miércoles, 29 de septiembre de 2010

Simón Wiesenthal, el cazador de nazis, era “agente” del Mossad

Simón Wiesenthal, no era un justiciero solitario: colaboraba con el Mossad, el servicio secreto israelí, revela una biografía que salió a principio de mes.
Este hombre que se dedicó de lleno hasta su muerte, en 2005, a localizar criminales de guerra nazis, y cuyo legado continúa en el centro que lleva su nombre y tiene sedes en distintas ciudades del mundo (la filial latinoamericana está en Buenos Aires), instaló su oficina en Viena gracias a la financiación de los servicios secretos israelíes, a los que pasaba información de científicos de misiles e ingenieros alemanes que vivían en Egipto.
Esto es lo que sostiene el historiador y periodista israelí Tom Seguev, autor del libro “Wiesenthal - La Biografía”, que se presentó en forma simultánea en Israel, Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania y Holanda.
El autor, columnista del diario israelí Haaretz , muestra que el Mossad empleó y se sirvió de la ayuda de Wiesenthal, lo que probaría que Israel hizo más de lo que se sabía hasta ahora para capturar a criminales de guerra nazis.
“Trabajó unos diez años, hasta 1970, y le pagaban en efectivo entre 300 y 400 dólares mensuales, además de financiarle la apertura de su centro de documentación en Viena”, explicó Seguev.
El autor tuvo acceso a la oficina de Wiesenthal en la capital austríaca “tal y como la dejó”, y tras contrastar numerosa correspondencia, archivos, nombres de colaboradores, documentos oficiales del gobierno israelí, testimonios de su hija, Paulina Kreisberg, y ex agentes del Mossad, pudo acceder a la faceta poco conocida del cazanazis: la de colaborador del Mossad.
“Eso no significa que fuera un agente, sino que colaboró con los servicios secretos israelíes en el extranjero y fundamentalmente su misión era la de localizar a criminales nazis ”, apunta Seguev.
Con todo, el historiador documenta que el incipiente Estado de Israel estaba “más interesado en el futuro y la amenaza que suponían los neonazis para las comunidades judías que en localizar a los viejos nazis, como abogaba Wiesenthal”.
Wiesenthal, cuyos esfuerzos por perseguir a criminales y llevarlos ante la justicia lo hizo reconocido en el mundo, murió hace cinco años en Viena a los 97 años. Durante la Segunda Guerra estuvo prisionero en cinco campos de concentración y después mantuvo contactos frecuentes con los servicios de inteligencia de EE.UU., a los que dio nombres de criminales nazis.
Con el nacimiento del Estado de Israel en 1948, fue enrolado para trabajar con el organismo que antecedió al Mossad, el “Departamento de Estado” del Ministerio de Asuntos Exteriores, y aunque no era israelí, recibió un pasaporte del Estado Hebreo.
La biografía también destapa un intento de Israel, desconocido hasta ahora, de capturar en Austria al criminal nazi Adolf Eichmann, 12 años antes de que fuera apresado por agentes israelíes en la Argentina en 1960.
Eichmann, uno de los arquitectos de la “Solución final” y encargado del transporte de millones de judíos hacia los campos de exterminio, fue capturado por agentes israelíes en Buenos Aires, donde vivía bajo una identidad falsa. Fue llevado a Israel y dos años después fue ejecutado, condenado por el asesinato de seis millones de judíos.
Lo importante en Wiesenthal, señala el autor de su biografía, “no fue su labor detectivesca, sino el concepto humanista que dejó sobre el Holocausto como crimen contra la humanidad y no sólo contra el pueblo judío”.

Que decir cuando no hay nada que decir.

por Rab. Dr. Reuven P. Bulka

Como personas sensibles y solidarias, siempre tratamos de hacer lo correcto. Sin embargo, hay veces que al tratar de hacer lo correcto y no tener éxito, podemos hacer más daño que bien.
Tal es el caso, al intentar consolar a las personas que se encuentran de duelo. En esas situaciones, una de las peores cosas que se pueden hacer es recurrir a frases que no sólo han sido repetidas en exceso, si no que además están completamente fuera de lugar.
Una típica frase que se dice es: "Él está ahora en un mejor lugar". ¿Cómo puede saber alguien tal cosa? Esta declaración no es de ayuda para ningún doliente. Lo que sabemos, es que este mundo es un buen lugar, ya que es un lugar para hacer el bien. La muerte, por lo tanto, es una tragedia.
Otra frase que no es de ninguna ayuda para los dolientes es decir, que Dios necesitaba más al difunto de lo que los vivos lo necesitaban. De nuevo preguntamos, ¿Cómo alguien puede saber eso? Además, hace quedar a Dios como si fuera una entidad completamente egoísta, que causa tragedias en este mundo con el propósito de unir más personas a Su equipo en el cielo.
Otra frase, no recomendable para decir, después de la muerte de alguna persona que haya vivido hasta los ochenta o noventa años es: "por lo menos él vivió una vida completa". No importa que tan bien intencionadas eran esas palabras, son una cruel invasión hacia las emociones del doliente. Este tipo de frases trivializan el dolor del deudo y lo hacen sentir como si confortar a los deudos.
A su vez, identificarse con el deudo y con su duelo es extremadamente importante. Reconocer la dificultad de encontrar las palabras correctas para decir es un gesto consolador. Querer saber más sobre el difunto es también bienvenido, siempre y cuando uno intuye que al doliente le consolará esta actitud.
Una de las formas más efectivas para consolar es decir cosas bonitas sobre el difunto y sobre los dolientes. Historias sobre el difunto, especialmente esas que los familiares no conocían, son una gran fuente de consuelo y a menudo causan una sonrisa en el rostro del doliente. Expresar admiración por el amor que unía al deudo con la persona fallecida, o por los cuidados que se le procuraron también puede ser un método efectivo para consolar.
Ten siempre en mente que no importa que tan raro puedas sentirte al ir a visitar a alguien de duelo, no se trata de ti, se trata del deudo. ¿Qué cosas van a causar que el doliente se sienta mejor?, ¿Qué le va a provocar una sonrisa? La respuesta puede ser difícil de hallar, o quizá puedes tener muchas respuestas. Mientras más esfuerzo pongas en resolver esas preguntas, es más probable que puedas verdaderamente cumplir con las obligaciones religiosas y sociales de consolar a dolientes. Y a su vez es más probable, que el doliente sea ayudado a transitar el camino que va desde el dolor hacia el agradecimiento, agradecimiento por la vida que tuvo su ser querido.

RELIGIÓN.COM predicar en internet

Nuevos motores de búsqueda en Internet creados por entidades cristianas, judías o musulmanas, buscan responder de manera relevante a las consultas de los usuarios de la web y, al mismo tiempo, mantenerlos alejados de las tentaciones, el alcohol y la pornografía.



"Creemos que los otros motores de búsqueda son demasiado generales. Queremos ofrecer una solución para explorar la web en un ambiente seguro, donde uno no se topará con sitios de contenido explícito o inmoral, como la pornografía", dijo Reza Sardeha, fundador del buscador de orientación musulmana ImHalal .

Si uno escribe la palabra "alcohol" en imhalal.com, el motor de búsqueda ofrece resultados que explican el punto de vista musulmán sobre la bebida. Si uno escribe "pornografía", el motor de búsqueda responde... nada.

Este kuwaití de 21 años de edad dice que el sitio atrae a usuarios de Pakistán, Indonesia, Malasia, Emiratos Árabes Unidos, y también Estados Unidos.

Para los cristianos, SeekFind ofrece "una herramienta de investigación para las personas que buscan contenido bíblico y teológico desde una perspectiva cristiana evangélica", dice el fundador Houdmann Shea, que opera desde Colorado Springs, en el oeste de Estados Unidos.

Según el sitio web www.seekfind.org, el motor de búsqueda sólo ofrece un listado de "sitios web basados en la Biblia, teológicamente sólidos, y de acuerdo con nuestra declaración de fe".

"De esa manera, usted puede estar seguro de que encontrará contenido que honrará a Dios y será espiritualmente alentador", agrega.

Para la comunidad judía, el motor se llama Jewogle, un nombre similar al del gigante de las búsquedas en internet, Google.

Danny Sullivan, editor en jefe de SearchEngineLand.com, dijo que ninguno de estos sitios web "despegó", pero eso "no quiere decir que no puedan ser negocios rentables".

Pero recordó que algunos servicios que buscan llenar un nicho fracasan, como el motor de búsqueda afroestadounidense Rushmore Drive, cerrado en 2009.
estuviera sufriendo por algo innecesario. Esto desconecta al doliente del que intenta reconfortarlo, cuando el propósito de consolar es conectarse al doliente.
Muchas personas que han estado de luto por tragedias familiares, me han expresado sus molestias sobre comentarios como este que acabamos de mencionar. Ellos afirman que razonamientos como estos son degradantes y banalizan sus sentimientos. Contrariamente a lo que piensa la gente, ellos creen que la experiencia de vivir tanto tiempo junto a los padres hace más difícil la separación que acarrea la muerte.
Una pareja estaba de duelo por la muerte de su hija de seis meses de edad. Una persona conocida pasó a visitar a los padres y les dijo lo siguiente: "Ella murió con un alma perfecta, nunca tuvo la oportunidad de pecar". Seguramente que él tenía buenas intenciones al decir esto, y quizás, muchas personas en el lugar de los padres, sí estarían reconfortados con el comentario. Pero estos padres estaban muy tristes por la acotación de ese señor. Es cierto que la joven niña no tuvo oportunidad de pecar, pero así tampoco tuvo oportunidad para hacer buenas acciones, y ese era en realidad el sufrimiento de la familia.
El problema es que se necesita algo más que buenas intenciones para poder consolar a una persona que ha sufrido una pérdida. El buscar el "lado bueno" de la tragedia y comentarlo a los familiares, puede ser muy perjudicial para todos. Una joven viuda estuvo muy dolida por el comentario de una amiga, mientras la visitaba para consolarla después de la muerte del esposo, le mencionó con sus mejores intenciones: "Tú eres joven y bonita, seguro que pronto vas a encontrar a alguien".
Sin sumergirnos tanto en otros ejemplos, podemos agregar a nuestra lista de frases para no decir, algunas como: "Yo sé cómo te sientes", "La vida sigue", "Pronto te vas a sobreponer", "Tienes otros hijos", "Tu pena pasará rápidamente", y "Tienes toda una vida por delante". Todos estos comentarios banalizan el dolor, en vez de respetar la gravedad del sufrimiento.
Las visitas a dolientes, nos desafían a ser excesivamente sensibles y cuidadosos con lo que sale de nuestros labios. Una vez que las palabras salieron, no pueden ser anuladas. Es bonito cuando los dolientes entienden y aprecian nuestras buenas intenciones, pero no deberíamos confiar en esto.
Tú puedes preguntar, "Si todo lo que digo es potencialmente contraproducente, entonces, ¿que debo decir?". Esta es una excelente pregunta. Y la respuesta es: ¡no digas nada! ¿No decir nada?, ¿No es acaso obligación del que intenta reconfortar al deudo decir palabras de consuelo? La respuesta, tan sorpresiva como suene, es No. No es obligatorio decir palabras de consuelo, la obligación es reconfortar, simple como suena.
¿Cómo puede uno consolar sin decir palabra alguna? Consolar a alguien puede lograrse simplemente acompañando al doliente, incluso en silencio. Todos estaríamos de acuerdo que ir y no decir nada es mejor que ir y decir algún comentario molesto o desagradable. Claro está, el mejor resultado puede lograrse al visitar y compartir pensamientos y reflexiones inteligentes.
¿Pero cómo puede alguien saber que es apropiado si cada doliente piensa distinto? La respuesta es a través del silencio, acercándonos con los labios sellados y con los oídos completamente abiertos. Este es el protocolo judío, un protocolo comúnmente ignorado, para las visitas a dolientes. Ve, siéntate y escucha. El doliente empezará a hablar, y ahí sabrás que es lo que necesita. Después puedes responderle.

IRÁN: EL PODER DEL PETRÓLEO

En Irán, habrán de sentenciar a una mujer acusada de adulterio y eventualmente asesinato.

Quizás cuente con el beneficio de una muerte rápida en la horca o quizás se falle por la lapidación, que consiste en un asesinato a pedradas de tamaño medio, como para no matar de forma inmediata ni herir levemente a la acusada.

Hace un par de días su líder político el presidente Ahmadinhejad, avalado en su candidatura por el Consejo de Ayatolas quien primariamente determina quien tiene acceso al liderazgo político, declaró una diatriba judeofóbica y patológicamente antiisraelí en las Naciones Unidas. Negando además el Holocausto, como es de costumbre y rigor en sus planteos nacionales e internacionales.

Salvo un grupo de países, los demás delegados se quedaron sentados en su lugar, escuchando al dictador enceguecido, como si sus palabras fuesen filosofía constructiva y debemos suponer, aplaudiéndolo al culminar.

¿Coinciden los pueblos representados por sus diplomáticos con dicha postura? ¿Resistirían una encuesta de opinión los embajadores asignados a la Asamblea de las Naciones Unidas?

No lo podemos saber. En los países del mundo musulmán, seguramente sí y en varios de los países occidentales o asiáticos, probablemente no.

Pero la mayoría de ellos tampoco se levantaron. Latinoamérica en pleno es un vergonzoso ejemplo continental en tal sentido, con la excepción de Costa Rica.

¿Sería ésta la geopolítica actual si Irán fuese una potencia en plantaciones de cítricos u olivares? ¿O decididamente de escasos recursos?

Bajo esta hipótesis, nos atreveríamos a mirar a dicho país emblemático de una maravillosa cultura de todos los tiempos, como la persa, con ojos probablemente más críticos.

Recordaríamos con mayor frecuencia y condenaríamos la guerra fratricida que supo mantener con su vecino Irak por la hegemonía del mundo musulmán, provocando la muerte de un millón de personas.

Nos seducirían menos los discursos salvajes, el ahorcamiento de homosexuales en las plazas públicas, o la exportación de sus ambiciones imperialistas y políticas guerreras contra todo aquel que no conciba su modelo de vida religiosa.

Nadie aceptaría que pretende construir centrales atómicas con fines pacíficos, ni admitiría que quiere borrar a otro país del mapa y asesinar a sus cerca de siete millones de habitantes. No nos importaría que compre arroz o regale algún dinero para disfrazar su modelo de humanismo.

No miraríamos al costado como si no hablasen de nosotros, pues el riesgo es para toda la humanidad, incluyéndonos.

Sucede que el galón de gasolina en Irán cuesta 32 centavos de dólar, y en Venezuela 6 centavos de dólar. Por ello el primero puede contaminar a nuestro continente con su conflicto y Venezuela oficiarle de caja de resonancia y subagente exportador de sus postulados.

No resiste el sentido común, un vínculo ideológico coherente entre el socialismo- de ningún tipo- y el integrismo iraní.

Salvo debido a ese poder ilimitado que les da el dinero; por el cual se le rinde pleitesía, en honor a un pragmatismo diluido en valores.

Sabido es que varias religiones tienen problemas con la justicia civil y laica, en todos los países. Apoyamos a la Justicia.

En muchos países existe la pena de muerte, y lo condenamos.

A varios países el poder económico los ubica en podios de privilegio, y estamos en contra de esos privilegios.

Condenamos a quienes contaminan el planeta, ejecutan a presos, tratan de gusanos a disidentes políticos, son imperialistas y generan guerras a miles de kilómetros de sus territorios.

Sería importante que el próximo discurso de Ahmadinhejad lo hablase solo, ante una sala vacía. Estamos a tiempo.

La historia nos debería haber dejado una lección universal del alcance de destrucción que poseen los sociópatas seductores como Hitler, el Khemer Rojo, y en estos tiempos, el gobierno de Irán
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