domingo, 8 de abril de 2012

Israel prevé dificultades en su economía por crisis externa

Las previsiones para 2012 y 2013 se ven afectadas por los datos del mercado en el último semestre de 2011, en los que los economistas detectaron un frenazo en todas las actividades económicas.
«No se trata de una recesión», aseguran los especialistas del Banco de Israel, «sino de un crecimiento más moderado que en 2010 y 2011».
Esos años Israel creció 4.8 y 4.7%, impensables para el actual ciclo fiscal, porque «las exportaciones se ven tocadas por la crisis en la eurozona y la lentitud en la recuperación global», según un comunicado de la principal entidad bancaria israelí.
Los principales mercados de los productos israelíes se encuentran en Estados Unidos y la Unión Europea, a los que llegan más de 60% de sus manufacturas.
La crisis en la eurozona por la deuda griega y la relativa lentitud en el desarrollo de Estados Unidos no deja espacio para la expansión de la producción israelí, lo que impactará en todos los sectores a pesar de que la economía local no arrastra grandes lastres de la crisis económica global.
Una de las previsiones más nefastas tiene que ver con el desempleo, que se estima crecerá hasta 1% durante este año para alcanzar casi 6%, principalmente porque en la primera mitad de 2011 el país llegó a pleno empleo, un récord en su economía.
En estas condiciones y teniendo en cuenta las coyuntura del pequeño mercado israelí, es casi inevitable que el porcentaje de desempleados no suba, afirman los economistas nacionales.
El principal problema de Israel en 2011 fueron las protestas sociales, repetición de otras que tuvieron lugar en países de Europa y Oriente Medio para denunciar la carestía de la vida, en un país donde la mitad de los trabajadores vive con sueldo mínimo - alrededor de 4.000 mil shékels, unos 1.050 dólares.
Se trata de un sueldo que difícilmente permite a subsistir a una familia promedio israelí, formada por dos cónyuges y tres hijos.
La vivienda fue el principal elemento distorsionador. Encarecimientos de varias decenas de puntos en cuestión de sólo dos años en los alquileres y en los precios de inmuebles en venta pusieron contra las cuerdas a las clases trabajadoras baja y media.
Al hacer frente a las protestas, el primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, respondió con políticas populares como la concesión de beneficios fiscales a las parejas jóvenes y necesitados, que condujeron a un endeudamiento público de 3.3%, en lugar de 2.9% que estaba previsto en 2011.
El gobernador del Banco de Israel, Stanley Fischer, pidió a todos los responsables políticos que en 2012 no se dejen arrastrar por decisiones populistas y que traten de mantener el endeudamiento por debajo del 3%.

Las protestas en el país se tranquilizaron poco antes de llegar el invierno, y cuestiones más trascendentales como una posible guerra con Irán ocupan ahora la agenda nacional, sin que se vislumbren a corto plazo nuevas manifestaciones.
Menos problemas encuentra Israel en su aparato financiero, completamente saneado y cuya excepcional situación alabó una delegación del Fondo Monetario Internacional (FMI) que visitó el país en febrero.
En su informe inicial, el jefe de la misión, Peter Doyle, felicitó al gobierno por su disciplina presupuestaria y por las políticas adoptadas que permitieron al país afrontar las protestas sociales. Doyle destacó que el lastre de la economía israelí es el altísimo presupuesto de defensa, por encima de 20% del Producto Interno Bruto, y rebajarlo es vital para reducir el déficit público de 75% a 60%.
El FMI vio altamente improbable que Israel pueda ejecutar esa demanda en los próximos años por las menos optimistas previsiones en su economía, que, dijo, «reducirán su capacidad de producción». Doyle respaldó la necesidad de que el gobierno israelí busque nuevos ingresos - es decir, impuestos - para afrontar sus necesidades presupuestarias y no violar las metas que se fijó en 2013.
Otro elemento en el que insistió el inspector del FMI es en la ineludible necesidad de incorporar al PIB nacional a dos colectivos que poco contribuyen a la productividad del país y que por tanto viven en condiciones de pobreza: árabes y ultraortodoxos judíos. Ambos grupos, que superan juntos el millón y medio de personas, se cuentan entre los círculos más pobres tanto por su baja formación educacional como porque tradicionalmente no trabajan.
En el primer caso es la mujer la que permanece en casa por motivaciones tradicionales, y en el segundo, el hombre dedica su vida al estudio de las leyes religiosas, viviendo únicamente de ayudas sociales y estatales que le brindan.
Yuval Steinitz, ministro de Finanzas de Israel, aseguró en nombre del gobierno que se adoptarán políticas para su admisión al mercado laboral, con medidas de formación vocacional que les doten de habilidades requeridas por el mercado. Para los expertos, la admisión de ambos grupos mejorará la productividad de la economía israelí y reducirá una vasta mano de obra desperdiciada.



Las previsiones para 2012 y 2013 se ven afectadas por los datos del mercado en el último semestre de 2011, en los que los economistas detectaron un frenazo en todas las actividades económicas.
«No se trata de una recesión», aseguran los especialistas del Banco de Israel, «sino de un crecimiento más moderado que en 2010 y 2011».
Esos años Israel creció 4.8 y 4.7%, impensables para el actual ciclo fiscal, porque «las exportaciones se ven tocadas por la crisis en la eurozona y la lentitud en la recuperación global», según un comunicado de la principal entidad bancaria israelí.
Los principales mercados de los productos israelíes se encuentran en Estados Unidos y la Unión Europea, a los que llegan más de 60% de sus manufacturas.
La crisis en la eurozona por la deuda griega y la relativa lentitud en el desarrollo de Estados Unidos no deja espacio para la expansión de la producción israelí, lo que impactará en todos los sectores a pesar de que la economía local no arrastra grandes lastres de la crisis económica global.
Una de las previsiones más nefastas tiene que ver con el desempleo, que se estima crecerá hasta 1% durante este año para alcanzar casi 6%, principalmente porque en la primera mitad de 2011 el país llegó a pleno empleo, un récord en su economía.
En estas condiciones y teniendo en cuenta las coyuntura del pequeño mercado israelí, es casi inevitable que el porcentaje de desempleados no suba, afirman los economistas nacionales.
El principal problema de Israel en 2011 fueron las protestas sociales, repetición de otras que tuvieron lugar en países de Europa y Oriente Medio para denunciar la carestía de la vida, en un país donde la mitad de los trabajadores vive con sueldo mínimo - alrededor de 4.000 mil shékels, unos 1.050 dólares.
Se trata de un sueldo que difícilmente permite a subsistir a una familia promedio israelí, formada por dos cónyuges y tres hijos.
La vivienda fue el principal elemento distorsionador. Encarecimientos de varias decenas de puntos en cuestión de sólo dos años en los alquileres y en los precios de inmuebles en venta pusieron contra las cuerdas a las clases trabajadoras baja y media.
Al hacer frente a las protestas, el primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, respondió con políticas populares como la concesión de beneficios fiscales a las parejas jóvenes y necesitados, que condujeron a un endeudamiento público de 3.3%, en lugar de 2.9% que estaba previsto en 2011.
El gobernador del Banco de Israel, Stanley Fischer, pidió a todos los responsables políticos que en 2012 no se dejen arrastrar por decisiones populistas y que traten de mantener el endeudamiento por debajo del 3%.

Las protestas en el país se tranquilizaron poco antes de llegar el invierno, y cuestiones más trascendentales como una posible guerra con Irán ocupan ahora la agenda nacional, sin que se vislumbren a corto plazo nuevas manifestaciones.
Menos problemas encuentra Israel en su aparato financiero, completamente saneado y cuya excepcional situación alabó una delegación del Fondo Monetario Internacional (FMI) que visitó el país en febrero.
En su informe inicial, el jefe de la misión, Peter Doyle, felicitó al gobierno por su disciplina presupuestaria y por las políticas adoptadas que permitieron al país afrontar las protestas sociales. Doyle destacó que el lastre de la economía israelí es el altísimo presupuesto de defensa, por encima de 20% del Producto Interno Bruto, y rebajarlo es vital para reducir el déficit público de 75% a 60%.
El FMI vio altamente improbable que Israel pueda ejecutar esa demanda en los próximos años por las menos optimistas previsiones en su economía, que, dijo, «reducirán su capacidad de producción». Doyle respaldó la necesidad de que el gobierno israelí busque nuevos ingresos - es decir, impuestos - para afrontar sus necesidades presupuestarias y no violar las metas que se fijó en 2013.
Otro elemento en el que insistió el inspector del FMI es en la ineludible necesidad de incorporar al PIB nacional a dos colectivos que poco contribuyen a la productividad del país y que por tanto viven en condiciones de pobreza: árabes y ultraortodoxos judíos. Ambos grupos, que superan juntos el millón y medio de personas, se cuentan entre los círculos más pobres tanto por su baja formación educacional como porque tradicionalmente no trabajan.
En el primer caso es la mujer la que permanece en casa por motivaciones tradicionales, y en el segundo, el hombre dedica su vida al estudio de las leyes religiosas, viviendo únicamente de ayudas sociales y estatales que le brindan.
Yuval Steinitz, ministro de Finanzas de Israel, aseguró en nombre del gobierno que se adoptarán políticas para su admisión al mercado laboral, con medidas de formación vocacional que les doten de habilidades requeridas por el mercado. Para los expertos, la admisión de ambos grupos mejorará la productividad de la economía israelí y reducirá una vasta mano de obra desperdiciada.

"EEUU aceptará un programa nuclear civil en Irán"

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha señalado a Teherán que Washington aceptará un programa nuclear civil en Irán, si el Líder Supremo, Ali Khamenei, puede respaldar con hechos las recientes declaraciones de que su país "nunca perseguirá armas nucleares", afirma un reporte del Washington Post.
Según el reporte, el mensaje verbal fue trasmitido a través del primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, quien se reunió con Khamenei, la semana pasada. Unos días antes de emprender su viaje a Teherán, Erdogan mantuvo un encuentro de dos horas con Obama; al margen de la cumbre de seguridad nuclear en Seúl, en el cual ambos líderes discutieron el recado que el mandatario transmitiría a Khamenei sobre la cuestión nuclear.
El columnista David Ignatius, del Washington Post, manifestó que Obama avisó a Teherán, a través de Erdogan, que se está agotando el tiempo para un acuerdo pacífico. Obama no especificó si se le permitiría a Irán enriquecer uranio. El asunto debería ser discutido durante

las conversaciones que la República Islámica y el Grupo 5+1 (EEUU, Rusia, China, Gran Bretaña, Francia y Alemania) tienen programado para el 13 de abril.
Se dice que Erdogan habría acordado con Obama que el principal desafío que enfrentan los negociadores es transformar la retórica pública de Khamenei en un compromiso serio y verificable que garantice que su país no fabricará la bomba atómica.
El primer ministro turco transmitió personalmente el mensaje de Obama a Khamenei, en Teherán. También se reunió con el presidente iraní Mahmud Ahmedinejad, y con otros altos oficiales durante su visita.
Diplomáticos occidentales se mantienen escépticos sobre el éxito de la vía diplomática, especialmente a la luz de los recientes desacuerdos sobre el lugar en donde se llevarán a cabo las negociaciones. Se esperaba que las discusiones tendrían lugar en Estambul, pero los iraníes ahora se oponen y quieren que el encuentro se lleve a cabo en Bagdad. También se ha barajado la posibilidad de que el cónclave se realice en China.
Oficiales norteamericanos consideran ésta última maniobra como un signo de que la dirigencia iraní está formulando su posición antes de las conversaciones.

Los judíos que creen que Jesús sí es el Mesías



La división entre judíos y cristianos ocurrió después de la muerte de Jesús, cuando los israelitas habitaban la provincia romana de Judea y los seguidores del cristianismo se esparcieron.

Pero Jesús fue judío toda su vida. Y muy devoto: iba siempre a la sinagoga, donde relataba sus parábolas y salía al paso de los desafíos que le presentaban los fariseos.

Los judíos mesiánicos -una secta poco conocida del judaísmo- aceptan a Jesús como el Mesías -el enviado o ungido de Dios- pero a diferencia de los cristianos, consideran que nunca vino a fundar una nueva religión.
Para arrojar luz sobre esta fe, BBC Mundo entrevistó al rabino Yosef Harvey Koelner, de la sinagoga Beth Avinu, en Florida, Estados Unidos.
Aunque su rito es muy parecido al tradicional, con lecturas y cánticos de la Biblia hebrea, la diferencia fudamental es que "los ortodoxos todavía están esperando al Mesías y no creen que Y'shua -como se llama a Jesús en hebreo- es el Mesías", explica.
"Creen que adorar a Y'shua como el Mesías es idolatría, porque su doctrina dice que un hombre no puede ser igual a Dios".
Los judíos de la época de Jesús no creyeron en él porque no vieron cumplirse las profecías: esperaban un rey que los liberara del yugo romano. Para ellos es sólo un personaje histórico, ni siquiera un profeta.
¿Por qué judíos mesiánicos y no cristianos?
El rabino también se refirió a la razón por la cual no se consideran cristianos, como todas las denominaciones del planeta que siguen a Jesús.
"Al principio todos los creyentes eran judíos o gente que asistía a la sinagoga", dice Koelner. "El contexto del Nuevo Pacto (el Nuevo Testamento) es judío".
Se sabe que Pablo -que no conoció a Jesús en vida sino en una visión cuando perseguía a los cristianos- fue quien predicó el Evangelio a los gentiles, es decir, los no judíos.
"Durante el primer siglo (después de Cristo) había mucho interés en el judaísmo en el mundo romano y muchos en las sinagogas estudiaban las escrituras hebreas", señala.
"No creemos en la transubstanciación como los católicos, es sólo un símbolo. El pan matzo -tradicional en la comida judía- es un símbolo del cuerpo de Y'shua (Jesús), que se puede romper" Rabino Yosef Harvey Koelner.
Fue entonces que la creencia en Jesús se empezó a acomodar a las circunstancias. El emperador Constantino, convertido al cristianismo, cambió el día de fiesta semanal "porque en el mundo romano había muchos paganos que adoraban a su dios el domingo, día del sol".
En esos tiempos, había disminuido el número de judíos creyentes y se impusieron reglas "para subyugar a los paganos" y convertirlos al cristianismo.
"Como judíos mesiánicos es nuestro deseo mantener nuestra cultura, costumbres y creencias, y celebrar el Shabbat (el sábado, el día sagrado), porque Y'shua dijo que vino a los corderos de la casa de Israel", explica el rabino.
Agrega que lo que ocurrió cuando se creó el cristianismo en Roma es comparable con el sincretismo religioso que se dio en América Latina con la llegada de los europeos, en el cual santos y vírgenes tienen su equivalente en creencias indígenas o cultos africanos.
"Cuando yo era estudiante en México, había una iglesia católica sobre una colina, pero descubrieron que fue edificada sobre un templo azteca. Fue para subyugar a los indios, que continuaron adorando a su dios en el mismo lugar pero cambiando la forma de su templo. Casi en todos los países de Centro y Sudamérica hay una virgen, porque los dioses de los aztecas, mayas e incas los reemplazaban".Rechazo de judíos tradicionales
El judaísmo mesiánico no es reconocido por el tradicional. La relación entre ellos es "de odio", afirma con tristeza Koelner.
Uno de sus feligreses, Richard, agrega: "No sólo no existe una relación, sino que hay mucha división: los ultraortodoxos no aceptan al resto de los judíos, que consideran ciudadanos de segunda clase".
Koelner, que nació en Chicago, también vivió en Israel, país que considera su patria. Pero uno de los problemas de los judíos mesiánicos es que en Israel no hay división entre Estado e Iglesia.
Objetos de un campo de concentración
Al igual que todos los judíos, los mesiánicos lloran el Holocausto.
"Todavía tenemos un caso en el Departamento del Interior en nuestra ciudad, porque según la ley rabínica soy judío, pero según la ley de inmigración no, porque cambié de religión y no tengo derecho a vivir en Israel automáticamente".
"Es difícil, porque mi corazón está allá, es mi tierra. En EE.UU. me siento como pez fuera del agua. Estoy esperando desde 2008. ¿Por qué? Porque creo en Y'shua. Me duele mucho", añade.
Koelner nació y creció como judío ortodoxo. A los 19 años tuvo una experiencia espiritual que terminó haciéndolo creyente de Jesús y que años después lo llevó a formar parte del judaísmo mesiánico.
Esta fe como tal surgió en el siglo XIX en Londres como un movimiento judío-cristiano y paralelamente en Hungría, mientras que en 1915 se organizó en EE.UU. y en 1925 a nivel internacional. Para la década de 1960 se renovó en este último país con el nombre de judaísmo mesiánico.
La congregación en Florida está integrada por judíos ortodoxos que aceptaron a Jesús, israelíes, afroestadounidenses e hispanoamericanos, desencantados de la Iglesia Católica, exevangélicos y personas que están descubriendo sus raíces judaicas, que se remontan al descubrimiento de América.
"En América Latina hay un interés tremendo, porque mucha gente está descubriendo sus raíces judías", comenta, mostrando un libro con los apellidos españoles de origen sefardí, los judíos que fueron expulsados por los Reyes Católicos antes del primer viaje de Cristóbal Colón.
"Hay muchos libros sobre la historia de América Latina y un montón de judíos se mudaron al nuevo continente, al principio a Brasil y al norte de México y el Mar Caribe".
La Pascua
Los judíos mesiánicos no celebran la Cuaresma ni la Semana Santa, pero sí la Pascua. "Celebramos la resurrección de Cristo, porque ocurrió durante la Pascua", afirma Koelner.
"La celebramos de una manera tradicional. Hay un libro con la historia del éxodo y, como en los primeros libros del Nuevo Pacto -Mateo, Marcos, Lucas y Juan- al final hay algunos capítulos sobre la Pascua que celebró Y'shua, cuando dijo 'durante la Pascua me recordarán a mí'".
Sin embargo, no comulgan: "No creemos en la transubstanciación como los católicos, es sólo un símbolo. El pan matzo -tradicional en la comida judía- es un símbolo del cuerpo de Y'shua, que se puede romper".
"Solamente tomamos la 'comunión' dos veces al año, durante la Pascua, la primera y la segunda noche", concluye el rabino.

Israelíes están listos para atacar Irán

Al borde de la guerra. El premier, Netanyahu, y el ministro de Defensa, Barak, planean ofensiva aislados del resto del gabinete | Dicen que el bombardeo a plantas nucleares será sorpresivo

Ag.Cabanah
El primer ministro Benjamin Netanyahu y el ministro de la Defensa Ehud Barak se han convertido en la extraña pareja de la política israelí en cuyas manos descansa la perspectiva de un ataque en contra de Irán.
Provenientes de tradiciones políticas opuestas y con experiencias y perspectivas mundiales diferentes, ambos han forjado un estrecho vínculo, a menudo excluyendo al resto de la dirigencia israelí.
Para Netanyahu, un arma nuclear de Irán sería el equivalente del siglo XXI de la maquinaria de guerra nazi y la Inquisición Española: el último intento por destruir a los judíos. Impedirlo es la misión de su vida. Para Barak, quien desdeña rumores de un segundo Holocausto y teme por la existencia de Israel, es un desafío sobre estrategia: "zonas de inmunidad" y "líneas rojas", los detalles operativos de un ataque en contra de instalaciones nucleares de Irán.
"Todos los dirigentes tienen Gabinetes de cocina, pero Netanyahu y Barak han formado una cocina de dos", destacó Nahum Barnea, columnista del diario Yediot Aharonot. "No han discutido sobre Irán con el resto del gobierno en semanas y se han convencido de que existe una sola forma de lidiar con Irán: la suya".
Un oficial israelí de alto rango que trabaja estrechamente con ambos líderes, quien habló con la condición de mantenerse en el anonimato, confirmó que el Gabinete no había hablado últimamente sobre Irán, pero destacó que la preparación detallada y organizada desde hace ya tiempo había pasado a la posibilidad de un ataque militar.
ELLOS DOS. Netanyahu es el líder del conservador Partido Likud y creció en la tradición revisionista del sionismo relativa a maximizar el territorio, afrontar decisivamente a los oponentes de Israel y rechazo hacia el casi socialismo de David Ben-Gurion, el primer ministro fundador. Barak creció en una granja colectiva internada en las profundidades del corazón del sionismo laborista, y tras una larga y condecorada carrera militar se convirtió en el presidente del Partido Laborista. Sirvió brevemente como primer ministro antes de perder el respaldo popular y unas elecciones ante Ariel Sharon, en 2001.
"En la superficie, al parecer son muy diferentes", comentó Daniel Ben-Simon, integrante tendiente a la izquierda del Parlamento por el Partido Laborista, quien trabajó con Barak. "Netanyahu no puede desvincular a Israel del Holocausto. Se ve a sí mismo como el primer ministro del pueblo judío. Barak es el máximo israelí, el príncipe del sionismo. Muchos pensaron que Barak contendría a Netanyahu con respecto a Irán. En vez de eso, se le unió en un espectáculo de dos hombres".
Si bien muchos aquí temen una catástrofe si Israel ataca a Irán, Barak y Netanyahu argumentan cada vez más que pudiera no haber otra opción. Su opinión es que dada la alternativa entre Irán con armamento nuclear -a lo cual dicen que podría usarlas en contra de Israel directamente o a través de representantes, así como acicatear una carrera armamentista- y las consecuencias de un ataque sobre Irán antes de que pueda volverse nuclear, es preferible esto último. Habrá un contraataque, destacan: se perderán vidas y habrá destrucción de propiedades. Pero dice que el mal puede ser peor.
"Caerán cohetes sobre este edificio, pero las cosas serían mucho peores si Irán obtuviera la bomba", dijo un oficial de alto rango que ha trabajado para ambos hombres, desde el vestíbulo de un hotel en Tel Aviv.
Agregó que Netanyahu y Barak se estaban "reuniendo uno a uno con ciertos ministros del Gabinete a fin de darle forma a una mayoría en el 14", refiriéndose al Gabinete de seguridad de 14 integrantes.
Se han conocido desde hace ya largo tiempo atrás y han desarrollado una fuerte dependencia mutua. La carrera política de Barak, que en alguna época parecía tan prometedora, ahora depende considerablemente de su relación con Netanyahu. Y dada la limitada experiencia militar de Netanyahu, sin el respaldo de Barak, quien es visto como un genio militar, él tendría problemas para ganar el apoyo hacia su política.
Barak, de 70 años de edad, fue uno de los comandantes de Netanyahu, de 62 años, en la unidad de élite Sayeret Matkal en la que ambos sirvieron a comienzos de los 70. Ambos también se han vuelto relativamente acaudalados en años recientes a raíz de discursos y consultorías cuando no estaban en el gobierno, y ambos sienten que entienden la política estadounidense particularmente bien.
Si efectivamente decidieran atacar, necesitarían el respaldo de una mayoría del Gabinete de seguridad. La votación pudiera ser tan cerrada que podría terminar en 8 votos a favor y 6 en contra. Pero, al mantener el tema fuera de la agenda del Gabinete por ahora, podrían estar contando con buscar una votación de último minuto, cuando sería más difícil para los ministros oponerse al ataque.

110 chicos celebran su bar mitzva en el Muro de los Lamentos

Más de 100 niños, todos de los cuales perdieron un padre, celebrarán una ceremonia de bar mitzva en el Muro de los Lamentos hoy, en el 21er evento de su tipo comunal organizado por el ala voluntaria del movimiento Jabad.

El grupo organizó originalmente bar mitzvas masivas para inmigrantes de la ex Unión Soviética (FSU), según explicó el rabino Sholom Duchman, director del Colel Jabad, una rama de bienestar social de Jabad. Mientras la inmigración de la FSU decayó, pusieron su atención en niños que perdieron uno o ambos padres debido a ataques terroristas, accidentes de auto, cáncer y otras tragedias, dijo.

“La ventaja de ellos de estar juntos es debido a que no quieren ir a una sinagoga (para su bar mitzva) debido a que no tienen un padre, y el padre es la figura más importante de la sinagoga. Quieren eliminarlo, alejarse de eso. Pero hacerlo con otros niños en la misma situación les da el empuje para querer hacerlo”, dijo Duchman.

Luego de la ceremonia en el Muro de los Lamentos, los 110 niños y sus familias irán a una fiesta en el Centro de Convenciones Internacionales de Jerusalem. El evento de 600.000 shekels tendrá la participación de los rabinos jefes de Israel, Yona Metzger y Shlomo Amar, diez ministerios incluyendo el vocero de la Knesset (parlamento israelí) Reuven Rivlin, el ministro de educación Gideon Sa’ar, el ministro de comunicaciones Moshe Kahlon y el ministro de servicios religiosos Ya’acov Margi, alcaldes y otros líderes públicos.
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