domingo, 13 de marzo de 2011

La revolución arabe

Por Nahum Bergstein Ex legislador del Partido Colorado

Parece ciencia ficción. Un tunecino abrumado por el desespero se inmoló por el fuego, sin matar ni querer matar a nadie. Lo hizo el día que no pudo llevar a su casa unas pocas monedas para comprar algo de comida. Esta tragedia desató una imprevisible revuelta que, con el transcurso de las semanas, se torna cada vez más indescifrable. Como si el mundo árabe hubiera sido tocado por una varita mágica, los objetivos declarados son:- Democracia y mejor calidad de vida. Vargas Llosa lo califica como un movimiento emancipador de carácter civil, no religioso, inspirado en ideales democráticos de libertad política, elecciones libres, lucha contra la corrupción, justicia social; en suma, la libertad como llave maestra para vivir sin miedo, dentro de la legalidad y con oportunidades de progreso. Habría que ser ciegos o muy prejuiciados para no advertir que el motor secreto de este movimiento es un instinto de libertad y de modernización. La equivocación garrafal sería creer que gracias a este movimiento emancipador, el integrismo islámico podía apoderarse de toda la región...(Fin de la cita)

Me siento aludido porque desde esta página expresé mis dudas sobre el carácter de la revuelta y sus fines. Quisiera estar equivocado, porque deseo como el que más que en el Medio Oriente reine la paz y no el conflicto, que la esperanza alivie el sufrimiento, y que la libertad triunfe sobre la tiranía. Alcanza con imaginar al democrático Israel rodeado por países árabes igualmente democráticos. ¿Acaso puede haber guerra entre dos países democráticos? Pero debo admitir que mis dudas se mantienen. Tomemos algunos hechos de estas semanas:

1.- El gobierno de transición instalado en Túnez hace algunas semanas, después del derrocamiento de Ben Alí, ya fue sustituido por otro más radical. (Cuando derrocaron al zar, la sustitución de los mencheviques por los bolcheviques insumió varios meses. Lo mismo sucedió cuando Khomeini instaló un gobierno moderado para suceder al shá); 2.-Luego de la expulsión de Mubarak fueron liberados 109 presos pertenecientes a organizaciones islamistas; 3.-Del seguimiento de diversas corrientes islamistas que hace el "Middle East Media Research Institute", aparecen llamados de diversas fuentes, incluso altas jerarquías religiosas, para prepararse discretamente y organizarse militarmente en el Sinaí. También exhortaciones a los jeques justos y devotos de Egipto a levantarse de su letargo y dirigir a las masas de jóvenes- (Difusión www.porIsrael.org); 4.- Curiosamente no estalló ninguna revuelta en el de por sí convulsionado Líbano. Falta decir que el actual primer ministro fue propuesto; mejor dicho, impuesto, por el Hezbollah; 5.- Como escribiera Lincoln Maiztegui, el régimen de Kadafi es una vergüenza del género humano, sin perjuicio de lo cual cabe el asombro por la sospechosa unanimidad de levantamientos contra los regímenes menos hundidos en la teocracia. ¿No terminará, se pregunta, en un avance del medioevo irracional y racista? Llama la atención que en países gobernados por dinastías que llevan siglos y décadas, como Arabia Saudita o Siria, la situación sea relativamente tranquila.

En ninguno de estos casos advierto lo que Vargas Llosa define como "el instinto de libertad".-

Párrafo aparte merece el islam en el islam clásico, como señala Bernard Lewis, no había diferencia entre Iglesia y Estado. A lo largo de la historia del judaísmo y del cristianismo han habido dos poderes, espiritual y temporal, que podrán estar en armonía o en conflicto. No es el caso del islam donde no hay parejas de palabras que correspondan a espiritual y temporal, laico y eclesiástico, religioso y secular. La palabra que se acuñó para "secular" se incorporó al árabe hace unos 100 años. La misma noción de jurisdicción y autoridad seculares se ve como una impiedad e incluso como la mayor traición al islam. La unidad entre política y religión, o sea la definición de identidad política y lealtad por el hecho de compartir una misma adhesión religiosa, es esencial en el islam. -

A partir del siglo XIX hubo un cambio. Hasta entonces las potencias occidentales eran el producto natural de la política de los infieles, a las que los árabes debían oponerse religiosa y políticamente, de acuerdo a lo que disponen los textos sagrados del islam. Pero la idea del colonialismo fue tomando cada vez más cuerpo, de manera que la lucha contra el imperialismo asumió un carácter nacionalista compatible ¬al menos teóricamente- con la libertad y creación de un gobierno constitucional. Esto requería, como subraya Lewis, un gigantesco esfuerzo de renovación del islam por parte de los constitucionalistas islámicos, para encontrar una base para sus nuevas legislaciones en la ley y tradición musulmana. Pero estos intentos de modernización no cristalizaron. No pudieron modernizar el islam, ni aliviaron los sufrimientos de la gente necesitada. Había más posibilidades para ello hace un siglo que en la actualidad, porque desde entonces los islamistas siguieron creciendo. Dicho sea de paso, las actuales revueltas tienen lugar precisamente cuando están en la cresta de la ola.-

Jean Daniel cree que estamos en los umbrales de un islam cuya práctica se dirigirá cada vez más hacia la esfera privada lo cual, en verdad, significaría un cambio positivo. Otros, como Dominique Moïsi van más lejos y pronostican el advenimiento de un post-islamismo en el mundo árabe. Desde mi punto de vista, las reacciones políticas de Occidente deberían estar marcadas por la prudencia y la determinación:- una vez adoptada una estrategia, mantenerla. Pero sería prematuro, casi una ingenuidad, echar desde ya las campanas al vuelo.-
Powered By Blogger