martes, 7 de septiembre de 2010

Alimentos Simbólicos para Rosh Hashana

Alimentos Simbólicos
de AishLatino
Comemos dátiles, tamari en arameo, y le pedimos a Dios que "nuestros enemigos sean consumidos" (yetamú).
Comemos granada y pedimos que "nuestros méritos sean tan numerosos como las semillas de la granada".
Untamos manzanas en miel, para simbolizar nuestro deseo de un año dulce.
Comemos diferentes vegetales cuyos nombres aluden a lo bueno:
Comemos zanahorias (guezer) y pedimos a Dios que destruya cualquier decreto (guezerá) malo contra nosotros.
Comemos puerros, karsi en arameo, que también significa "cortar". Le pedimos a Dios que corte a nuestros enemigos.
Comemos remolacha (betarraga), silka en arameo, que también significa "remover", y rezamos que nuestros adversarios sean removidos.
Comemos calabaza, kara en arameo, y pedimos a Dios que rompa (kara) cualquier juicio negativo de nosotros, y que proclame (kara) nuestros meritos.
Comemos pescado con una petición de "ser fructíferos y multiplicarnos como los peces".
Comemos (o al menos mencionamos) la cabeza de un pescado o un cordero, con el deseo de ser como líderes (cabeza) y no "cola".

Desde Israel

Desde Israel


por Yoel Meltzer

Con estas y otras muchas reflexiones personales en mi cabeza, quisiera presentar aquí una aleatoria lista de oraciones, pensamientos y preguntas para el próximo año. Al hacerlo, espero también llamar a otros a la reflexión, y tal vez incluso a la acción.
Con la aparición de las granadas en el mercado anunciando la llegada del Año Nuevo, instintivamente siento el deseo de reflexionar. Hace tan sólo una semana fui testigo de algo tan hermoso, tan completamente judío y totalmente humano.

Mientras un hombre ciego erraba el camino en una concurrida intersección de Jerusalén, varios conductores, desde todas las direcciones, salieron fuera de su vehículo en medio del tráfico para ayudarle. Fue algo verdaderamente emocionante ver manifestarse tanta genuina preocupación, algo que me hace sentir tan bien viviendo aquí.

Sin embargo, como cualquiera que esté familiarizado con Israel, se sabe que este lugar está lleno de las virtudes más elevadas y de las faltas más groseras. Para quien busca el estilo de vida judío “sin pan ni leche”, Israel ciertamente no es el lugar adecuado. Así, contra el telón de fondo de aquel hermoso momento que acabo de relatar, se recorta el reciente trágico atentado terrorista que costó la vida a cuatro personas, entre ellas, la madre y el padre de seis hijos. En verdad, algo realmente desgarrador.

Con estas y otras muchas reflexiones personales en mi cabeza, quisiera presentar aquí una aleatoria lista de oraciones, pensamientos y preguntas para el próximo año. Al hacerlo, espero también llamar a otros a la reflexión, y tal vez incluso a la acción.

1. ¿Por qué las manifestaciones en favor de Guilad Shalit provienen principalmente de judíos seculares, mientras que las que se realizan en favor de Jonathan Pollard son mayoritariamente de judíos religiosos?

2. No hay nada más aterrador que conducir a 100 km/h en una carretera israelí, con un coche de menos de un metro detrás de uno, mientras su conductor hace señas con las luces, deseando impacientemente pasarnos. ¿Cómo puede detenerse a esta locura? ¿Cómo lograr que esos conductores se atengan a las “normas culturales" de la carretera del mismo modo en que se ajustan a normas culturales en otros contextos, como en la sinagoga o el lugar de trabajo? Uno podría apostar que ese conductor, en otro país, con un conjunto de normas diferentes, seguramente dejaría de conducir como un animal.

3. ¿Por qué tantos ex generales israelíes se pasan a la izquierda en el ámbito político? ¡No tiene ningún sentido! Recuerdo que, durante mi juventud en Estados Unidos, los más altos mandos militares siempre tenían fama de ser de derecha y conservadores. ¿Qué está pasando aquí?

4. Periódicamente se realizan encuestas que concluyen: "X % de los israelíes apoyan la solución de dos estados." La siguiente pregunta, una que probablemente nunca se hace, debería ser, "A pesar de estar a favor de la solución de dos estados, ¿cree usted honestamente que funcione?" De alguna manera, yo creo que en este caso, el número resultaría significativamente menor en comparación con la primera respuesta.

5. En cuanto al conflicto árabe-israelí, tenemos que ser más creativos en nuestras propuestas, ya que las soluciones que se han hecho durante años, o bien no son factibles, o bien son demasiado problemáticas.

6. ¿Es posible que el pueblo judío comience a tener una visión común, una que sea aceptada por todo el mundo y por la que todos quieran velar con entusiasmo? ¿Existe tal cosa?

7. En una línea similar, suponiendo que tal visión común exista, ¿cómo logar que la gente comience a pensar en algo que no sea ella misma, ya que todos somos parte de la "generación del yo"? El aspecto individual es importante y cada uno de nosotros necesita aprovechar el propio potencial interno y constituirse en el verdadero "yo" en un sentido de realización personal, pero todo esto debe encaminarse hacia la realización de un objetivo común superior.

8. El éxito, en sentido occidental, debe quitarse de la cima de la pirámide del valor en Israel. En su lugar, hay que situar la adquisición de conocimientos, y esto con el propósito de trabajar por el bien común, elemento necesario de aquella visión compartida (una vez más, suponiendo que tal cosa existe.)

9. Rezo fervientemente para que, en los próximos años, Ehud Bark siga los pasos de Avraham Burg y se vaya a vivir a Francia. El beneficio para el Estado de Israel de tal osada decisión sería inmenso.

10. Los íconos culturales de Israel deben abrazar la causa de Pollard de manera tan entusiasta como abrazan la causa de Shalit. Si esto llegara a suceder, entonces estoy seguro de que ambos serían liberados este año.

11. Espero que los israelíes se despierten este año y se den cuenta de que la frase "Estado judío democrático" no tiene ningún sentido. En una verdadera democracia, la minoría puede asumir el control, en virtud del número y/o a través del proceso electoral, y cambiar significativamente el carácter del Estado. En el caso de Israel, esta minoría la constituyen los árabes. ¿Aceptarían los defensores o los propagandistas de la expresión "Estado judío democrático" este escenario? Si no, entonces no son verdaderamente democráticos. Por lo tanto, creo que es preferible denominarnos a nosotros mismos como un Estado judío (que, casualmente, posee muchos aspectos de la democracia).

12. La gente de Tel Aviv debería conocer Jerusalén. Es una ciudad incomparable.

13. La gente de Jerusalén debería conocer Tel Aviv. Es una ciudad animada y súper interesante.

14. Como judíos, necesitamos sentir el profundo anhelo de la cercanía de Dios, e incluso, necesitamos rezar para que Dios nos ayude a alcanzar ese sentimiento (en lugar de desear únicamente más dinero, un mejor trabajo, etc.). El íntimo sentimiento de la presencia de Dios en nuestras vidas y en el mundo, elemento esencial en el judaísmo, ha sido casi olvidado en el mundo judío. Desafortunadamente, sin este sentimiento, entonces, incluso para los judíos ortodoxos como yo, nuestras acciones revisten ese carácter superficial de quien se preocupa sólo por guardar las formas.

15. Para el problema anterior no he encontrado mejor remedio que leer y releer, el clásico de Aryeh Kaplan, "Meditación judía." Es realmente muy bueno.
¡Shaná Tová!

Cómo hacer un maremoto en un vaso de agua

Cómo hacer un maremoto en un vaso de agua

por: Moshé Rozén
A pocos días del iniciadas las conversaciones directas de paz, entre los principales referentes políticos de Israel y la Autoridad Nacional Palestina (ANP), el rabino ortodoxo Ovadia Yosef –recordado por sus hirientes palabras acerca del destino de los judíos durante la Shoá- volvió a la carga con otro discurso sectario y violento: pidió la desaparición física para el presidente de la ANP, como así también, para la totalidad del pueblo palestino. A continuación, el autor del siguiente artículo, analiza la exposición mediática de dichas palabras.
Ovadia Yosef, nos depara con frecuencia afirmaciones que suscitan enconadas polémicas. La dinámica de la situación es siempre la misma: el anciano rabino pronuncia su sermón semanal y –de acuerdo a las referencias políticas que considere oportuno efectuar- se producen las reacciones en la esfera política local e inclusive internacional.

En la última semana de agosto, Ovadia, auguró la desaparición del presidente palestino

Mahmud Abas, e hizo extensivo su deseo al conjunto del pueblo árabe palestino.
En oportunidades anteriores, el rabino se ensañó con los ciudadanos israelíes laicos.
Muchos recuerdan que llamó a la devolución de territorios ocupados para lograr la paz, y posteriores prohibiciones a ceder un milímetro de los mismos: en ambos casos los bandos políticos afectados por las declaraciones del anciano rabino cuestionaron la legitimidad de su liderazgo. Esa es –a mi humilde entender- la clave del "Caso Ovadia": en lugar de restringir la trascendencia de sus opiniones al ámbito religioso, se les otorga un espacio de privilegio en la prensa, como si se tratara del Primer Ministro o del jefe de la bancada parlamentaria opositora.
Los israelies somos –mayoritariamente- muy críticos hacia el régimen teocrático iraní, pero no todos percibimos la contradicción implícita en los numerosos "liderazgos espirituales" de la política nacional.
Ovadia Yosef merece –obviamente- respeto por su cuantioso caudal de conocimientos en el campo de la legislación religiosa ortodoxa, pero gruesos sectores de izquierda y derecha, inclusive de orientación laica, le confieren una autoridad ideológica que desborda los ribetes de un magisterio espiritual para convertirlo en un actor más del escenario partidario.
Esta atribución de poderes políticos, provoca la devaluación del primigenio carácter del conductor religioso: así como los colonos asentados en territorios ocupados rechazaron el apoyo de Ovadia, en su momento, a la devolución de tierras en pos de acuerdos de paz, hoy, los sectores que rescatan, desde una óptica religiosa, los pilares éticos y humanistas del judaismo, ya no pueden sostener a este rabino como mentor espiritual.
Si el discurso de Ovadia tuviera una función de estricta docencia, o sea: es lo que el rabino transmite a sus discípulos, se pueden discutir sus opiniones, como son discutibles las opiniones de periodistas y profesores. Pero es otro el "Caso Ovadia": se ha convertido –los medios de comunicación masiva lo han convertido- en vocero de un conglomerado étnico: el de los judíos ortodoxos-orientales, "jaredim sfaradim", polarizando artificialmente a la ciudadanía israelí. No todos los judíos religiosos provenientes de países árabes perciben a los palestinos como este rabino, así como tampoco –a pesar de habituales etiquetas periodísticas- no todos los israelies, laicos, de origen ashkenazí, asumen posiciones denominadas "palomas".
La tradición religiosa de los judíos del Magreb, por ejemplo, se destaca por una flexibilidad que carecen muchos creyentes ortodoxos de ascendencia europeos. Miles de los seguidores de Ovadia acuden a los partidos de fútbol los sábados por la tarde, a pesar de la sacralidad de la jornada sábatica.
De manera similar, muchos simpatizantes de este maestro no aprueban sus aseveraciones políticas.

Como escribir sobre el agua…

por: Ingrid E. Hecker Perry
Las recientes "conversaciones directas" entre los principales referentes políticos israelo-palestino –bajo el auspicio de la Casa Blanca y el monitoreo de Egipto y Jordania- terminaron sin arrojar pasos concretos, hasta el momento, en el camino que conduce a la paz. La expansión de las colonias judías, el terrorismo que lleva adelante Hamas y la partición de Jerusalem, continúan siendo los temas claves sin resolución.
Sí, porque aparte de una excelente maniobra de propaganda y relaciones públicas, las tan comentadas “conversaciones directas” entre israelíes y palestinos, lamentablemente, arrojaron un saldo desesperanzador, triste y doloroso para las verdaderas intenciones de paz.
Si bien es cierto que nadie esperaba resultados positivos e inmediatos, haberlos esperado, habría sido una contradicción en términos esenciales con la realidad de lo que ha ocurrido entre estos dos “porfiados” interlocutores desde el comienzo de esta larga historia de desencuentros.
Fue impresionante claro está, ver a todos los personajes del drama retratados para la posteridad. La entrada triunfal de “los cinco” (Hosni Mubarak, Presidente de Egipto, Rey Hussein de Jordania, Benjamín Netanyahu, Primer Ministro de Israel, el Presidente Mahmoud Abbas, de la Autoridad Palestina y Barak Obama, Presidente de EEUU) dejó a todos deslumbrados… pero en concreto, nada de nada. Promesas que ojalá no se lleve el viento… de seguir conversando “directamente”, o sea cara a cara (¿?), cada dos semanas; los “negociadores” egipcios, jordanos y estadounidenses también participarían de dichos encuentros intentando resolver el conflicto “de aquí a un año…”
Dicen que soñar no cuesta nada. No estoy de acuerdo, porque el precio que han pagado ambos pueblos, la región y el mundo entero por este afán de quimeras irresponsables, de decisiones postergadas y/o no tomadas, de acciones que inducen a la mala fe, a la desconfianza y a la incomprensión, es demasiado alto.
Lo esencial no se ha modificado
Lo concreto es que mientras Hillary Clinton, Benjamin Netanyahu y Mahmoud Abbas se congratulaban a la salida de la reunión que duró un par de horas, el grupo terrorista Hamas, se responsabilizaba del ataque terrorista en la Ribera Occidental que le costó la vida a casi una decena de civiles israelíes. ¡Y suma y sigue, porque dicha organización anunciaba una “alianza táctica y estratégica” con otras organizaciones del mismo carácter!
No nos llamen a confusión. Aquí no hay nada de lo cual asirse para siquiera poder pensar e imaginar (en) la posibilidad de un cambio positivo al “impasse” existente:
a) Hamas sigue negando el derecho de Israel a existir.
b) Hamas sigue negándole legitimidad a Abbas como interlocutor del pueblo palestino.
c) La Autoridad Nacional Palestina (ANP) continúa exigiendo con razón, el cese de la construcción de asentamientos israelíes en la Ribera Occidental.
d) Israel sigue diciendo que dicho programa, continuará.
e) Jerusalem continúa siendo un tema de discusión interminable y, al parecer, insoluble para ambas partes.
f) El problema de los refugiados palestinos sigue latente y sin resolución.
g) La seguridad de Israel sigue amenazada constantemente por Irán, Hamas y sus diversos “proxy”.
h) La cuestión de los límites del futuro Estado palestino, sigue siendo una cuestión candente.
Y podemos seguir con una lista que es interminable.
Conclusión
Cansancio y frustración son términos más que “templados” para describir lo que se siente ante el momento que se vive. Finalmente, no importan (aunque si cuentan como “poderosa motivación”…) las buenas intenciones del presidente Barsk Obama y su equipo; o las del presidente Hosni Mubarak y el rey Hussein de Jordania; lo que sí importa es que aunque el presidente palestino Mahmoud Abbas, sea reconocido como un hombre que quiere la paz para su pueblo, no cuenta con una mayoría que le permita en verdad implementar las medidas que se necesitan; sí importa que aunque el premier israelí, Benjamin Netanyahu, haya estado dispuesto a conversar, casi el total de su gabinete es de corte esencialmente derechista y anti-proceso de paz, y se jugaría peligrosamente la estabilidad del gobierno al acceder a cualquier medida que produzca un acuerdo con los palestinos. Sí importa que aunque ambos líderes hayan conversado y se jueguen la condición de tales al participar en encuentros como los sostenidos, sea a sabiendas de que en el corto plazo no habrá luz al final del túnel.
¿Y cuál es la alternativa? No la hay, salvo continuar conversando, mantener el diálogo lo más fluido posible; reconstruir confianzas perdidas, hacer uso de la buena voluntad política de interlocutores y mediadores; comprender que habrá, como en toda negociación, concesiones dolorosas.
Que fue una foto impresionante lo fue… pero como hemos dicho anteriormente, “mucho ruido y pocas nueces…”
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