miércoles, 23 de marzo de 2011

ELVIDEO DE HOY SHALOM JERUSALEM by Misha Marmar (Миша Мармар). Music - Ilya Slovesnik

ULTIMO MOMENTO - EL TERROR GOLPEA A JERUSALEM – ATENTADO EN LA ENTRADA DE LA CIUDAD

ULTIMO MOMENTO - EL TERROR GOLPEA A JERUSALEM – ATENTADO EN LA ENTRADA DE LA CIUDAD



Un objeto explotó hace pocos minutos en la entrada de la ciudad. El atentado se produjo en una parada de autobús ubicada frente a la Estación Central de Autobuses de la Capital del Estado Judío. Los primeros datos arrojan decenas de heridos quienes se encontraban en la parada y en dos (2) autobuses, algunos de los heridos se encuentran en estado crítico. Aún no se sabe e número final de víctimas.


Jerusalem, 15.20 hs

Un objeto explotó hace pocos minutos en la entrada de la ciudad. El atentado se produjo en una parada de autobús ubicada frente a la Estación Central de Autobuses de la Capital del Estado Judío.
Los primeros datos arrojan decenas de heridos quienes se encontraban en la parada y en dos (2) autobuses, algunos de los heridos se encuentran en estado crítico. Aún no se sabe e número final de víctimas.
Las primeras investigaciones de la policía local consideran que un objeto explosivo fue colocado junto a un teléfono público ubicado junto a la parada de autobuses en una mochila escolar. Las fuerzas de seguridad aún se encuentran investigando el hecho.

Si bien en los últimos dos años se produjeron en Jerusalem atentados, estos no fueron realizados por medio de explosivos.
Los misiles arrojados desde la Franja de Gaza en los últimos días y este atentado en Jerusalem ponen en peligro la relativa estabilidad que aún había en Israel y los territorios palestinos, a pesar de los dramáticos cambios en la región.
El ataque más reciente perpetrado en Jerusalem se llevó a cabo hace poco más de tres años, cuando el 6 de marzo de 2008 un terrorista palestino ingresó en un seminario judío y mató a ocho estudiantes antes de ser abatido.
El 22 de febrero de 2004, un ómnibus fue el blanco del anteúltimo ataque terrorista perpetrado en Jerusalén dejando un saldo de ocho muertos. Ya antes, en agosto de 2003 y en octubre de 2002, cuando se perpetraron dos ataques contra ómnibus, causando la muerte de 23 y 19 personas, respectivamente.
Antecedente del criminal atentado
El pasado viernes 11 de marzo, por la noche, cinco miembros de una familia ortodoxa judía, que vivían en la colonia judía de Itamar -cerca de Nablus-: los dos padres y tres de sus hijos (uno de once años, otro de tres y un bebé), estaban durmiendo en su casa cuando ingresó un terrorista palestino y los mató salvajemente a cuchilladas. Este aberrante hecho -que curiosamente no tuvo la condena mundial que merecía- es el correlato directo al brutal atentado ocurrido esta tarde en Jerusalem.

Hijos que salieron de Egipto

Hijos que salieron de Egipto



[1]
Salir de Egipto no fue una tarea sencilla. Año tras año, independientemente del lugar del mundo en donde nos encontremos, somos llamados a recordar el éxodo que nos permitió liberarnos de las manos opresoras del Faraón, reviviendo en nuestros tiempos el sabor de lo que fue nuestra primera redención como pueblo.
La forma que eligió nuestra tradición para reencarnar la celebración de Pesaj fue a través del relato que se comparte en familia, todos reunidos alrededor de la mesa del Seder. A partir de la lectura en conjunto del texto de la Hagadá, todos los participantes de la cena habrán de rememorar la narrativa del pueblo judío, desde sus momentos más bajos hasta la llegada de la salvación. Es así que año tras año regresamos desde un lugar distinto al mismo libro en común, ya que como sostiene Tzvetan Todorov: “Si la literatura no nos enseñara algo esencial sobre la condición humana, no nos preocuparíamos por regresar a los viejos textos de hace dos mil años.” (1)
Ahora bien… ¿qué es aquello de la condición humana – y en nuestro caso de la condición judía – que nos sigue enseñando la Hagadá de Pesaj? En realidad, muchas son las enseñanzas que nos lega el texto, y muchas de ellas quedarán por fuera de nuestro ensayo. No obstante, en principio quisiera concentrarme en dos aristas interrelacionadas que emanan de la lectura comprensiva y a conciencia que hagamos de la Hagadá: el aprendizaje y la continuidad.
La manifestación de ambos temas es evidente y en principio no es necesaria más que una lectura primaria para dar cuenta de ellos: en el Seder somos llamados a leer el versículo bíblico que reza: “En aquel día le explicarás a tu hijo diciendo: Se hace esto con motivo de lo que Ad-nai hizo conmigo cuando me sacó de Egipto” (Ex. 13:8). Es decir, somos llamados a educar a nuestros hijos en el desafío de continuar con la tradición que se despliega en la repetición sentida de un relato que vamos incorporando generación a generación, construyendo a través de él nuestra propia identidad y sentido de pertenencia. Como sostiene Natan Ofek: “La repetición es, entonces, la fuente de la concepción tradicional de la identidad personal y colectiva, y también su clave anímica y cultural.” (2)
De acuerdo a esta narrativa, todos salimos de Egipto, pero no todos hemos transitado (ni habremos de transitar) por las mismas sendas una vez adquirida la libertad. Es por ello que uno de los textos centrales de la Hagadá nos presenta un antiguo Midrash (3) con cuatro prototipos distintos de hijos o continuadores, los cuales participan en igualdad de condiciones de la mesa del Seder: el sabio, el malvado, el simple y aquel que no sabe preguntar. Frente a ellos, es que debemos cumplir con el mandato bíblico que sostiene: “Instruye al niño en su camino y ni aun de viejo se apartará de él” (Pr. 22:6).
Sin embargo, mientras durante el Seder nos encontramos todos agradeciendo el salir año tras año de la casa de la esclavitud, al detenernos en el texto de la Hagadá, damos cuenta de que las cosas bien podrían haber sido diferentes. Todavía hoy, el hijo malvado genera muchos interrogantes que debemos abordar, y quién sabe si es posible educarlo en su propio camino de egoísmo y falta total de empatía para con su propia narrativa y tradición…

[2]
Aun cuando todos los hijos que nos presenta la Hagadá son interesantes y cada uno de ellos nos regala múltiples posibilidades de análisis y reflexión, el hijo malvado tiene algo especial. Primero porque aun cuando el texto lo presenta en una luz tan negativa sigue siendo parte del Seder, y luego porque son muchas las explicaciones que se fueron dando en relación a aquello que hizo de este hijo tan particular un hijo malvado.
Nos enseña la Hagadá:

“El malvado, ¿qué dice? “¿Qué es este servicio para ustedes?” (Ex. 12:26) “Para ustedes” – y no para él. Y debido a que se excluyó a sí mismo de la congregación, niega uno de los fundamentos [de la tradición judía]. Y tú embota sus dientes y dile: “Es por eso que Ad-nai hizo esto por mí, sacándome de Egipto” (13:8). “Por mí” – y no por él. Ya que si hubiese estado allí no habría sido redimido.”

Para algunos, como el rabino Iejiel Mijal haLevi Epstein (Siglo XIX), la maldad de este hijo se construye a partir de que declama y denigra el ritual, sin buscar en ningún momento ingresar en un diálogo sincero en base a preguntas y respuestas. La postura del rabino Epstein pende del inicio del versículo en el cual se encuentran las palabras adjudicadas al hijo malvado, en donde está escrito: “Y será cuando les digan sus hijos” (12:26). Como el texto bíblico utiliza el verbo “decir” y no el verbo “preguntar,” eso abre el camino para que el gran pecado del hijo malvado: la imposibilidad de abrirse a un diálogo fecundo que posibilite el aprendizaje significativo. (4)
Otros, como el rabino Uri Sherki (Siglo XXI), sostienen que el hijo no es responsable de haberse vuelto un malvado, ya que él no tuvo la culpa de no contar con un maestro que le enseñe y le permita aprender Torá. En ese espíritu, Sherki propone que el hijo malvado se dedique a estudiar en jevruta – es decir, en pareja – con el hijo sabio, a fin de que ambos dos vayan potenciando sus propias condiciones y capacidades. (5)
Al tornarnos hacia los comentarios de distintos maestros jasídicos, podemos ver como cada uno de ellos eligió enfocarse en un motivo distinto que llevó al hijo malvado por la senda incorrecta. Es en ese espíritu que rabi Zev Wolf haLevi de Zitomir (Siglo XVIII) describía la maldad de este hijo en su imposibilidad de relacionar la redención de Egipto y la salvación que habría de llegar en el futuro. En este sentido, el hijo malvado estaría desentendiéndose de su pasado: “Lo que pasó, pasó” – parafrasea rabi Zev Wolf al joven rebelde – “¿para qué debemos molestarnos ahora con todo este servicio?”
Por su parte, rabi Moshe Jaim Efraim (Siglo XVIII), nieto del Baal Shem Tov, se enfocaba en su comentario a la Hagadá de Pesaj en el hecho de que el hijo malvado no hubiese salido de Egipto. Según su interpretación, la redención está destinada sólo a quienes creen en el Santo Bendito sea, y manifiestan su creencia en la realización de preceptos que conforman aquel “servicio” del cual el hijo malvado descree. Para rabi Moshe Jaim, descreer del sistema legal es sinónimo de descreer del dador de la ley, razón más que suficiente para que el malvado no aspire a la llegada del redentor, y por tanto no esté preparado para salir oportunamente de la tierra de Egipto.
Según rabi Levi Itzjak de Berdichev (Siglo XVIII), el principio que el hijo malvado niega al excluirse de la congregación tiene que ver con el rol del Tzadik, con el rol que juega el justo en nuestra vida cotidiana. Mientras que en el jasidismo escucharemos una y otra vez que “el justo es el fundamento del mundo” (Pr. 10:25), y que por tanto su presencia nutre y energiza a todo el universo, rabi Levi Itzjak dirá que el hijo malvado descree de la centralidad del Tzadik, sosteniendo que el servicio que ellos hagan, será útil y significativo sólo para ellos:

“Y eso que dice: “Y tu embota sus dientes,” significa que en realidad está prohibido para el Tzadik jactarse de sí mismo y decir en su corazón que sus acciones son una defensa para el mundo y nutren a todas las creaturas, ya que para el Tzadik todas las acciones que realiza son pequeñas ante sus ojos en comparación con gracias que Ds hace con él. No obstante se permitió esta concesión debido a la necesidad puntual, para que pueda embotar los dientes de aquel malvado, y se le dio permiso al Tzadik para vanagloriarse frente a él. […] [Por tanto, puede el Tzadik decirle al malvado] que: todos los milagros y la redención de Egipto fueron posibles sólo por mí, y todas las molestias que se tomó el Santo Bendito sea en la creación de todos los mundos y todas las redenciones y milagros y la mano fuerte con la que nos liberó, todo eso fue por mí, y no por ti. “Ya que si hubiese estado allí no habría sido redimido,” y sólo por mi mérito fuiste salvado.” (6)

[3]
Un último acercamiento a la maldad del hijo que tanto nos intriga ya no procede de un maestro jasídico sino de un comentarista medieval. Rabi Iom Tov ben Abraham Ashvili, o Ritva, fue un sabio español del siglo XIV que se caracterizó principalmente por sus comentarios al texto talmúdico. No obstante, también tuvo tiempo para buscar nuevas interpretaciones a otros textos clásicos, entre ellos la Hagadá.
Dice el Ritva:

“Explicaron en el Talmud de Jerusalem [que el hijo malvado dice]: ¿cuál es el sentido de la molestia con la cual nos incomodan todos los años al retrasar nuestra cena diluyendo la felicidad de la festividad? […] “Y tú embota sus dientes” que desean masticar y comer, y dile: “Es por eso que Ad-nai hizo esto por mí, sacándome de Egipto.” “Por mí” – y no por él.”

Frente a las respuestas sutiles y complejas que vimos anteriormente, parecería que la descripción que hace el Ritva del hijo malvado es superficial y vana. Lo que marca la maldad del hijo no es una herejía en términos de dogmática o credo sino su avidez irrefrenable por la comida, su gula indómita.
Y sin embargo, las palabras del sabio español tienen mucho sentido: porque aquel que no sabe limitar su ingesta, aquel que maltrata su cuerpo y no lo cuida, también se encuentra transgrediendo fundamentos centrales de la tradición judía, no desde el intelecto sino desde un acercamiento integral al ser. Más aun: así como quien no cree en la redención o en el redentor no habrían podido salir de Egipto, de igual manera habría ocurrido con aquellos esclavos de su propia gula. De aquí que la tradición judía nos estaría enseñando que aquellos alumnos brillantes que no saben cuidar su cuerpo tampoco habrían podido salir de Egipto. Aquellos alumnos brillantes no se habrían podido siquiera mover, y menos que menos pasar cuarenta años en el desierto comiendo maná.
En consecuencia, el Ritva no hace más que seguir las enseñanzas del Rambam, a quien no solamente admiraba sino también escribió un comentario defendiendo los postulados propuestos en la Guía de los Perplejos. Maimónides, en el primero de los libros del Mishne Torá, aquel que justamente se dedica a establecer lo que él consideraba como los principios y fundamentos de la tradición judía, escribe:

“Viendo que tener un cuerpo sano y completo es parte de los caminos de Ds – ya que es imposible que entienda o sepa algo sobre el Creador estando enfermo – por lo tanto debe el hombre alejarse de las cosas que destruyen el cuerpo y acostumbrarse a las cosas que lo curan. Y estos son: Nunca debe el hombre comer sino cuando se encuentra hambriento, y nunca debe beber sino cuando se encuentra sediento […] No debe comer el hombre hasta llenar su estómago sino que debe restar un cuarto a su saciedad.” (7)

Por lo tanto, según lo planteado por el Rambam, nadie que se considere a sí mismo como sabio habrá de descuidar no sólo su estudio sino también su estado físico en general. En consecuencia, el Ritva nos presenta otra clase de hijo malvado en el Seder de Pesaj, aquel que puede ser muy entendido e inteligente, pero que al negar el fundamento de la importancia de la salud y el cuidado de su cuerpo no sería merecedor de la redención, ni en Egipto ni a futuro. Aquel que sepa el Talmud de memoria pero no preste atención a sus triglicéridos; aquel que sea un genio creativo en la exégesis del texto bíblico pero no invierta parte de su tiempo en ejercitarse o neutralizar su gula; y aquel que se presente como el paladín de la Halaja pero fume sin contención nunca serán considerados sabios. Para aquellos que son muy inteligentes pero poco sabios, el texto de la Hagadá viene a recordar que de no cambiar sus actitudes lejos habrán de quedar de una verdadera libertad.

[4]
Y aun así, año con año, todos los hijos vuelven a sentarse en el Seder. Los cuatro hijos de la Hagadá y – como sostiene Amijai en su poema – todos los hijos e hijas que no aparecen tipificados por el texto pero que se encuentran con nosotros y los reconocemos y abrazamos.
Al final de todas las cuentas, parecería ser que la pregunta es: ¿por qué? ¿Por qué si hay hijos marcados por nuestra tradición como irredimibles, aun así la misma tradición es la que los convoca generación a generación?
Creo que la respuesta puede desdoblarse en dos opciones básicas, las cuales en algún punto no dejan de estar entrelazadas: por un lado, uno de los pilares fundamentales del judaísmo gira en torno a la Teshuvá, a la posibilidad del arrepentimiento y del retorno. En consecuencia, al reunirnos una vez más alrededor de la mesa del Seder, nosotros esperamos que aquellos que en un pasado fueron catalogados como malvados puedan reflexionar sobre sus decisiones y actitudes y obrar de manera diferente. Y en realidad, eso sólo se puede lograr a partir de construir un marco que los contenga y acompañe en ese espacio de introspección personal. Marginalizar a quien ha obrado mal en el pasado no suele ser un buen camino hacia el cambio. Y quizá algo de todo esto haya estado en los pensamientos de rabi Menajem Mendel de Rimanov (Siglo XVIII), maestro jasídico que al comentar la Hagadá sostuvo:

““El precepto de Ad-nai es puro, alumbra los ojos” (Sa. 19:9). Incluso un completo malvado que se ocupa de [estudiar] la Torá, la luz que se encuentra en ella lo regresa hacia el bien.”

Pero sumado a la posibilidad del arrepentimiento, creo que hay otra arista a ser explorada, la cual tiene que ver con el amor hacia nuestros hijos e hijas. Difícilmente exista amor más incondicional que el de los padres hacia sus hijos. Tan incondicional es ese amor que independientemente de las decisiones que hayan tomado nuestros descendientes, nosotros los seguiremos amando sin miramientos. De alguna manera, eso es lo que reconoce la Hagadá de Pesaj, haciéndose eco al mismo tiempo del dictamen rabínico que sostiene sobre el pueblo de Israel que: “Aun cuando transgredió, sigue siendo Israel” (Sanhedrin 44a).
Nuestros textos describen una y otra vez a Ds en calidad de padre, y por tanto, aun cuando la idea de la frase de Sanhedrin no es hacer apología del delito, lo que se nos intenta decir es que sin precondiciones, Ds nos seguirá acompañando a lo largo del camino, siempre esperanzado en que aceptemos su sutil invitación de obrar de la mejor manera posible.
De igual manera ocurre con el hijo malvado en Pesaj. Y a fin de lograrlo, nuestra tradición no sólo apela a la capacidad de arrepentimiento de quien obra equivocadamente, sino también a nuestra capacidad de despegarnos de los estereotipos que se van construyendo con el tiempo. En el momento del Seder nuestros hijos no son estigmatizados por aquello que hacen, sino por la relación que nos une a ellos, y que trasciende toda adjetivación.
Y quizá no sea casual que es en ese amor incondicional que logramos acceder a otro tipo de libertad, ya que dejamos de depender del apego a lo hecho en el pasado. Como sostienen Varela, Thomson y Rosch:

“Hacer lo que deseamos impulsados por nuestro sentido del yo (acto volitivo) es, según este sistema, la menos libre de las acciones; está encadenada al pasado por ciclos de condicionamiento, y deriva en mayor sometimiento a los hábitos en el futuro. Ser gradualmente más libre es ser sensible a las condiciones y posibilidades genuinas de una situación presente, y poder actuar de una manera abierta, no condicionada por el apego y las voliciones egoístas. Esta apertura y esta sensibilidad abarcan no sólo la esfera inmediata de percepciones, sino que nos capacitan para valorar a los demás y desarrollar una comprensión compasiva de sus problemas.” (8)

De esta manera, en Pesaj somos llamados a recordar nuestra salida de Egipto sin apegarnos excesivamente a un pasado que nos deje encerrados en lo que no fue ni será; somos invitados a sentarnos juntos a todos nuestros hijos e hijas y a reflexionar sobre los fundamentos físicos y metafísicos que nos llevarían a perder la redención; y somos interpelados en el desafío del amor sin condiciones que justamente genera los espacios necesarios para que aquel que en un pasado obró mal pueda reconectarse con su tradición, encontrando de esta manera los caminos que le permitan seguir buscando su propia libertad y su propia redención.

PESAJ: Leyes y Costumbres del mes de Nisan

Leyes y Costumbres del mes de Nisan

1. Las leyes y las costumbres del mes que corresponde a Pesaj se comienzan a estudiar treinta (30) días antes del comienzo del Jag, por lo tanto es muy importante estudiar y repasar las Halajot de Pesaj para tenerlas presentes anticipando el comienzo del Jag.

Todos aquellos estudiantes de la Torá que estuvieran estudiando Halajot ó Talmud referentes a otros temas, no deberán cambiar el tema que los concierne. Asimismo en los cursos dictados en Batei Knesiot en donde se estudian cursos que abarcan otros temas, no deberán cambiar los temas regulares que estuvieran tratando para estudiar Halajot Pesaj, sino que seguirán con su estudio regular.

De todos modos cada uno deberá hacerse un tiempo determinado para volver a repasar las Halajot de Pesaj.

2. El mes de Nisan es un mes de alegría para el pueblo de Israel. Fue así en el pasado, lo sigue siendo en el presente y lo seguirá siendo en el futuro, ya que en Rosh Jodesh Nisan en el segundo año que Benei Israel salieron de Mitzraim, el Mishkan fue inaugurado, y durante doce (12) días los jefes de las distintas tribus traían una ofrenda diferente para ofrecer en el Mishkan.
Cada uno de los doce (12) días era considerado entonces un (1) día de Iom Tov.
El día trece (13) se consideraba Isrug Jag (día posterior a Iom Tov).
El día catorce (14) es la víspera de Pesaj.
A continuación vienen los siete (7) días de Pesaj.
El día veintidos (22) es el Isru Jag de Pesaj, y el tercer (3º) Beit Hamikdash, que pronto veamos su reconstrucción se hará realidad en Iom Tov de Pesaj.
La inauguración del tercer (3º) Beit Hamikdash que se festejará durante siete (7) días consecutivos, tendrá lugar al finalizar Jag HaPesaj.
De esta manera, todo el mes de Nisan es símbolo de alegría y regozijo para el pueblo de Israel.

3. Por lo mencionado en el punto anterior durante todo el mes de Nisan, no se recita Vidui y Nefilat Apaim. Según la tradición Sefaradí en este mes tampoco se menciona el capítulo Iaanja H´Beiom Tzara en la Tefilá de Shajarit, ni tampoco el capítulo Tefilá LeDavid, ya que en ambas instancias se recuerdan los sufrimientos; y siendo que Nisan es un mes lleno de dicha no se deben mencionar las penas.
Sin embargo aquellos que sigan la tradición Ashkenazí deben mencionar en la Tefilá de Shajarit el capítulo aanja H´Beiom Tzara, excepto en la víspera de Pesaj y en Jol Hamoed.

4. En los Shabat ot del mes de Nisan, se acostumbra que en la Tefilá de Minjá de Shabat no se mencionen los versículos Tzikateja.

5. En el mes de Nisan no se debe hacer ningún ayuno comunitario.
Sin embargo si alguien decidiera ayunar en forma individual puede hacerlo, por lo tanto aquellos que acostumbran a ayunar en el aniversario del fallecimiento de sus progenitores, pueden hacerlo, salvo que la fecha coincida con Rosh Jodesh Nisan, ó durante los días de Pesaj.
Según la tradición Ashkenazí no se puede hacer ningún ayuno durante el mes, excepto el que se acostumbra hacer tras sufrir una pesadilla.

6. Aquellas personas que acostumbran que el novio y la novia ayunen el día de la Jupá, pueden cumplir con esta tradición aún si el casamiento aconteciera en el mes de Nisan.
Según la tradición Ashkenazí, los novios pueden ayunar aún si se casaran el día de Rosh Jodesh Nisan. Según la tradición Sefarafí en Eretz Israel los novios no acostumbran a ayunar en ningún momento del año en la víspera de su boda.

7. Es una buena costumbre leer a partir del primer (1º) día del mes de Nisan, el capítulo de la Torá correspondiente a ese día en particular y que trata de las ofrendas que traían los jefes de las diferentes tribus en las celebraciones de la inauguración del Mishkan.
Siendo que fueron doce (12) días, cada día se acostumbra a leer la sección correspondiente.
El día trece (13) de Nisan, se lee desde el principio de la Perashá Behaaloteja, hasta el versículo que dice Ken Asa Et Hamenora.

Existe una costumbre Ashkenazí de leer estos párrafos directamente del Sefer Torá (sin mencionar las berajot), los Sefaradim acostumbran a leerlos del Jumash.

Shabat Hagadol

8. El Shabat anterior a Pesaj se llama Shabat Hagadol por el gran milagro que entonces ocurrió. El año que Am Israel salió de Mitzraim, Jag HaPesaj comenzó el día jueves, y el Shabat anterior que aconteció el día diez (10) de Nisan, tuvo Am Israel la oportunidad de cumplir con la mitzvá de tomar un cordero por familia para utilizarlo como Korban Pesaj, y cuando los mitzrim les cuestionaron su actitud, los iehudim respondieron que lo que estaban haciendo era una ofrenda para H´ que iba a matar a los primogénitos de los mitzrim.
La sangre de los corderos se iba a utilizar para marcar los dinteles de las puertas de los iehudim para que en las casas marcadas no murieran los primogénitos de Benei Israel.

De inmediato los primogénitos de las familias de Mitzraim fueron a hablar con sus Padres y con Paró para exigirles que liberen a Am Israel y así poder salvar sus vidas. Sin embargo no fueron escuchados. Se instaló en ese momento un estado de belicosidad entre los primogénitos y los mitzrim. Como resultado de esta reyerta murieron muchos mitzrim.
Cuando los mitzrim se dieron cuenta lo que estaba sucediendo, tomaron sus espadas y comenzaron a perseguir a Am Israel con el objetivo de exterminarlo.
H´ se apiadó de Am Israel, castigó a los mitzrim con diferentes enfermedades y diversos sufrimientos hasta que se vieron obligados a retroceder y dejar de atacar a Am Israel.
De esta manera el Pueblo de Israel se pudo salvar del exterminio.
Por lo tanto, y recordando este milagro este Shabat se recuerda por siempre como Shabat Hagadol, el Shabat en que ocurrió el gran milagro.

9. La costumbre es que en Shabat Hagadol se reunen todas las personas en el Beit Hakneset y los Rabanim dictan derashot referentes a halajot Pesaj, al Seder y demás comentarios sobre la Hagadá de Pesaj.

Halajot Bedicat jametz

El origen de la mitzvá
1. Es una mitzvá de la Torá eliminar todo el jametz, según dice el pasuk en el libro Shemot 12.15, y los jajamim establecieron buscar el jametz en los ámbitos hogareños y laborales para sacarlo y quemarlo, antes de la hora establecida en que está prohibido tener jametz en dominio propio.
Antes de la noche del catorce (14) de Nisan se deberá limpiar la casa minuciosamente, las alfombras, las alacenas, los juguetes, revisar los bolsillos de la ropa y especialmente la ropa de los niños para asegurarse que no hubiera quedado jametz. Es una costumbre establecida para todos de limpiar a fondo las casas antes de Pesaj.

El momento de la Bedica
2. La noche del catorce (14) de Nisan es el momento indicado para realizar Bedicat jametz, una vez que salen las estrellas, es decir quince (15) minutos después de la puesta del sol.
Si por fuerza mayor la persona no hubiera podido realizar la Bedica en el momento estipulado la podrá realizar más tarde. En caso de haber hecho la Bedica antes del catorce (14) de Nisan, deberá volver a hacerla en esa fecha.

3. Aquella persona que acostumbra a concurrir a un curso de Torá por las noches, y el horario coincidiera con la hora de salida de las estrellas, no deberá anular su clase, sino que es preferible adelantarlo para luego ir a su casa y realizar la Bedica. En esa instancia es bueno que la persona anuncie al resto de los integrantes del shiur lo que va a hacer para que todos recuerden cumplir con la mitzvá.

Comer, trabajar ó estudiar antes de la Bedica
4. Está prohibido comer media (1/2) hora antes de la hora establecida para realizar Bedicat jametz, para evitar tardanzas en caso que la comida se prolongara. Esta prohibición es para comer más de cincuenta (50) gramos de pan ó tortas, pero podrá comer frutas ó verduras y también pescado ó carne. También puede tomar té ó café, ó cualquier infusión.
Si la persona le hubiera encargado a un tercero que le recuerde el momento justo de la Bedica, podrá comer sin restricciones lo que desee. Hay quienes acostumbran a no comer absolutamente nada media (1/2) hora antes de la Bedica.

5. No se puede comenzar ningún trabajo ni irse a dormir media (1/2) hora antes de la hora de Bedicat jametz. Tampoco se puede comenzar a estudiar Torá en ese horario. Si hubiera comenzado a realizar una actividad una (1) hora ó más antes de la hora de la Bedica, no deberá interrumpirlo aún llegada la hora, ya que lo empezó a realizar antes de la media (1/2) hora previa establecida.

La berajá sobre la Bedica
6. Antes de comenzar la Bedica deberá pronunciar la berajá Baruj.... Asher Kideshanu Bemitzvot av Vetzivanu Al Biur jametz, que significa que recae sobre nosotros la obligación de exterminar los restos de jametz, y el motivo por el cual se dice exterminar y no revisar, es porque el objetivo de la Bedica es justamente ese, exterminar los restos del jametz que pudiera encontrar.

7. Si bien la mitzvá de Bedicat jametz se realiza una (1) sola vez al año, no se recita antes Shehejeianu , ya que esta berajá se recita anticipando una alegría, pero eliminar el jametz no es motivo de regozijo, por lo tanto no se dice antes de la Bedica, Shehejeianu ....
También, se dice la berajá de Shehejeianu la primer (1º) noche del Seder de Pesaj, y esta abarca todas las mitzvot que atañen al cumplimiento de Jag HaPesaj.
Siendo que hay opiniones de jajamim que dicen que se debe decir Shehejeianu antes de la Bedica, es bueno tener una fruta nueva que esté frente a él antes de realizar la Bedica, y cuando termine de hacerla, tomará la fruta, y dirá la berajá Shehejeianu antes de comerla y pensará también en la mitzvá de la Bedica para incluirla en la misma berajá.

8. Después de recitar la berajá Al Biur jametz, no se puede hablar hasta el momento de comenzar la Bedica, y si hubiera hablado en ese momento sobre algún tema no relacionado con la mitzvá, deberá recitar la berajá nuevamente.
Una vez que ya comenzó la Bedica podrá hablar lo que necesite decir siempre referido a la acción que está realizando y excluyendo todos los temas que no tienen referencia con la Bedica. Si hubiera hablado de algún tema no relacionado con la mitzvá una vez que ya empezó a realizar la Bedica, no deberá volver a recitar la berajá.

9. En el caso de una persona que fuera dueña de muchas propiedades, deberá realizar Bedicat jametz en todas, sin embargo con una sola berajá incluirá a todas, y cuando va de una a otra no significa interrupción y no deberá repetir la berajá. Es importante una vez que recite la primer (1º) berajá que vaya directamente a las otras propiedades sin desviarse en su camino.

La manera de realizar la Bedica
10. La Bedica se debe realizar en todos los rincones de la casa, inclusive en lugares donde no hay jametz habitualmente. Se revisarán grietas, balcones, y específicamente las alacenas de la cocina, en la heladera, y en los lugares en donde habitualmente hay jametz. Por lo tanto se debe realizar Bedica en todos los ambientes de la casa prestando especial atención a los lugares donde habitualmente se guarda jametz.
En una casa donde hay niños se debe revisar con más cuidado ya que ellos pueden dejar rastros de jametz en lugares insospechados.
En el momento de la Bedica no hace falta revisar los bolsillos ya que se confía en la limpieza que se realizó los días anteriores. Hay quienes acostumbran a revisar también los bolsillos en la Bedica de la noche del catorce (14) de Nisan.

11. La persona debe poner especial empeño en no cumplir la mitzvá de la Bedica de forma rápida. Si bien puede resultar engorroso y trabajoso el cumplimiento estricto, según nuestros jajamim la recompensa es directamente proporcional al esfuerzo que se hace por cumplir con la mitzvá. El cumplimiento correcto dará la seguridad de que no quedan rastros de jametz dentro del ámbito de la casa.
El ARIZAL decía que las personas que se esmeran por no tener jametz no cometerán pecados durante el año.

12. En caso que fuera muy difícil para alguien realizar la Bedica, se puede compartir la tarea con otros miembros de la casa, cada uno revisando un sector y todos los encargados de hacerlo se paran junto al dueño de la casa que dice la berajá.
A continuación todos, inclusive el dueño de la casa comienzan a cumplir con la mitzvá. Si algún impedimento físico le impediría al dueño de casa cumplir con la Bedica y debiera delegarla a terceros, no podrá recitar la berajá.

13. La Bedica también se debe realizar en el auto, en el negocio y en las empresas. Asimismo los encargados de los Batei Knesiot y Yeshivot deberán preocuparse que no haya jametz en el lugar y realizar Bedicat jametz.
En ninguno de estos casos se recita una berajá.
Es bueno realizar la Bedica después de haberla hecho en su hogar para que la berajá abarque los lugares que debe revisar de su dominio.

14. La habitación en donde se pone todo el jametz que se venderá a un goi quedará cerrada bajo llave durante los días de Pesaj y si bien recién la venta del jametz se hace a la mañana siguiente de la Bedica, no hace falta realizar Bedica en esa habitación.

15. Se acostumbra a desparramar en la casa pequeños trozos de pan, envueltos para que no se esparzan las migas, y en el momento de realizar la Bedica, los encuentra y al día siguiente los quema. Según la kabalá se deben poner diez (10) paquetitos de pan, y si bien es sólo una costumbre, es bueno cumplir con ella. Es aconsejable anotar en donde se escondieron los paquetitos de pan para que en caso de no encontrar todos se pueda ubicar el faltante. Si uno (1) de los paquetitos no se encontrara, no deberá realizar la Bedica nuevamente basándose en Bitul jametz es decir anular el jametz.

16. Hay quienes acostumbran que el responsable de realizar la Bedica lleva consigo un plato con un pedazo de pan y un cuchillo para ir revisando los distintos recovecos del lugar. También hay gente que acostumbra a poner en este mismo plato un poco de sal. Al día siguiente se quema el jametz que estaba en el plato junto con lo que encontró durante la Bedica.

La vela de la Bedica
17. La Bedica se debe realizar alumbrando el camino con una vela de cera, y si no hubiera vela puede utilizar una linterna. Las velas que se usan de parafina pueden ser utilizadas para ese fin.

18. No se puede realizar Bedicat jametz a la luz de una antorcha porque es peligroso y la persona estará más concentrada en el peligro de incendio que en la Bedica en sí.
Si la persona hubiera realizado la Bedica a la luz de una antorcha, deberá realizarla nuevamente con una vela. Esta segunda vez no deberá volver a recitar la berajá. Se considera antorcha a una vela que tenga más de una mecha, y donde ambos fuegos se tocan.

19. No se realizará Bedicat jametz a la luz de una vela de cebo ya que como no es kasher la persona estará pendiente que la vela no se derrita sobre algún cubierto y lo haga taref.
Tampoco se puede utilizar con una vela de grasa kasher, ya que si una gota de esta vela cayera sobre un utensilio de leche lo haría taref.
Las velas de aceite no se utilizarán para estos efectos ya que el aceite se puede derramar y la persona no se va a concentrar adecuadamente en el cumplimiento de la mitzvá de revisar a conciencia.
Si la persona hubiera revisado con alguno de estos tres elementos, la mitzvá se da por cumplida y no deberá repetir la Bedica.

20. No es necesario apagar las luces eléctricas en el momento de la Bedica. La idea es que el lugar esté lo más iluminado posible para ver bien todo.

Prohibiciones del jametz

Anular el jametz
1. Los jajamim establecieron que se debe anular el jametz después de la Bedica, aunque según la Torá, en el momento que la persona revisó toda la casa y que el jametz que hubiera encontrado lo hubiera quemado posteriormente, no haría falta anularlo.
Sin embargo nuestros jajamim establecieron el bitul- la anulación- por si la persona no hubiera realizado Bedicat jametz tal como se debe ó si no hubiera llegado a quemarlo en el momento indicado.

2. La anulación del jametz se hace recitando el Kal Jamira que significa que la persona declara que todos los alimentos que contengan jametz ó levadura que estén en el dominio de la persona y no los hubiera podido ver ó quemar, que se anulen tal como el polvo.

Mientras recita esta anulación la persona debe entender lo que está diciendo, por lo tanto lo deberá decir en un idioma que él entiende, es decir si lo hubiera recitado del Sidur y no hubiera entendido el significado, deberá repetirlo en su idioma ya que la anulación del jametz no es una Tefilá.

3. Se acostumbra a repetir el párrafo de Kal Jamira tres (3) veces para reafirmar la anulación.

4. La anulación del jametz se hace dos veces, una en el momento de terminar Bedicat jametz, y la segunda después de quemar el jametz al día siguiente. Hay una diferencia entre lo que se menciona entre una anulación y la otra.
En la que se dice después de Bedicat jametz, se anula todo el jametz que no hubiera encontrado. Al día siguiente después de quemar el jametz anula el que vio y el que no vio.

5. La anulación del jametz que se hace de día se hace antes del horario en que rige la prohibición de tener jametz bajo su dominio. Si ese horario hubiera pasado ya no podrá anularlo.

6. Si la persona responsable no estuviera en su casa, ó en caso que la mujer tuviera dudas que el marido cumplió con la anulación, deberá anularlo ella aún si el marido no se lo hubiera encargado mientras dirá en un idioma que entiende que todo el jametz que está en las propiedades de su marido queda anulado.

El momento de la prohibición del jametz
7. Según la Torá la prohibición de comer jametz es a partir del mediodía del catorce (14) de Nisan. Nuestros jajamim avanzaron con la restricción y dijeron que dos horas antes de ese momento ya no se puede consumir jametz, y una hora antes del mediodía no se puede tener beneficio alguno de él.
Por lo tanto la persona deberá quemar el jametz antes de ese horario e inmediatamente después lo anulará.

8. El horario de la prohibición del jametz se calcula en horas proporcionales al día y se dividen las horas a partir del comienzo del día en doce (12) partes iguales, y cada una de ellas se llama una (1) hora -Shaa Zemanit- que se cuenta desde el alba.
Si fuera a las cuatro (4) de la mañana y la puesta del sol fuera a las seis (6) de la tarde, hay catorce (14) horas.
Cada hora es de setenta (70) minutos, calculando de esta forma está prohibido comer jametz (4) horas proporcionales después del alba, y a las cinco (5) horas proporcionales no se podrá tener provecho alguno del jametz.

9. Después de terminar el desayuno el día catorce (14) de Nisan, cada uno deberá cepillarse los dientes para quitar todos los restos de jametz que hubieran en la boca.

Eliminar el jametz
10. Es una mitzvá de la Torá eliminar el jametz el día catorce (14) de Nisan, y esta mitzvá recae tanto sobre los hombres como sobre las mujeres, por lo tanto si el hombre no estuviera en su casa la mujer se hará cargo de ello.

11. Biur jametz - Eliminar el jametz- Esta mitzvá se cumple quemando el jametz, ó transformándolo en migas y esparciéndolo al viento ó también lo puede tirar al mar. La costumbre es de quemarlo.
Es preferible antes de hacerlo cortar el jametz en pequeños trozos y ponerle un poco de alcohol para poder quemarlo bien.

12. Llegado el momento de cumplir con la mitzvá de Biur jametz no deberá realizar ninguna tarea.

13. Aquella persona que hubiera sacado el jametz de su casa y lo hubiera dejado en la vía pública, no tiene la obligación de quemarlo, pero dentro de sus posibilidades es preferible que lo queme.
Aquella persona que estuviera caminando por la calle en los días de Pesaj y viera jametz no deberá tocarlo.

El jametz después de Pesaj
14. Aquella persona que deja jametz en su casa en los días de Pesaj pierde la posibilidad de cumplir con una mitzvá de la Torá, y transgrede una prohibición, por lo tanto nuestros jajamim prohibieron que el jametz que hubiera estado bajo dominio de un iehudi durante los días de Pesaj sea utilizado después para provecho propio y de otras personas incluso si estas desconocen el hecho que el jametz perteneció a un iehudi durante los días de Pesaj.

15. Al finalizar Pesaj se deberá tener mucho cuidado al comprar alimentos de un negocio que pertenece a un iehudi sabiendo que este no cumplió con la obligación de venderlo en los días de Pesaj, únicamente podrán comprar en el comercio si el dueño mostrara el papel firmado por las autoridades rabínicas del lugar que certifican que él no era dueño del jametz en Pesaj.

La venta del jametz

1. Antes de Pesaj se puede vender el jametz a un goi y de esa manera no estará obligado a quemarlo y ese jametz que ya no es de él podrá permanecer en su casa. Después de Pesaj podrá comerlo y tener provecho de él. Si la persona no hubiera vendido el jametz, y solamente lo hubiera anulado, ese jametz no puede permanecer durante los días de Pesaj en su casa.

2. La venta del jametz se deberá hacer antes del momento en que rija la prohibición de tenerlo en su casa, ya que pasado ese momento no se considera que pertenece a la persona y por lo tanto no lo podrá vender. Hoy se acostumbra en las comunidades a llenar un formulario con el jametz que se encuentra en el dominio de cada persona y se le entrega al rabino de la comunidad a la que pertenece, y a su vez los rabinos toman todos los papeles de venta y se los entregan a un goi para venderlo en la mañana de la víspera de Pesaj. La persona que por algún motivo no puede realizar este trámite, puede mandar en su lugar un representante que lo haga por él, siempre que sea mayor de trece (13) años.

3. Cuando se prepara el formulario para vender el jametz, no se deberá vender los utensilios que se utilizan para cocinar, porque si así lo hiciera, cuando termina Pesaj los deberá llevar para hacerles tevilá ya que pertenecieron a un goi. En cambio podrá vender el residuo de jametz que está en los utensilios.

4. El lugar que se elige para guardar el jametz tiene que ser un espacio que no se utilice habitualmente, y es bueno que se lo cierre con llave, en caso de no poder cerrarlo así se deberá colocar un cartel que diga jametz, para recordar que es un lugar que debe permanecer cerrado durante el jag.

5. La persona que no hubiera vendido el jametz a un goi en Pesaj, y solamente hubiera recitado el Kal Jamira para anularlo, cuando termina Pesaj no podrá tener provecho de ese jametz, pero en caso de haberlo anulado antes de Pesaj y hubiera tenido un percance que le impidió quemarlo, si esto ocasionara grandes pérdidas el jametz podrá ser utilizado cuando termine Pesaj. Es bueno ante una situación así que se consulte con el rabino para saber cual es la forma de proceder.


PESAJ SAMEAJ ¡ ¡ ¡ ¡ ¡ ¡
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