domingo, 16 de octubre de 2011

Liberación de Shalit modifica la política de Medio Oriente



Acuerdo entre Israel y Hamas. La liberación debilita el poder de Abbas y el pedido de la Autoridad Palestina del reconocimiento de un Estado Movimiento pidió mas de 1.000 presos a cambio






El intercambio de prisioneros entre Hamas e Israel podría cambiar las relaciones regionales, fortaleciendo a Egipto, Hamas y al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en tanto plantea un agudo desafío a la Autoridad Palestina.
Un resultado puede ser un movimiento palestino más decidido a la confrontación e imbuido por Hamas que podría, a largo plazo, incrementar las dificultades de Israel y recoger inspiración de las estimulantes protestas populares que se registran a lo largo de Medio Oriente. Asimismo, podría estrechar más la relación entre Hamas, Egipto y Turquía.
En función del acuerdo anunciado el último martes, Israel liberará a más de 1.000 prisioneros palestinos a cambio de la liberación del sargento Gilad Shalit, un soldado israelí secuestrado en una operación a través de la frontera, realizada por Hamas, en 2006, quien ha estado retenido en la franja de Gaza desde ese entonces.

El presidente de Israel, Shimon Peres, anunció que Turquía -que en una reacción furiosa redujo sus relaciones con Israel en el último año-, había jugado un papel inesperado para ayudar a concretar el acuerdo. Turquía tiene cercana relación con Hamas.
Algunos de los detalles del acuerdo Hamas-Israel no han sido revelados, lo que hace difícil determinar los motivos que tuvieron las dos partes para, de pronto, lograr un acuerdo, después de no haberlo hecho en los últimos años. Sin embargo, la creciente agitación en la región tuvo un papel importante, al igual que la política interna.
Hamas está preocupado por su base en Damasco, la capital siria, debido a la revuelta contra el presidente Bashar Assad. Está explorando tanto en Turquía como en Egipto para posibles bases futuras y este acuerdo lo ayudará en la búsqueda.
Por su parte, Israel teme que después de las elecciones en Egipto el gobierno podría no ayudar, por lo que pensó que era mejor actuar ahora.
Además, Hamas, y en menor medida, Israel, parecieron estar reaccionando a los esfuerzos de la Autoridad Palestina, dominada por el grupo Fatah, de obtener la calidad de miembro de Naciones Unidas. El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, conquistó la admiración de gran parte de su pueblo, al plantear el caso, en el Consejo de Seguridad, para obtener un Estado y rechazar los pedidos de Estados Unidos para que se abstuviera de hacerlo, negándose a retornar a las negociaciones con el Estado judío, sin que se congele la construcción de asentamientos en Cisjordania.
Hamas, que manda en la franja de Gaza y llama a la destrucción de Israel, ha criticado el planteo de la Autoridad Palestina, señalando que carece de dignidad y ofrece legitimidad a Israel.
Por el momento, Abbas tiene dificultades para reunir suficiente apoyo en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y entre las potencias europeas. Mientras, Hamas promete a las familias de prisioneros desesperadas que pronto volverán a reunirse con sus seres queridos, algunos de los cuales han estado en la cárcel durante más de dos décadas.
En el caso de Natanyahu, lograr el retorno de Shalit, cuya imagen está por todos lados en Israel, ofrece un impulso político significativo. El anhelo popular por su retorno es, de muchas maneras, comparable al movimiento de protesta social que comenzó durante el verano con indignación por los altos costos de los bienes de consumo y la desigualdad de los ingresos. Cruza las líneas ideológicas y se centra en lo que se percibe como el fracaso del gobierno para cumplir su contrato social con la gente: hacer todo lo que puede para lograr el retorno de sus soldados.
REPERCUSIÓN. Obtener el regreso de Shalit a su familia probablemente suavizará la imagen de Netanyahu como una persona que está demasiado enfocada en la geopolítica.
También puede llevar al movimiento de protesta a reducir sus críticas contra él construyendo la unidad en una sociedad, con frecuencia, fracturada, y extendiendo su periodo en el gobierno.
Para Hamas, el momento del acuerdo de canje es casi ideal. La furia por las condiciones de los presos palestinos en Israel ha crecido en la Margen occidental. Por ejemplo, el miércoles último, hubo una jornada de huelga en apoyo de los presos.
En la ciudad de Hebrón, en Cisjordania, ante miles de sus habitantes reunidos en la plaza principal en apoyo de los prisioneros, el líder local de Fatah, Kifah Al Owiwi, felicitó a Hamas -es una rareza- y le pidió que trabaje con más ahínco para reconciliar a los movimientos.
Hamas puso énfasis en sus negociaciones con Israel en insistir que todos los grupos palestinos, así como los árabes israelíes y residentes en Jerusalén, estén representados en la liberación de los prisioneros.
"Hamas está ganando poder local y regionalmente y ello fortalecerá el avance de los reclamos para la reconciliación con Fatah", dijo Khalil Shihaki, experto en ciencias políticas.
VIOLENTOS. Israel y Hamas son enemigos declarados, pero las autoridades israelíes también están furiosas con Abbas por su acción en Naciones Unidas.
"Preservar la imagen de Abbas ya no es tan importante para Israel, que estuvo contento con darle una bofetada", dijo Yitzhak Reiter, profesor de estudios islamistas y de Medio oriente.
Al mismo tiempo, Israel se preocupa por tener que enfrentar la liberación abrupta de decenas de militantes procesados, algunos de ellos en Cisjordania. En un informe de inteligencia para periodistas israelíes, se reveló que serían liberados los autores de algunos de los ataques más sangrientos,
El asesor de Seguridad Nacional de Israel, Yaakov Amidror, expresó que, debido a que las Fuerzas Armadas de Israel mantienen estrecho control sobre la Margen occidental, no le preocupaban tanto los hombres que serían liberados allí.
Al parecer, en las negociaciones, los dos lados cedieron en algunas posiciones que han sostenido durante mucho tiempo. Hamas estuvo de acuerdo en remover de su lista de prisioneros a algunos de los más notorios desde el punto de vista de Israel. Hamas aceptó que algunos prisioneros fueran enviados al exilio por un periodo de algunos años.
"El mayor desacuerdo dentro de Hamas fue si debíamos aceptar la expulsión de un número tan grande de prisioneros", dijo Ribhi Rantisi, un militante de Hamas en Gaza.
El vocero de Hamas en Gaza, Fawzi Barhoum, manifestó que al comienzo de "cinco años de negociaciones difíciles" Israel había exigido la liberación de Shalit "sin precio" y solo ofreció aliviar el bloqueo a Gaza. Sostuvo que Israel había cedido, en parte, debido a que la Primavera Árabe estaba cambiando la situación en los países vecinos.
También pareció sugerir que algunos prisioneros podrían ser liberados por países árabes, al señalar que "toda deportación de un líder prominente o de personas detenidas de cárceles de la ocupación a cualquier país árabe durante" podría demostrar ser solo temporaria en el nuevo clima y sería "un paso para retornar a Palestina".
Dudas. Por su parte, Israel acordó permitir que más prisioneros vuelvan a Cisjordania, pese a que la historia de esas liberaciones sugiere que algunos de los asesinos que quedaron en libertad reanudaron la violencia. Uno de los motivos por los que lo hizo, es que considera que las fuerzas de seguridad palestinas están más dedicadas a frenar la violencia y tienen más eficacia en su acción.
Las fuerzas de seguridad pueden cambiar su enfoque si no se reanudan las conversaciones sobre un Estado Palestino, si el Congreso de Estados Unidos corta la ayuda a la Autoridad Palestina, a raíz de su planteo en Naciones Unidas, y si crecen los temores de la creciente influencia de Hamas.
Además, si Siria implosiona y Egipto no logra aplicar reformas democráticas, el canje por Shalit puede terminar dañando más los intereses de Israel.
El intercambio se realizará el martes
Jerusalén | El intercambio del soldado israelí Gilad Shalit por 1.027 presos palestinos, de los que aún no se conocen los nombres, será un proceso largo y complejo. Si no surgen contratiempos, Shalit podría regresar a casa el martes, pero la liberación y dispersión de los palestinos se desarrollará durante un plazo más largo.
Según los términos del acuerdo, 203 serán exiliados y aún hay que pactar las condiciones con los países que se ofrezcan a acogerlos.
Las autoridades penitenciarias israelíes dijeron esperar "reacciones de frustración" en las cárceles por parte de numerosos reclusos.
Actualmente cumplen condena o permanecen detenidos sin acusación concreta unos 6.500 palestinos, parte de los cuales iniciaron a principios de mes una huelga de hambre para protestar contra el trato que reciben.
También era de esperar un sentimiento de frustración entre las familias palestinas no beneficiadas por el acuerdo. Incluso los padres de Gilad Shalit, Noam y Aviva, comentaron que pese a su felicidad sentían inquietud porque no sabían hasta qué punto los cinco años de cautiverio habrían cambiado a su hijo.
Noam y Aviva Shalit fueron recibidos por el presidente de Israel, Simón Peres, quien rindió homenaje a la "compostura" con que habían desarrollado su larga campaña.
En principio, según fuentes israelíes y palestinas, la lista de presos a liberar debería publicarse a principios de esta semana. Dos días después de conocerse los nombres el intercambio se pondrá en marcha. En una primera fase, el martes, dejarán la cárcel 450 presos palestinos. Esa fase coincidirá con la liberación de Shalit, que será conducido a la frontera de Gaza con Egipto y entregado a las autoridades egipcias.
Es posible que permanezca horas o días bajo atención psicológica antes de hacer declaraciones
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