domingo, 6 de marzo de 2011

¿Alguien sabe cómo apagar esto?


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El inmenso incendio en que se ha convertido toda la costa africana del Mediterráneo, amenaza con extenderse al resto del mismo mar.
El inmenso incendio en que se ha convertido toda la costa africana del Mediterráneo, amenaza con extenderse al resto del mismo mar. Nadie sabe qué puede suceder cuando el fuego inextinto de Egipto, Túnez, Libia, prenda en España, Italia o Grecia por poner tres ejemplos. Nadie sabe si las chispas saltarán y nadie sabe qué está sucediendo en el fondo de este misterioso y extraño conflicto generalizado, donde sociedades cuyo único nexo común es el idioma, la cultura y la religión mayoritaria, el Islám, poseen diferencias abismales entre sí. Libia ha sido una jaula de oro para sus habitantes, como Bahrein lo ha sido para sus propios habitantes, baste con leer la tabla comparativa siguiente:
RPC: Renta Per Cápita

PIB: Producto Interior Bruto
LIBIA TUNEZ BAHREIN EGIPTO
POBLACIÓN 6 Millones 10 Millones 750.000 79 Millones
RPC 14.600 Dólares 8.450 Dólares 36.600 Dólares 6.270 Dólares
PIB 8.500 Mill. Dól. 3.480 Mill. Dól. 24.450 Mill. Dól. 175.450 Mill. Dól.
ALAFABETIZACIÓN 72% 65% 83,5 % 59,4 %
USUARIOS INTERNET 4% 11% 20% 8%
Las diferencias no permiten atribuir las mismas causas que se argumentan como origen común para los estallidos sociales de estos cuatro países árabes. Y si la razón es la existencia de pobreza y miseria, tomemos a Bahrein donde habrá desigualdades, corrupción y despotismo, todo lo que gusten, pero no pobreza generalizada y por eso mismo no hay razones que justifiquen la necesidad de abolir lo que no existe legitimando un levantamiento, la RPC está muy por encima de las otras cuatro naciones. Si lo que se pretende justificar es el uso de las redes sociales, Libia siendo la nación más afectada posee la cuota más baja de usuarios de internet, lo que reduce su uso como vehículo para la extensión del conflicto a un punto casi descartable. Si tomamos la tasa de alfabetización como problema de fondo, tampoco se entiende que Libia tenga eso como problema, ni siquiera Túnez. Tal vez Egipto sí pueda ofrecer un perfil apropiado para justificar unas reclamaciones justas, sin embargo las que hasta ahora se están ofreciendo argumentan las redes como instrumento para el levantamiento popular, con un ridículo 8% se desmorona cualquier razonamiento por mucho que se insista en eso.
La mecha sigue encendida, el fuego ardiendo, el polvorín está lejos de haber reventado del todo y lo que es peor, su origen sigue siendo todavía una incógnita. El único Estado que hasta la fecha está sabiendo ocupar el lugar que le corresponde en este peligroso tablero es Israel, que está manteniendo un prudente silencio y una exquisita cautela, para hipocresías y dobles lenguajes ya están los europeos, todos afectados por el posible corte de suministros petrolíferos, que podrían despedazar los esfuerzos de la Comunidad Europea para salir de una crisis que tiene muchos lados oscuros y pocos visos de solución a corto plazo.
Nadie sabe lo que está sucediendo de verdad, nadie sabe qué hacer en medio de este seísmo social que tiene al Mediterráneo a punto de incendio generalizado, nadie dice la verdad, aquí cada cual vende la mercancía que más le apetece, gusta y otros compran, la verdad es que cualquier explicación resulta grotesca y poco convincente, no se sostiene a poco que se busquen contrastes reales. Aquí el fuego está demasiado cerca y nadie cree que le vaya a abrasar. Pues si nadie sabe cómo apagarlo, nadie está libre de las llamas
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