lunes, 16 de agosto de 2010

LA FELICIDAD

LA FELICIDAD
por Rav Noaj Weinberg ZT"L

Puedes tenerlo todo y seguir siendo miserable. O puedes tener relativamente poco y sentirte muy rico. La felicidad es un estado de ánimo. Desarrolla herramientas para obtenerla.

Por favor ten en mente que tu estudio de los "48 Caminos Hacia la Sabiduría" sea en mérito de Rab Noaj Weinberg zt''l, el querido fundador de Aish HaTorá – Israel Noaj ben Itzjak Matityahu.
Una vez un joven vino a visitarme en Jerusalem. Tenía una predisposición inusual hacia la felicidad, así que le pregunté cuál era su secreto, y me contestó:
"Cuando tenía 11 años, recibí un regalo de felicidad de Dios".
"Estaba montando mi bicicleta cuando de repente un fuerte viento me tiró al suelo. Justo venía un camión en camino. El camión pasó por encima de mí y me cortó la pierna. "Mientras estaba tirado sangrando, me di cuenta de que tendría que vivir el resto de mi vida sin una pierna. ¡Qué deprimente! Pero luego me di cuenta de que el hecho de estar deprimido no me devolvería mi pierna. Entonces decidí desde ese momento, no perder mi vida viviendo en la desesperanza".
"Cuando mis padres llegaron al hospital estaban impactados y afligidos. Entonces les dije: 'Yo ya me adapté. Ahora ustedes también tienen que acostumbrarse a la idea'".
"Desde ese momento, veo a mis amigos enojarse por cosas insignificantes: el autobús llegó tarde, tuvieron una mala calificación en la escuela, alguien los insultó. Yo en cambio, sólo disfruto de la vida".
A la edad de 11 años, este joven obtuvo la claridad necesaria para entender que "enfocarse en lo que a uno le falta" es una pérdida de energía. La clave de la felicidad es disfrutar lo que uno ya tiene.
¿Suena simple, verdad?
El camino número 27 de los 48 caminos es "Sameaj Ve Jelkó" que literalmente significa "satisfecho con su porción". Pero, si la felicidad es obtenible, entonces ¿por qué hay tanta gente infeliz? Porque carecemos de las herramientas adecuadas.
La Felicidad es un Estado Mental
La sociedad occidental comúnmente percibe la felicidad como el resultado de lo que logras y adquieres.
• "Toda mi vida mejoraría si tuviera un coche nuevo...".
• "Necesito un mejor trabajo, entonces podré relajarme y ser feliz".
• "Si conociera a la mujer indicada...".
Obtienes el coche y ¿qué pasa? Durante toda una semana te sientes en las nubes. Después regresas a tu infelicidad.
¿Te suena familiar?
La felicidad no es una ocurrencia. La felicidad es un estado mental. Puedes tenerlo todo en el mundo y seguir siendo miserable. O puedes tener relativamente poco y sentir una felicidad infinita.
El Talmud dice: "¿Quién es rico? Aquel que aprecia lo que tiene". (Pirkei Avot 4:1).
Es por eso que en los rezos matutinos comenzamos agradeciéndole a Dios por lo simple y obvio:
• "Gracias Dios, por darme la vida".
• "Gracias Dios, por la posibilidad de ver".
• "Gracias Dios, porque puedo usar mis manos y piernas".
• "Gracias Dios, porque puedo pensar".
Una vez que manejes el arte de la apreciación, es decir, valorar y conscientemente disfrutar de lo que ya tienes, entonces siempre estarás feliz.
Haz que tus Problemas sean Insignificantes
Estás parado en el piso 20 de un edificio, disfrutando de la hermosa vista. De repente un corpulento hombre bruscamente pasa por tu lado, se acerca a la ventana, la abre y anuncia su intención de saltar.
Tú le gritas: "¡Detente! ¡No lo hagas!".
El corpulento hombre en la ventana voltea y te dice: "¡Intenta detenerme y te llevo conmigo!".
"Glup, no hay problema Señor. Que tenga un buen viaje. ¿Quiere decir sus últimas palabras?".
Te dice: "Déjame contarte mis problemas. Mi esposa me dejó, mis hijos no me hablan, perdí mi trabajo, tengo miles de deudas y mi tortuga murió. ¿Para que seguir viviendo?".
De repente tienes un flash de inspiración.
"Señor, cierre sus ojos por un minuto e imagínese que es ciego. No puede apreciar colores, panoramas, niños jugando, campos, flores, la puesta de sol. Ahora imagínese que de repente ocurre un milagro. ¡Ahora, abre sus ojos y su visión ha sido restaurada! ¿Va a saltar o va a pasear durante una semana y disfrutar de las imágenes?".
"Me quedaría una semana".
"¿Pero que ocurrió con todos los problemas?".
"Ah, bueno, no son tan importantes realmente. ¡Ahora puedo ver!".
Un ojo vale por lo menos 5 millones de dólares. ¿Tienes dos? ¡Entonces eres enormemente rico!
Si realmente apreciaras tus ojos, todos los demás problemas serían nada en comparación.
Sin embargo, si das todo por sentado, entonces nada en la vida te brindará felicidad.
Concepciones Erróneas en la Búsqueda de la Felicidad
Concepción errónea #1: "Una vez que conozca las herramientas para ser feliz, entonces seré feliz instantáneamente".
No esperes que los resultados vengan automáticamente. Es posible comprender intelectualmente cómo adquirir la felicidad, pero no poner estos conocimientos en práctica.
De hecho, muchas personas pueden escoger estar cómodos y ser infelices, en lugar de soportar la incomodidad de cambiar sus hábitos.
Así como para aprender cualquier destreza nueva necesitas esfuerzo, tienes que invertir mucho esfuerzo para lograr una verdadera felicidad.
Concepción errónea #2: "Si me conformo y estoy satisfecho con lo que tengo, voy a perder la motivación para lograr más".
La felicidad no absorbe energía, por el contrario, ¡te da más!
Pregúntale a una persona feliz: "Tengo un bote. ¿Quieres ir a pescar?".
Te responderá: "¡Claro, vamos!".
Ahora pregúntale a alguien deprimido: "¿Vamos a pescar?".
Te responderá: "Estoy cansado. Tal vez mañana. Además, probablemente llueva".
La gente feliz es ambiciosa y llena de energía. Nunca hay suficiente tiempo para hacer todo lo que quieren hacer.
Concepción errónea #3: "La felicidad es opcional. Si quiero estar deprimido es mi elección".
Imagina un bello domingo en la tarde. Estás en el parque haciendo un Picnic con tus amigos.
De repente, el ambiente se hecha a perder por una persona que empieza a reclamar: "¿A quién se le han olvidado los tenedores?... Hace demasiado calor para jugar Voleibol... Ya me quiero ir a casa".
Tienes una obligación de estar feliz cuando tu estado de ánimo está afectando negativamente a los demás. No les arruines su diversión.
Todos tratamos de poner una cara de felicidad cuando estamos en una fiesta. Pero ¿qué tal cuando estamos en casa, o con nuestros hijos? O ¿cuando llegamos a la oficina un lunes en la mañana?
Ser feliz es ser considerado con las personas a nuestro alrededor.
El Placer Diario Cuenta
Para comenzar a apreciar la vida, recuerda algunas de las cosas por las cuales estás extremadamente agradecido y repásalas cada mañana durante un lapso de un mes. Por ejemplo: tus ojos, tus manos, tus hijos, tu gato.
Fija un tiempo cada día para disfrutar de estos placeres. Siente gratitud por ellos. Este ejercicio puede cambiar el estado de ánimo, incluso del más miserable dentro de nosotros:
La próxima vez que visites a tu tía (que siempre se queja), dile respetuosamente:
"Tía, hoy vine a sufrir contigo. Pero antes de que te quejes y de que suframos juntos, es justo que también compartas conmigo 5 placeres que has tenido el día de hoy".
"No tuve placeres".
"Tía, ¿tomaste café para el desayuno?".
"Sí".
No la dejes librarse tan fácil con esta simple contestación. Trata de que comparta contigo el placer. "¿Era dulce?, ¿Estaba caliente? ¿El aroma era agradable? ¿Te dio energía?". (Seguro que querrá quejarse pues para eso te invitó).
"Está bien, estaba dulce y rico".
"¡Muy bien tía, ahora comparte conmigo cuatro placeres más!".
"No tuve ninguno más".
"¿Te lavaste la cara al levantarte? ¿Fue placentero? ¿El agua estaba tibia? ¿Fue agradable?".
Revivan estos pequeños placeres juntos. Después de que ella te describa 5 placeres, te aseguro que sus quejas no serán tan fuertes.
Para trabajar realmente en esto, siéntate con tu pareja (o compañero de cuarto) cada noche y hablen sobre un placer que cada uno tuvo en el día. Al final, ¡tendrás un compañero de cuarto feliz!
Incorpora esto a tu rutina familiar para que tus hijos puedan apreciar sus placeres diarios.
La Hora de las Bendiciones
El siguiente ejercicio es más sofisticado.
Toma una hora y escribe todo sobre lo cual estás agradecido.
Mucha gente vuela en los primeros 15 minutos. Durante los siguientes 15 minutos la pluma se mueve más lentamente. Los siguientes se hacen más difíciles, pero puedes lograrlo si incluyes tus pestañas y tus calcetines...
Los últimos 15 minutos van a ser muy dolorosos.
Una vez que la lista esté completa, agrega una pequeña bendición sobre la cual estás agradecido diariamente.
El poder de este ejercicio es claro: tienes que estar consciente de todas tus bendiciones para que puedas apreciar las bendiciones que se te presenten en el futuro.
Prioridad en tus Bendiciones
Para realmente mejorar tus habilidades y convertirte en un experto apreciador, dale prioridad a las cosas en tu lista.
• ¿Qué es más valioso? ¿Tus manos o tus pies?
• ¿Tus ojos u orejas?
• ¿El sentido del gusto o del tacto?
Comparar cada placer te fuerza a tener presentes las sutilezas de los diferentes aspectos de cada placer. Y cuantificas lo que cada placer te da.
Haz este ejercicio y trabájalo diariamente. Tu gratitud va a seguir creciendo, construyendo así los fundamentos para una vida llena de felicidad.
¿Por Qué la "Felicidad" es un Camino Para Adquirir Sabiduría?
• La felicidad es energía y poder para vivir.
• Enfócate en lo que tienes y siempre serás feliz. Enfócate en lo que te falta y siempre serás miserable.
• La felicidad no es un objetivo en la vida; es un medio para acrecentar tu energía interna, y así, poder desarrollar tu potencial.
• La gente feliz es saludable, optimista y llena de energía.
• La felicidad no es "vivir en un estado de semi-depresión". Eso es simplemente sobrevivir.
• La felicidad está bajo tu control. Al no controlarla, eres esclavo de tus emociones.
• La felicidad requiere de disciplina, determinación y mucho trabajo.
• La felicidad no es algo que ocurre. No esperes que aparezca. ¡Sal y créala!
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