domingo, 12 de diciembre de 2010

EL CORAJE DE ENFRENTARSE A ISRAEL

Líder israelí no quiere compartir Jerusalén

JERUSALEN (AP) — El primer ministro israelí Benjamín Netanyahu restó importancia el domingo al llamado de un importante aliado para compartir la ciudad santa de Jerusalén con los palestinos, otro reco...
- The Associated Press
The Associated Press
JERUSALEN (AP) — El primer ministro israelí Benjamín Netanyahu restó importancia el domingo al llamado de un importante aliado para compartir la ciudad santa de Jerusalén con los palestinos, otro recordatorio de los retos que enfrenta Estados Unidos mientras cambia de estrategia para lograr la paz en Medio Oriente.
La reafirmación de Netanyahu de su intención de mantener el control de Jerusalén probablemente aumente la fricción entre ambos bandos y con los estadounidenses. El enviado de la Casa Blanca a Medio Oriente tiene planeado llegar esta semana para intentar nuevamente impulsar las negociaciones de paz.
El reclamo de Jerusalén oriental yace en el centro del conflicto entre israelíes y palestinos. La disputa por la zona, donde se ubican sitios sagrados judíos, musulmanes y cristianos, ha arruinado antes las negociaciones de paz y ha desencadenado violencia.
Los palestinos quieren establecer su Estado en Cisjordania y Jerusalén oriental, tierras que Israel capturó en la guerra de 1967. Israel se anexó entonces Jerusalén oriental, un acto no reconocido por la comunidad internacional.
Durante su participación en un foro en Washington, el ministro de Defensa israelí Ehud Barak dijo que debería compartirse la ciudad santa como parte de un acuerdo de paz futuro.
Un funcionario israelí dijo a The Associated Press que Barak estaba expresando una opinión personal, no la del gobierno. El funcionario habló bajo condición de anonimato porque Netanyahu no ha respondido públicamente a las declaraciones de Barak.
Hace unos días, Estados Unidos abandonó sus esfuerzos para convencer a Israel de implementar otra moratoria a nuevas construcciones de asentamientos judíos en Cisjordania. Los palestinos habían rehusado reanudar negociaciones directas sin una suspensión total de dichas construcciones.
Desde que Netanyahu asumió el poder hace cerca de dos años, israelíes y palestinos no han progresado en superar los principales obstáculos para la paz, como el estatus de Jerusalén, las fronteras entre Israel y un futuro Estado palestino o el destino de millones de refugiados palestinos.

LLAMADO DE RABINOS

El llamado de varios rabinos israelíes contra la convivencia con no judíos, que apunta en primer lugar a los árabes, levanta ampollas en Israel, aunque también está recibiendo apoyos de otros religiosos. Unos 250 rabinos israelíes se unieron a 50 de sus colegas, que esta semana llamaron en una carta abierta a prohibir la venta o el alquiler de casas y terrenos a no judíos. El primer ministro Benjamin Netanyahu, el presidente Shimon Peres y el presidente del Parlamento, Reuven Rivlin, condenaron el manifiesto.
"¿Cómo reaccionaríamos si alguien proclamara que está prohibido venderle casas a los judíos?", se preguntó Netanyahu.
El fiscal general del Estado, Yehuda Weinstein, anunció en un comunicado que sus servicios estudian la posibilidad de "emprender sanciones administrativas o acciones penales" contra los firmantes, aunque matizó que estas iniciativas son legalmente "muy problemáticas". Por el momento no se ha tomado ninguna sanción contra los firmantes, funcionarios del Estado a cargo de los servicios religiosos (entre ellos las bodas), o directores de seminarios talmúdicos, tanto en Israel como en las colonias judías de Cisjordania ocupada. "Expresan la angustia de toda una población, en particular las capas más pobres", declara a la AFP el sociólogo e historiador Menachem Friedmann, profesor en la universidad Bar Ilan.
Según este especialista del mundo religioso judío, "como las amenazas que pesan sobre Israel vienen del islamismo, y las posiciones hostiles al Estado de representantes de la minoría árabe, se alimenta esta angustia y una mentalidad de gueto, pese a que los judíos son mayoritarios en Israel". Si el Estado israelí no los sanciona, significará según él que "el poder es débil y depende mucho del apoyo de los partidos religiosos".
"La Tora prohíbe vender a un extranjero una casa o un campo de la Tierra de Israel", escribieron los rabinos en su carta abierta.
"Quien vende o alquila un apartamento (a no judíos) en un barrio donde viven judíos le causa un gran daño a sus vecinos, porque el modo de vida (de los no judíos) es diferente del de los judíos, porque nos persiguen y vienen a inmiscuirse en nuestra existencia", añaden los rabinos firmantes. Las organizaciones representantes de la minoría árabe en Israel y varias asociaciones de defensa de los derechos humanos se indignaron por el llamamiento, así como el Memorial Yad Vashem de Jerusalén, construido en recuerdo de los seis millones de judíos exterminados por los nazis.
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