miércoles, 6 de julio de 2011

El conflicto palestino-israelí

por Alberto Couriel

La semana pasada participé en un evento denominado Consulta Internacional de Parlamentarios Judíos que se realizó en la ciudad de Jerusalén y cuyo tema central era el análisis del conflicto palestino-israelí. Es una región de conflictos milenarios, donde no existe el respeto y la tolerancia al otro, a otros valores, otras culturas u a otras religiones. Es un conflicto de enorme complejidad, por las diferencias entre las partes y las propias contradicciones internas de cada una de las partes, para encontrar salidas al mismo. Es también muy difícil comprenderlo desde Uruguay.

El papel de las grandes potencias es muy relevante. La función de los cuatro (EEUU, la Unión Europea, Rusia y las Naciones Unidas) no ha alcanzado logros significativos. Las relaciones internacionales van a ser extraordinariamente importantes para resolver el conflicto. Israel descansa en el apoyo de EEUU, con hegemonía militar, comunicacional y financiera, pero no atiende, a nuestro criterio, la opinión pública internacional. Las relaciones internacionales pueden sufrir modificaciones, especialmente por los avances de China, hoy en el plano económico-comercial y mañana en otros terrenos.

Israel toma medidas de seguridad, tema central para la política israelí, sin medir adecuadamente sus consecuencias, y de alguna manera obtiene efectos de aislamiento en el plano internacional. Este aislamiento puede ser consecuencia de antiguos procesos de antisemitismo con mucha presencia actual en Europa. Puede ser influido por la acción de la propaganda palestina de deslegitimación del Estado de Israel presentando hechos no necesariamente demostrables. Pero seguramente algunas acciones políticas internas en Israel ayudan también a este aislamiento, cuya primera consecuencia seguramente va a ser la creación del Estado Palestino en Naciones Unidas en setiembre próximo. El voto favorable de los países de América del Sur es una demostración de ello. Pero Israel parte de la base de que si se plantea en el Consejo de Seguridad, EEUU vetaría.

Israel ha demostrado una extraordinaria capacidad para avanzar hacia el desarrollo económico y social. Ha logrado grandes éxitos militares, económicos, sociales y culturales y defiende un profundo proceso democrático. Con independencia del conflicto con los palestinos, sigue avanzando sobre la base de la creatividad, la innovación y el cambio tecnológico. En la actualidad, una proporción muy elevada de sus exportaciones son de alta tecnología.

El gran tema del conflicto es la presencia y la política de Irán, uno de los cuatro grandes ejes regionales junto a Turquía, Arabia Saudita e Israel. Irán proclama la extinción del Estado de Israel y apoya a grupos antiisraelíes como Hamas y Hezbollá. Israel acepta la existencia de dos estados: un Estado Palestino y el Estado de Israel como estado judío. El gobierno liderado por Netanyahu no ha tomado nuevas iniciativas de negociación. No surgen con nitidez nuevas propuestas. Probablemente el objetivo central de esta etapa histórica sea la sobrevivencia. Importantes representantes del gobierno manifestaron en la reunión de parlamentarios que el tiempo favorece a los que lo saben aprovechar mejor. Si se crea un Estado Palestino ¿se lo otorgarían a la Autoridad Palestina con sede en Cisjordania o a Gaza dominada por Hamas?, manifiestan voceros gubernamentales. Pero hay discusión interna en Israel, fruto de su profundidad democrática ¿Es un conflicto exclusivamente territorial o además es cultural? Sheetrit, antiguo miembro del Likud, y ministro de varias carteras, ahora de Kadima, manifiesta que lo importante es la paz cuanto antes. Que habría que entregar territorios, sobre la base de las fronteras del 67, porque el tiempo no favorece a Israel. En la actualidad, manifiesta, el 52% de los niños que asisten a la escuela primaria son árabes que no van a ir al ejército, que no estudian ciencia y tecnología, que no van a calificarse adecuadamente y solicitarán transferencias al Estado. En el 2040, si no hay cambios, serán el 72 % de los niños que asisten a Primaria. Expresa que hay que crear el Estado Palestino y que se hagan cargo de sus problemas económicos y de los refugiados.

En el mundo árabe hay diversas contradicciones. Una serie de países árabes plantean que su enemigo principal en la región no es Israel sino Irán con sus posibilidades de poder nuclear. Por ello Sheetrit plantea negociar primero con el mundo árabe y luego con los palestinos. Otra contradicción central se da entre los chiítas y los sunnies y en la negociación de los palestinos entre los yihadistas y los pragmáticos. Entre los palestinos, se ubican en un extremo los que proponen la eliminación del Estado de Israel proclamado especialmente por Hamas. Están los que plantean dos estados: uno palestino y otro judío palestino, donde puedan retornar todos los refugiados palestinos. Existen los que plantean que quien acuerde con Israel será considerado como traidor. Tal vez ello haya influido en las oportunidades perdidas por los palestinos para llegar a acuerdos, como en los casos de Arafat frente a Barak bajo los auspicios de Clinton, o el frustrado acuerdo entre Olmert y Abbas. En ambos casos los israelíes se sintieron generosos. Están los que dicen que los palestinos solicitan el 100% para no acordar y en la actualidad están internacionalizando el conflicto para la creación unilateral del Estado Palestino en la reunión de Naciones Unidas. Están los pragmáticos que buscan acordar con Israel.

Cualquier acuerdo seguramente deberá pasar por la influencia y las relaciones de poder en el campo internacional. Hoy no existe una institución que gobierne el mundo, ni con capacidad de resolver este tipo de conflictos locales. Pero las partes en conflicto son muy dependientes de estas relaciones internacionales.

La decisión de Naciones Unidas en setiembre, si se crea un Estado Palestino, y el Consejo de seguridad de EEUU veta, no traerá grandes modificaciones, salvo el triunfo para la propaganda palestina de deslegitimar al Estado de Israel. Pasará mucho tiempo para un acuerdo de creación de dos estados, uno palestino y otro judío, como ambos se merecen. Los acuerdos sustentables requieren cambios en los sectores fundamentalistas, en los sistemas educativos donde no se enseñe que los otros son enemigos y hay que destruirlos. Dependerá también de la situación de Irán y su relacionamiento con los grandes poderes internacionales. Mientras tanto continuarán las acciones de antisemitismo, especialmente en Europa, donde el 10% de los españoles cree que debe desaparecer el Estado de Israel para terminar el conflicto. La paz es necesaria e indispensable y para ello se requiere diálogo entre dos partes que deberán estar convencidas de que pueden convivir en beneficio mutuo, con la armonía necesaria, con ayudas mutuas para el mayor bienestar de ambas sociedades.
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