaza estaba en manos de Israel, los responsables de la salud eran las Fuerzas de Defensa de Israel. Y hasta mediados del 80. Fue justamente Tzahal quien creó y escribió cómo construir el sistema de salud en Gaza. No sé si existe, pero el programa lo ideó Israel. Y muchos de los médicos palestinos de allí se formaron con nosotros. Su director de Cuidados intensivos hizo su especialización en eso aquí, en nuestro hospital. Es el que sigue ahora en ese mismo cargo.
Y volviendo a lo que pasa hoy, otra diferencia que notamos es que antes siempre venían con alguien de la familia, pero ahora no mandan a nadie, no dejan salir a nadie.


P: ¿No pueden ser limitaciones impuestas por Israel?
R: No, para nada. No existe. En caso de salud, no existe. Cuando traen un caso, inmediatamente se traspasa. Además, llega al hospital por fax el pedido con la descripción del caso y ya se arregla todo con los servicios del ejército para que les hagan el pasaje rápido. Hasta se les manda ambulancias de cuidados intensivos de acá para recibirlos en la frontera, ya que sabemos que los que llegan de allí son más complejos que los comunes- Eso lo saben también los soldados en la frontera.

P: Dr. Boksenbojm, usted me está describiendo muy claramente una situación que conoce desde adentro y por otro lado sabe cómo se presenta a menudo a Israel en el mundo. Volviendo al principio de esta entrevista: ¿qué piensa?
R: ¿Qué pienso? Me da rabia. Pienso cuánta hipocresía hay en el mundo. Ahora la moda es ser pro Islam porque el palestino y el musulmán son vistos como el David, aunque el que parece Goliat tenga razón. El pueblo palestino es el visto hoy por el mundo como el débil. Eso, junto con algunas cosas quizás no muy acertadas que ha hecho el Ministerio de RREE al no explicar bien la situación, da un mal resultado. Quizás se sentaron a descansar pensando que, total, como tenemos razón, seguramente los demás lo van a comprender; desgraciadamente no es así. Bien sabemos que como decía Goebbels, no importa qué tamaño tiene la mentira, si la repetís muchas veces, al final se convertirá en verdad.

P: ¿Cómo se sale de este embrollo?
R: Quizás una forma sea tratar de dejar de lado rencores, que ambas partes sepan que el que está del otro lado tiene derecho a vivir. El de ese lado lo tiene y el de este lado también lo tiene. Cuando se llegue a esa conclusión, neto, y dejen de pelearse por dos centímetros más o tres menos, el odio no permitirá solución. Mientras haya gente que siga tirando brasitas al fuego para conservarlo, no llegaremos a nada.

jueves, 14 de octubre de 2010

“Estas son nuestras únicas armas”

Entrevista con Reuven Moskovitz, superviviente de un gueto nazi en Rumanía, pionero judío en Palestina y ciudadano israelí



“Estas son nuestras únicas armas”, gritó Reuven Moskovitz a los soldados israelíes que abordaban el catamarán “Irene”el pasado 28 de septiembre, mientras alzaba su armónica. Antes había empleado el instrumento para entretener a sus compañeros de viaje, todos ellos judíos, durante la travesía que debía concluir en la Franja de Gaza, pero que fue interrumpida por el ejército hebreo.
Moskovitz, superviviente de un gueto nazi en Rumanía, pionero judío en Palestina y ciudadano israelí, se siente un exiliado en su propia tierra. Una tierra a la que ama y en la que cree que hay sitio para todos, también para la paz. Hablamos con él a su regreso a Jerusalén, con los recuerdos del viaje aún muy vivos.
Señor Moskovitz, usted tiene 82 años y problemas de corazón. ¿Dudó a la hora de decidir si participaba en este intento de romper el cerco de Gaza?
No tuve ninguna duda para decir que sí. En el judaísmo un héroe no es alguien que mata a su enemigo, sino aquel que convierte al enemigo en amigo. Los escépticos dicen que quien piensa así es un niño con arrugas. Puede ser que yo lo sea porque creo que nuestra responsabilidad es enfrentarnos al odio, al racismo a los abusos de derechos humanos. No duermo bien pensando que tengo una buena cama y que en Gaza hay 800.000 niños bajo el bloqueo. En Israel celebramos una festividad detrás de otra, yo mientras tanto pienso en esos niños, quizás porque yo sentí lo mismo en mi infancia. Fuimos expulsados de nuestro pueblo, nos privaron de nuestras casas y de todo lo que teníamos, viví cinco años en un gueto.
No pudo llegar a ver a esos niños, porque el “Irene” fue interceptado a pocas millas del puerto de Gaza y ustedes fueron trasladados por la marina a la ciudad israelí de Ashdod. Ustedes han denunciado la “brutalidad innecesaria” empleada por los soldados, que golpearon a los compañeros más jóvenes y emplearon electrochoques contra uno de ellos. ¿Esperaba otra reacción?
Nos trataron como si fuésemos enemigos, a pesar de que habíamos subrayado una y otra vez que no queríamos violencia, que si el ejército israelí insistía en desviar nuestro rumbo, lo haríamos bajo protesta, pero no nos rebelaríamos violentamente.
Pero no nos preguntaron apenas, nos obligaron a detenernos inmediatamente a pesar de que les recordamos que estábamos en aguas internacionales, bajo bandera británica en el barco.
Cuando la marina israelí inició su operación, decidimos sentarnos en la cubierta, abrazarnos y cantar una canción hebrea cuya letra dice ´os traemos la paz´. Pero nos trataron como a piratas.
Esperaba que nos nos dejaran continuar, pero no el nivel de brutalidad que mostraron. Empezaron a tirar los teléfonos, sacar los cables, aislarnos del mundo. Y eso a pesar de que ocurrió en un tiempo muy especial para nosotros, después del año nuevo judío y el Yom Kipur, la época de la reflexión y del arrepentimiento.
En Israel se emplea mucho el concepto de “disparar y luego llorar” y eso fue precisamente lo que hicieron. Nos abordaron violentamente, arrojaron cosas al agua, pero, de pronto, cuando ya nos conducían a Ashdod, empezaron a ofrecernos comida, bebida, me preguntaron si necesitaba un médico. Yo les pedí que me dejaran en paz, no quería nada de ellos.
Y ¿qué habría pasado si les hubiesen dejado continuar?
Habría sido algo muy sanador. Representantes de Hamas ya había dicho que estaban dispuestos a dejarnos entrar en Gaza. Y eso es lo que quería evitar nuestro gobierno, las imágenes de la llegada, mostrar que incluso los miembros de Hamas son personas, que no tiene sentido seguir siendo enemigos para siempre. Para evitar las imágenes, también se deshicieron de las fotos y testimonios grabados en el barco.
Cuando se anunció oficialmente la salida de un barco desde Chipre con diez judíos a bordo para tratar de burlar el cerco de Gaza, una de las cosas más destacadas por los medios fue la presencia de un superviviente del Holocausto. Algunos oficiales del ejército dijeron que usted no había aprendido de su propia historia. ¿Qué opina al respecto?
Es exactamente lo contrario, están tan borrachos de poder, tan seguros de tener el control, que les cuesta entender que un judío israelí, que es libre y tiene todo lo que necesita para vivir y comer, se ponga del lado de los palestinos. Pero eso es exactamente lo que pasa, si alguien no tiene ni idea de lo que es ser tratado como un esclavo no me puede entender.


Sí, yo comparo, aunque no sean situaciones exactas. Está claro que Israel no es un Estado Hitleriano, no es una dictadura. Pero, en todo caso, es un proceso continuado. Hace diez años era imposible creer que seríamos capaces de estar tan preparados para disparar y matar como lo hacemos ahora. El nacionalsocialismo no empezó con Auschwitz, si no diciendo que los judíos son el enemigo, los representantes del mal. Hoy ese enemigo es Hamas. No acepto la forma de resistencia de Hamas, pero hay que ser conscientes de que eso no viene de la nada. Perdieron su tierra, perdieron su dignidad, perdieron sus propiedades. No acepto todas las formas de resistencia, pero tengo que intentar comprenderlos y buscar siempre un camino para dejar de ser enemigos y compartir esta tierra.
Cuando nosotros los judíos aún estábamos en Alemania, en Rumanía y en otros países europeos, los líderes árabes aseguraban que aquí, en esta tierra, no había sitio “ni para un gato más, que todo estaba tan lleno que no cabía nadie más. Era en la década de los treinta, cuando no había aquí más de 400.000 judíos y 800.000 palestinos quizás un millón. Ahora hay siete millones de personas en Israel, tres millones de palestinos en los Territorios Ocupados. Y seguro que caben tres millones más.
Usted fue un pionero judío en Palestina, ¿cómo pensaba entonces que se desarrollaría la historia?
Llegué aquí por primera vez hace 62 años y desde el comienzo hubo una demonización de los otros. Es verdad que los palestinos no aceptaron la inmigración de judíos, pero cualquier persona con corazón podría entender que tenían miedo de perder su tierra. Y pasó eso exactamente.
Quizás no pudieron entender que eramos refugiados, oprimidos que salieron huyendo.
Pero en nuestro mundo no hay comprensión por el sufrimiento ajeno, sólo por el propio.
Y, ¿por qué se quedó?
¿A dónde ir? Sabe, no todo lo que nuestra Biblia nos cuenta es una verdad histórica. Pero hay un mito, una muy antigua tradición, una memoria de los antepasados que vivieron en esta tierra, una tierra que perdimos cuando Dios nos castigó por no obedecerle.
De niño, en Rumanía, rezaba tres veces al día para pedir el regreso a la tierra de nuestros antepasados. Aun así, amaba Rumanía, me sentía parte de ese país, incluso llegué a cantar el himno nacional para el rey. De no ser por la persecución nazi, los judíos habrían estado contentos de quedarse donde estaban.
Pero ocurrió y llegamos a una tierra hacia la que sentíamos un profundo sentimiento de pertenencia. No vimos el problema de que vendríamos en lugar de los palestinos, yo y otros vinimos para vivir junto a ellos.
La tragedia es que los humanos olvidan, cuando son débiles piensan que nunca repetirán lo que les están haciendo, pero cuando se hacen fuertes olvidan la generosidad.
He leído que, después de pasar una temporada en Europa, regresó en 1949 al kibutz (granja colectiva) que había ayudado a crear. Descubrió allí un sillón nuevo y cuando preguntó de quien era, le explicaron que había pertenecido a sus ´vecinos´, los palestinos de un pueblo cercano que quedó vacío tras la creación del Estado de Israel. Usted empezó entonces a cuestionarlo todo y terminó siendo expulsado del kibutz. ¿Desde entonces ha ido contracorriente?
Es verdad. Tengo sentimientos encontrados, amo realmente esta tierra, pero no puedo soportar la frialdad y la cortedad
de miras de mi gente hacia los palestinos.
Soy un exiliado en mi propia tierra. Pienso que Israel o Palestina es mi país, pero frente a la política, me considero un disidente, no estoy dispuesto a aceptar que somos los dueños y los palestinos los sirvientes. Mire este hotel donde estamos ahora, todos los clientes son judíos, los miembros del servicio son palestinos.
Usted fue uno de los fundadores de Neve Shalom, una cooperativa situada entre Jerusalén y Tel Aviv en la que viven judíos y palestinos con pasaporte israelí. Unas cuarenta familias que conviven día a día. ¿Se trata de un proyecto esperanzador o sólo de una iniciativa con buenas intenciones y poco efecto?
Neve Shalom no es algo perfecto, pero es un modelo de cómo deben vivir los seres humanos juntos, compartir la tierra, la vida.
Es verdad que no cambia mucho, ni siquiera hay siempre buenas intenciones. Allí viven hoy mitad judíos y mitad palestinos. Pero en cuanto tienen buenas casas y jardines, ya les faltan las ganas de desafiar a la política, de intentar cambiar algo o abrirse a los demás.
Intento desde hace años desarrollar allí un proyecto que no todos están dispuestos a apoyar. Un proyecto relativo a las narrativas históricas de ambos lados, puesto que creo que ninguna cuenta toda la verdad.
¿Ese modelo y otras iniciativas pueden realmente llegar a cambiar la situación desde dentro?
No creo que la solución pueda venir de dentro. En los dos lados hay una necesidad de superar el miedo y se hace a través del nacionalismo, del fundamentalismo. Es absurdo, todos piden al mismo Dios que acabe con su enemigo. A fuerza de usar el ojo por ojo, vemos sin ver. Sufrimos la enfermedad del “Elogio de la ceguera”, la novela de Saramago.
La diferencia es que no hay simetría, los palestinos son los que sufren, nosotros somos los opresores. También nosotros tenemos derecho a existir, pero no tenemos derecho a quitárselo a los palestinos.

martes, 5 de octubre de 2010

"Mi padre se llevó todos los ahorros de la familia a Israel".

EXTRACTADO DE LA VANGUARDIA

POR :Hubert Abraham Haddad

Tengo 63 años. Nací en Túnez, de familia judía y
bereber. Vivo en París desde los 5 años. Tengo una
hija de 21 años. Estuve en las barricadas del 68, y
hoy soy un libertario pragmático. Me conmueve la
poesía sublime de místicos cristianos, judíos y
musulmanes.

¿Judío y bereber?

Sí.

¿Cómo es eso?

Bereberes y judíos vivían en el norte de Áfricadesde
mucho antes de las invasiones arabo-islámicas del
siglo VII d. C. Y mi familia, proveniente del sur de
Túnez, es judeobereber.

¿En qué se refleja eso en la práctica?

Son de religión judía y costumbres magrebíes
arabizadas: vestimenta, comida, idioma... Mis
padres sólo hablan árabe.

¿Y en qué se advierte su judaísmo?

En su fe religiosa, en sus celebraciones. En Túnez
sufrieron algunas persecuciones.

¿Y cuándo emigran a Francia?

Yo tenía 5 años, y no fue sólo por hostilidad
antijudía, fue también por progresar...

¿Qué recuerda de su llegada a París? Que todo era
muy gris y muy frío, hostil, desabrido, inhóspito...
Vivíamos en una pieza minúscula, sin agua
corriente... Fue duro.

¿Es usted hoy francés?

Sí, pero cada año que me toca renovar el documento
de identidad, salen muchas pegas burocráticas, me
piden papeles que no tengo... ¡Mi familia llegó sin
nada!

¿Se siente tunecino, judío, bereber, francés o qué?

Un poco todo..., y también argelino, por mi abuela
materna, Baya, que me contaba muchas historias...

Es una suerte esa identidad múltiple.

Sí: ¡yo podría vivir casi en cualquier sitio! Pero no
sentir una identidad rotunda también me produce
melancolía...

O se la hacen sentir...

Algunos me dicen: "¿Por qué escribe usted en
francés si no es de aquí?". O esperan que escriba de
aspectos exóticos, coloristas...

¿Ha sentido antisemitismo en Francia?

No, pero sí recelo al foráneo. ¡Lo de Sarkozy con los
gitanos rumanos es de un populismo escandaloso! Y
me ha impactado mucho una anécdota reciente...

Cuente.

Unos gitanos alojados en la ruinosa estación de
Bobigny fueron expulsados por los gendarmes, que
les destruyeron todo... ¡porque había que
adecentarla para conmemorar la deportación de
judíos desde ese lugar!

Qué ironía.

Yo combatí en las barricadas de Mayo del 68, y creo
que contribuimos a dulcificar rigideces sociales,
pero... hay aspectos que siguen entroncados con la
Francia de Vichy.

¿Qué historias le contaba su abuela?

Había emigrado a Francia en 1939, sin sospechar
que Francia entregaría a sus judíos a los nazis. A mi
abuela y a mi madre (era muy niña) las escondió en
su granja una familia campesina: eso las salvó. Y
pudieron volver a Túnez. Mi abuela me hablaba de
un lugar mítico, maravilloso: Palestina.

¿Qué significaba Palestina para ella?

El jardín del Edén, el paraíso terrenal. ¡Lloraba por
ese lugar que no conocía! Como otros judíos del
mundo: "El año que viene, ¡en Palestina!". Por eso,
cuando en 1947 nació el Estado de Israel, fue un
éxtasis.

¿Qué pasó?

¡Era el sueño hecho realidad! Mi familia experimentó
un furor patriótico-religioso.

¿Cuándo supo que había un conflicto?

De niño yo ayudaba a mi padre, feriante, y nos
codeábamos con árabes, y todos tan amigos. Pero
en 1967, con la guerra de los Seis Días, todo
cambió: ¡árabes y judíos se liaron a adoquinazo
limpio en el barrio!

¿Qué decía su padre?

Era un hombre sencillo, convencido de que Israel era
divino y sagrado. Tomó todo el dinero que teníamos,
se lo metió en zapatos de doble suela ¡y lo llevó a
Israel!

¿Todos los ahorros?

Lo dio todo. Una pequeña fortuna. ¡Quedamos
empobrecidos! Pero luego se desesperó cuando mi
hermano mayor, Michael, quiso marcharse a un
kibutz a Israel con 17 añitos: para impedirlo, salía a
la calle llorando y rasgándose las vestiduras...

Estampa muy bíblica.

Mi hermano partió al cumplir 18 años. Era un chico
culto, sensible; gracias a él entraron libros y discos
en casa y yo leí... En Israel se convirtió en pintor
reconocido...

¿Se implicó en la vida israelí?

Basculó hacia posiciones pacifistas, repartió
pasquines en favor de la paz..., ¡y sus
conciudadanos quisieron lincharle! Se apartó a vivir
como un ermitaño en una cabaña entre olivos, a las
afueras de Jerusalén...

¿Qué le contaba él de todo eso?

Que compartía la cabaña con una serpiente venenosa
y que se entendían... Se dejó el pelo largo, se
abandonó... y se trastornó.

¿Qué hace su hermano hoy?

Mi hermano se suicidó.

Lo siento.

Regresó a París con 27 años... ¡y le detuvieron por
desertor! No había hecho la mili. Se hundió. Al salir,
se compró un fusil, dejó una carta en el buzón y se
voló la cabeza.

...

Esto me conmocionó, cambió mi vida: me separé,
me aparté... Durante años no quise saber nada del
conflicto palestino-israelí.

¿Y ahora?

Escribo para apoyar a israelíes y palestinos solidarios
con la paz. Por mi hermano.

¿Son muchos?

Un 30% de israelíes y un 60% de palestinos.

¿Qué propone?

Un Estado para los palestinos. Luego, retroceso de
colonias, acuerdos sobre agua, y cooperación cultural
y económica. Israel recuperaría prestigio, respeto...
Y sólo así volverá el alma a aquel rincón del mundo.

Palestina.

Tiene un hablar delicado y preciso, un discurso fino y
atinado. Es uno de los ensayistas y novelistas más
fecundos y respetados de la intelectualidad francesa,
genuino pata negra de Mayo del 68, pero con una
doble singularidad: una mirada surgida de la
inmigración magrebí superpuesta a un marchamo
judío. Por eso lo tiene todo, creo, para ofrecernos
una reflexión aquilatada, solvente y fiable de estos
tiempos que corren en Francia, así como del
enquistado conflicto árabe-israelí. Lo entrevisto por
la maestría con que vierte su sabia reflexión en
Palestina (Demipage), bella novela en la que hay un
personaje que homenajea callada y hondamente a su
infortunado hermano Michael.
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