sábado, 18 de agosto de 2012

Los judíos errantes, antes odiados, luego temidos, hoy envidiados




Los judíos, expulsados de toda Europa y también de España, han pasado en un siglo de ser despreciados y odiados a ser admirados y copiados.







En los últimos siglos de la Edad Media los campos estaban bastante claros en Europa: los judíos, una comunidad religiosa que rechazaba el cristianismo desde la Encarnación, no estaban integrados en la sociedad. Los distintos reinos sólo los toleraban como un mal temporal, pero todos ellos fueron expulsándolos –siendo España el último de ellos- y quedando sólo comunidades aisladas además de los más o menos tolerados en el mundo musulmán y los temporalmente aceptados en algunos reinos del Este de Europa.

Conviene entender que justamente de entonces, de esa clara separación y de la orientalización por distintas vías tanto de sefardíes como de asquenazíes, surge la imagen moderna del judío cerrado en sus costumbres –religiosas o sólo etnográficas, habrá que ver-, pérfido por anticristiano, diferente de todo punto y dedicado a oficios que o exacerbaban la diferencia o –como la usura y los negocios- multiplicaban a la vez el poder de algunas elites y el odio de grandes masas populares. El judío, con una identidad definida pero sin tierra ni patria, asocia su identidad a sus creencias, pero también a sus tradiciones, y al mismo odio recibido.

Y finalmente han venido las ideologías modernas, que han hecho de los judíos, más que una religión, el sujeto pasivo de otros nacionalismos y el activo del suyo mismo, el sionismo. Si es complejo entender qué han sido en el pasado los judíos, aún más lo es hoy, al menos si se busca más la verdad que el mito, como parece necesario para que los judíos –sean lo que sean- convivan bien en las sociedades europeas y, sobre todo, no sigan siendo protagonistas de un inmenso malentendido como el que se vive en el Levante.

España, la nación de Occidente que más los ha protegido (curiosamente)

Luis Suárez Fernández, La expulsión de los judíos. Un problema europeo. Prólogo, epílogo y notas del autor. Ariel, Barcelona, 2012. 488 pp. Libro electrónico 14,99 €. 21,90 €.

Durante mucho tiempo, desde la leyenda negra franco-protestante a la memoria histórica de José Luis Rodríguez Zapatero pasando por el antifranquismo militante, España ha sido tenida en Occidente y entre algunos de los mismos judíos, e incluso dentro de su propia memoria nacional, como un país intrínseca y especialmente hostil a los judíos. La expulsión del 31 de marzo de 1492 sería así la plasmación por los Reyes Católicos, extendida después a Navarra y Portugal, de una enemistad característica, sostenida a lo largo de los siglos por la Inquisición y liquidada sólo por la actual democracia.

Y sin embargo, sin entrar en ninguna investigación sino desde el simple sentido común, muchas cosas no cuadran bien en esa explicación de los hechos. Lo que don Luis Suárez hace, aplicando al caso de los judíos españoles más su sabiduría como medievalista que su afición a Israel (siendo ambas indudables), es demostrar que España fue, en todo caso, el país europeo que más tarde, menos, con menos crueldad y más caridad, persiguió a los judíos. Y que, además, lo hizo desde una cosmovisión cristiana que era la de aquel tiempo y aquel lugar. Nada que quepa juzgar aplicando ni ideologías ni experiencias de los siglos posteriores.

La cuestión más original para el lector laico es la sencillez con la que el profesor Suárez explica la compleja maraña de disputas teológicas, no sólo entre cristianos y judíos desde la Encarnación, sino entre distintas escuelas de pensamiento y de devoción a un lado y otro de la frontera que marca Belén. Que los judíos religiosos acusen a los cristianos de blasfemos no es de extrañar, ya que adoramos un Mesías que según ellos sólo vendrá al fin de los tiempos; y del mismo modo es normal que en la tradición europea se acuse de perfidia a los judíos, porque su conocimiento de la Biblia hace imposible que no sepan que Jesucristo es el que ellos dicen esperar, y por tanto sólo por orgullo u obstinación se niegan a aceptar la verdadera divinidad del Hijo de María.

Aparte la teología, y la imposible libertad religiosa en sociedad conscientes de poseer la Verdad y de organizarse en torno a ella, también las ideas explican por qué muchos oficios son tradicionalmente vedados a los judíos y por qué en cambio otros, considerados indignos o directamente pecaminosos, se abren a los judíos. De ahí la relación entre las elites judías y la usura, y de ahí también una dosis adicional de poder y de odios. En España en general y en Castilla en particular se mantuvo mucho tiempo la tolerancia, pero las leyes fueron vedando progresivamente espacios a los judíos, pese a la importancia financiera y política de éstos, y cada vez más los pensadores políticos creyeron que la única salida razonable para lo que veían como un problema y el pueblo como un objeto de odio más religioso que social o político era la conversión o la separación.

Salvo en movimientos populares ocasionales, no se plantea la destrucción física de las comunidades judías, sino su separación de las cristianas y hacer la tolerancia una concesión temporal e incómoda, anticipo de una decisión que no ignoraba nadie: todos los súbditos de los reyes habían de ser cristianos o abandonar España. Don Luis, buen conocedor del pensamiento judío, explica que los rabinos y líderes judíos habrían tenido, de presentárseles la oportunidad, la misma o parecida actitud hacia los judíos. De hecho, la tan denostada Inquisición fue en más de una ocasión solicitada por las mismas comunidades de judíos y más aún de conversos, ya que sólo podía actuar contra cristianos y tenía que hacerlo con garantías jurídicas que otros tribunales, y mucho menos las ciudades y sus burgueses, no daban. España, que era una de las cinco naciones de la Cristiandad occidental, hizo lo que el resto de países ya habían hecho, lo hizo más tarde y lo ejecutó con más garantías. Si se sospechó de falsas conversiones fue porque las hubo, pero fueron muchos los absueltos y se trató siempre de un problema religioso, porque religiosa era la naturaleza del judaísmo español y de la reacción de la Corona ante el problema planteado. Bien o mal, así fueron las cosas.

Muchos judíos, en muchos lugares, antes y después de un abismo

Albert Londres, El judío errante ya ha llegado. Nota de la redacción de Le Petit Parisien. Traducción y notas de Jorge Cabezas. Melusina, Barcelona, 2012. 272 pp. 9,50 €.

Si la reforma protestante trajo nuevas formas de persecución contra el judaísmo, el liberalismo trajo progresivamente distintas formas de libertad, y de odio, contra las comunidades judías de Europa. Lo que el periodista francés Albert Londres hizo en 1929 fue un viaje a través de todas las comunidades judías de Europa, o mejor dicho a lo largo y ancho de las muy diferentes y hasta divergentes sensibilidades del judaísmo europeo. La tentación es dar importancia a este texto por la fecha en que fue escrito, entre las dos guerras mundiales e inmediatamente antes del cambio traumático que la guerra de 1939 supuso para los judíos al Este del Atlántico.

Sin embargo, aunque efectivamente la fecha del retrato que Londres da del judaísmo lo hace muy significativo, aún lo es más por su contenido. En la época moderna tendemos a pensar en el judaísmo –al menos cuando lo pensamos desde la modernidad- como en un todo uniforme, por confuso que nos parezca. Y no es así. En distintas proporciones y versiones ser judío implica lenguas, costumbres, visiones del mundo, ideologías, orígenes, clases, razas ¡y también percepciones religiosas! Muy diferentes y variadas, distribuidas de modo también diferente en los distintos lugares. Por eso, en un momento en que coincidía el crecimiento mundial del sionismo con su proyecto de Hogar Nacional en Palestina con el surgimiento de líderes políticos y culturales judíos en distintos lugares y con la aparición, reactiva, de nuevos antijudaísmos, Londres viaja de París al Reino Unido, de allí a la Europa Central germánica y después a la Europa centrooriental de los nuevos Estados, para llegar finalmente a Tel Aviv. Y lo que descubre es que el judaísmo es muchas cosas, realidades distintas y en marcha, y realidades además conectadas entre sí pero no por eso siempre aliadas. Un retrato de época que, considerando la historia posterior, no se puede volver a hacer pero ayuda a entender aquélla.

Para uno de los interlocutores judíos de Londres, en Varsovia, "realmente, estamos divididos en cuatro: 1º Los judíos de donde usted proviene: los asimilados. 2º Los judíos de aquí: los encarcelados. 3º Los judíos de Palestina: los iluminados. 4º Los judíos como yo"… "En resumen, ¿qué desea usted, Ben? Si el sionismo tiene futuro, no deje de escribírmelo desde Jerusalén. Iré allí. Y, judío como soy, viviré como un judío. Si no, piense en mí cuando regrese a París". Los judíos occidentalizados, en un gran porcentaje con una religión poco vivida o abandonada tanto como sus costumbres, representarían la población cómodamente establecida en sus países, dispuesta quizá a sentirse judía pero no a emigrar a Israel; los sionistas, idealistas de su nuevo Estado, nacionalistas de una nación por construir, no dejan de ser una minoría entre los asimilados cuya única posibilidad de éxito estaría en movilizar a una gran parte de los "encarcelados" orientales, marginados por los nuevos nacionalismos. Quedan al margen de esa combinación los judíos confortablemente instalados en el ghetto o dispuestos a abandonarlo para asimilarse, no para colonizar desiertos. Al margen del viaje de Londres quedan las grandes comunidades norteamericanas, integradas aunque variadas en sí y en parte dispuestas a apoyar el sionismo sin participar en él, y las comunidades en territorio soviético, empobrecidas quizá pero en aquel momento con un poder nunca visto.

Quizá nada sintiesen tanto los judíos de 1940 como la vinculación de muchos de los suyos con el comunismo; será inútil preguntarse si fue antes el huevo o la gallina, pero lo cierto es que el odio vivido en común hizo sufrir a los judíos pero también los hizo sentir un único y verdadero pueblo. Con lo cual el verdadero beneficiario fue Israel. Melusina nos ofrece la posibilidad de leer qué y cómo se sentían los judíos de 1929, y de hacerlo con una sonrisa, porque el autor la consigue con facilidad recorriendo un mundo y sus complejos submundos.

¿Una religión, una raza, una nación… o una invención?

Shlomo Sand, La invención del pueblo judío. Prefacio del autor. Traducción de José María Amoroto Salido. Akal, Madrid, 2011. 352 pp. 28,50 €.

Toda comunidad necesita, para existir, crecer y sobrevivir, una narración de su propia historia e identidad que contar a propios y ajenos. No es ni escándalo ni novedad; eso sí, las ideologías del que llamamos "nuevo régimen" necesitan más que ninguna antes una identificación perfecta entre ese mito identitario y la comunidad. Dentro de tales ideologías, ninguna tanto como los nacionalismos, y dentro de éstos ninguno como los más jóvenes. No es ni extraño ni criticable que Israel tuviese que crear su propio mito nacional, sobre todo si nunca hasta el sionismo, en todo caso no desde remotos tiempos bíblicos y con la excepción cuidadosamente obviada de los jázaros, había existido un sujeto político judío.

Shlomo Sand, judío y académico él mismo, no escribe desde el proyecto sionista sino con los pies firmemente puestos en su resultado, el Israel del siglo XXI. El resultado de su investigación en los fundamentos objetivos de la identidad judía es sin duda polémico pero no está hecho con la intención de desacreditarlo sino de distinguir qué es realidad y qué fue sólo mito. En un libro denso y con la adecuada proporción de accesibilidad y hasta de humor, Sand explica qué elementos de la identidad judía son lo que dicen ser y qué otros son un resultado de las necesidades ideológicas de los siglos XIX y XX. En definitiva,no había una comunidad nacional judía, ni una lengua, ni una cultura, ni una raza, sino un proyecto –o mejor dicho uno entre varios. Y si era legítimo crear el mito y es hoy legítimo creer en él, no lo es imponerlo y menos aún negar a partir de él las realidades del pasado y del presente.

Aún hoy Israel es un Estado judío y para judíos, judíos de un judaísmo absolutamente peculiar definido de un modo que hace unos siglos habría sido considerado impensable. Que esto sea así impone límites a la libertad de los judíos, dentro y fuera de Israel, y de quienes conviven con ellos. Quizá Sand no sea un judío sionista apasionado, ni es un judío religioso ortodoxo; y quizá su opinión pueda ser discutida por quien se sienta judío. Pero no cabe prescindir de la información de ordena y da en este libro que, una vez más, Akal nos ofrece.

Irán volvió a afirmar que Israel "será borrado" del mapa



El ayatollah Ali Khamenei se refirió al Estado hebreo como "la falsa glándula inventada del sionismo"; Israel dice estar preparado para un ataque

TEHERAN (EFE).- El Estado de Israel "será borrado de la geografía mundial" y su territorio "devuelto a la nación palestina", volvió a afirmar el líder supremo Ali Khamenei, la máxima autoridad del país, en una reunión con ex soldados que combatieron en la guerra entre Irán e Iraq.

En dicho encuentro, según informó la agencia oficial IRNA, que tuvo lugar ayer en vísperas del "Día de Jerusalén" que Irán celebra mañana, el ayatollah Khamenei dijo que "los sionistas (israelíes) y sus partidarios quieren borrar de la conciencia mundial el conflicto palestino, pero el mundo islámico ha de resistir a ese plan".

Para él, la revolución iraní, que llevó a la creación de la República Islámica, supone un "obstáculo histórico en los esfuerzos de las potencias hegemónicas para hacer olvidar la cuestión de la ocupación de Palestina".

"La tierra islámica, lejos de cualquier duda, será devuelta a la nación palestina, y la falsa glándula inventada del sionismo será borrada de la geografía mundial", recalcó la máxima autoridad del país.

El líder iraní responsabilizó a las potencias hegemónicas de conspirar para la creación del Estado de Israel y aseveró que, sin esas interferencias occidentales, en Medio Oriente "las guerras y conflictos nunca hubieran tenido lugar".

Irán no reconoce la existencia del Estado de Israel, al que denomina entidad sionista, y Khamenei ha reiterado en distintas ocasiones que apoyará cualquier medida para hacerlo desaparecer. En ese sentido, el pasado 3 de febrero dijo que Israel "es un tumor canceroso que se debe cortar y que será cortado con la ayuda de Dios", al tiempo que anunciaba que, "en el futuro, respaldaremos y ayudaremos a todo aquel que se oponga al régimen sionista".

RUMORES DE GUERRA

La posibilidad de una inminente guerra entre Israel e Irán volvió a cobrar fuerza ayer luego de que el ministro de Defensa Civil israelí, Matan Vilnai, afirmara que un ataque al régimen de Teherán podría durar un mes y dejar alrededor de 500 muertos. "No hay razón para estar histéricos, pero el frente local de Israel está preparado como nunca antes", advirtió Vilnai al diario Maariv.

La entrevista coincidió con varios reportes de medios israelíes, que la semana pasada sugirieron que Israel podría atacar instalaciones nucleares de Irán antes de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, en noviembre.

Haciéndose eco de una evaluación ya difundida por el ministro de Defensa, Ehud Barak, Vilnai precisó que en una eventual guerra con el régimen iraní, cientos de misiles podrían impactar en ciudades israelíes y dejar unos 500 muertos. "Podría haber menos muertos, o más, tal vez [...] pero éste es el escenario para el que nos estamos preparando, de acuerdo con el consejo de nuestros mejores expertos", dijo Vilnai, que dejará su puesto a fin de mes para convertirse en embajador en China.

"Las evaluaciones son para una guerra que duraría 30 días en varios frentes", agregó, en referencia a la posibilidad de que guerrillas iraníes respaldadas por Hezbollah, en el Líbano, y militantes palestinos, en Gaza, también lancen misiles contra Israel.

Rabinos denuncian la existencia de una aplicación móvil de "Los Protocolos de los Sabios de Sión"





Un grupo de rabinos Europa denunció la existencia de una aplicación móvil de "Los Protocolos de los Sabios de Sión", un libelo antisemita publicado por primera vez en 1902 en la Rusia zarista, cuyo objetivo era justificar ideológicamente los pogromos que sufrían los judíos.

El rabino Pinchas Goldschmidt, presidente de la Conferencia Europea de Rabinos, organización con sede en Bruselas, transmitió a través de un comunicado que iba a ponerse en contacto con las autoridades de la compañía Apple para instar a que elimine la aplicación.

La aplicación, que fue lanzada a principios de este año, sólo está disponible en árabe y se atribuye el desarrollador de software a Elserety Ahmed.

Su precio es de 1,08 dólares para descargar y se acompaña de una descripción compacta de los "Protocolos", afirmando que "de acuerdo con muchos historiadores, estos escritos son un engaño". El texto describe una supuesta conspiración judía para controlar el mundo.

La aplicación toma nota de una investigación de 1921 realizada por The Times de Londres y una serie de artículos en francés que describen cómo el fraude fue perpetrado.

Sin embargo, Goldschmidt, dijo que es inaceptable que este tipo de aplicación esté en el mercado. Goldschmidt cree que es "la primera versión móvil del famoso trabajo antisemita".

El religioso consideró que si bien los Protocolos de los Sabios de Sión, “puede y debe estar disponible para el estudio de los académicos en su propio contexto”, esta aplicación móvil es “peligroso e inexcusable".

Asimismo, Goldshmidt consideró que podría ser "utilizado por los antisemitas teóricos de la conspiración y sus compañeros de viaje a proseguir con su agenda racista"

“Viaje al futuro”: recorrida fascinante por el Instituto Weizmann



En el Campus del Instituto Weizmann de Ciencias fue inaugurado un centro de visitantes que se agrega a otras ofertas de actividades que convertirán la visita al mismo en una experiencia fascinante. Se trata sin duda de uno de los institutos de investigación internacional - interdisciplinario más importantes del mundo.

Los laboratorios y salas de estudio del Instituto están dispersos entre praderas y bosques extensos, por donde pasan diariamente cientos de científicos y estudiantes de investigación que van en increíbles viajes hacia lo desconocido, con el solo objetivo de realizar otro esfuerzo por comprender mejor la naturaleza y nuestro lugar en él y para mejorar la vida humana.

Para quienes deseen ver de cerca la experiencia, se puede realizar una visita especial al instituto, en la que la primera estación será el Centro de Visitantes Levinson inaugurado recientemente donde los visitantes surcarán por el camino de la curiosidad.

Se trata de un complejo en el cual se permite a los huéspedes experimentar el funcionamiento de propuestas interactivas, las que tienen como objetivo iluminar el increíble mundo de los científicos, no sólo como tales sino para ampliar los límites de sus sentimientos personales, revelando los secretos de la naturaleza y descifrando los secretos del universo.

En la parte interior del edificio se ofrece una proyección que se convierte en una espectacular presentación multimedia, con la que utilizando tecnologías avanzadas se ofrece no sólo ideas científicas sino que también demostraciones estéticas. Se puede visitar entre domingo y jueves de 9 a 16hs. La entrada es gratuita pero exige cita previa.

La próxima estación que se ofrece es una visita a la que fue la residencia del Dr Chaim Weizmann, primer presidente de Israel y fundador del Instituto Weizmann. El edifico de la casa es un raro paisaje arquitectónico, una verdadera joya.

Se convirtió en un museo especial en el cual al recorrerlo, se puede conocer la historia la historia del Estado y la visión política y científica del Dr. Chaim. Se conserva el estilo, los recuerdo, muebles, fotos, etc. y cuentan la verdadera historia de esta pareja, Chaim y Vera, que fue tan importante para nuestro país, porque tenían la visión y misión de convertirlo en un Centro Internacional de Ciencia.

Vera era pediatra y mientras su marido se ocupaba de la presidencia y de los 120 inventos y descubrimientos con patente registrada, ella se embarcaba en innumerables actividades y proyectos de beneficencia.

Fundó dos Centros de Rehabilitación para Soldados, entre otros.

La visita a esta residencia nos recuerda que el Dr. Chaim Weizmann además de científico reconocido en todo el mundo fue líder de movimiento sionista y un hombre político, que creía de todo corazón que la ciencia puede traer la paz a esta tierra.

Durante la visita se puede ver un corto filme con su historia. Con entrada paga (15 y 20 shekels) de domingo a jueves de 8 a 16hs.

En esta ocasión también se realiza un paseo por los jardines del instituto a pie o usando los simpáticos buses abiertos. La actividad completa es de unas 3 horas y las explicaciones en hebreo y en inglés.

Tel Aviv designó sesenta estacionamientos subterráneos como refugios antiaéreos





La ciudad de Tel Aviv preparó decenas de estacionamientos y garajes subterráneos, en toda la ciudad, para que sirvan de refugios antiaéreos a cientos de miles de personas si los misiles enemigos atacan la retaguardia, de acuerdo con un reporte del periódico Maariv.
La municipalidad ha designado sesenta estacionamientos privados con un espacio total de 850 mil metros cuadrados para ser empleados por 800 mil personas como refugios en el caso de que se desate una guerra.
Una empresa privada de ingeniería verificó que las instalaciones cumplen con las normas del Ministerio
de Defensa Civil (o Frente de la Retaguardia).
Los espacios subterráneos que serán usados en caso de un ataque incluyen la Nueva Estación de Ómnibus, el Centro Comercial Dizengoff, el Centro Comercial Azrieli, Gan Hair, y el Centro Comercia Ramat Aviv. Estos estacionamientos se agregan a los 241 refugios públicos que existen en la actualidad en toda la ciudad.
Durante la Segunda Guerra del Líbano, en 2006, el grupo terrorista libanés Hezbollah disparó 4.500 misiles contra Israel. Se calcula que un ataque israelí contra las instalaciones nucleares de Irán, desataría en respuesta el lanzamiento de 50 mil misiles contra todo el territorio nacional. Fuentes oficiales estiman que la conflagración podría provocar, en el país, alrededor de 500 muertos.

Captor de Eichmann, homenaje póstumo





VIVIO EN ESTA CIUDAD ENTRE 1955 Y 1974

Se trata de Lothar Hermann, cuya tumba se encuentra en Coronel Suárez, donde vivió más de 20 años. El homenaje fue el lunes, en la sede de la DAIA en Buenos Aires.


CORONEL SUAREZ -- El 1 de julio de 1974 se apagaba en Coronel Suárez la luz enérgica de un auténtico luchador antifascista como lo fue Lothar Hermann. Lejos de su hija y su familia, vivió toda su vida en el anonimato, con temor, con el objetivo de descubrir, perseguir y llevar a la captura al criminal de guerra nazi Adolf Eichmann.

El silencio de su historia no se pudo ocultar, y su valentía fue reconocida el lunes 13 por autoridades de Argentina, Israel y Alemania, quienes lo recordaron en un acto que desarrollado en la DAIA Buenos Aires, a las 17.30.

Lothar Hermann fue un luchador. Nacido en Quirnbach (Alemania), en 1901, fue el tercero de once hermanos. En 1935 fue arrestado por espionaje por el régimen hitleriano y fue enviado al campo de concentración de Dachau, donde perdió un ojo a raíz de los golpes recibidos, según consta en los documentos de la policía de Frankfurt.

Luego de lograr escaparse junto a tres hermanos --algo que no logró el resto de su familia-- Lothar llegó a Argentina a fines de 1938. Después de un breve paso por Montevideo y Rosario, se instaló junto a su hija Silvia, para mudarse al tiempo a la zona norte del conurbano bonaerense, a la localidad de Olivos.

Allí, y luego de que su hija entablara casualmente una relación de amistad con Klaus, uno de los hijos de Eichmann, Hermann comenzó a enviar cartas tanto a autoridades de Alemania como de Israel informando del paradero del criminal de guerra.

Sin embargo, no obtuvo la respuesta esperada.

A fines de 1955, decidió mudarse a Coronel Suárez, a la Avenida San Martín 241, desde donde continuó enviando misivas a las autoridades europeas. Al final, tomó el caso Isser Harel, del servicio secreto israelí, el Mossad, quien envió dos agentes a Coronel Suárez para cotejar datos y no encontraron contradicciones.

Así fue, gracias a la colaboración de Hermann, como el 11 de mayo de 1960 Eichmann fue capturado y llevado a Israel, donde posteriormente sería juzgado y ejecutado.

Sin embargo, la historia no termina allí. Luego del arresto del criminal y de la solicitud de Hermann de la recompensa que ofrecía el gobierno israelí por la captura del nazi, el por entonces vecino suarense fue perseguido políticamente y hasta arrestado en marzo de 1961 al pensarse que se trataba del criminal de guerra Josef Mengele (conocido como El Angel de la Muerte).

Por esta razón, estuvo preso y fue maltratado durante 15 días, hasta que sus huellas dactiloscópicas fueron comparadas con las que había en la embajada alemana, arrojando un resultado negativo. También tuvo contacto con cinco agentes israelíes y dos alemanes que lo presionaron para que no hablara más del tema.

Por ello, durante diez años tuvo que desvincularse del caso públicamente para que le pagaran la recompensa prometida. En 1974 falleció de una enfermedad terminal, y para costear el tratamiento debió utilizar ese dinero.

Hoy, su tumba --que será declarada Monumento Histórico-- figura como NN en el cementerio municipal de Coronel Suárez. Hay registros de este abandono, como una serie de fotografías tomadas por Javier Zaffora para la BBC de Londres, en las cuales se observa el estado de abandono y olvido de la sepultura de quien en vida tuvo una labor fundamental para la captura de Adolf Eichmann.

La captura

A partir de las cartas enviadas por Hermann, el servicio secreto de Israel envió a dos hombres para entrevistarlo en Coronel Suárez. Allí supieron que su hija Silvia se escribía con Klaus --uno de los hijos de Eichmann--, pero el saber que las cartas eran dejadas a un domicilio de un amigo y no el del joven, les causó impresión y sospecha que era la persona que estaban buscando.

Empezaron el rastreo en el área del Gran Buenos Aires y llegaron a la conclusión que vivía en San Fernando, en una casa de la calle Garibaldi --de ahí el nombre de Operación Garibaldi--. Se comenzó a seguir a Ricardo Klement --nombre que utilizaba en la fábrica-- para conocer sus hábitos y costumbres, se estudió el mejor momento y lugar para abordarle, y se preparó la casa en la que iban a ocultarle e interrogarle.

Por los hábitos fijos que tenía, se decidió capturarlo un día laboral, cuando regresara de su trabajo en la Mercedes Benz, luego de bajar del autobús que le dejaba en una parada cercana a su casa.

Luego de un minucioso plan y de la captura del 11 de mayo, nueve días más tarde --y luego de que Eichmann firmara una declaración en la que señalaba que había salido voluntariamente del país-- fue trasladado a Israel.

De propia mano redactó un texto afirmando que no le gustaba el seguir escapando y separarse de toda su familia por el hecho de ser perseguido.

Tras un largo proceso, que causó gran impacto y controversias en Jerusalén, Eichmann fue ejecutado desnudo en la horca la madrugada del 31 de mayo de 1962, acusado de crímenes contra el pueblo judío.

Quién era

El teniente coronel Karl Adolf Eichmann de las SS nazis, fue el responsable de la solución final (el genocidio sistemático de la población judía europea), principalmente en Polonia, y de los transportes de deportados a campos de concentración alemanes durante la Segunda Guerra Mundial.
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